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Primera poda de un rosal trepador joven (Rosa 'Eden rose 85') y otras consideraciones

Ayer fue un día precioso. Frío pero con un sol resplandeciente. Ello me animó a afrontar una tarea pendiente y que no podía aplazar demasiado, la primera poda de este precioso rosal.
He dudado algo a la hora de titular este artículo. En efecto hoy hablaremos de la poda de un rosal trepador, en concreto un Rosa 'Eden rose 85' pero esta poda tiene una peculiaridad, nos centraremos fundamentalmente en el establecimiento de cual será la estructura de este rosal en el futuro. Me voy a explicar.
Este Rosa 'Eden rose 85' o Rosa 'Pierre de Ronsard', que de las dos formas se le conoce, lleva plantado en mi jardín desde el diciembre de 2014. Es decir, que ha florecido tres veces (2015, 2016 y 2017). Pero hasta ahora no he querido practicarle una poda estricta. He cortado alguna rama que molestaba al paso, he eliminado flores ajadas...y poco más.

Más de una vez os he comentado que no soy proclive a podar los rosales durante sus primeras temporadas y mucho menos un trepador. Me gusta dejarlos crecer a su aire durante los primeros años, que vayan haciendo su estructura libremente, un poco como ellos quieran...
Estos primeros años sin poda me permiten familiarizarme con el rosal, observar cómo crece, cómo florece, qué tendencias tienen y así, cuando llega la hora de podar, el rosal habrá tenido tiempo de tener una estructura formada de la manera a la que tiende genéticamente y sobre la que será más fácil practicar una poda correcta
Lo contrario, podar desde el inicio, creo que manipula en exceso el rosal, lo conduce o interviene en su crecimiento a veces artificialmente provocando que durante un tiempo crezca en un sentido pero ya se sabe, "la cabra siempre tira al monte" y al final, el rosal, se saldrá con las suyas y acabará creciendo según sea su tendencia natural por mucho que nos afanemos tratando de constreñir su espacio o intentando que se desarrolle de un modo que no le es natural. 
Entiendo la poda como una técnica no de reducción del tamaño si no de limpieza del arbusto/árbol que favorece su salud y que incrementa la floración pero siempre bajo "las leyes" de crecimiento que el rosal imponga, no de las que impongamos nosotros a nuestra conveniencia.
Esa es la razón por la que hasta este invierno no me he planteado una verdadera poda de este rosal.
Pasadas ya tres temporadas, el rosal ha desarrollado ya una estructura. Cuenta ya con largas ramas de suficiente calibre y tamaño como para ser conducidas sobre un soporte, en este caso una celosía. 
En mi clima todavía, a estas altura de febrero, es quizás demasiado pronto para podar los rosales. Es cierto que no podremos retrasarnos mucho porque algunos están empezando a brotar y la mayoría tienen ya las yemas rojas (síntoma de que se están activando y pronto empezarán a abrirse y a desarrollar las hojas) Pero este año está haciendo en febrero un frio tremendo. Se producen heladas intensas con mucha frecuencia. Ya sabemos que la poda fomenta el crecimiento y es peligroso podar en este momento en que hay tantas heladas porque hay el peligro de que con la poda las yemas se animen a sacar brotes y esta vegetación recién nacida, tierna y delicada, es fácil que se congele con las heladas.
De ahí que voy a esperar un poco a que pase estas semanas de temporal de frío y nieve y luego podaré la totalidad de rosales del jardín.
He hecho la excepción con este rosal porque aunque estaba atado a la celosía, lo cierto es que tenía ramas tremendamente largas que se desarrollaron durante el verano/otoño pasados y como está haciendo un viento fortísimo, temía que se rompieran con una ráfaga fuerte. Un rosal trepador es una planta con muchísimo peso que tira con fuerza de cualquier soporte cuando sus ramas son movidas por el viento.
Por su ubicación no es fácil acceder a la parte alta del rosal y teniendo en cuenta que para mí subirme a una escalera es un mal trago porque tengo vértigo, ya que me ponía, me parecía una pérdida de tiempo subirme a una escalera solamente a atar ramas cuando dentro de un par de semanas tendré que volver a subirme a la escalera para podarlo. 
Bien, os pongo una fotografía que evidencia mejor que la siguiente el desarrollo actual de este rosal. Se trata de una foto de noviembre del año pasado. Como podéis comprobar, aunque es un rosal joven, ya ha desarrollado toda una estructura y tiene madera suficiente para establecer cuales serán las ramas que conformarán su esqueleto básico en los próximos años.
Las heladas, el frío, la lluvia... provoca que las hojas vayan cayendo y así estaba este mismo rosal esta mañana cuando me disponía a afrontar el trabajo de su poda.
Para quienes no tengan mucha experiencia en la poda y sea un trabajo que le provoca algo de ansiedad porque no sabe por dónde empezar, me gustaría tranquilizarles. 
Escribí hace unos años un artículo que podéis visitar sobre Cómo se podan los rosales trepadores, además, en concreto, esta poda que explico está aplicada sobre otro Rosa 'Pierre de Ronsard' que cultivé en mi anterior jardín. Creo que este post tiene suficiente detalle y extensión como para justificar que en este de hoy no vaya a explicar algo nuevo en el sentido estricto de la poda. En aquel articulo explicaba como florecen los rosales trepadores, en qué ramas. También aclaraba cómo reconocer qué es una rama principal y cual una secundaría. A cuántas yemas había que cortar las secundarias; por qué era conveniente atar las ramas de este tipo de rosal lo más horizontalmente que se pudiera. En fin, paso a paso y con muchas fotografías os animaba a acompañarme en todo el proceso de la poda con todo detalle.
Todos estos conceptos doy por hecho que los conocemos ya y no voy a pararme hoy a repetirlos de nuevo. Aquellos lectores que desconozcan estos temas les animo a visitar este artículo que le dará una idea bastante buena de cómo podar un rosal trepador.
La poda tiene mucho de lógica y comprobaréis que que teniendo un poco de paciencia, mucho de observación y la firme creencia de que llegar a ser un buen jardinero es un camino largo de aprendizaje lleno de algunos éxitos pero también de muchos fracasos y que solamente equivocándose se aprende... Teniendo esto claro, el podar con soltura y seguridad es cuestión de tiempo, de práctica, de, sobre la base de errores del año anterior poner en práctica las rectificaciones oportunas.
Tranquilos, los rosales son de las plantas más fuertes que hay en el jardín. Como siempre digo, junto con un perro que te perdona siempre, los rosales son seres de floja memoria con relación a nuestros errores de poda. No tengáis miedo, una rama cortada incorrectamente tiene fácil arreglo: a su lado hay infinidad de yemas que en poco tiempo darán lugar a otra rama que sustituirá a la que se cortó mal o cuando no se debía. Será cuestión de esperar una o dos temporadas más y el error cometido ni siquiera vosotros lo veréis.
Eso sí, no os precipitéis. Es mucho mejor leer, ver imágenes, mirar con detenimiento vuestro ejemplar... en definitiva, antes de podar hay que entender. Sí, entender qué estamos haciendo. Por qué estamos cortando esas ramas y no otras y por qué lo hacemos a esa altura y no a una diferente
No se trata de intentar localizar un blog o un libro que dé una "receta" pormenorizada indicando cada corte, cada rama a eliminar... Eso no existe!! Un buen libro o un blog o una página de Internet os explicará de qué manera crece cada variedad de rosal y cuales son las pautas generales de poda de cada grupo pero si cuando podamos no entendemos qué y por qué estamos haciéndolo así, estaremos aplicando reglas de memoria y no entendiéndolas. En todo caso, cada rosal es único. La variedad, la ubicación, el gusto del jardinero... aún teniendo en cuenta unas reglas básicas, siempre habrá pequeñas diferencias de un jardinero a otro y de un rosal a otro.
Hay infinidad de información en libros e Internet sobre este tema. Repito, quien lo desee puede visitar el artículo que os mencioné hace un momento y veréis que es muy fácil comprender en qué ramas florecen los trepadores. 
No hay prisa, no es obligatorio podar hoy que pensábamos hacerlo pero no tenemos claro el asunto. Es mejor aplazar el trabajo unos días y visitar páginas de blogs serios, leer libros, preguntar a amigos con conocimientos suficientes, observar vuestros rosales e incluso si tenéis fotografías de la primavera anterior, serán de gran ayuda. Estas fotografías os "delatarán" aspectos que ahora, queriendo podar sois capaces de ver y que entonces, entusiasmados por la floración, os pasó desapercibidos.
Si precisamos un par de días para tener claro cual es el tipo de crecimiento que tienen los rosales trepadores pero cuando nos disponemos a apretar las tijeras estamos seguros de qué estamos haciendo, habremos ganado mucho y sobretodo nuestro rosal nos lo agradecerá con una espléndida floración la siguiente primavera.
A modo de resumen de aquel artículo del que estoy hablando
* Los rosales trepadores florecen en las ramas secundarias que nacen de las principales. 
* Las ramas nuevas generalmente (crecidas en el verano/otoño anterior) no desarrollan ramas laterales en el mismo año y por tanto solamente florecen en su ápicae (en el extremo final).
* La estructura de un rosal trepador no conviene que esté saturada de ramas principales con 5 ó 6 (a lo sumo 7) tenemos más que de sobra para cubrir una gran extensión de pared. La presencia de demasiadas ramas provoca falta de ventilación y esto a su vez peligro de enfermedades y plagas. Pero además hace mucho más engorrosa la tarea de la poda.
* Es preferible que estas 5/7 ramas principales broten desde el suelo y que no sean producto de ramificaciones ubicadas mucho más arriba y que nacen solamente desde dos o tres ramas que salen desde el suelo. Que salgan desde el suelo permitirá ir renovando el rosal cada año eliminando alguna de sus ramas desde abajo según van envejeciendo sin que el aspecto del conjunto del rosal se resienta.
* Colocar las ramas principales lo más horizontalmente posible fomenta el desarrollo de ramillas laterales (que son las que florecen) y por tanto incrementa la cantidad de rosas durante la floración.
* La forma idónea de colocar estas ramas principales es en abanico. Aunque esto no siempre es posible porque no siempre contamos con paredes de suficiente anchura.
* Y por último: las herramientas (serruchos, navajas, podadoras... siempre deben estar afiladas y escrupulosamente limpias. Es preferible antes de empezar a cortar, lavarlas con agua y jabón. Enjuagarlas y desinfectarlas con alcohol. Esto evitará enfermedades y plagas.

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Bien, comencemos:
Os aconsejo que antes de decidir qué ramas formarán esta estructura de la que hablamos, os paréis a mirar bien el rosal, ver qué ramas están delante y detrás de otras. Pensad en qué zonas queréis cubrir, cuales serán las previsiones de crecimiento la siguiente temporada y en función de ello elegid con qué ramas de las que tenéis ahora os quedáis, hacia qué lado irá cada una y todo ello en función del tamaño y disposición del espacio que tengáis la pretensión de cubrir.
En mi caso, mi pretensión es que este rosal, con el tiempo, cubra buena parte de la fachada sur del garaje (la que se ve la ventana) y se desarrolle también sobre el lateral y la parte superior de la puerta del garaje. Como es patente son muchos metros para llegar a la parte central de la puerta y por tanto tendré que esperar otra temporada más para que las ramas lleguen a esa altura pero ya tengo madera suficiente para establecer las ramas principales y su dirección.
Miremos este rosal. Si en lugar de estar en una esquina como está plantado, creciera en mitad de una pared toda ancha me sobrarían varias ramas pero preciso cubrir dos paredes, así que voy a conservar siete de las ocho ramas que salen del suelo.
Afrontemos en primer lugar la eliminación de las ramas gruesas que nos sobran. Qué rama me sobra? Es esta que coloreo de azul en la siguiente fotografía. Fijaos, está envejecida a pesar de no ser antigua porque nada en este rosal lo es. Seguramente se trata de la rama con la que venía cuando lo planté. Está llena de ramillas que no tienen demasiada fuerza y no tiene suficiente largo. En todo caso tiene una curva abajo que me molesta para colocar las demás. Decido eliminarla.
Tiene ya un calibre como para no poder cortarla con las tijeras de podar. Utilizo para ello un pequeño serrucho curvo
El corte no ha quedado perfectamente limpio por abajo, con una navaja de injertar repaso el borde hasta dejarlo bien pulido.
A continuación aplico masilla cicatrizante para evitar que entren patógenos a través de la herida.
Eliminada!! El material de poda constituye una buena cantera para hacer esquejes para uno mismo o para regalar a los amigos. Rosales más baratos? Imposible!! jejeje
De acuerdo...eliminada la rama que nos sobraba, estas son las ramas que utilizaremos. Partes de ellas para que vayan cubriendo la pared sur y el resto para que ascienda hasta llegar a la parte superior de la puerta del garaje.

Vamos a seguir este trabajo de poda por el lateral, a la fachada sur y elijamos inicialmente tres ramas para que vayan cubriéndola. Luego elegiremos otras dos para la parte más alta de esta misma pared. De momento nos centramos en estas tres más bajas.
Cada maestrillo tiene su librillo. Antes de atar definitivamente las ramas, las ato provisionalmente de forma floja para comprobar si me gusta la posición. Luego, cuando me cercioro de que he elegido bien las ramas y su ubicación aprieto las lazadas o las elimino para reubicar la ramas que esté mal.
Aquí están. Ufff... mucho lío? Es una maraña de ramas? No hay quién se aclare? Ya veréis como no y cómo con paciencia lograremos tres ramas claramente establecidas.
Fijaos en una cosa. Mirad esta fotografía. Esta es la rama que ubicaré en la parte más baja de la celosía. Quiero aprovechar para explicar una cosa muy sencilla pero que creo que conviene saber. 
A ver, repetimos siempre que en la poda de los trepadores cortamos todas las ramas laterales que brotan de las principales. 
Eso es cierto en general. Pero ahora yo  pregunto: Y si era rama principal es demasiado corta y ha florecido en su final de manera que no tiene ya rama apical que le permita seguir creciendo? Nos quedamos con una rama muy corta y un vacío en la pared? Por supuesto que no!!
La rama principal es esta, la que termina en un tocón (pequeño trozo de rama muerta) en la punta de la flecha color azul. 

En teoría las tres ramas que salen en su parte final tendríamos que cortarlas pero en lugar de hacer eso, puesto que esta principal es demasiado corta, lo que haremos es usar una rama de las secundarías y la guiaremos horizontalmente a modo de prolongación de la rama principal. Problema resuelto!! ;)
Eliminaremos las demás secundarias. Bien  ya tenemos lista la primera rama.
Vamos con la segunda rama. Uy! Qué lío, no? No, no es lío alguno. Ya veréis.
Con esta ocurre algo parecido. Fijaos bien. La rama principal tiene su extremo en la flecha verde de la derecha y crece en su extremo formando una curva hacia arriba que además de estéticamente fea, igual que antes, si terminara aquí no tendríamos suficiente largo. Trataremos este último tramo de la rama como si fuera una secundaria y utilizaremos una rama de segundo orden que se ha desarrollado muy larga para usarla de principal (la que llega a la flecha verde de la izquierda).
El resto de esta segunda rama principal la podamos como de costumbre. Cortando a tres o cuatro yemas todas las ramas laterales. Aquí la tenemos ya lista.

Cada jardín tiene sus peculiaridades y no en todos hay que aplicar las mismas técnicas. En el mío, el año pasado observé problemas con insectos que taladraron algunos tallos de rosales. Es un problema grave que de no atajar a tiempo puede conducir a la muerte de un rosal en casos graves. Los insectos entran a través de los cortes y penetran devorando la médula del tallo, depositan sus huevos en el interior excavando túneles que lógicamente deterioran e incluso provocan la muerte de la rama.
En cortes de ramas a partir de 0,75 cm de diámetro yo aplico una gota de cola blanca para taponar la cicatriz y evitar la penetración de los insectos. Esta cola blanca forma una capa protectora. Como es lógico no vale la cola escolar que se elimina con agua. Una pequeña gota que inicialmente es blanca pero que en un rato se vuelve transparente y listo. Es un poco fastidioso ir haciendo esto en todos los cortes de cierto calibre pero, qué remedio. Mejor prevenir que curar!!
Un detalle más que se repite igual en la tercera rama. A esta altura ya no tengo demasiadas ramas. Utilizo una lateral de la tercera rama y no la podo. Me servirá como rama principal para rellenar esta zona.

Vemos pues que aunque las ramas principales no lleguen a tener el largo que necesitamos, una manera de "alargarlas" es utilizar una rama lateral que haya crecido mucho y que brote del extremo de la rama principal. Esta rama lateral nos sirve para prolongar y pasará a ser principal al no ser tratada como secundaria (podada)
Observad que además de estas tres ramas que he comentado he dejado otras dos que las he conducido hacia la derecha para que según vayan creciendo se puedan conducir por encima de las tres anteriores y cubran la parte superior de la celosía
De momento vamos a dejar esta fachada y nos vamos a centrar ahora en las ramas que irán ascendiendo por la pared izquierda de la puerta del garaje. En este caso no podremos tumbarlas porque el ancho de la pared no lo permite. De manera que hasta que lleguen a la altura de la parte superior de la puerta del garaje no podrán adoptar demasiada horizontalidad.
Para colocar las ramas que formarán la estructura de la fachada este del garaje (la de la puerta) he preferido podar hasta abajo todas las ramillas laterales. Para qué? Pues para poder mover mejor las ramas. Poner esta por delante de aquella teniendo delante la menor cantidad de madera posible.


De acuerdo. Observemos qué tenemos en este espacio. Nos quedan cuatro ramas (tres las habíamos utilizado para la otra fachada). Son gruesas, se han desarrollado alejándose del muro. Presentan cierta curvatura. Todo tiene arreglo.


Estamos en un momento decisivo del desarrollo del rosal. Esta primera poda que es la que decidirá las ramas principales es determinante. Por eso es importante ubicar lo mejor posible las ramas incluso en su parte inferior. 
No es bonito un pie tan alejado del muro. Pero además, si dejamos estas ramas muy alejadas, las laterales que desarrollarán estarán aún más distantes de la fachada y probablemente se meterán en la zona de paso de acceso de la puerta. Conviene por tanto "acercarlas" al muro y tratar de corregir la curvatura que presentan.
No podemos enderezar ramas tan gruesas de una atacada. Si las forzamos en exceso nos arriesgamos a que se quiebren. Ataremos bien fuerte en la parte de abajo forzando hasta dónde veamos que resisten. Esta atadura es provisional. Cuando pasen unos días apretaremos el cordel de nuevo y así, dejando trascurrir unos días, paulatinamente iremos acercando las ramas a la pared. Hay que tener paciencia y no forzarlas demasiado rápido. Mejor esperar e ir poco a poco.
A veces por exigencias del espacio, dos ramas coinciden en un punto. En este caso no es aconsejable permitir que rocen la una con la otra. El viento las mueve y las heridas que se producen con las espinas pueden dañarlas y favorecer la entrada de patógenos.
Tan fácil como poner algún tipo de material blando que impida este roce. Yo he usado un trocito de tubo de riego. Et voilà!! La propia presión entre las dos ramas en este caso mantiene el plástico en su sitio.
Otro asunto que no quiero olvidar. Siempre intentamos ir aflojando las ataduras conforme las ramas van engrosando pero a veces se nos pasa alguna. Mirad esta atadura, está provocando un verdadero estrangulamiento en la rama. Fuera!!
Cubrir la parte superior de esta pared no requerirá más que una o dos ramas. Además, por mi problema de vértigo tampoco quiero que llegue a demasiada altura para que no me obligue a subirme a los peldaños más altos de la escalera.
He conducido una rama justo por encima del hueco de la puerta pero no me gusta dejar marcado el ángulo. Prefiero poner alguna rama que "redondee" esta esquina que forma este hueco que lógicamente es rectangular. 
Es posible que alguna de estas ramas que he ubicado casi verticalmente (por exigencias del espacio) las utilice para formar un arco sobre la puerta que separa el huerto de la rampa del coche. Ya veremos.

De momento así he dejado esta tarde el rosal. Están todas las ramas podadas, defoliadas, bien atadas y colocadas... Listas para afrontar el buen tiempo que llegarán antes de lo que pensamos.
Entre este rosal creciendo a lo loco, con ramas desgarbadas y sobresaliendo en exceso de la fachada y este de esta tarde una vez terminado el trabajo de poda y colocación de ramas hay un buen trecho.

Por último, he aprovechado ahora que está todo sin hojas, para, con la manguera a mucha presión, limpiar bien las paredes y las celosías así como para lavar todas las ramas. Algún pequeño nido de insectos así como larvas o huevos que estén pegados, algunos al menos se eliminarán con esta limpieza.

Por supuesto no olvidamos una limpieza escrupulosa del suelo que rodea el rosal. Las hojas que he ido quitando son viejas, algunas seguramente tendrán huevos o insectos en estado larvario y probablemente esporas así que su eliminación conviene para evitar enfermedades y plagas. (No hace falta repetir que este material no debe usarse incorporándolo a las composteras).
Ya sabemos que no está todo el trabajo hecho. Un buen riego en profundidad, la aplicación de la cuarta pulverización con aceite mineral mezclado con oxicloruro de cobre...antes de que comiencen a brotar las hojas. Y no tardaremos en empezar a aplicar los tratamientos contra oídio si tenemos este problema en nuestro jardín.
Ah! Por cierto. Os pasa que con los años las etiquetas que vienen con los rosales cuando los plantamos y que reflejan la variedad terminan perdiéndose o tan quemadas por el sol que no se pueden leer? La identificación de los rosales creo que es asunto importante. Generalmente sabemos de qué variedad se trata pero cuando tenemos muchos a veces dudamos. Verdad' Yo suelo colgar una etiqueta de plástico sobre la que escribo la información del rosal con rotulador indeleble. Ato la etiqueta a una rama que luego me resulte fácilmente visible con un alambre muy muy fino.
Pero en este caso la tarde ha dado para dos cosas más: he logrado sacar una rama con raicillas y que crecía alejada del rosal, así que un nuevo ejemplar!! Y un segundo lo tendré tan pronto arraigue una rama de este rosal que crecía en la base y que he puesto a acodar. Pero esto os lo explico en la próxima entrada, que bastante larga ha quedado esta!! 
Que paséis buen día, queridos lectores!! 

Cómo podemos rejuvenecer un rosal trepador

Todos hemos visto alguno de estos ejemplares de rosales trepadores envejecidos. Son rosales que pueden tener años y años. Descuidados, con ramas muy gruesas, totalmente lignificadas, con la base despoblada y que ya apenas tienen fuerza para emitir brotes nuevos. Del suelo salen dos o tres tallos que pueden llegar a tener un diámetro importante y a metro y pico del suelo o incluso más, arriba del todo, emiten en primavera ramas larguiruchas y curvadas que les convierten en rosales francamente carente de belleza.

Si dan alguna rosa lo hacen en el extremo de esas ramas largas que emergen de la parte superior de esos tallos viejos y resecos no pudiéndose gozar de las poquísimas que emiten porque están a una altura increíble. Son rosales envejecidos y generalmente han llegado a esa situación por unas condiciones de abandono y descuido a los que no se ha sometido a una poda constante y correcta; no se han nutrido convenientemente  y muchas veces no han recibido ni el riego necesario.
Esta situación que describo es la que tenía este rosal plantado en mi jardín vete tú a saber cuándo!!. Desde luego hace muchos!! Apenas emitía brotes ya y los que echaba eran salir las hojas y empezar a enfermar. Creo que en casi dos años le he visto no más de tres rosas.
Diría que es un Rosa 'Kordes Perfecta Cl.' pero no puedo asegurarlo. No tengo dudas de que es un trepador por el largo de sus brotes y el mantenerlo en el jardín es más por razones sentimentales que por otra cosa.
A pesar de haber buscado y rebuscado en mi ordenador no he logrado encontrar fotografías del rosal hace dos años cuando empezamos a visitar esta parcela antes de venirnos a vivir aquí. Un pena de rosal!! Brotaban las ramas como a más de un metro y medio. No exagero. De ahí para abajo leño grueso, seco, viejo y sin capacidad alguna para emitir brotes jóvenes y floríferos. 
Imagino que jamás se le sometió a poda alguna y si se hizo está claro que no fue la correcta. Pero ya digo, al menos en los últimos diez años no tuvo poda alguna ni cuidado de ningún tipo. Incluso en el año anterior a venirnos aquí a vivir, ni riego tuvo siquiera. Así que el pobre, bastante hizo con mantenerse vivo!!
Las ramas viejas, de mucha edad, se lignifican y pierden su capacidad de desarrollar de rebrotar, redundando negativamente en la floración como es lógico.
Fijaos en estas fotografías...la diferencia entre la sección de un corte de madera joven y la de uno de madera lignificada es evidente:
La primera fotografía corresponde al corte de una rama ya totalmente muerta. 

Esta segunda pertenece a la rama gruesa que he podado hoy. El color marrón, el interior seco...es evidente la lignificación de la rama.

Esta tercera es de un vástago joven nacido la primavera pasada. Verde, jugoso, con un interior blanco...lleno de vida!!


Debemos tener muy presente que la estructura de los rosales debemos ir renovándola mediante la poda. Se trate de un rosal trepador o de uno arbustivo, la idea es la misma: cada año deberíamos eliminar algunas ramas envejecidas y poco fructíferas y fomentar así el surgimiento de otras nuevas que las sustituirán y que en definitiva impedirá que la estructura del rosal envejezca y que su floración vaya menguando según va teniendo más edad.

Eliminar algunos de los vástagos cada año permite ir rejuvejeciendo progresivamente el rosal.
De haber tenido alguna rama mínimamente flexible a una altura que me hubiera permitido doblarla poco a poco hasta llegar a poder hundirla en el suelo, hubiera intentado acodarla. Pero no fue el caso porque como digo las ramas que podía doblar estaban a tal altura que era impensable poder doblarlas hacia el suelo.
Lo cierto es que estuve muy tentada de eliminarlo simplemente pero a última hora y no teniendo en aquel momento otra planta con la que sustituirlo al inicio de 2015 corté entre medio metro y un metro de cada una de las ramas a la espera de ver a que altura brotaban las yemas y en función de ello "trabajar" el rosal de un modo u otro. 
Durante la primavera y el verano de 2015 se desarrollaron estas ramas que veis. Bastantes, verdad? :)

No hay que tener miedo a la hora de cortar ramas de un rosal. Siempre lo decimos, los rosales son mucho más fuertes de lo que creemos y es realmente difícil matar un rosal por motivos de podas.
Hay arbustos y árboles que son incapaces de emitir yemas en la madera vieja. Los rosales por el contrario son capaces de formar ramas nuevas y productivas brotando de yemas que nacen en la madera de hace años, incluso muy lignificada y vieja.


Podar una rama bastante, acortando su longitud, fomenta la activación y desarrollo de yemas que hay latentes (dormidas, sin activar) en la madera vieja. Como podéis ver en esta fotografía, en el inicio de este año (2016) la base del rosal ha emitido tres yemas que durante esta primavera formarán dos ramas nuevas.



Así, al año que viene, ya tendré bastantes ramas que brotan desde mucho más abajo, muy cerca ya del suelo. 
Podré cortar esta rama que indico en esta fotografía. Sí, sé que con ello también eliminaré algunas ramas que son jóvenes y que habrán florecido durante esta primavera pero lo que me interesa es formar un rosal trepador cuyas ramas surjan desde casi la base, no desde tanta altura. Aún podando al principio el año que viene esta rama gruesa que aún queda en el rosal, tendría ya cinco ramas nuevas, fuertes y vigorosas... no está mal para empezar :)

A la larga eliminaré casi toda la madera vieja y lignificada y habré eliminado con ello prácticamente toda la estructura que había cuando comencé a rejuvenecerlo. En este estado el rosal podrá volver a estar sano y producir rosas con normalidad.
Debo añadir que he acolchado con una buena y generosa capa de nutritivo compost la base del rosal.
Siempre uso acolchado en todas las plantaciones y como no produzco suficiente compost en mi jardín para todos los árboles y arbustos, dedico que el que hago (algo más de un metro cúbico) a mis queridos rosales. Me gusta mimarlos!! jejeje
La idea no es solo proteger las raíces frente a cambios de temperatura y evitar evaporaciones de humedad innecesarias. La intención es provocar que la base de las ramas del rosal echen raíces propias y no se sustente solo en las del portainjertos.
Si esto se logra en una o dos temporadas, del suelo seguramente brotarán directamente más ramas lo que definitivamente me permitirá renovar absolutamente completo el rosal.
En fin, difícil no es, verdad? Un poquillo de paciencia y un consejo...mirad, mirad los rosales!! Si los observamos, si nos detenemos no solo a admirar y disfrutar sus rosas, si no también a comprobar las reacciones frente a nuestros cuidado, en definitiva si invertimos algo de tiempo en observarlos y a comprender de qué modo crecen, cómo se comportan frente a las podas... entenderemos mucho mejor como funcionan y podremos aplicarles cuidados que les ayudará a estar más sanos y a que florezcan mejor.
Bueno, pues esto es todo por hoy...imagino que algunos de vosotros tenéis un rosal en condiciones parecidas al mío. Antes de sustituirlo os invitaría a intentar renovarlo. Ya veis que es realmente fácil!! :)

Rosal Pierre de Ronsard (II) Un gran rosal

Reconozco que no puedo ser imparcial del todo cuando hablo de este rosal pero prometo intentarlo. Y es que han sido tantas las alegrías que me ha proporcionado que debo admitir que soy muy benevolente con cualquiera de sus fallos.
Ha habido algunas amigas jardineras que me ha preguntado por qué no había colgado una entrada sobre un rosal del que tanto y tanto he hablado en los Grupos de jardinería dónde nos movemos hasta hacerme casi pesada "colgando" fotografías de mis rosas :P . La respuesta es sencilla: porque actualmente no hay ningún rosal Pierre de Ronsard en mi jardín. Pero llevo un par de días empezando a preparar el pedido de rosales a raíz desnuda de este invierno y he pensado que no sería mal momento para colgar un par de entradas hablando sobre él.

Qué puedo decir que no haya dicho ya? Lo he cultivado desde 2011 hasta este año 2014. Han sido cuatro floraciones a las que he asistido…y siempre la última ha superado a la anterior. He dejado de cultivarlo cuando ya está maduro. Una pena  porque estoy segura que hubiera seguido aprendiendo sobre él, sobre su crecimiento y su comportamiento en un jardín con el clima de Madrid.

Es un rosal que se comercializa (por Meilland) además de como Pierre de Ronsard, también como Eden Rose 85 y que está registrado con el nombre de “Melviolin” . Su año de introducción es 1985 y forma parte de la colección “Romántica” de Meilland. Y es que produce unas rosas con un aire antiguo precioso!
Los capullos, redondeados,  tardan en abrirse. Lo que se agradece porque te permite asistir a todo el proceso con deleite… adopta tantas formas hasta llegar a ser una rosa madura..

Pierre de Ronsard tiene una característica poco frecuente, el tono verdoso muy pálido de los pétalos externos.  Me parecen exquisitos!!  Por el contraste que producen con la gama de rosas del resto de pétalos.

La rosa es de tamaño bastante grande, ahuecada,  con muchísimo pétalo y unos bonitos estambres dorados.  Presenta al abrirse un corazón de tonos más intenso que los pétalos externos que la envuelven con un color mantequilla. En parte me parecen un delicioso helado de fresa y vainilla!!

Quiero dejar constancia aquí para eliminar cualquier preocupación de quién lo cultive por primera vez un hecho que a mí me tuvo con el alma en vilo: es un rosal que no sé si siempre, pero que en muchas ocasiones suele dar el primer año unas rosas mucho más pálidas que las que da en años sucesivos, lo que decepciona un poco. Observo de todas formas que mirando fotografías de Pierre de Ronsard cultivados en américa parece que la rosa desde el principio adopta los tonos característicos.

Los que yo he cultivado, que han sido cinco, esto que comento sobre la palidez del primer año les ha pasado a todos, pero no en el mismo grado. El de la esquina del jardín fue mucho más pálido que uno que tenía en el patio delantero pero también éste tuvo rosas de colores menos intensos que las que luego se abrieron en los años siguientes.


La mayoría de las rosas no nacen en solitario, en general florecen  en forma de grupos, algunos muy, muy numerosos que cuajan el rosal en mayo produciendo un espectáculo increíble.
Otra cualidad estupenda es que la rosa puede usarse como flor cortada. Permanece muchísimos días en muy buenas condiciones en agua.

He comprobado muchas veces el efecto de la lluvia sobre este rosal: ni se ha inmutado!! No le ha ocurrido como a otros rosales, por poner un ejemplo diría Golden Celebration, que es caerle el agua encima y deteriorarse la rosa… Ello es posible debido a que los pétalos de Pierre de Ronsard son bastante gruesos lo que la convierte en una rosa muy resistente.
No se puede decir lo mismo de su resistencia al sol. Pero claro, es que cuando se habla de sol hay que aclarar de qué sol se habla. Estoy segura que en el norte de España este rosal se encuentra a sus anchas a pleno sol. En un clima riguroso como el mío, sobre todo debido al sol achicharrante del verano, creo que es preferible cultivarlo a cubierto de los rayos de sol del mediodía que quema las rosas con facilidad.


No sé cómo reaccionará cuando cultive este rosal en el jardín actual. En todo caso lo plantaré en una zona sin el sol del mediodía como digo. En el otro estaba a pleno sol. Desde la mañana a la noche el sol incidía sobre él castigando excesivamente sus rosas que palidecían en unos días según  iban abriéndose y permaneciendo bajo aquel calor achicharrante que había en mi jardín. De hecho las pocas rosas que sacaba tras la primera floración en primavera se tornaban pálidas en poco tiempo.
A mí personalmente me gusta ese “cabeceo” que tiene y que se presenta también en muchas de las rosas de David Austin. Cuando el rosal es arbustivo entiendo que moleste esta característica pero tratándose de un trepador, creo que le da un aire de una languidez romántica preciosa y además, visto desde abajo facilita la contemplación de la rosa. Me gusta el delicioso arqueo de sus tallos bajo el peso de una rosa de bastante tamaño.

Por lo que hace a su resistencia a plagas y enfermedades, se trata de un rosal vigoroso, fuerte, sano, robusto…De esos rosales que no te dan quebraderos de cabeza. En alguna ocasión algo de pulgón, nada preocupante. Jamás ha cogido una enfermedad ni una plaga que lo hiciera poner en peligro. Nada enfermizo.

Tiene una vegetación brillante y bonita. Con unas hojas que tienden a cierta redondez, dentadas y bastante grandes de un precioso verde oscuro. Con ramas flexibles muy fáciles de guiar adosado a una celosía o una pared. No es un rosal excesivamente ramificado. Más bien tiende a echar, tras la floración y partiendo de las principales, largas ramas laterales que se pueden ir colocando adosadas si molesta el aire algo despeinado que puede ir adquiriendo según avanza la temporada.
Por el peso de tanta rosa y porque es un rosal de una envergadura importante, hay que asegurarse de que está bien anclado y con sujeciones fuertes. Cuando madura llega fácilmente a los 3 metros y pico de alto por 2,5 de ancho y lo hace a una velocidad vertiginosa!! Y si no, mirad estas fotografías, entre una y otra solamente ha transcurrido un año
Rosal Pierre de Ronsard - Primavera de 2011
Rosal Pierre de Ronsard - Primavera de 2012
Rosal Pierre de Ronsard - Primavera de 2013


El hecho de que emita fuertes ramas desde la base desde el principio de cultivarse facilita enormemente la formación de una estructura que cubra una pared o una celosía.  Quiero decir que no es uno de esos rosales a los que les cuesta evidenciar su tendencia trepadora.

La poda es realmente fácil si se forma un estructura de cinco o seis ramas principales que se las hace crecer lo más horizontalmente posible. De esas ramas (que hay que ir eliminando según van envejeciendo) brotarán las ramas laterales que serán las portadoras de las flores. Si alguien está interesado en ver con detalle la poda que he aplicado a este rosal estos años  puede hacerlo en la entrada que colgué sobre la poda de rosales trepadores
Prometí ser ecuánime. Vamos con las limitaciones.. . No huele. Voy a aclarar esto. No huele en mi jardín, al menos yo no detecto un olor que vaya más allá del típico olor a vegetación pero no lo calificaría  de aroma Sí es cierto que he oído decir a otros jardineros que lo cultivan que sus ejemplares sí tienen cierto aroma. En todo caso no leí a nadie que reconociera un gran aroma…

Y por último el tema de si es o no refloreciente. A ver, me hubiera gustado cultivarlo durante un par o tres más de temporadas para afirmar con rotundidad si es o no refloreciente en mi jardín. Puedo decir que los cuatro años que lo cultivé floreció de manera magnífica en primavera y que luego echaba de vez en cuando alguna rosa pero sin poder calificarlo como segunda floración ni mucho menos.
El hecho de haber escuchado a gente que afirmaba que era un rosal de floración continuada y a otros que aseguraban una segunda floración en otoño aunque como es lo normal, más tenue me hizo pensar que quizás aplicándole una poda de las ramas portadoras de las rosas después de mustiarse éstas podría provocar una floración posterior.  Y eso intenté después de florecer esta primavera de 2014 pero fue imposible aplicarlo porque ya no vivíamos allí y al coincidir con la mudanza y con el comienzo de la creación del nuevo jardín , solo tenía oportunidad de ver el rosal muy de tarde en tarde... Tendré que esperar a que un nuevo Pierre de Ronsard crezca en mi jardín para saberlo J

En definitiva, creo que es un rosal maravilloso. Que proporciona muchas alegrías y pocas decepciones si uno sabe qué debe esperar de él.



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