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Mezcla de sustratos para plantar un Acer palmatum (Arce japonés)

Los Acer (arces) crecen de forma natural en los márgenes de los bosques al abrigo de otros árboles de mucha más envergadura que ellos que los protegen de los vientos y del sol directo. Lo hacen en suelos frescos y húmedos. Precisan para crecer en buenas condiciones de un clima frío en invierno y veranos frescos y húmedos.  Es decir, de climas templados.

En efecto, nada que ver con el clima que cuenta mi jardín en verano. Sé que no tengo las condiciones que precisa para que crezca frondoso y no sufra con la sequedad del aire y las altas temperaturas de mi verano. Pero ya sabéis lo que pasa, los vemos tan hermosos...que sí, a veces a sabiendas de que no deberías intentar cultivar plantas que no son adecuadas para tu jardín, te enamoras de ellas y lo intentas. Así que sí, es un capricho que probablemente tiene sus días contados pero ya está en mi jardín y quiero intentarlo. He sufrido la tentación de hacerme con uno dos años pero al final he caído ajjajaja 
Tengo claro que de cultivar Acer debería limitarme a especies nativas de la Península como Acer monspessulanum ( o Acer de Montpellier), Acer pseudoplatanus, Acer platanoides o Acer campestre.  que resisten la sequedad y el calor veraniego sin dificultades. De hecho tengo un pequeño Acer de Montpellier que cultivo a pleno sol y no me da problema alguno. Este primer año no ha crecido demasiado porque se está dedicando a crear un buen cepellón pero a pesar de ello las nuevas ramas presentan hojas sin quemadura alguna y mira que le da sol!! Seguramente el año que viene pegará el estirón pero en todo caso no hay que estar pendiente de él ni tiene remilgos ninguno en lo que hace al tipo de suelo. Pero bueno ya digo, a veces intentamos cultivos que presentan grandes dificultades. En fin, de fracasar en el intento tampoco me he gastado ninguna barbaridad. He encontrado este ejemplar a buen precio y eso me ha hecho animarme. 

La verdad es que no es fácil encontrar en un jardín de veranos tórridos un lugar adecuado para estos arces de otros climas. Creo que en mi jardín solo hay dos lugares en los que intentaría cultivar un arce. Uno es este bajo uno de los pinos grandes. Una zona que estoy arreglando estas semanas. El otro es en la zona central del jardín bajo la protección de una encina de buen tamaño. En esta última ubicación es dónde siempre he pensado que si tenía presupuesto  suficiente algún día quizá me dejaría tentar y plantaría uno de buen tamaño.
No tenía pensado cultivar ninguno en esta zona que muestro hoy en las fotos. Quizás porque estaba sin arreglar y no me había fijado que tiene unas horas de sol directo, las de la primera de la mañana y a eso de las once ya cae sobre esta zona una sombra moteada que podría preservar sus hojas de los rayos de sol directo. Ya veremos...

Son varias las condiciones que precisan para estar a sus anchas: como hemos dicho, veranos suaves, humedad ambiental, no recibir el sol directo en sus hojas al menos en las horas de sol más fuerte, protección del viento, protección cuando todavía es pequeño de las heladas fuertes, suelo buen drenaje, buena aireación y capacidad de retener la humedad alrededor de las raíces.

No puedo proporcionarle ni veranos suaves ni humedad ambiental. Creo que la ubicación que le he buscado es adecuada. La gran copa del pino que está sobre él lo protegerá de las heladas fuertes si se produjeran, también estará protegido de los fuertes vientos en esta zona. Las primeras horas de sol de la mañana no son las más fuertes. El aspecto que más puedo modificar es el suelo dónde crecerá. De ahí que haya hecho esta mezcla de sustratos que os muestro y que no puedo decir que vaya a funcionar ya que como digo, no he cultivado nunca un arce de este tipo en mi jardín y no puedo decir todavía sus resultados. En todo caso iré comentando su crecimiento en artículos posteriores.
He procurado hacer una mezcla que proporciones un buen drenaje y no retenga el agua alrededor de las raíces del Acer palmatum. Estos árboles no resisten tener constantemente sus raíces anegadas de agua, se pudrirían. De modo que precisamos un sustrato que permita que el agua del riego y la lluvia drene perfectamente y no produzca retenciones.
También es necesario que los materiales de los que se compone el sustrato permita pequeños espacios entre sus partículas para que el suelo esté aireado
Igualmente es preciso un suelo que absorba y retenga la humedad y no se seque rápidamente de manera que las raíces estén siempre húmedas sin estar encharcadas. Y por último, no les gusta los suelos alcalinos. Muchas de las variedades de arces crecen mejor en suelos con pH ácido.
Cabría decir que los acer emiten raíces fibrosas y bastante superficiales por lo que no les gusta demasiado la competencia de otras plantas justo al lado. Este requerimiento me ha hecho elegir justo este hueco entre las grandes piedras de esta zona del jardín.
Esta terraza, como he comentado los artículos de estos últimos días en los que os mostraba como hemos construido los bancos de traviesas y la rocalla así como la escalera que se ve en las fotos, es tierra de mala calidad procedente de hoyos de plantación. Esto me ha obligado a eliminar toda la tierra mala que he podido para proporcionar el mayor espacio posible al futuro cepellón. 

Creo que el hoyo ha quedado de buenas dimensiones.
He regado bien el contenedor antes de proceder a la plantación y por supuesto me he cerciorado del perfecto drenaje del hoyo de plantación echando una buena cantidad de agua y viendo cuánto tardaba en absorberse. No ha tardado nada, así que en ese sentido no habrá problema alguno.

Aquí están los sustratos que he usado para elaborar la mezcla: Turba rubia (con un pH entre 3/4) y tierra para acidófilas que aportarán la acidez necesaria; humus de lombriz y una generosísima cantidad de hojas de roble secas que permitirán que la mezcla esté bien aireada arena que facilitará el drenaje, y vermiculita y arcilla expandida que ayudarán a mantener húmedo el suelo. 

No he pesado ni medido las cantidades pero creo que las fotografías pueden dar una idea aproximada de las cantidades que he usado en la mezcla. Quizás lo que está más tapado es el humus de lombriz y puedo decir en este caso porque las he contado, que han sido seis paladas de las pequeñas las que he añadido a cada carretilla. De arcilla expandida ha sido la que cabe en un contenedor de los de 20 cm. De vermiculita aproximadamente igual. Más o menos lo mismo de arena. Las hojas secas de roble usadas entre las dos carretillas de mezcla que he preparado han sido las que me cupieron cuando las metí en el saco y que por cierto según iba echando en él iba prensando para que cupieran más así que en total ha sido una buena cantidad de hojas. 
La turba rubia la compro en grandes balas y viene muy prensada. Al sacarla del plástico que las envuelve sale en trozos grandes compactos y es preciso desmenuzarla previamente antes de mezclarla con otros elementos.

Una vez rotos todos los grumos se presenta como un sustrato muy esponjoso. Aquí podéis verlo en una esquina de la carretilla bajo las hojas de roble.

A continuación he añadido a la carretilla la arena, las hojas de roble, la vermiculita y el humus de lombriz. Mientras iba mezclando con las manos los elementos iba desmenuzando bien las hojas de roble. 

Cuando tenía mezclados estos elementos he añadido la tierra de castaño y a base de remover con la pala he logrado una mezcla homogénea. 

Como comprobareis es una mezcla vaporosa, ligera, con suficiente materia orgánica y que no tendrá problema alguno de compactación ni de retención de humedad excesiva. A la vez, el aporte de vermiculita y arcilla expandida ayudará a retener la humedad en la cantidad precisa sin encharcamientos.

Cuando tenía una carretilla preparada he volcado la mezcla en el hoyo y he visto que no tenía ni para empezar ajjajajaj Así que he tenido que preparar otra  carretilla con los mismos ingredientes y en las mismas proporciones para terminar de rellenar el hoyo. Buena señal porque quiere decir que mi pequeño Acer tiene de momento espacio más que suficiente para que sus raíces se expandan en un sustrato que espero sea adecuado para su crecimiento.
A continuación he sacado la planta del contenedor y he espolvoreado activador de raíces para favorecer el enraizamiento, eliminado el sobrante sacudiendo ligeramente el cepellón.

Antes de poner en el hoyo el Acer he compactado bien con las manos el suelo que lo rodea y lo he regado en profundidad. He introducido el cepellón en el sustrato dejando el nivel del cepellón muy ligeramente por debajo del nivel de sustrato de alrededor. 
Y he finalizado con un riego a conciencia para que el suelo se humedeciera en profundidad.

Mañana pondré sobre este suelo un buen acolchado que proteja las raíces del calor, del sol y que mitigue un poco la pérdida de humedad. 
Y ahora a ver qué ocurre :) Evidentemente habrá que estar muy muy al cuidado de que en ningún momento este suelo se seque. Esto es de importancia capital. Mantener las raíces de los arces de este tipo siempre húmedas es absolutamente necesario. A ver si logra pasar este agosto que es lo más duro que queda del verano y durante el otoño comienza a arraigar... eso espero. Lo que estaba en mis manos lo he hecho, a ver si él pone de su parte y se comporta :P


Rocalla con bancos de piedra y traviesas de madera en el jardín secreto.

Bueno pues el trabajo que nos habíamos propuesto esta tarde se ha terminado. Ha costado lo suyo. Un trabajo que no ha sido difícil. Es cierto, pero que ha sido tremendamente duro!!
Hoy hemos movido la tierra de la pendiente que formaba en su lateral la terraza que hay en esta esquina del jardín para consolidar la zona anclando en ella piedras grandes y traviesas de madera.



Con rocas que no pesen muchísimo y que sean muy grandes no podríamos haber asegurado esta pendiente. Precisábamos que sus dimensiones fueran respetables y si añadíamos unas traviesas y la gran mole que representa en cuanto a sujeción los propios bancos...creo que sí, que la zona está muy consolidada. De hecho llevaba año y pico así sin sujeción alguna y apenas rodaban algunas piedritas hacia abajo, hacia la zona que ahora es el camino que bordea los bancos. Pero no quita para que pueda caer una gran tormenta y....en fin, esas cosas que no son muy probables que ocurran pero que tu sensatez te dice que tienes que tener previsto y en la medida de lo posible, evitar.
Hemos tenido que traer pedrolos de unas dimensiones más que considerables!! Y moverlos por el jardín ha sido duro pero mucho más el presentarlos una y otra vez hasta que dábamos con la posición que convenía por estética o que la piedra "pedía" para quedar sólidamente anclada y que no se moviera.
Poner un pedrolo, no nos gustaba, elegíamos otro...A ver si éste!! Trae el pedrolo hasta la zona de la pendiente para luego que no te guste...vuelve a quitar el pedrusco y trae otro. Colócalo en la posición que crees que va a quedar sólido y bien asentado además de bonito y luego compruebas que no, que no queda bien o que no es posible calzarlo o que resulta demasiado pequeño y vuelta a empezar!!! jejeje
Pero bueno al final se logra dar con la piedra adecuada en la posición adecuada. Te hinchas de currar pero finalmente el pedrolo queda bien ubicado.
La parte inferior de esta ladera de tierra quedó sostenida por la estructura que forman los bancos y con las grandes piedras ubicadas bordeando el camino. Era cuestión de sostener la tierra de la parte superior que afortunadamente tiene el suelo original de la parcela a menor profundidad de manera que ha sido suficiente con anclar en este suelo de origen algunos pedrolos salpicando el terreno.

No he tenido prisa en echar el sustrato que rellenaría las zonas entre las rocas. Una vez echado es difícil ya mover las piedras de sitio así que hay que pensarse muy bien si están bien colocadas. Mirar el conjunto una y otra vez.
Es más, ya una vez definitivamente en su lugar las rocas, he retirado toda la tierra mala que he podido sin arriesgar la solidez de las rocas. Formando así huecos en los que en pueda meter sin dificultad los cepellones de las plantas que compre. Era importante dejar espacios suficientes para que las plantaciones tengan espacio dónde hacer crecer sus raíces en tierra nutritiva y saludable.
En esto, como en todo, hay gente que tiene un especial "arte" para colocar las piedras de forma natural y buscarles su mejor cara. Creo que no es mi caso. De todos modos he tratado que el resultado sea una mezcla de garantizar la seguridad del terreno y la estética. A mí no me disgusta pero claro, no hay duda de que se podrían haber puesto de modo más bonito todavía. En fin, hemos hecho lo que hemos podido :)
Es verdad que ahora se ve una especie de "pegote" de tierra muy negra al lado del tono de la tierra original del jardín pero la pinaza cuando caiga, las plantas tapado mucha parte de este sustrato, los pájaros escarbando ...en fin, en no mucho tiempo no se verá una línea de separación tan nítida ni mucho menos y el aspecto seguro que mejorará.

La ubicación de cada piedra la hemos estudiado mucho antes de dejarla definitiva. Para evitar derrumbes es importante posicionar las piedras de modo que que incluso asienten bien unas sobre otras y todas las zonas queden con puntos de sujeción.

Intentamos que entre las rocas se formaran espacios pensando en facilitar la plantación. Zonas que no presetaran mucha pendiente para evitar que la tierra corriera hacia abajo. Algo así como "islas" entre piedras.

Es primordial usar en la base de la rocalla piedras bien grandes. Pensemos que en esa zona es dónde la tierra ejerce más fuerza. Para anclarlas bien se debe compactar el suelo base muy bien pero además debe quedar una buena zona de roca hundida en el suelo para que no se mueva en ninguna dirección.

Hemos intentado que los laterales de los bancos tuvieran rocas a sus lados para que el sustrato de plantación no resbale hacia la madera. Una vez comience a plantar regaré en profundidad este sustrato así bajará de nivel y si es preciso aportar más tierra lo haré. 
También podré comprobar al echar bastante agua si por algún punto se sale la tierra, sobretodo en la zona cercana a los bancos. De ser así será cuestión de meter con calzador pequeñas piedritas que taponen los puntos de fuga hasta que las raíces de las plantas y el propio asiento del terreno impida que la tierra salga por parte alguna aunque caiga buena cantidad de lluvia o agua de riego sobre ella.


Pensé que hacer varios niveles en esta rocalla facilitaría el equilibrio y la plantación.
El otro día compré dos traviesas más de la cuenta de las que precisábamos para hacer los bancos con la idea de insertarlas en la rocalla. De haber tenido más traviesas seguramente hubiera puesto una o dos más pero no las teníamos así que así se queda!!

Ayer ya no dio tiempo de más. Hoy a ver si me da tiempo de dar una mano de lasur a los postes de madera que sostienen los respaldos de los bancos para que el tono sea lo más semejante posible a las traviesas y también aplicaré una capa generosa de aceite de linaza puro que dejaré absorber en la madera de estas traviesas para nutrirla y que se reseque menos con el aire, la lluvia y el viento
Cada año habrá que aplicar las labores de mantenimiento precisas si queremos conservar estos bancos en unas condiciones óptimas.
Por cierto, es importante comprobar antes de dar por finalizado este trabajo si hay alguna astilla o trocito de madera levantada que pueda hacer heridas al sentarse. En caso de ser así las retiraré y lijaré lo que sea preciso.

En fin, con este aspecto hemos dejado este espacio. Ahora resta que me venga alguna idea para solventar esta terraza. No es que sea enorme pero sí es muy espaciosa y de dimensiones suficientes como hacer otro punto de interés en este jardín secreto.

Estoy muy satisfecha con el resultado. Ha desaparecido la pendiente tan fuerte que había en este lateral. La zona ha quedado del todo adecentada. Ahora será posible mantenerla limpia sin grandes dificultades. Y el aporte de sustrato enriquecido permitirá que las plantas de variedades adecuadas a esta ubicación crezcan saludables. 
Pienso que ha mejorado notablemente el aspecto de toda esta zona. O eso quiero pensar porque después de la trabajera que hemos echado en ello...ajajjaja como para que hubiera empeorado. Verdad? :P
Se ve parte de estos bancos antes de llegar a este rincón y el camino allanado, la rocalla, los asientos... sí, creo que está más bonito ahora. 

En todo caso nada mejor que ver un antes y un después!! Aquí antes de afrontar reforma alguna del jardín, hace cosa de dos años y pico...

Y así esta mañana :) Qué cambio!! Verdad!!





Cuánto trabajo se echa sobre las cosas que amamos!! Transformar, mejorar, embellecer nuestro jardín es la gran satisfacción para nosotros, los jardineros. En en el proceso nos dejamos nuestro cansancio, nuestro agotamiento...sí, pero esta mañana tan pronto me he levando he ido directa a este jardín secreto que poco a poco estoy conformando; me he llevado mi café allí y he mirado al frente. Y me he sentido profundamente bien. Habiendo invertido además de un gran trabajo y esfuerzo, muchas horas de pensar, muchos paseos imaginando, muchas ideas escogidas y descartadas por mil motivos... hasta que te decides y llegar a saber qué quieres y como lo quieres. Y una vez lo decides no hay trabajo que te eche para atrás!! Porque tu jardín merece la pena tu esfuerzo!! Con la sensación del trabajo hecho y la satisfacción de unos resultados más que dignos he disfrutado un buen rato sentada en este rincón de mi jardín...Me lo digo yo todo solita jjajajaj Pues si, me lo digo porque cuándo uno trabaja tan duro te lo tienes que decir porque te lo mereces. No estáis de acuerdo? )

Banco de piedra y traviesas de madera en el lilar (II) El acabado

Continuamos el artículo de ayer en el que explicábamos el comienzo de este proyecto. Se trata de un par de bancos construidos en madera y para cuyo asiento y respaldo hemos usado traviesas de madera.
Estos dos bancos se "incrustan" en el lateral que forma una terraza ubicada en la esquina NE del jardín. Bajo la copa de dos enormes y bonitos pinos. El terreno era sumamente inclinado y hemos conseguido una terraza de buenas dimensiones que permiten un espacio plano que intentaré convertir en un rincón íntimo, tranquilo y fresquito del jardín.
Esta terraza artificial la hemos ido formando con el aporte de la tierra extraída de todos los hoyos de plantación de los muchísimos arbustos y árboles que hemos plantado en el jardín durante estos dos años..
Era necesario sostener la tierra de la ladera de esta terraza para que el agua y la erosión no desmoronara la tierra hacia abajo y se me ocurrió que la piedra y la madera serían los dos elementos de contención. Entre piedras de gran tamaño y traviesas de madera hemos hecho estos dos bancos con los mismos materiales.
Ayer terminamos el trabajo de piedra. Compramos las traviesas y hoy hemos continuado de este modo...
Las traviesas deben anclarse a la parte de piedra del banco. Una buena forma de hacerlo es clavando un par de puntas gruesas y largas en ambos extremos de la parte inferior de cada traviesa. Estos clavos los hemos "tumbado" un poco para que quepan en la capa de cemento que irá entre la parte inferior del banco y la propia traviesa.
A continuación hemos puesto una buena capa de cemento sobre el que hemos puesto las dos traviesas que constituyen el asiento.
Para no señalar la madera con los golpes hemos usado un listón de madera para a base de ligeros toques de mazo nivelar en las dos direcciones las traviesas.
Aquí tenemos las dos traviesas ya colocadas y niveladas. Una cosa a tener en cuenta es la necesidad de que haya una mínima separación entre ambas traviesas para que la dilatación que se producirá con los cambios de temperatura y humedad se pueda producir sin provocar grietas y daños en la madera.
Es el momento de eliminar el cemento que ha "rezumado" hacia el exterior al presionar sobre las traviesas. Con un llaguero  hemos eliminado estos restos pero sin formar una llaga lisa que hubiera desentonado del acabado rústico que yo pretendo.
A continuación se ha de comenzar el respaldo. Para ello, ya desde el momento inicial, al excavar la tierra dónde irían los bancos dejamos previsto dos buenos hoyos para meter en ellos los postes que sostendrán las traviesas que serían los respaldos.
Estos hoyos se deberán rellenar con cemento en el que se meten piedras para evitar que el cemento se raje y además dé mayor dureza y solidez al conjunto.
Hemos intentado paliar en la medida de lo posible los efectos del agua sobre la madera. Por ellos hemos puesto una buena capa de cemento entre los agujeros que nos servirán para anclar el respaldo. El agua se filtrará hacia abajo y si esta zona se dejaba sin cubrir de cemento podría acular humedad que en contacto con las traviesas del asiento fácilmente las podría deteriorar al transcurrir el tiempo. Creo que el hecho de que dejemos la menor cantidad posible de madera en contacto directo con la tierra favorecerá su conservación. 
Además, hay otra razón. Esta mañana al ir a ver cómo había quedado el trabajo he comprobado que había algunas hormigas trajinando en la línea de unión entre los bancos y el camino. Se me ha ocurrido que sería francamente desagradable que formaran hormigueros debajo de la madera. Así que  he preferido impedirlo cubriendo de cemento este espacio.
Los respaldos prefería que no fueran completamente rectos si no que tuvieran un ligera inclinación. No demasiado porque no es cuestión de estar tumbado mientras te sientas pero sí poder estar cómodo y que la espalda no esté del todo recta.
Inicialmente pensamos en anclar los postes y una vez seco y duro el cemento "coser" a ellos las dos traviesas que forman el respaldo. Pero luego hemos comprobado que el anclaje que hubiéramos tenido que poner en la parte inferior del respaldo se hubiera complicado un poco porque la pendiente que forma la ladera es bastante recta y no había espacio para meter el taladro entre la tierra de la terraza y el poste de madera.
Hemos preferido construir todo el respaldo completo con las cuatro piezas cosidas y una vez todas juntas anclarlas en el lugar definitivo con cemento.
Un taladro y unos buenos tornillos nos han servido para unir las dos traviesas a los dos postes que irán tras ellos y que se hundirán en los hoyos practicados tras los asientos. En su final hemos clavado púas bien largas y gruesas para que este anclaje quedara del todo sólido y firme.
Preparados los hoyos en el terreno y listo la estructura de listones y traviesas unidas, la hemos presentado en su lugar. Cuando hemos logrado la inclinación del respaldo que pretendíamos era preciso anclar el conjunto para que no se moviera mientras rellenábamos los hoyos con hormigón.
Un listón grueso de madera y unos gatos nos han ayudado en esta labor. Precisamente para facilitar esta sujeción provisional hemos preferido no cortar los listones de madera hasta que los bancos estuvieran totalmente instalados y el cemento seco. Estos centímetros de listón que sobresalía de la parte superior del respaldo nos ha ayudado a poder prender los gatos.
Este es el aspecto de la parte trasera de los bancos una vez puesto el cemento. Como se ve el agua no llegará a las traviesas que forman el asiento. Antes de rellenar con sustrato esta zona, cubriremos con plástico la parte en contacto con la tierra de las traviesas de los respaldos.
Bueno pues hasta aquí hemos llegado hoy. Los bancos están terminados pero el proyecto abarca algo más que estos asientos. Sí. Falta aún bastante pero hoy también hemos adelantado. Mañana colocaremos otros pedrolos y veremos de qué manera insertamos alguna traviesa en la ladera de esta terraza...Falta por supuesto rellenar con tierra de plantación..Mejor pensar en lo que hemos avanzado y no en lo que queda por hacer. Sigo contenga :)




Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...