Si recordáis a principios de este mes dividí una mata de crisantemos que me había regalado mi amiga Isabel Rodríguez. Se había hecho demasiado grande e invadía un arbusto cercano.
De esta división saqué suficiente "material" para poner otra mata en algún lugar del jardín. No quise plantarla en el momento porque no estoy en disposición de poder hacerlo personalmente y el chico que me ayuda hasta hoy no ha podido venir así que provisionalmente dejé la mitad de la mata que saqué del lugar dónde dividí la planta madre, en un contenedor amplio con buen sustrato mullido y con buenos nutrientes en tanto llegara el momento para poder plantarla en tierra.
Fijaos como está de linda :)
Fijaos como está de linda :)
También aproveché las ramillas laterales que había con algún poquito de raíz para ponerlas a arraigar a modo de esquejes en tres pequeños contenedores.
Pues aquí están. Todos perfectamente enraizados y listos para plantar en distintas ubicaciones del jardín!!
Como veis en veintitantos días ya han estado listos. Yo prefiero no poner los esquejes directamente en su ubicación definitiva porque me resulta más fácil tenerlos cerca de la salida de la cocina dónde es más cómodo vigilar si precisan de riego.
En fin, como os comenté en aquel artículo, esta forma de reproducir los cristantemos creo que es más fácil y casi garantiza del todo el éxito al tener pequeñas raíces que desde el primer momento pueden abastecer de agua a los pequeños tallos.
La mata grande la plantaré directamente sin hacerle más pero los esquejes voy a recortarlos un poco para que se tupan algo más. Están demasiado largos y creo que es mejor perder quizás la floración pero que las tres matas sean más frondosas.