Desde lo alto del camino escalonado que cruza la zona central del jardín ahora en otoño Euonymus europaeus 'Red Cascade' se convierte en el centro de atención.
Precisamente eso quería cuando diseñé el seto sur de la parte central del jardín. Y estoy segura que conforme vaya adquiriendo mayor tamaño su presencia resaltará más aún.
Me encantan los Euonymus caducifolios. Cultivo en mi jardín algunas de sus variedades (alatus, phellomanus, planipes y ésta europeaus 'Red Cascade') pero no me importaría tener alguna otra. No hay problema alguno para adquirir variedades de Boneteros perennifolios, en cambio resulta mucho más dificultoso encontrar aquí en los viveros de mi zona las variedades caducifolias. No sé el por qué, son arbustos preciosos. El arbusto completo está literalmente encendido. Me gusta especialmente este arbusto de llamativo otoño con ese matiz cereza en el tono de sus hojas!!
Aunque creo que pueden, mediante poda, hacerlos crecer como arbolitos, su crecimiento natural es más bien de arbusto abierto, con varias ramas desde el suelo. E. planipes y E. europaeus son arbustos gráciles poco compactos (No así E. alatus que crece mucho más denso) y aunque su floración consistente en ramilletes de diminutas florecillas verdosas es insignificante, sus dimensiones moderadas, su airosas ramas y especialmente su otoñar, hacen de este arbusto una variedad que a mi modo de ver debiera usarse mucho más en nuestros jardines.
No llegan a hacerse demasiado grandes, quizás unos tres o cuatro metros en zonas como mi jardín que no tienen el clima más adecuado para ellos porque precisan de una humedad atmosférica con la que mi clima no cuenta.
De todos modos pensé que pasarían el verano mucho peor de lo que lo ha hecho. De los boneteros que cultivo, el que sí de verdad se ha castigado estos meses de tanto calor ha sido E. alatus. Tanto que se han quemado literalmente las hojas y he perdido la coloración del otoño. Me he planteado cambiarlo de ubicación pero quizás el año que viene la Brugmansia que crece cerca haya alcanzado una altura suficiente para protegerlo del sol del mediodía. Ya veremos qué hago.
Éuonymus europaeus 'Red Cascade' y los otros dos que tengo, E. phellomanus, E. planipes han aguantado bastante bien el verano a costa eso sí, de perder las flores y por tanto la preciosa fructificación que debieran presentar en este momento del año, unas cápsulas oscuras divididas en cuatro gajos que al abrir muestran colgando por debajo su semilla de color naranja vibrante. Resultan encantadoras con su forma de bonete (razón por la que uno de sus nombres comunes es "Bonetero") colgando en pequeños racimos que parecen diminutos farolillos chinos moviéndose constantemente a la menor brisa.
Esperemos que los siguientes estíos no sean como éste aunque a este paso, con el evidente calentamiento global y el cambio climático, es de prever que cada vez serán más "normales" veranos tan tórridos como éste que acabamos de pasar.
A pesar de todo creo que pueden cultivarse bastante dignamente en jardines del interior de la Península. Esta variedad en concreto es especialmente bonita.
E. europaeus no presenta una de las características típicas de muchas otras variedades de Euonymus, una especie de "alas" de aspecto de corcho que recorre sus ramas longitudinalmente. Éuonymus europaeus 'Red Cascade' presenta en la madera vieja unas marcas blanquecinas que dan la impresión de haber tenido en algún momento esas alas, pero el caso es que no llega a tenerlas nunca, únicamente estas marcas que comento. Las ramillas nuevas son lisas, sin estos dibujos en blanco.
Hay muchísimas variedades de boneteros y es realmente difícil de identificar algunas. Las yemas nos dan pistas inconfundibles a veces. Es el caso de E. planipes, con sus largas yemas apicales y las de E. europaeus que como puede verse en estas fotografías son bastante peculiares.
Para no repetirme en este artículo, si queréis echarle un vistazo a las condiciones de cultivo de estos arbustos podéis leer el que sobre ellos colgué el verano pasado.
Precisamente eso quería cuando diseñé el seto sur de la parte central del jardín. Y estoy segura que conforme vaya adquiriendo mayor tamaño su presencia resaltará más aún.
Me encantan los Euonymus caducifolios. Cultivo en mi jardín algunas de sus variedades (alatus, phellomanus, planipes y ésta europeaus 'Red Cascade') pero no me importaría tener alguna otra. No hay problema alguno para adquirir variedades de Boneteros perennifolios, en cambio resulta mucho más dificultoso encontrar aquí en los viveros de mi zona las variedades caducifolias. No sé el por qué, son arbustos preciosos. El arbusto completo está literalmente encendido. Me gusta especialmente este arbusto de llamativo otoño con ese matiz cereza en el tono de sus hojas!!
Aunque creo que pueden, mediante poda, hacerlos crecer como arbolitos, su crecimiento natural es más bien de arbusto abierto, con varias ramas desde el suelo. E. planipes y E. europaeus son arbustos gráciles poco compactos (No así E. alatus que crece mucho más denso) y aunque su floración consistente en ramilletes de diminutas florecillas verdosas es insignificante, sus dimensiones moderadas, su airosas ramas y especialmente su otoñar, hacen de este arbusto una variedad que a mi modo de ver debiera usarse mucho más en nuestros jardines.
No llegan a hacerse demasiado grandes, quizás unos tres o cuatro metros en zonas como mi jardín que no tienen el clima más adecuado para ellos porque precisan de una humedad atmosférica con la que mi clima no cuenta.
De todos modos pensé que pasarían el verano mucho peor de lo que lo ha hecho. De los boneteros que cultivo, el que sí de verdad se ha castigado estos meses de tanto calor ha sido E. alatus. Tanto que se han quemado literalmente las hojas y he perdido la coloración del otoño. Me he planteado cambiarlo de ubicación pero quizás el año que viene la Brugmansia que crece cerca haya alcanzado una altura suficiente para protegerlo del sol del mediodía. Ya veremos qué hago.
Éuonymus europaeus 'Red Cascade' y los otros dos que tengo, E. phellomanus, E. planipes han aguantado bastante bien el verano a costa eso sí, de perder las flores y por tanto la preciosa fructificación que debieran presentar en este momento del año, unas cápsulas oscuras divididas en cuatro gajos que al abrir muestran colgando por debajo su semilla de color naranja vibrante. Resultan encantadoras con su forma de bonete (razón por la que uno de sus nombres comunes es "Bonetero") colgando en pequeños racimos que parecen diminutos farolillos chinos moviéndose constantemente a la menor brisa.
Esperemos que los siguientes estíos no sean como éste aunque a este paso, con el evidente calentamiento global y el cambio climático, es de prever que cada vez serán más "normales" veranos tan tórridos como éste que acabamos de pasar.
A pesar de todo creo que pueden cultivarse bastante dignamente en jardines del interior de la Península. Esta variedad en concreto es especialmente bonita.
E. europaeus no presenta una de las características típicas de muchas otras variedades de Euonymus, una especie de "alas" de aspecto de corcho que recorre sus ramas longitudinalmente. Éuonymus europaeus 'Red Cascade' presenta en la madera vieja unas marcas blanquecinas que dan la impresión de haber tenido en algún momento esas alas, pero el caso es que no llega a tenerlas nunca, únicamente estas marcas que comento. Las ramillas nuevas son lisas, sin estos dibujos en blanco.
Hay muchísimas variedades de boneteros y es realmente difícil de identificar algunas. Las yemas nos dan pistas inconfundibles a veces. Es el caso de E. planipes, con sus largas yemas apicales y las de E. europaeus que como puede verse en estas fotografías son bastante peculiares.
Para no repetirme en este artículo, si queréis echarle un vistazo a las condiciones de cultivo de estos arbustos podéis leer el que sobre ellos colgué el verano pasado.