Los rosales que he plantado en el jardín lateral tardé demasiado en traérmelos
desde el otro jardín. Ya habían florecido incluso. Comenzado el verano era una
locura ponerse a levantarlos de la tierra pero no me quedo otra alternativa. No
tuve mucha suerte y fue difícil sacarlos con bastante cepellón.
Sabía lo que iban a sufrir así que los días anteriores al traslado prepare
los hoyos de plantación para tener todo listo
y ponerlos en tierra inmediatamente tras su llegada. No escatimé mimos a
la hora de plantarlos en su nuevo jardín. Ni en tamaño del hoyo ni en calidad
del sustrato y nutrientes para rodear sus raíces y he puesto un especial
cuidado en mantener la hidratación adecuada. Verano, casi sin cepellón y encima
una ubicación a pleno sol recibiendo los rayos achicharrantes desde que sale
hasta que se pone!! Ha sido duro lo que han tenido que pasar mis pobres rosales…
A pesar de mis cuidado sufrieron demasiado. Temí que no se salvaran.
Perdieron casi todas las hojas y se han quedado casi parados durante buena
parte del verano dedicándose a trabajar bajo tierra echando raíces. Pensé que
no los vería recuperarse hasta comenzar la próxima temporada, eso si se
salvaban. Pero me equivoqué.
Ha sido bajar las temperaturas y comenzar el otoño y parece que les ha
venido Dios a ver!! Han empezado a crecer de tal modo que casi que se les ve de
día en día como avanzan. No me han
defraudado!! Ninguno de ellos..Y han sido diez, todos salvados!!
Mme. Isaac Pereire está echándome tres ramas largas ya, como
de dos metros y estoy segura que la primavera próxima será un espectáculo ver
sus rosas antiguas con un aroma embriagador teñir de hermosos tonos estas ramas
que ahora tiene.
A Shropshire Lad se ha puesto tremendo!!
No quiero que
crezca como trepador, espero tener la destreza para saberlo podar de modo que se
convierta en un hermoso arbusto. Sé porque ya lo he cultivado en el otro
jardín, que es un rosal vigoroso y que tiene cierta tendencia a emitir ramas
largas. Ya veremos cuando llegue febrero de qué manera corto sus ramas para lograr
lo que quiero. No sé si cuando madure será un rosal con más abundancia de
rosas. De momento no lo es. Va sacando alguna a lo largo del verano y otoño
pero ni siquiera puede calificarse de floración lo que ha producido. Lo que más
me gusta de este rosal son sus tonos albaricoque y rosas y la rosa en sí misma,
llena, grande, con muchos pétalos!!
Me hubiera apenado muchísimo perder dos de mis rosales antiguos que más
aprecio: Mme. De Sevigné y Louise Odier.
Precisamente fueron los dos que más sufrieron con el trasplante. Además, no han
dejado de tener pulgón todo el verano… no apostaba nada por ellos, la verdad.
Pero el otoño ha cambiado las cosas totalmente. Louise Odier tiene un montón de
ramas desde el suelo, fuertes, rojas… que me hacen soñar como estarán de
cuajadas de rosas en el mes de mayo. Me muero de impaciencia por verlas de
nuevo abrirse en mi jardín. Este año no ha querido premiarme con ninguna… no me
importa esperar al próximo año si sé que está recuperado del trasplante. Y Mme.
De Sevigñe está razonablemente recuperado. De media docena no ha pasado el
número de rosas que ha dado esta temporada. Me conformo sin esfuerzo alguno con
la tranquilidad de no haber perdido dos de mis rosales más apreciados.
Había un rosal al que le tengo un especial cariño. Quizás porque lo
relaciono con mi amiga Isabel Rodríguez. Siempre que miro sus rosas me acuerdo
de ella y de los cafés que tantas veces hemos compartido, siempre en el mismo
lugar, un bar cercano a mi trabajo dónde el tiempo transcurre a una velocidad increíble.
Estar con ella me encanta!! Y las horas se van sin darse cuenta absortas en
nuestras conversaciones que a mí me parecen deliciosas. Ay, me enrollo ¡! Ajjajaj
Este rosal es Munstead Wood. Me
enamoré de él cuando visité los jardines de David Austin hace ahora dos
primaveras. Quedé prendada de su color oscuro como la sangre. No son solo sus
rosas lo que atrae, son también los colores de su vegetación, unas hojas que al
brotar están bordeadas por un fino hilo rojo siendo el centro de la hoja de un
verde amarillento precioso y la combinación de los dos colores creo que hace un
contraste delicioso.
El rosal tiene en su conjunto un aspecto cobrizo. Más en
el inicio de la primavera que ahora en otoño lo que también lo hace especial y
los catálogos no mienten en cuanto al aroma. Sencillamente exquisito. No soy
muy hábil describiendo aromas. Me gustan o no, los noto o no llego a
percibirlos pero no sabría decir a qué huele cada rosa, salvo las que tienen un
aroma cítrico.
A pesar de ello, no ha sido un rosal fácil en mi jardín. Tengo dos, una de
ellos (plantado a raíz desnuda este invierno) comenzó a brotar ya con oídio, ha
tenido pulgón casi sin parar pero eso sí, no ha habido casi una semana sin
rosas. Las de verano me hicieron pensar que aquí en mi clima no se iban a
producir con los tonos que vi en Inglaterra y en cierto modo me decepcioné pero
no, en otoño han salido las rosas que yo recordaba de Albrighton (Inglaterra) de un tono
intensamente oscuro.
No tengo habilidades fotográficas así que las rosas del rojo al sangre se me resisten. Nunca logro una fotografía que sea fiel a la rosa original. Estas que pongo tampoco lo son. En realidad son mucho más oscuras que aparecen en la imagen pero es que saturan… en fin, no tengo tiempo de estudiar fotografía. Que se le va a hacer!! Ajjaja
El otro Munstead Woord fue el que trasplanté en verano desde el otro jardín
y aunque le ha costado remontar no ha tenido ni plagas ni enfermedades. Ahora
parece que está pegando un buen estirón y está sacando alguna rama demasiado
larga que le da un aspecto poco equilibrado. Veremos si lo arreglamos con la
poda de final del invierno. En todo caso las rosas no pueden ser más bonitas ni
tener mejor aroma. Verdad?
No quiero dejar de comentar Blue for
you. Se trata de un rosal que cultivé solo una temporada en el otro jardín
así que no sabía muy bien su comportamiento. Una vez pasado el stress del
trasplante está tomando carrerilla y se presagia que será un gran rosal y ya se le ve las trazas que tiene en la cantidad de ramas que está sacando ahora en otoño sin parar.
De
envergadura importante y deliciosos tonos malva. Es un rosal muy florífero (en
grupos de varias rosas sencillas) tal como me había comentado mi amiga Rosa
Hereu (a la que por cierto, desde aquí quiero enviarle un beso muy tierno y un
abrazo muy fuerte. Ella sabe por qué) que lo cultiva en su jardín.
Y por último. Falstaff, otro
trepador con el que me pasó lo que nos pasa a muchos jardineros cuando
decidimos adquirir un rosal habiéndolo visto únicamente en catálogo. Lo vi en flor por primera vez en Inglaterra y pensé
que no tenía que haberlo plantado en mi jardín pero ya era tarde. El Falstaff
que David Austin tiene en la fachada de su vivero no me gustó demasiado. Estaba
desguarnecido en la base y apenas tenía ramas. Creo que fue el único rosal de
los cientos que hay en sus jardines que me disgustó. Afortunadamente en mi
jardín ha comenzado con buen pie. Desde su base hay muchísimos tallos robustos
que crecen con fuerza hacia el cielo lo que permite esperar que sea un buen
trepador. Las rosas son de una hermosura y un aroma no fácil de encontrar en
muchos rosales.
No le sentó tan mal el trasplante. Incluso no ha dejado de echar rosas todo
el verano y ahora mismo tiene algunas abiertas. Está precioso!!
Estoy satisfecha de la evolución de mis rosales trasplantados. Se han hecho
esperar un poquito pero ha merecido la pena. Siempre merece la pena esperar una
rosa…