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El orden para afrontar algunos trabajos en el jardín. Es hora de pensar en los caminos

Indudablemente los caminos representan las arterias del jardín. Por ellos se transita y ellos constituyen el nexo de unión entre las distintas zonas, instalaciones e infraestructuras que lo conforman. Al igual que es preciso tener decidido el "estilo" de jardín que se desea antes de comenzar su construcción, es igualmente imprescindible tener trazados a grandes rasgos cuales serán las distintos espacios o zonas del jardín y por tanto cual va a ser el recorrido aproximado de los caminos principales que unan estas distintas zonas. 
Un jardín no se establece zona por zona de forma inconexa si no como "un todo" con un hilo conductor. Esto es indudable y así afronté yo desde el primer momento mi jardín.
Dicho esto y para que nadie interprete que mi idea es que ciertos elementos como los caminos no es preciso tenerlos trazados "groso modo" ya en los planos que se realizan antes de empezar la creación del jardín quisiera matizar algunos aspectos.
Desconozco cuándo es "técnicamente" el momento adecuado para decidir el trazado definitivo y los materiales de los caminos y senderos en el jardín.
Aunque desde el principio tuve claras las ideas de cómo debería ser mi jardín, no pretendí un jardín con un gran diseño. Tampoco lo lograría ajjajaja porque mis dotes como diseñadora no pasan de mediocres. No tengo conocimiento alguno de diseño e incluso en los Grupos de Facebook y los Foros de jardinería que participo pocas veces me atrevo a dar consejos sobre este aspecto. Simplemente no es lo mío ni sirvo para ello. Esa es la verdad.
Por eso digo que quizás un diseñador habría establecido el trazado definitivo y los materiales de los senderos y caminos desde el primer momento y que hubiera acometido su construcción al inicio. También es cierto que cuando uno encarga a una empresa o a un diseñador profesional el diseño y construcción de tu jardín ellos hacen todos los trabajos en muchísimo menos tiempo que un aficionado. Tienen herramientas profesionales y sobretodo cuentan con un equipo  a su disposición que una no tiene.
Los aficionados nos tenemos que limitar al trabajo que cada jornada da de sí nuestros brazos y a herramientas que muchas veces debemos "reforzar" con más ingenio que fuerza y programar plazo es prácticamente imposible. La creación no se limita a unos meses como en el caso de una empresa si no a años!! (Afortunadamente...porque es tanto lo que se disfruta en el proceso!!) 
Pero la diferencia fundamental es el planteamiento. Un profesional no plantea el diseño de un jardín ni en el modo, ni en la forma, ni en los tiempos como lo hace el dueño del jardín. No digo que ni mejor ni peor. Entiéndaseme bien. Eh! 
Sería como comparar el traje que me hiciera un sastre y el que yo pueda hacerme sin ser una profesional de la costura. Yo conozco mi cuerpo, conozco de dónde me tira y de dónde me sobra, de dónde me gusta holgado y dónde me siento a gusto aunque esté algo ceñid... Indudablemente los profanos nos equivocamos más y nos lleva mucho más trabajo y esfuerzo realizar los trabajos. Y con toda seguridad el resultado "técnico" será superior en el caso de un profesional. Sí. 
El traje que salga de las manos de un sastre seguramente será más "bonito" y más "estiloso". No lo dudo. Mucho más que el que yo pueda confeccionar.
Sí, técnicamente mi jardín sin duda sería más correcto de haber puesto su creación en manos de profesionales. Pero jamás sería tan mío como lo es afrontando yo todos los trabajos que conlleva crear un jardín casi desde la nada y del tamaño que tiene el mío.
Por una razón muy simple: Porque yo viví mi jardín durante meses antes de empezar y llegué a sabérmelo como la palma de mi mano. Porque yo pensé en qué quería hacer en el jardín y como deseaba "vivirlo y sentirlo". Qué actividades quería practicar en él; qué estilo de jardín quería lograr. Sabía qué sensaciones deseaba sentir cuando el jardín madurara. Tenía claro el esfuerzo y dinero que tenía pensado invertir en el futuro para su mantenimiento. En fin, en resumen, yo tenía elaborada una idea mental muy detallada de como debía ser mi jardín y que no se limitaba a intentar copiar tal o cual imagen bonita y llamativa que pudiera encontrar en Internet. Era un todo, un proyecto, lo que elaboré durante los meses previos y este proyecto se ajustaba a la personalidad y gustos, como no podía ser de otro modo, de quién lo cultivará y de quienes vivirán en él.
Viví sus amaneceres, sus sombras, sus temperaturas, su viento... vi los cambios de colores y de estaciones, estudié el suelo, observé la sombra de los árboles; sentí la lluvia y vi el cambio de la hierba en el terreno a lo largo de los meses...Y precisamente porque lo viví descubrí necesidades, defectos, limitaciones y en paralelo me vinieron mil ideas a la cabeza a la par que iba desechando otras por impracticables, durante los cientos de paseos que di bajo sus árboles antes siquiera de comprar la primera planta.
Es más, aunque tenga desde el inicio una idea "global", no deseo un jardín "decidido" hasta el último detalle desde el principio. Creo en los jardines hechos con tiempo, creados en paralelo a las vivencias que se van teniendo en él mientras se va "fraguando" poco a poco a lo largo de los años. Deseo un jardín que me permita ir incorporando detalles, rincones, recodos que sólo vendrán a mi mente y veré su necesidad según va creciendo y madurando y según voy aprendiendo yo a ser mejor jardinera. 
Me horrorizaría tener un jardín hecho ya hasta su último detalle desde el primer momento!! Quiero ser parte de él, de su crecimiento. Incorporando poco a poco. Detallando. Rematando sin prisas... Quiero ir creándolo "a fuego lento"!!  
Pero a pesar de todo esto indudablemente la idea global estuvo desde el inicio en mi cabeza. 

El hecho de el terreno tenga tantas pendientes y de que yo habitualmente solo cuente con mi esfuerzo o a lo sumo en los trabajos pesados, con un equipo de dos,  me ha condicionado muchísimo en el orden en que he establecido los trabajos.
He preferido ir afrontando zonas de plantación y "trabajarlas" en general sin entrar en mucho detalle y por supuesto respetando el estilo y la idea general que del jardín tenía
Una vez ubicados los principales ejemplares que constituirán el armazón del jardín, he vuelto otra vez sobre algunas áreas para remodelarlas tratando de solventar los problemas que he visto que originaban tras trabajarlas ligeramente y sobretodo procurando que cada parte que iba remodelando conformara un "todo" con el resto de zonas.
Esa es mi experiencia. Si ahora pudiera volver a comenzar todo, no afrontaría la ejecución definitiva de ellos desde el comienzo. Me lo plantearía en el mismo momento de construcción que estoy haciendo ahora. 
Y no ha sido hasta que he tenido seguro y claro que no van a sufrir grandes modificaciones que me he planteado pensar más allá de la elección de las plantas  y la remodelación del terreno.
Por qué? Pues porque introducir escaleras, vallas, estanques, fuentes, bancos, asientos... creo que debe hacerse cuando la zona de plantación que los rodea está ya fijada y no van a sufrir cambios sustanciales. De lo contrario, cambiarlas de lugar con el cambio de instalaciones eléctricos y los movimientos de tierra que a veces conlleva, es un verdadero engorro.
Pensemos que los cambios que deberá sufrir nuestro proyecto inicial no solo viene de la mano de lógicos y frecuentes cambios de opinión. También obliga a ellos los resultados en algunas plantaciones e incluso imponderables como encontrarnos con una gran raíz de un árbol que no esperábamos, la aparición de roca viva bajo los quince centímetros de suelo, o la aparición de canalizaciones que no contábamos con ellas.
Tanto es así que he tenido los setos sin nada que no fueran plantaciones hasta hace poco. Y ha sido precisamente en los que las nivelaciones del terreno se han llevado a cabo y se han realizado las plantaciones principales de árboles y arbustos dónde me planteé lugares dónde sentarse. Son sitios fundamentales del jardín y es muy importante su ubicación, forma, materiales, etc.
No hace demasiados meses construimos los bancos de traviesas de piedra del jardín secreto y un asiento de piedra en el seto norte poco después. De momento, salvo una pequeña mesa con dos sillitas bajo un enebro en el jardín central, no cuento con más rincones dónde sentarse.
Pero llega un momento en que el jardín tiene ya trazadas con bastante seguridad sus zonas de plantación. Ya no habrá grandes cambios o remodelaciones. Es la hora de pensar en un asunto primordial. Uno de los más importantes y que imprimirán carácter al jardín o arruinarán su aspecto si nos equivocamos en los materiales y trazado: Decidir el trazado definitivo y afrontar la costrucción de los caminos y senderos que lo recorrerán. No de su ubicación porque esa ya la tienes en mente cuando comienzas la creación, pero sí su trazado exacto y definitivo.
Llevas ya tres años "viviéndolo". Te lo has recorrido cientos y cientos de veces con carretillas llenas hasta arriba con sustratos y abonos y sabes por dónde cuesta menos subir con ellas cargadas. Sabes ya por dónde se transita más a pesar de que en aquel plano que hiciste al principio dice que el camino debiera ir por otro sitio pero la realidad, esa que te demuestra el día a día, te dice que el trazado deberá cambiar si quieres que sea cómodo. Descubres necesidades en las que no habías caído al principio y reconoces que por allí, que no se anda casi nunca, es una bobada hacer un sendero o que es más fácil transitar para ir de una zona a otra dos metros más arriba de lo que creíste inicialmente. Incluso ya has desistido de hacer un sendero por aquel rincón porque has descubierto que no hay suelo alguno si no que la roca está a nivel de la superficie que no quieres ni imaginar la trabajera de picar y allanar esas rocas!!
Las grandes directrices del jardín están decididas y ya has descubierto cuales son los senderos que resultarán imprescidibles y cuales no y por dónde deben transcurrir su trazado definitivo para que el jardín sea cómodo.
No hay duda de que en este proceso que en mi caso ya va para tres años, varios han sido los cambios que he tenido que realizar. Unas veces por mero convencimiento, otras por deseos o necesidades sobrevenidas posteriormente y en ocasiones por la fuerza de las circunstancias.
En mi experiencia, no me hubiera resultado nada práctico haber afrontado ciertos trabajados desde el inicio. Es más, seguramente de haberlos hecho hace dos años a fecha de hoy tendría que haberlos modificado ya varias veces. No las líneas principales. Esas lo cierto es que casi no han sufrido modificación si las comparo con los planos que del proyecto guardo de hace tres años.
Quiero decir con esto que ese trazado "provisional" que se tiene de los caminos al iniciar proyecto, al menos los aficionados, sabemos que es definitivo cuando ya está ejecutada buena parte de las grandes directrices del jardín.
Al menos esa es mi opinión. Si ahora pudiera volver a comenzar todo, no afrontaría la ejecución definitiva de ellos desde el comienzo. Me lo plantearía en el mismo momento de construcción que estoy haciendo ahora. 
El mejor ejemplo de lo que digo serían estas dos imágenes: La primera corresponde al esbozo sin detallar de la idea inicial del jardín con sus grandes zonas establecidas.

Veamos ahora como inevitablemente el plano anterior ha sufrido varios cambios:
  • El jardín secreto por ejemplo es producto de la creación de una "meseta artificial" compuesta por las tierras que de los hoyos de plantación he ido extrayendo. Esta zona sólo se me ocurrió después, no estaba en el proyecto inicial. De haber construido definitivamente el camino que desde las terrazas de la casa recorren el seto norte y conducen a esta zona, un de dos... o me hubiera dado pereza rehacer todo el trozo del camino que recorre bajo los dos grandes pinos y no hubiera llegado a crear esta zona que yo llamo Jardín Secreto o me hubiera costado volver a levantar todo el trabajo hecho. Con la pérdida de materiales, dinero, tiempo y trabajo que ello hubiera supuesto.
  • No crearé una rosaleda dónde marqué en el plano inicial. Se trata de la zona con más sol de todo el jardín y los rosales ahí literalmente se achicharran. En tanto logre crear las sombras necesarias ese espacio lo dejaré sin determinar su diseño del todo y es probable que me decida a hacer ahí en un tiempo un bonito estanque.
  • Pero además la creación de este jardín secreto ha obligado a trazar senderos en torno a él que permiten acceder a las distintas alturas de las que se compone y que lógicamente no estaban previstos en el proyecto inicial.
  • Tampoco estuvo decidido desde el comienzo la creación de un huerto. Esa fue una idea posterior. Aquí hubiera ocurrido igual. El camino que hoy en día lo atraviesa estaba decidido desde el inicio pero su trazado seguramente hubiera sido más pegado a la fachada del garaje y no me habría permitido ubicar de la manera que está ahora los bancales.
  • No voy a realizar el estanque en la situación que inicialmente determiné porque viendo cómo se va desarrollando mi jardín y como van creciendo las plantaciones pienso que el jardín precisa de un espacio central amplio y generoso exento de ellas. Un espacio que permita visualizar toda la zona central y no me apetece rellenarlo con más plantaciones que en mi opinión solo conduciría a abigarrar el jardín en exceso.
  • El camino que bordea las terrazas de la zona este de la casa no veo necesesario realizarlo dado que son pocas las veces que se transita por ahí. 
  • En el seto sur hay que hacer un camino que inicialmente no estaba previsto.
  • El recorrido del camino que lleva desde la rampa del coche cruzando el huerto hasta la escalera de traviesas lo tuve que desplazar hacia el sur para que cupieran los bancales.
  • Y por último, ahora pienso en la necesidad de algún sendero que permita acceder desde la parte baja del portón del huerto hasta el camino del seto norte. Ello me obligará a trazar unos pequeños senderos en forma de y griega.


De haber tenido construidos totalmente los caminos desde el inicio podría fácilmente ahora tener un grave problema tras tres años: encontrar los materiales con los que se hubieran realizado. No siempre se encuentra la misma piedra, o los mismos ladrillos en el tono exacto. Todos sabemos que es preferible hacer la compra de los materiales de revestimiento en la cantidad que se prevee que se va a necesitar precisamente para evitar esto que comento. Eso sin contar el dinero y esfuerzo que me hubiera supuesto eliminar obras realizadas.
Indudablemente la estética es fundamental. Para mí lo es. Por supuesto pero reconoceré una cosa: la edad, la situación, las personas concretas que viven o visitan el jardín con frecuencia, determina en buena parte estos temas. Me explico.
Estoy segura que si en lugar de tener 56 años estuviera próxima a cumplir los 30 la importancia de algunas cosas cambiaría. Como cambia la elección de los árboles. Siempre digo que yo ya no tengo edad de esperar a que crezca un árbol así que los compro grandes o de rápido crecimiento. En parte igual pasa con los caminos. 
La situación que se tiene. El tipo de personas que viven en la casa. Las actividades que se realizan en el jardín...todo ello determina en buena parte su diseño. No es igual un jardín en el que se mueven únicamente personas jóvenes que un jardín en el que no es excepcional que sea paseado por personas con limitación de movimientos por la edad. 
Mucho antes de sufrir este accidente que me tiene en silla de ruedas hace dos meses pensé muchas veces en lo imprescindible de que el jardín fuera transitable. Cómodo!! (Dentro de lo cómodo que puede ser un jardín con unas pendientes como es el mío) De hecho cuando diseñé mi jardín una de las primeras cosas que establecí fue su entrada principal cerciorándome de que pudiera ser recorrida cómodamente por dos personas a la vez. 
Pero aún teniendo clara la necesidad de anchuras generosas en los accesos y caminos principles y que éstos debían sobrepasar el metro y medio, hace unos años hubiera pensado que 60 cm eran suficientes para los senderos que no sean los más transitados del jardín, la realidad me ha demostrado que no. Que en mi caso, con mi edad y con la posibilidad de que mi jardín sea recorrido por familiares de mucha edad, preciso caminos algo más amplios. Incluso en zonas dónde inicialmente creí que sería suficiente un sendero para ser recorrido por una sola persona he decidido finalmente darle el ancho para que se recorran más holgadamente o con una silla de ruedas. Y sólo dejaré esa anchura mínima en futuros senderos que sirvan solo para recorrer rincones muy puntuales.
No va de 15 cm y entre andar con seguridad llevando del brazo a una anciana y andar con la angustia de que se tuerza un tobillo en el borde del camino...lo tengo claro!!

La experiencia en la silla de ruedas ha sido determinante!! Ya sé que una no está siempre en mi situación pero lo cierto es que afortunadamente no tengo ningún camino definitivamente hecho (salvo el del jardín trasero) y que ahora que estoy a tiempo, cuando los haga serán al menos de 80/90 cm.
No estoy diciendo que se tenga que trazar un jardín pensando que una se va a romper una pierna aajajaj Por supuesto que no. Pero la verdad es que cosas así pueden pasar en cualquier momento y si el jardín es grande y no hay escasez de espacio, si se pueden trazar senderos que nos permitan recorrer buena parte del jardín aunque estemos accidentados...sin duda es mejor.
Hasta hace una semana no he podido bajar a la zona del jardín secreto fijaos por qué tontería: porque no estaba bien nivelados los primeros metros. Y hasta hoy no he bajado con mi silla al huerto ni había podido recorrer el seto sur por un fallo tonto: No había hasta hoy ningún acceso que no fuera mediante escalón del camino del seto norte hacia la parte baja del jardín.
Esta mañana a primera hora me he decido y he pensado que era una soberana tontería verme limitada tanto por algo que costaba tan poco hacer. Al menos de manera provisional. Simplemente una rampa que salvara el desnivel de la traviesa que hay en el borde del camino. Tan fácil como ir compactando poco a poco la tierra que se va añadiendo.
Volveré a andar con mis dos piernas pero tengo claro que esta rampa, de un modo u otro, con un material o con otro, permanecerá. He visto el gran error de no haber considerado la necesidad de comunicar todo el jardín en la medida de lo posible y depender de escalones para su recorrido sin incluir alguna rampa que permitiera el paso de alguien impedido.
Como podéis ver ahora el camino que recorre el lateral norte del jardín está comunicado con la zona central del jardín no solo por la escalera de traviesas bordeada con una barandilla de madera. Ahora también cuenta con una rampa que me ha permitido hoy llegar hasta el huerto (con ayuda, claro).
Hoy también se ha ensanchado el camino por delante del seto norte. Mi silla no podía pasar al llegar a ciertos puntos de su recorrido y las ruedas se volcaban peligrosamente hacia las plantaciones. Este poco que hemos ampliado su ancho ha convertido algo impracticable en algo cómodo y seguro para que yo pueda recorrerlo en esta situación en la que estoy.
Así que una vez decididos los trazados definitivos tendré que dedicarme a pensar en qué tipo de camino quiero. Tengo clarísimo lo que no quiero: cemento!! No me gusta. Sé que es cómodo pero tiene un aspecto tan duro, tan frío!! Y además, si tienes que hacer cambios en el diseño del jardín o meter canalizaciones...te toca pico y pala. Así que caminos hechos de manera continuada con una capa gruesa de cemento, descartados!!
Me gustaría que tuvieran un aspecto natural. Fáciles de mantener y que fueran acordes al estilo de mi jardín. Probablemente lajas muy grandes de piedra entre las que pueda crecer la hierba. Con un buen asiento de mallazo y grava pero con tierra entre las lajas para que los senderos tengan aspecto fresco y natural.
Me gustan las imágenes que encuentro de caminos de lajas grandes con grava muy pequeñita entre ellas pero no tengo claro que su limpieza no sea un verdadero engorro.
No sé. Ya veremos por qué estilo me decido. Se me está ocurriendo la idea de hacer con cemento una imitación de lajas. Con espátula trazaría las grietas y desniveles que tiene la roca natural y con pigmentos especiales trataría de colorear por algunas zonas para dar un aspecto más realista. 
Esta idea me apetece muchísimo pero deberé hacer algunas pruebas antes de ponerme a un trabajo tan considerable como hacer un camino de metros y metros.
Lo único bueno de mi situación que me impide jardinear totalmente es que me hace disponer de todo el tiempo del mundo para pensar!! Y me temo a mí misma porque creo que el día que pueda poner los dos pies sobre el suelo de nuevo será como un pistoletazo de salida... y no pararé ni de noche ni de día jajjajaaj Estoy tan harta de este no hacer nada... :)
Buenas noches, amigos!! ;)

Cómo instalar una valla metálica en el jardín y poner malla de ocultación

El paso de los años sobre las instalaciones es inexorable. Cuarenta y tantos años son muchos años!! Hemos remodelado recientemente esquina NE del jardín como bien sabéis. Restaba cambiar la malla metálica del muro exterior que estaba en pésimas condiciones. Los postes se habían despegado del cemento y presentaban muchos una oscilación en ellos que me hacía temer incluso que la valla llegara a caerse. 


Plantar trepadoras en estas condiciones con el peso que con el tiempo van adquiriendo se me hacía impensable. Parece que no, que son simples hojitas de nada pero no, las plantas y especialmente las trepadoras van tomando peso con el pasar de los años y las infraestructuras que las soportan deben estar en perfectas condiciones de estabilidad y anclaje.
Además, la malla original tenía tan  solo 100 cm de altura. Al ser el murete sobre el que se asentaba no demasiado alto resultaba insuficiente para tapar esta zona del jardín de la mirada indiscreta de los viandantes que pasaran por la calle. Y a mí me gusta tener mi intimidad en mi jardín. Sé que en otros países tienen otro concepto muy distinto de jardín y que suelen hacerlo incluso abiertos hacia el exterior pero a mí me gusta poder sentarme o estar trabajando en mi jardín sabiendo que no caeran sobre mi la mirada de quién yo no desee.
Los materiales:
Para anclar los postes: Un saco de cemento, arena y agua.
2 postes de arranque de 150 cm (más 50 cm para anclar) de acero galvanizado
3 Postes intermedios de 150 cm 
3 Tensores
1 Rollo de alambre de tensión de 3 mm de grosor.
10 metros de tela metálica de acero galvanizado torsión simple de 150 cm de alto.
1 Rollo de alambre de coser
1 Rollo de tela de sombreo del 90% de ocultación
Colocación de los postes.
La reposición de la malla metálica la hemos hecho en dos jornadas dejando transcurrir unos días entre ambas para que el cemento con el que se anclaron los postes fraguara bien.
Había un problema que de casualidad hemos resuelto sin dificultad alguna. De haber tenido introducir los postes en los mismos puntos que estaban los antiguos se hubiera tenido que retirar la valla metálica vieja con el peligro de que Iker se escapara. Pero por suerte estaban tan mal puestos los postes antiguos que quien los hubiera puesto ni se molestó en medir entre ambos de manera que estaban puestos a voleo, dónde le pilló.

Como el largo total de este tramo es de 10 metros salían cuatro secciones de 250 cm. Una medida ideal. No se aconseja dejar demasiados metros entre poste y poste. Mucha distancia resta estabilidad y fortaleza a las vallas.
De esta manera ninguno de los tres centrales ha coincidido con los anteriores. Así hemos podido tener la valla vieja puesta hasta el último momento.
Tras marcar la ubicación correcta de cada poste, lógicamente ha sido necesario practicar unos hoyos bastante profundos en los que embutir los 50 cm de cada poste. Con unos 15/20 cm de ancho es suficiente. Tras retirar el material del interior de los hoyos procede colocar los postes totalmente nivelados.
Vemos en esta fotografía como la valla antigua aún se conserva detrás y ya están colocados los nuevos postes. Ahora en el momento de poner la valla nueva es cuando ya será preciso retirar la vieja.

Esta mañana nos hemos asegurado antes de comenzar la colocación de la valla metálica de que los postes estaban sólidamente anclados y no tenían movimiento alguno. Esto es importantísimo si queremos una valla bien firme y que aguante el paso de los años.

Comenzamos por instalar los tensores en el poste de arranque derecho. 

A continuación será cuestión de tender tres hilos de tensión de extremo a extremo de la valla. Ataremos el inicio del alambre de tensión en la pletina correspondiente del poste de arranque izquierdo y lo llevaremos por detrás de los postes intermedios hasta llegar al tensor del poste de arranque izquierdo. 


Mediante el tornillo que tiene al efecto tensaremos estas guías. Primero el hilo inferior, a continuación el medio y por último el superior.
Este trabajo deberemos hacerlo con cuidado asegurándonos de que el alambre queda con suficiente rigidez para que la valla metálica una vez instalada y cosida a estos tres hilos de tensión no "baila" para delante y para detrás. De lo contrario no quedará firme.
Hay que fijarse que los postes intermedios poseen una especie de "pestaña" por su parte trasera que sirve para introducir el alambre de tensión.

Bien ya tenemos nuestros alambres de tensión perfectamente instalados y en este momento todo está listo para empezar a instalar la malla metálica.

Nos serviremos de alambre de tensión tomando trozos de nos 20 cm para coser la malla al primer poste de arranque (el izquierdo en este caso) Esta unión la haremos varias veces a lo largo de los 150 cm de alto del poste con la idea de que quede firmemente cosidos ambos.

Podemos retirar ahora si lo deseamos los postes antiguos. Como estaban absolutamente viejos y con herrumbre golpeando con la punta de un cincel con una maza ha sido suficiente para que el hierro cediera sin dificultad a la altura del nivel dónde estaban anclados en el muro.

A partir de aquí conviene con la ayuda de dos personas. Deberemos llevar la malla metálica desenrollándola hasta el siguiente poste. Mientras uno sostiene la malla estirándola para que quede bien tensa, el segundo va cosiéndola a los tres alambres horizontales y a los propios postes.

Así hasta que se llega al final de la valla y la malla metálica se cose al último poste de arranque.
En todos los postes intermedios debe coserse a distintas alturas para que malla y postes queden bien unidas y no haya movimiento alguno.
Nos resta colocar la malla de ocultación. En este caso he elegido una con 90 € de ocultación. Ya sabéis que las hay de distinta trama. Según sea esta más o menos apretada será más o menos tupida la malla y por tanto permitirá más o menos visión desde el exterior.

El color no es el que me gustaba más. Hubiera preferido en color marrón pero no había. En fin se supone que pondré plantas trepadoras y que con el tiempo irá desapareciendo de la vista. Tampoco es que me disguste demasiado en verde...
ano...
Hay quienes mediante trocitos de alambre de coser va uniendo en distintos puntos salteeados la malla y la valla. Nosotros hemos preferido hacer un cosido algo más sólido.
Con trozos de alambre algo largos hemos ido dando "puntadas" cada 20 cm que han ido unión la malla al alambre de la valla. En lugar de ir cortando el alambre simplemente hemos ido avanzando sobre el hilo de tensión que estaba detrás y hemos hecho esto en todo su recorrido. 
Con dos se hace también mejor. Mientras el que "cose" permanece por delante de la valla y es el que va dando las puntadas y estirando el alambre hasta el siguiente punto de unión, el que está detrás le devuelve el alambre cuando éste va hacia la parte de atrás.


Y listo!! Valla instalada y malla de ocultación puesta!! Qué bien esta intimidad!! No me gustaba nada la sensación de "escaparate" que tenía hasta ahora..

Otro trabajillo realizado. Poco a poco...se van haciendo las cosas que se precisan en el jardín. No todo son plantaciones. Hay tantos detalles que un jardín precisa!!
Por cierto...ahora que veo este rinconcillo una vez retirada la valla vieja...ummmm qué lugar para hacer "algo" sobre esa pared. No es cierto? jejejejej Por un momento he pensado en una cabeza de león o una cabeza de Medusa de piedra brotando agua y cuyo chorro fuera a caer en una pileta muy rústica sobrepuesta sobre este poyete...

Y si subiera un poco esa pared hasta tapar la valla metálica del vecino y la forrara de piedra? Podría usar ese poyete para poner unas preciosa macetas de barro en él? ajjajajja Ainssss Tomaremos la tarde del domingo libre pero ajjaja pero no pasará mucho tiempo hasta que se me ocurra qué hacer con ese rincón!! (Algo, seguro que se me ocurre!!!) ;)

Remodelación del camino del seto norte del jardín con un asiento de piedra para descansar

Hace cosa de año y medio hicimos los primeros trabajos sobre este seto. Es una zona difícil por la pendiente del terreno. Se trata de una franja de jardín que recorre su lateral norte desde la casita de madera hasta la esquina NE dónde hace poco terminamos la construcción de una rocalla y unos bancos con traviesas y piedra. Podéis ver este trabajo pinchando: AQUÍ
Pensé que había terminado esta zona y que era cosa de esperar que crecieran las plantaciones que hice en su momento e ir añadiendo poco a poco más entre aquellas primeras.
Pues no. El tiempo te pone en evidencia los problemas y dificultades. Pero además según se van transformando otras zonas del jardín ves que se precisa también nuevas remodelaciones en las zonas anexas. Ya se sabe, esto es como el cuento de nunca acabar. Afortunadamente!!
En este año y medio he visto varios problemas. A saber:
La cosa es que al tener el borde del seto tanta pendiente y no contar más que con unas cuantas piedras para sostenerlo, el acolchado resbalaba hacia abajo y terminaba siempre en el camino. Entre los pájaros que escarban en él en busca de bichos y yo que siempre ando trajinando con las mangueras arriba y abajo y que termino siempre prendiéndolas en troncos, piedras y demás y arrastrando el acolchado por todas partes.
Un segundo problema que me originaba este seto era su mantenimiento que me resultaba sumamente difícil. Podía acceder sin dificultad a la parte superior desde que hice en dos puntos del seto unos escalones con bloques de hormigón. Que por cierto, están horribles y que tarde o temprano tendré que sustituir. ajajjaaj Veis. Nunca se termina!!! :) Quitar las malas hierbas, aplicar capas de materia orgánica, acicalar las plantas, los trabajos de poda y demás en la zona superior del seto no era difícil, ya digo.
Otra cosa era la parte inclinada. Sostenerte con los pies en ángulo durante mucho rato asentada en un terreno sumamente inclinado era francamente cansado y si a la vez estás agachada quitando malas hierbas...pues eso, no hace falta más explicación!! jejeje. Además, al pisar en esta pendiente, la tierra terminaba desmoronándose también hacia el camino. Sin mencionar lo sumamente dificultoso y cansado que era estar mucho tiempo en un terreno tan inclinado.
Añadiría además que el camino resultaba desde el inicio excesivamente rectilíneo con poco atractivo. No había sorpresa ni las suficientes variaciones!! Desde el inicio se divisaba en su totalidad el final y eso me parecía que restaba sorpresa y calidad al diseño. Me apetecía imprimirle más entrantes y salientes en su perfil de manera que el camino resultara menos recto, más rico en detalles en sus bordes.

Más problemas ajajja: Para realizar el camino he tenido que nivelarlo horizontalmente. Del lado que toca el seto no había problema pero el otro lado, el que da a la pendiente del terreno no había forma de mantener su borde en condiciones. Por mucho que intentara compactar la tierra, las carreras del perro, el paso de la carretilla y mi propio trasiego hacía que constantemente se desmoronara este borde del camino.
Y un último inconveniente. Hasta ahora han sido muchas las veces que trabajando en esta zona he echado en falta un lugar dónde sentarme un rato a descansar entre trabajo y trabajo o simplemente disfrutando de la sombrita un rato. Poner algún tipo de asiento pensé que era imprescindible.

Estas razones eran suficiente para afrontar otra nueva remodelación pero si soy sincera probablemente las hubiera aplazado para más adelante. Así quedó a finales de 2014 y en la siguiente fotografía es el estado actual. Se nota el cambio eh!! jejeje






A continuación otro par de fotografías comparativas. Me encanta ver fotografía de este tipo dónde se puede comparar perfectamente como tu propio trabajo y esfuerzo transforma el jardín poco a poco :)

Pero la razón que me ha llevado a afrontar ahora este cambio es que nos encaminamos al otoño. Un momento en el que todos los jardineros hacemos las nuevas plantaciones y realizan los trasplantes de los ejemplares que se precisa. Si no hacía la remodelación ahora hubiera sido retrasar un año al menos las plantaciones de esta zona ya que resulta inútil plantar algo en un espacio que sabemos que no van a seguir creciendo en ese lugar. De ahí que, sí quería poder plantar los ejemplares definitivos en este espacio debía contar con la infraestructura realizada.
Como sabéis quienes de vosotros seáis lectores habituales, he terminado de arreglar la esquina NE del jardín hace tan solo unas semanas. Como he comentado alguna vez pretendo que ese espacio sea con el tiempo (Cuando las plantaciones adquieran el tamaño necesario) un espacio apartado. Un lugar más recogido que el resto del jardín. Un rincón dónde estar de forma más íntima y en el que la mayoría de visitantes no mantengan actividades en él. Me gustaría tener aquí un sitio para descansar leer o simplemente pensar mientras disfruto de las bonitas vistas que hay desde allí.
Aclaremos que aunque quizás estrictamente no podría llamarse jardín secreto dado que es visible desde la rampa del coche pero voy a seguir usando este término para aclararnos. De todos modos esta rampa no es el acceso habitual a esta zona así que la que usamos la mayor parte de las veces es el camino cuyos cambios os muestro hoy.
Es mejor que os muestre un plano de esta zona de mi jardín. Aquí se ve el recorrido del camino, lo que para aclararnos podemos llamar jardín secreto y el camino de bajada hacia la rampa del coche mediante la escalera de piedra.
Quizás es preferible simplificar un poco este plano eliminando las plantas y sustituyéndolas por puntos. Creo que facilitará mis explicaciones.
Aquí, a la hora de decidir la ubicación de este "semicierre" (menudo palabro!!!) que finalmente he decidido y que permitirá tapar un poco de la vista la entrada al jardín secreto, he contado como siempre con la inestimable ayuda de mi gran amiga Claudia. Horas y horas de charla y montones de fotografías enviadas entre ambas. Yo enviaba la foto con garabatos que intentaban explicar mis ideas...ella la devolvía a veces con los suyos y durante horas hemos discutido mil aspectos, mil detalles...Qué divertido es compartir este tipo de cosas con ella. De verdad!! No sé ni como puede llegar a conocer con tanto detalle mi jardín sin haberlo visto nunca!! Pero lo conoce...le muestras cualquier fotografía y sabe decirte a qué rincón pertenece y desde dónde está tomada ajajjaaj Su capacidad espacial es asombrosa!! Puedo asegurar que nadie de las personas que han visto mi jardín, lo conoce con tanto detalle y profundidad como ella!! Es genial esta Claudia!!
Y entre risas, intercambio de fotos, planos, medidas, datos, cafés e incluso en alguna ocasión, lo que ella llama "copetín" y que yo lo uso como me da la gana aplicándolo a una simple copita mientras charlamos... hasta que entre las dos hemos decidido dónde haríamos el "cierre". No es un lujo contar con una ayuda así? Lo es. Sin duda!!
Es increíble como aunque no se conozca un jardín personalmente alguien que le pone empeño, que te aprecia y precisamente por eso invierte su tiempo en mirar montones de fotografías..puede ayudarte tanto y tanto en el diseño de algunas cosas y como nos podemos entender beneficiándonos de las facilidades que permite Internet. Que gran cosa esto de la Red . No es cierto? Desde aquí, agradecimiento más profundo a Claudia por su gran generosidad y paciencia conmigo!!
Este camino que recorre el seto norte llega un momento en que se bifurca justo dónde está plantado un rosal en medio del camino (Rosa 'Jude the Obscure'). A la derecha se convierte en un camino que bordea los bancos de piedra y desde allí pueden bajarse la escalera de piedra que lleva hasta la rampa del coche o bien seguir bordeando la terraza superior accediendo a ella a través de unos escalones de madera y piedra que os mostré en la entrada anterior.
El otro ramal de la bifurcación sería el que llevaría a lo que estrictamente yo considero el jardín secreto. Este acceso es el que me interesaba disimular un poco.
Podría haber hecho plantaciones justo dónde está el rosal ubicado en medio del camino y cerrar ópticamente este acceso pero eso hubiera encorsetado en exceso esta zona apartada y tranquila que os describo. La hubiera reducido en exceso. Mi pretensión no era crear una barrera infranqueable de plantas con un acceso pequeño que convirtiera esta terraza debajo del pino en un lugar demasiado constreñido. Quería algo más ligero y poco rígido. y que a la vez no cortara del todo este pasillo que hay entre el garaje y el seto norte. Prefería que la vista pudiera llegar hasta casi el fondo del jardín porque así no le resta amplitud.
He decidido "crear" un primer "cierre pero no del todo" jajja Ampliando un trozo de seto hacia el camino  formar una especie de estrechamiento en él y que convierta los pocos metros que quedan hasta el rosal en algo así como una antesala a la zona del jardín secreto.
Una planta alta y de ramas arqueadas bien ubicada hará poco visible la entrada a este jardín desde la mayor parte del recorrido del camino  Esto será, como digo, cuando las plantas crezcan pero de momento los cambios en la estructura del camino están hecho. Ahora es cuestión de elegir bien las plantas y tener algo de paciencia. Todo llegará!!
Tenía claro que arcos de madera no era acertado poner. Ya tengo dos. Distintos pero dos. Uno en el portón de entrada a la casa dónde hicimos una fuente de piedra. El segundo es el portón de entrada al huerto, en la zona central del jardín. Ni más arcos ni más puertas. 
Tampoco quería un muro que ópticamente dividiera de un modo demasiado duro y rígido. Aunque mi jardín es muy grande y hubiera permitido una separación total de un trozo de él, dividirlo totalmente con la construcción de muros o paredes no es algo que me apetezca hacer. Prefiero un diseño más natural.
La vista desde la parte inferior de la terraza donde están los bancos de madera me parece muy bonita. No quería perdela con un cierre dividiendo del todo este camino. Esta solución por la que he optado me permitirá seguir viendo el camino desde este punto.
Tras mucho darle vueltas al tema al final la forma de intentar lograr lo que yo deseo ha sido "adelantando" una parte del borde derecho del camino creando una especie de rocalla dónde una Kerria japonica multiflora cuando crezca ocultará el jardín secreto. Algo así:

De esta forma el jardín secreto será una zona algo apartada del resto cuando los arbustos crezcan pero no me dará una sensación de claustrofobia que era otro tema que me inquietaba un poco.
Como el resultado final solo se podrá comprobar cuando las plantas se hayan consolidado y adquieran un tamaño más respetable...ahora mismo no puedo tener la certeza de haber acertado. En todo caso lo que sí he resuelto es el resto de problemas que me originaba este sector tal como estaba hasta ahora.
El acolchado será más fácil que se mantenga en su sitio. Estos nuevos bordes con pedrolos para sujetar la tierra me facilitará el mantenimiento en cuanto a malas hierbas y cuidado de las plantas y annque sigue existiendo una inclinación las propias piedras contendrán el terreno y no se desmoronará.
Como dije antes había que solucionar el problema del borde derecho del camino en las zonas en las que comienzan los dos caminos de bajada hacia la zona central del jardín. He pensando que la mejor forma de solventarlo seria usando unas buenas traviesas de madera.
No tengo demasiado seguro que en el futuro no ponga una capa de jabre sobre este camino del que hablo hoy. Ello obligaría a elevar unos centímetros el nivel actual del mismo. Si ponía las traviesas con cemento sería difícil subirlas al nuevo nivel. No he usado cemento, las hemos clavado con varilla metálica sobre el suelo muy, muy bien compactado.
Por último, ahora el camino no es monótono. Creo!! :)  Tiene sus entrantes y salientes y es mucho más diverso.
Decidido el resto de temas restaba la solución del problema del asiento. Creo que decidir dónde van los puntos se asiento en un jardín es sumamente importante. Máxime si no se trata de mobiliario de jardín que se pueda trasladar. Así que hay que pensar muy bien dónde los ubicamos.
Para mí era imprescindible que el lugar dónde hacerlo fuera agradable para estar incluso en las horas centrales del día.
El tronco de la encina en la primera remodelación que hice del seto ya lo borde con piedras por su parte superior y preferí mantenerla así fuera del seto. Al estar bastante cerca de la valla divisoria crea una zona en la que el camino se amplia.
Este espacio está rodeado de árboles. Dos olmos y un enebro por el sur que junto con la encina convierten este punto en un lugar sumamente agradable dónde en verano incluso en los días más calurosos se está bastante más fresquito por efecto de las sombras que se proyectan sobre él durante todas las horas de sol más fuertes.
No era cuestión de desaprovechar este hecho.  Estaba claro!! Había que hacer un banco en ese punto. Estamos ya en agosto y como es lógico la trayectoria del sol ha cambiado con respecto al solsticio de verano así que como en alguna ocasión he dicho, me han resultado de gran ayuda las fotografías de sombras" que guardo y que he tomado sobre el 22 de junio. Momento en que el sol está en su punto más alto. 
Si alguien tiene interés en este artículo sobre las sombras puede pinchar en el enlace. Antes de decidirme del todo he comprobado en estas fotografías que desde las doce en adelante esta zona no recibe los rayos del sol. En invierno por el contrario será un punto también muy agradable ya que al tratarse los dos grandes olmos de árboles caducifolios permitirá que el banco esté soleado y sea agradable estar un rato sentada ahí.
Pero además del tema de sombras había que asegurarse de la visión que se tendría desde él.  No era cosa de hacerlo enfrentado hacia una vista que no interesara. Precisamente para tener una visión cómoda de todo el jardín central he girado levemente la orientación del banco separándola en su lado derecho un poquito del seto. Desde este punto se ve la bajada a los bancos de madera debajo de los pinos, buena parte del centro del jardín y el inicio del camino en la casita de madera.
Al comprobar la panorámica que se disfrutaría desde este punto una vez hecho el banco saltó a la vista que el Loropetalum chinense 'Fire dance' entre el enebro y el tronco del olmo sobraba. Era tan claro que molestaba ahí que reconozco que he estado tentada por un momento y casi he caído en la tentación de trasplantarlo a una ubicación correcta. Pero no, estamos en verano aún y decidí ser prudente y dominar mi impaciencia. Cuando llegue el otoño lo retiraré de ahí, sin duda!!
Pero había que decidir "el modelo" de banco que se haría. Hace nada terminé los dos bancos de traviesas de madera y piedra. Unos días después puse en la terraza superior debajo del pino algo que no es exactamente un banco pero que además de para poner macetas puede servir en un momento dado para sentarse un rato en él. Madera y piedra. Los dos elementos que dominan en mi jardín.
No he querido repetir los modelos pero indudablemente tenían que ser con los mismos materiales que uso en todas las zonas que voy remodelando en mi jardín. Debo decir que estaba casi decidida a hacer nosotros mismos un banco de madera con aspecto rústico pero al traer los pedrolos que nos han servido para los cambios en este camino vi dos piedras grandes y planas. Fantásticas para hacer el asiento con ellas!!
Llenas de líquenes y musgos...qué hermosura. Verdad? :) Pero qué dificultad ajajjajaj A ver, explico lo de la dificultad. Si se hubiera tratado de hacer una especie de prisma con cemento y piedra no hubiera tenido problema alguno. Pero yo no quería eso. Quería algo con aspecto muy natural, muy rústico. Además si os fijáis en las piedras no son planas por debajo si no que presentan una arista lo que dificultaba muchísimo el asiento.
Colgaré en estos días un artículo explicando como hemos hecho varios de los detalles que os muestro en este camino: los escalones con traviesas para sostener el borde del camino que da hacia la pendiente que presenta el jardín; este banco que veis y la propia colocación de las piedras que forman parte del seto. Seguramente puedan servir a quienes tengan estos mismos problemas en su jardín.
Bueno pues así ha quedado. Yo creo que se ha resuelto los problemas que tenía hasta ahora y sobretodo se ha creado un espacio absolutamente agradable para estar.
Debo decir que me costó no sentarme la misma tarde que hicimos el banco ajajjaaj Así soy de impaciente y que a la mañana siguiente lo primero que hice qué fue? Está claro ajajjaja tomarme mi taza de café cómodamente bajo la encina y disfrutar del sonido de las hojas movidas por la brisa. Qué gozada!! Me alegro muchísimo de haber hecho este banco. Tan sólido, tan cómodo!!

Consideré la posibilidades ponerle respaldo pero no. Pienso que el Pittosporum tobira 'Nana' plantado detrás y a cierta distancia para darle espacio para crecer es mejor idea. Eso creo...
Como siempre, molidos de cansancio pero las agujetas se irán en unos días y este camino seguirá embelleciéndose conforme pasen los años sobre él y yo (espero) podré seguir disfrutando bajo una cúpula de árboles del fresquito en verano y del tibio sol en invierno...



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