Preparación del huerto antes de comenzar la temporada.

Menudo fin de semana me he dado!! Ya no lo podía retrasar más. Este tiempo lluvioso y más frío de lo que es habitual en este mes aquí en la Sierra no debe llevarnos a engaño. En breve pasaremos de este tiempo desapacible y no anima a arriesgarse a poner los planteles en el huerto a unos días magníficos en los que el sol hará que el huerto esté tibio y el suelo de los bancales acogedor para recibir las plantaciones de las nuevas hortalizas de la temporada.

No me gusta andar con prisas y correr con los trabajos del jardín y del huerto. Tengo una naturaleza previsora y sumamente organizada de manera que trato de cumplir mi agenda con bastante exactitud.
No porque crea que las cosas en el jardín no pueden hacerse con un margen de tiempo. No, no es eso. Simplemente es que no me gusta la sensación del trabajo acumulado porque me agobio así que tengo un calendario muy pormenorizado producto ya de los varios años que llevo cuidando de este jardín y del huerto así que ya conozco el clima y sé qué labores hay que hacer en cada momento.
Así que para evitar que me pillara el toro este fin de semana me puse con el huerto para que en cuanto venga el buen tiempo, el lógico de este mes, sin más dilación pudiera comenzar la temporada sin dedicarme primero a hacer el trabajo que hoy he hecho. 
Detesto los huertos feos, desaliñados y mal ordenados! No lo puedo remediar!!


Tengo ya ganas de verlo lleno de preciosos y diminutos planteles de pimientos, berenjenas, tomates, lechugas...ummm qué lindos son recién plantados!! Y lo son mucho más en un espacio limpito y primorosamente cuidado.
El trabajo duro lo hice al final del otoño cuando incorporé una generosísima capa de estiércol maduro a los bancales. Ahora era cuestión de pequeños trabajos pero que todos juntos daban para un par de jornadas, al menos al ritmo que yo trabajo.
Cada maestrillo tiene su librillo y yo también tengo el mío. Para no olvidar nada de lo que tengo que hacer y poder organizar el trabajo el día, cuando tengo que preparar una zona del jardín o del huerto, unos días antes me paso por el lugar y tomo fotografías de todo lo que veo pendiente de hacer. Luego en el ordenador organizo el asunto de manera que me cunda y procuro cumplir el plan.

Los meses invernales en los que el huerto queda casi abandonado a su suerte tras el estercolado su aspecto va empeorando. El otro día al tomar las fotografías se notaba que necesitaba una buena mano de limpieza y organización. Ya digo que nada de lo que tenía que hacer me llevaría mucho tiempo pero sí, había muchos pequeños detalles que afrontar y dejar el huerto inmaculado. 
Sobre el suelo de pésima calidad que inicialmente había en el huerto se pusieron los bancales que están rellenos de un sustrato esponjoso, aireado, nutrido con mucho estiércol y que es sumamente fácil de plantar e incluso de eliminar malas hierbas. Por eso no tengo problema alguno de crecimiento para las hortalizas. 
Además de tomates, pimientos, etc, cultivo pequeños frutales y arbustos de bayas en el huerto.
La rampa de acceso del coche desde la calle a la entrada del garaje está separada del huerto por unas celosías de madera que instalamos nosotros mismos y que hace las veces de divisoria y valdrá como soporte de los pequeños frutales que cultivo a sus pies (cuatro pequeños manzanos y un nectarino).
Estos frutales de variedades muy especiales y de buena calidad me las facilitó injertadas ya sobre patrones enanizantes mi amigo José de Albacete. De esta forma no se harán grandes. Lo que buscaba era frutales que no solamente produjeran su pequeña cosecha si no que además fueran plantas "bonitas" aunque no estuvieran produciendo.
Se me ocurrió que una forma cómoda y fácil de cultivar estos frutales sería en espaldera pero ello requería que no se hicieran de gran tamaño para poder  podarlos, aplicarles productos y recoger la fruta de pie sin precisar escaleras.
Así que una vez instaladas las celosías se excavó una profunda zanja bien ancha para que las raíces de los frutales crecieran bien en suelo de buena calidad y estas zanjas se rellenó con una buena mezcla.
Esta franja, anualmente es enriquecida con mucha materia orgánica y cubierta por una buena capa de acolchado a base de corteza de madera.

El trabajo de los muchos mirlos y otras aves que frecuentan el huerto hace que el suelo se vaya deteriorando y tomando un aspecto desaliñado según van pasando los meses de invierno en que no estoy muy dedicada al huerto. Había por tanto que incorporar el estiércol y volver a cubrir con una capa de acolchado nueva.
Planté estos pequeños frutales en su lugar definitivo en la primavera de hace dos años (la de 2016) pero he empezado a podarlos hasta hace unas semanas. A mediados de marzo.

Dejado que crezcan un poco para que vayan desarrollando ramas que me sirvan para ir organizando su estructura que pretendo sea, como he comentado, en espaldera. Es decir, una rama central de la que broten ramas horizontales que yo iré conduciendo sobre las celosías.
Este año ya de los brotes que vayan surgiendo iré dejando los que me interesen para formar las ramas que todavía les falta desarrollar.
En el caso de los frutales de baya (frambuesos y arándanos) que cultivo en una de las esquinas del huerto bajo la protección de una tela de sombreo que les priva del sol del mediodía en verano y que he sujetado con postes de madera, se hizo también una zanja profunda y ancha dónde se plantaron solo que en este caso la mezcla tenía que ser muy ácida y se incorporó mucha turba rubia y azufre.
Al igual que la zona de los manzanos este rincón también era preciso que se nutriera y volviera a recolocar el acolchado.

Estos frambuesos crecen desmedidos y desarrollan ramas que creí serían algo más cortas pero son larguisimas. Este ha sido el único trabajo que me quedó por hacer el otro día. El próximo sábado lo afrontaré. Aquí podéis ver como resta todavía eliminar todas las hojas muertas de sus ramas y atarlas a las distintas líneas de alambre que tendí horizontalmente en esta zona.
En esta fotografía podéis ver cuatro asuntos que había que afrontar sin tardanza.

La zona de paso alrededor del bancal de las fresas se había deteriorado con las lluvias. Este trozo de huerto tiene en su base una tierra malísima dónde se acumularon incluso algo de escombro cuando se construyó el garaje cuya fachada veis en las fotografías. Así que para no estar viendo un suelo lleno de piedrecillas y porquerías lo cubro con una capa delgada de tierra que apisono de vez en cuando y que cuando es removida por los pájaros o la lluvia debo alisar con al escoba metálica.
Bien, trabajo hecho, la diferencia es evidente, no? :) Ahora sí tiene un aspecto bien acicalado.

También había pequeñas reparaciones que hacer. La compostera de hojas que hay al lado de las que contienen compost tenía uno de los postes tumbado. Así que un buen martillo y a clavar de nuevo el lado caido. Como nueva!

A veces una planta no supera el invierno y reconozco que en pleno enero o febrero no apetece ponerse a eliminar estos ejemplares pero ahora ya no era cosa de dejar al "difunto" ahí reseco al lado de lo que serán preciosas y verdes hortalizas. Así que un poco de esfuerzo y a vaciar el pedazo contenedor y eliminar su planta muerta ajajjaja Madre mía, cómo llega a pesar uno de barro de este tamaño. Pero ya vuelve a estar lleno de buen sustrato y listo para albergar algún cultivo de sombrita colocado ahí al lado de una de las puertas del huerto.

Aún no le di uso a estos cestos colgantes y ni siquiera estoy segura que los deje en el huerto. Están vacíos, no tienen cultivo alguno en ellos pero estaba claro que la base de fibra de coco que los cubría estaba totalmente deteriorada. A cambiarlas! Ahora sí se ven bonitas y podrán contener quizás unas preciosas petunias malvas si las pongo en la fachada norte de la casa. 

Por supuesto las malas hierbas estaban haciendo su agosto. Afortunadamente tengo cubierto el suelo del huerto en su mayoría con corteza pero hay una zona, delante de los bancales por delante de las celosías que por estar inclinada no pueden protegerse así que ahí las malas hierbas dan su buen trabajo. Nada que con paciencia no se pueda eliminar. Lista! Limpita y bien barrida, eh! ;)

Pero en esta limpieza hay que llevar cuidado y no arrancar las plantas como tagetes y caléndulas que se autosiembran. Son pequeñas plantitas que animaran con su colorido el huerto y que además atraerán a insectos que a su vez ayudarán a polinizar las flores de los frutales y hortalizas.


Una vez eliminadas alguna mala hierba que creció en los bancales he revisado el riego por goteo de todos los bancales y zonas de cultivo del huerto. Dentro de menos de lo que pensamos estaremos precisando regar las plantaciones así que el sistema de riego y mangueras deben estar a punto.

Tiestos de barro, contenedores y demás, con el paso del tiempo van ensuciándose. Si queremos evitar enfermedades y plagas conviene someterlos a una buena limpieza y dejarlos listos para recibir semillas o cualquier cultivo que compremos.
La mata de Alcea rosea es muy propensa a enfermar, el único modo de contener la roya típica de este cultivo es ser escrupuloso con su limpieza y no regar nunca la planta por arriba para que sus hojas no se mojen. El sábado recibió una buena limpieza.

Contenedores que se dejan a veces por pereza en un rincón y en los que se cultivaban tomateras la temporada anterior y que afean la zona me gusta eliminarlos para que el huerto comience bien bonito y ordenado. Así que fuera!!


La menta (Mentha piperita), si se la deja a sus anchas va emitiendo ramas horizontales que amplían a buen ritmo su zona de crecimiento. Si no eliminamos estos brotes laterales terminaremos por tener este rincón invadido más allá de lo que yo deseo. No me importa que cubra el suelo hasta el bancal pero no quiero que se meta en la zona de la malvarrosa.

Las ramas extraídas me servirán para cultivarla en otras zonas del jardín.

A la mata de lirios le hacía falta una buena limpieza. Sus preciosas flores no lucen igual sobre hojas secas y muertas que cuando sus tallos florales brotan de una mata con hojas limpias y sanas. Verdad?

Mi huerto no podía ser mío si no crecían en él rosas! :P
Y por tanto estos rosales tenían que recibir sus cuidados. Además de la poda que ya se realizó hace poco había que nutrir bien su base y atar de forma adecuada sus ramas.
Crece en él un bonito Rosa 'Eden rose 85' que hace poco os mostré como podé y empecé a conducir sobre unas celosías de madera que cubren parte de la fachada sur del garaje.

También hay en él desde la temporada anterior un par de rambler y un trepador.
Todos ellos han sido nutridos con estiércol hace unos días y cubiertos su zona alrededor de la base con acolchado para evitar malas hierbas y sobretodo, minimizar la evaporación de la humedad en verano.
Los rambler son demasiado jóvenes para podarlos pero sí tenía que conducir sus ramas atándolas a la valla de madera que bordea el huerto. 
A la izquierda de la puerta un trepador, Rosa 'Iceberg' Cl. A este rosal le tengo mucho cariño, llegó a mi jardín de la mano de mi amiga Maite, en octubre de 2015. Era un esquejito diminutooooo!! Y bueno, aquí lo veis, ya llegó a la parte horizontal del portón. No me gusta que los rosales trepadores tengan todas sus ramas verticales porque florecen menos así que algunas de ellas las he dispuesto por delante de la valla de forma horizontal.

Ya  llegan sus ramas a tocar las de otro rosal que crece junto a la puerta del garaje, Rosa 'Laguna' (de Kordess).

A la derecha de esta puerta de acceso al huerto cultivo un Rosa 'Kew Rambler' que tuve la fortuna de poder comprar sin injertar. Al crecer en sus propias raíces ya sabéis que algunos tardan un poco más en "arrancar" porque no los adquirimos con un cepellón tan desarrollado y con raíces grandes como en el caso de los injertados pero yo lo prefiero así. Ojalá encontrara a la venta todos sin injerto!! Aún así ha crecido bastante teniendo en cuenta que vino diminuto el año pasado y ya llega a cubrir una pequeña zona de esta valla.

Dentro del huerto, en una esquina crece también desde el año pasado un Rosa 'Paul's Hilamayan Musk' que se dedicó la temporada anterior a formar su cepellón. Se trata de un precioso rosal de pequeñas flores blancas en ramillete, un rambler poderoso en cuya fortaleza confío para que soporte la competencia de la mimosa que se alza en la esquina ya por fuera del huerto. Sí, confío en que pueda a pesar de ella crecer. Tardará en poder desarrollarse pero espero no equivocarme. De todos modos, de vez en cuando excavo profundo y elimino las raíces que desde ella parten hacia el rosal para evitar algo de esta competencia. Si logra hacerse con el espacio lograré una esquina de gran belleza cuando esté en flor.

Por cierto, este invierno traje un nuevo huéspedRosa 'Reine des Violettes' que ya empezó a brotar cerca de los pies de un pino que crece en el huerto. Su copa lo protegerá de la insolación de mediodía y espero que se sienta bien en este lugar que elegí para él. Cerca de RER85 sus rosas violeta oscuro creo que harán un precioso contraste.

Para animar a que el contenido de las composteras termine de madurar y pueda usarlo esta primara sobre los bancales hay que dar la vuelta al compost de vez en cuando. Es una labor que siempre da pereza. Pero hay que hacerla.

Un rápido "alisado" del acolchado que cubre el camino central del huerto con la escoba metálica y queda listo para empezar la temporada y yo exhausta!! jajajaja 


Pero lo que son las cosas, debo ser algo masoquista porque el cansancio no me importa en absoluto cuando veo los resultados. Todavía no está realmente bonito mi huerto porque está vacío de hortalizas pero me hace sentir bien verlo tan limpio y ordenado. Con los frutales, bancales y rosales bien nutridos. Sin cacharros por medio, sin plantas muertas. Con las reparaciones efectuadas. Limpio de yerbajos, y de tiestos sucios... 


Sí, a pesar del cansancio simplemente fumar un cigarrito sentada con mi chubasquero y verlo así y se me olvida el cansancio... En breve crecerán sobre los bancales hermosas tomateras que llenaran de verde y rojo este espacio y volveremos a empezar un año más.
Un abrazo, queridos lectores!!

Cómo propagar por acodo aéreo un árbol: Melia azedarach (Árbol del paraíso o Cinamomo)

El jardín trasero de la casa es un espacio con los dos extremos en lo que hace a su orientación. El lado derecho es la fachada norte de la casa por lo que recibe muy poco sol y eso si acaso en verano. El lado opuesto, con orientación sur está soleado todo el día y sobre él cultivo bastantes rosales. Necesitaba que este jardín lateral estuviera algo más sombreado en verano para proteger los rosales de las horas centrales del día pero que dejara pasar los rayos de sol en invierno y al inicio de la primavera. 

Fue difícil decidirse porque los árboles elegidos debían reunir varias características. No tener raíces invasivas, ser caducifolios, no tener un gran desarrollo ya que este jardín no es ancho, tener una bonita vegetación...y ya por pedir, que tuviera una floración aromática!
Yo no conocía este árbol. Descubrí un precioso ejemplar de Melia azedarach a principios de 2016. Estaba allí, al final de uno de los caminos de un vivero muy conocido de aquí de Madrid, 'Los Peñotes'. Me pareció precioso!! Desnudo de hojas y cuajado de pequeños frutos amarillentos colgando de sus ramas como diminutas manzanitas... 
Me informé sobre él y al comprobar que reunía los requisitos que yo pedía, quise comprar allí uno pero no me resultó fácil dar con un lugar dónde lo vendieran. Finalmente, en mayo de aquel año encontré uno y lo planté en mi jardín. Pregunté por su nombre común: Resultó ser cinamomo y también Árbol del Paraíso.
Es un árbol de crecimiento bastante rápido. Que no es exigente en lo que hace al suelo, que resiste bien cierto grado de falta de humedad en sus raíces, que no suele desarrollarse en nuestro clima mucho más allá de los 10/12 metros. Aquí os muestro mi pequeño arbolito al poco de plantarse. Apenas si se ven las ramillas que formaban entonces su diminuta copa!!

Y aquí lo tenéis tan solo un año después. Como veis desarrolla una frondosa y bonita copa con unas preciosas hojas.

Aunque la primavera pasada ya floreció lógicamente al ser todavía un arbolito poco desarrollado no llegó a producir una cantidad ingente de flores. A pesar de ello, las que se abrieron me parecen preciosas. De un color violeta muy bonito y de un aroma delicado y agradable que me encantó. Espero que aunque la copa vaya ganando en altura y por tanto la floración estará situada muy por encima de la cabeza al pasar bajo él, aún así se note su fragancia ya que son miles de flores las que llega a producir.

Y aquí lo tenéis a fecha de hoy. Se ha desarrollado ya una buena copa que mediante las podas precisas trataré de subir un poco para que el paso bajo ella sea cómodo. 

El año pasado puse a enraizar una de las ramas que emitió y tuve la suerte de que prendiera sin dificultad pero como no sé si fue el factor suerte el que me hizo tener éxito (ya crece en el seto sur) y quiero tener algún ejemplar más de este bonito árbol en mi jardín, decidí acodarlo.
He colgado ya cuatro artículos sobre los acodos en este blog. Traté en uno de ellos la forma de efectuar el acodo simple y en otro el acodo aéreo. Los otros dos los dediqué a la manera de independizar los dos acodos.
La información que os ofrezco en ellos no solo vale para rosales, es de aplicación a cualquier otra planta leñosa. Estos artículos tienen una información detallada sobre los acodos y podéis consultarla si tenéis curiosidad. Pero al ser los cuatro artículos sobre acodos practicados sobre estos arbustos, he querido mostraros hoy como el acodo también puede aplicarse en muchas plantas leñosas y constituye una fácil y estupenda forma de reproducir algunos árboles de nuestro jardín.
Ya sabéis que soy poco de esquejes, no porque no sean un estupendo sistema de reproducción, sencillamente es porque suelo olvidarme de regarlos y aunque a veces empiezan a prosperar, también me ha pasado que al poco, por olvidos en su hidratación, me han fracasado.
El acodo me parece un sistema de reproducción para jardineros "olvidadizos del riego" como yo jajajaja
Se trata de un sistema de reproducción vegetativo (el sexual es por semillas) con el que se obtiene un clon (duplicado exacto) del ejemplar del que se extrae.
Técnicamente no tiene complicación alguna. Sencillamente se trata de eliminar la corteza exterior de una pequeña porción de un tallo
Lo que queremos fomentar cuando practicamos un acodo es que esta zona a la que le extraemos la corteza, emita raicillas antes de llegar a independizar la rama de la planta madre
De esta manera, aunque al igual que los esquejes, hay que cuidar su hidratación el riego es mucho menos frecuente y la factor de las condiciones atmosféricas como la humedad que tanto interviene en los esquejes, aquí no tiene repercusión. 
Mientras las raíces se desarrollan, el agua y el alimento que nutre nuestra rama sigue viniendo de la planta madre y en tanto no lo independicemos, seguirá dependiendo y protegido por él.
Podéis creerlo. La mayoría de las veces tendréis éxito al reproducir vuestros ejemplares usando este sistema si seguís estos pocos pasos y, por supuesto, no se descuida la hidratación.
Podemos practicar esta forma de reproducción en primavera en los tallos ya maduros de la estación anterior o también a finales de verano usando ramas fuertes crecidas durante el mismo año.
Una vez se ha establecido el sistema radicular podremos "independizarlo" de ésta simplemente cortando por abajo la rama sobre la que practicamos el acodo. A partir de ahí constituirá un ejemplar individual.

Bien, vamos al acodo!! Tijeras de mano de podar y navaja de injertos como siempre, perfectamente limpias!!
Para empezar elegimos una rama fuerte, vigorosa, pero sobre todo sana!! En este caso yo he elegido dos, de manera que si tengo éxito tendré otros dos ejemplares de mi cinamomo.

Ahora viene un trabajo algo delicado pero no os preocupéis que no es imposible :) se trata de practicar tres cortes en la porción de la rama elegida. Como indica siguiente fotografía que aunque corresponde a los cortes practicados en un rosal vale igual para el acodo de cualquier otro arbusto o árbol.
Primero haremos un corte alrededor de toda la rama. Deberá no ser tan superficial que luego no podamos quitar la madera exterior pero tampoco tan profunda que seccionemos la rama y la rompamos.
A continuación volvemos a realizar el mismo tipo de corte pero unos centímetros más abajo.
Ya solo resta unir los dos cortes anteriores mediante una incisión recta.
Os aconsejo que si no lo habéis hecho nunca toméis antes un par de ramas y hagáis unas pruebas. No es cosa de estropear la rama elegida. No es que sea nada difícil pero es mejor practicar un poquito antes. Ya veréis como enseguida os familiarizaréis con la navaja (también vale un cutter si no tenéis navaja de injertar). Es cuestión solo de un poquito de práctica. Cuando hayáis hecho unos cuantos cortes y descortezado el fragmento hacerlo ya en la rama elegida.
El siguiente paso será empezar a levantar la corteza con mucho cuidado, para ello nos valdremos de la uña de la navaja. Primero metiendo la cuña en el corte vertical. Comprobaréis como la capa exterior de la rama se levanta con toda facilidad. Despacito. Con cuidado...seguimos presionando levemente con la uña de la navaja hasta ir "pelando" del todo el punto del acodo.

Así hasta que la capa externa se separa totalmente de la rama.
Es el momento de humedecer el acodo muy ligeramente con agua. A continuación espolvorearemos esta zona con hormonas de enraizamiento en polvo y eliminaremos el sobrante.

Debemos insistir en un aspecto importante: Debemos limitarnos a retirar la capa externa únicamente y llevar buen cuidado de no eliminar la capa llamada Cambium. Esta capa es capaz de emitir raíces. Si llegamos a eliminarla nos quedaremos con una porción de tallo con el xilema a la vista y debemos saber que éste no emitirá raíces.
Si queréis ver qué ocurre cuando eliminamos el cambium visitad el artículo publicado en noviembre y en el que explicamos las razones por las que en alguna ocasión puede fracasar un acodo aéreo precisamente por eliminar el cambium.
Qué sustrato o material usamos para envolver la zona del acodo?
Lo idóneo es el musgo húmedo pero también nos va a funcionar utilizar un sustrato muy ligero dónde las raicillas no tenga problema de crecer y que retenga la humedad. No nos valdría un sustrato que se compacte, que se encharque o que no drene perfectamente. Cualquier sustrato de jardinería al que incorporemos algo de perlita o materia orgánica como humus, madera muy triturada o turba puede valernos.
Si tenemos musgo, pues estupendo...si no, el sustrato que tengamos pero que retenga lo más posible la humedad. Una mezcla de turba, fibra de coco y un puñado de vermiculita puede que constituya una buena mezcla que mantendrá la humedad durante bastante tiempo.

Bien, el siguiente factor en el que debemos pensar es cómo cubriremos nuestro acodo. Pensemos que deberemos protegerlo tanto de la luz como de la deshidratación lo más posible.
Aunque tradicionalmente los acodos suelen envolverse simplemente en plástico, a mí me resulta mucho más fácil que estén "metidos" en algún tipo de contenedor. Esta pequeña macetita de fibra de coco me parece idónea.

He practicado un pequeño orificio en su base para meter a través de él la rama acodada. La he situado a una altura en la rama que permita que la zona descortezada quede en el medio.

A continuación y para facilitar el relleno del contenedor, la he envuelto con plástico de cocina transparente y que he sujetado a la base del contenedor con una brida.

A partir de aquí simplemente es cuestión de ir metiendo el musgo húmedo en el contenedor haciendo cierta presión con los dedos para que toda la zona de la rama a la que le hemos retirado la corteza exterior esté en contacto con él.

Ya lo tenemos!! Ahora tenemos que cerrar el plástico por arriba. Con el mismo sistema, una brida.

Otra condición imprescindible es que se prive a la porción de tallo que acodamos de luz. Esto fomentará que broten raíces. Para ello de nuevo envolvemos el conjunto esta vez con un plástico negro que ajustamos tanto en su parte inferior como superior con bridas.

El siguiente aspecto importante: Facilitar el mantenimiento de la hidratación.
A partir de aquí es cuestión de esperar unos meses hidratando de vez en cuando el acodo para que el sustrato o el musgo que hemos utilizado no llegue a secarse nunca. Hay que pensar que al estar envuelto todo el conjunto en plástico, el nivel de evaporación es bajo y nos dará muchos problemas que cuando reproducimos por esquejes. Aún así, es preciso hidratarlo de vez en cuando y no podemos olvidarnos de él totalmente.
Desenvolver todo el conjunto cada vez que queremos hidratar sería tedioso, hay que buscar algún sistema que facilite las cosas. 
Para mantener un buen nivel de hidratación podemos utilizar simplemente una jeringuilla de las de tamaño grande que se venden en farmacias.

Como no sé si me ausentaré unos días en los meses próximos se me ha ocurrido dejar "clavado" en la parte superior del acodo una simple pieza de unión de tuberías de riego por goteo.
Si se da el caso de que no esté durante un tiempo en casa, dirigiré hasta ahí un gotero y tendré solucionado el asunto de la hidratación incluso en mi ausencia.

Esta será breve si es que se produce, de manera que como el riego no se efectuará por esa época todos los días, no pasará nada porque el acodo reciba algo más de húmeda de la cuenta. En realidad he observado antes de dejar esta pieza, que el agua "sobrante" escurre fácilmente por la parte inferior del envoltorio ya que las bridas no las he ajustado apretadas para no dañar la rama.

El secreto para tener éxito con los acodos no es más que asegurar la hidratación en todo momento y hacer las hendiduras que permitirán retirar la corteza exterior a la profundidad correcta. NO hay más!!
Quiero insistir en que al descortezar el pequeño fragmento de rama se haga con cuidado. Si al hacer los cortes apretamos en exceso con la navaja la capa que retiraremos será demasiado gruesa y "nos llevaremos" con ella la capa que tiene posibilidad de emitir raíces: el cambium. De manera que vayamos con cuidado en este proceso si queremos tener éxito con nuestro acodo.
Esta fotografía creo que muestra claramente las capas de las que se componen las plantas leñosas y con sus anotaciones entenderemos sin dificultad esto que os comento. Ofrezco este enlace para los que queráis ver algunas fotografías en las que no se ha tenido éxito con un acodo en el caso de un rosal: Independizar un acodo aéreo en un rosal. Por qué en ocasiones los acodos fracasan.
Como habéis podido ver, es un sistema sumamente fácil de aumentar nuestras existencia de algunas plantas. Ahora a esperar un tiempito. Cada planta tiene su ritmo de emitir raíces y no sé con exactitud cuando estará listo el acodo para independizarlo. Dentro de un par de meses abriré la parte superior de los dos plásticos y miraré qué tal va la emisión de raicillas.

Por cierto, sé que algunos os preguntaréis qué pinta esa pelota de tenis en la parte superior del tutor que mantienen vertical el tronco del árbol y que impide que el viento lo tumbe cuando sopla. El tutor como veis es bastante grueso y el borde superior vi que dañaba al rozar sobre el tronco. Se me ocurrió que la pelota podría protegerlo de estas heridas. Así de fácil!! jejeje
Buen lunes, queridos amigos jardineros!! ;)

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