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Salvia officinalis. Tutorial poda para retrasar su envejecimiento

Los jardineros estamos disfrutando del jardín de lo lindo. Llevamos desde mayo con el jardín lleno de flores que son una delicia pero en este momento, ya en junio, muchas de estos arbustos y vivaces están llegando al final de su tiempo de floración. 
Concluida esta floración es el momento adecuado para podarlos. Es el caso de Salvia officinalis. Un arbusto perennifolio que posee gran cantidad de aceites esenciales que la convierten en muy aromática y que puede resistir ciertos grados de heladas si no son muy profundas ni persistentes. En mi clima, en la Sierra de Madrid, lo soporta perfectamente.


Al igual que le ocurre a Lavanda, (podéis consultar su poda pinchando en el enlace) son arbustos que tienden a lignificarse y a envejecer en pocos años. Los troncos de la base tienden a lignificarse y tornarse resecos, la parte baja de las plantas se despuebla apareciendo los tallos desnudos y dando un aspecto bastante feo a la planta. De ahí que todo lo que podamos hacer con la poda sea retardar este envejecimiento pero conscientes de que en unos años tendremos que ir renovando las plantaciones si el aspecto que va adquiriendo los arbustos con el paso del tiempo no es de nuestro agrado.


Son pequeños arbustos que pueden alcanzar el metro de altura y cuyo cultivo no ofrece dificultades. Se conforman con cualquier terreno por pobre que sea. Incluso crecen mejor en suelos arenosos. Lo que no soportan son los encharcamientos y la falta de sol.
Salvia officinalis florecerá mejor cuántas más horas de sol tenga y siempre que no se la riegue en exceso. Aquí podéis ver estas salvias recién plantadas a mitad de junio de 2015.
En otoño de 2014 había preparado toda la zona de plantación que sería el seto sur. Se trataban de un seto mixto formado por muchos arbustos que precisarían su tiempo para crecer y que la zona se viera con vegetación. 

Mientras esto ocurría consideré que sería buena cosa poner algunas salvias entre las plantaciones. Son arbustos de rápido crecimiento y en junio del año pasado planté algunas salvias entre las plantaciones existentes que en poco tiempo me llenaría espacios entre arbustos.
Este es el bonito aspecto que han tenido este mayo. Con sus largas espigas llenas de delicadas flores azul violáceo. Me encantan!! Son de esas plantas que no requieren prácticamente cuidados y que a cambio te ofrecen todo el año un aspecto precioso y en flor ya, no digamos!!


Este es el primer año que florecen en realidad. El verano pasado eran tan chiquitas que prácticamente o se aprecio demasiado color en la zona. Así que durante unos años más, si pongo especial cuidado en la poda podré mantenerlas sin envejecer en exceso y disfrutaré durante un tiempo al menos de estos preciosos arbustos. Y bueno cuando pase tiempo y terminen por envejecer...bueno, pues teniendo en cuenta el costo que suelen tener (son realmente baratas para las alegrías que proporcionan) pues las renovaré y comenzaremos de nuevo :)
Bueno, vamos a la tarea de podar una de estas salvias!! Como siempre, a riesgo de resultar pesada por repetirme ajajjaa materiales preparados?: Como son plantas jóvenes la madera aún no está muy lignificada y los tallos no son muy gruesos, de manera que con unas tijeras de podar podremos afrontar este trabajo. Ya sabemos...limpias!! Manguera, rastrillo, guantes, material para acolchar y un buen abono orgánico...todo listo? Pues venga!!
También como siempre antes de podar, observemos el arbusto antes de comenzar a trabajar. Qué tenemos? Es un arbusto joven, cuyas espigas florales ya han abierto todas sus flores. No parece que esté descompensado en su crecimiento si no que este se presenta bastante redondeado. Tiene tras él un exquisito rosal Rosa 'Mme. Isaac Pereire' que pretendo guiar sobre los herrajes del pozo. También por detrás algo a la derecha hay un Cotoneaster lacteus y otras plantaciones que no deseo que se invadan con estas salvias y que por tanto hay que contener su crecimiento.

Las salvias forman varios tallos desde el suelo que brotan desde la zona central y se dirigen hacia el exterior del arbusto. De estos tallos que son la estructura permanente de la planta, brotan ramillas que en su final forman las espigas que tendrán las flores

Si solo se poda superficialmente provocaremos que las ramificaciones se forme a mucha altura con lo que el arbusto ganará en diámetro rápidamente y ocupará quizás una zona que no le está asignada.



Me conviene por tanto apurar en esta poda y cortar bastante cortos todas estas ramas laterales que han portado la floración. 
Al igual que en la lavanda, hay que llevar cuidado de dejar algo de madera joven y no apurar tanto que lleguemos a dejar solo ramas viejas. No es el caso, vemos aquí que hay muchos brotes ya inciados y que nacen en la zona de la base del arbusto. De ellos saldrán nuevas ramas jóvenes y algunas de ellas podrán sustituir a las más viejas en próximas podas. Así se mantendrá el arbusto sin envejecer más tiempo.


Así pues cortamos bastante cortas todas las ramas laterales de cada una de las principales que salen del suelo. 


Aquí tenemos la Salvia con este trabajo hecho.

Ahora una vez recortadas todas sus ramas y despejado el arbusto vemos mejor si hay alguna ramita muerta, enferma, que crezca hacia el interior del arbusto o que sobre. Sería el momento de eliminarlas.

Es un arbusto bastante denso cuyo interior permanece en oscuridad y provoca que las hojas del interior vayan muriendo. Observemos el interior del arbusto tiene las ramas principales llenas de hojas secas colgando todavía del tallo. Todas estas ramas hay que limpiarlas de hojas secas. Por cierto, ajjaja me resulta imposible hacer este trabajo con guantes así que a mano desnuda!!

Igualmente pasa con el suelo que hay en la base de la planta. Han caído flores secas, ramillas y distinto material muerto. Dejarlo así se convertiría en un foco de parásitos y de enfermedades. Limpiemos con el ratrillo escrupulosamente el suelo y dejemos la zona bien despejada.



Voy a abonar luego, así que antes le daré un buen riego en profundidad. Recordemos que siempre que fertilicemos el suelo debe estar bien húmedo para evitar quemar las raíces de las plantas. 

Quiero mostraros algo muy a tener en cuenta: Los tallos principales, con el peso de la vegetación bajan a veces hasta tocar el suelo. Cuando esto ocurre, sus ramas tienen la capacidad de emitir pequeñas raicillas que harán que el arbusto vaya creciendo cada vez más hacia los lados.
Yo no quiero que la zona se llene de salvias, pretendo que el resto e arbustos sigan teniendo su espacio y que estas salvias conserven su diámetro sin crecer en exceso.

Por eso para evitar que las ramas toquen el suelo y con sus raíces vayan extendiéndose cada vez más voy a poner debajo el nacimiento de estas ramas principales unas piedras que las levanten y solucionen este problema. Así quedarán elevadas y en lugar de brotar hacia los lados lo harán más hacia arriba.

A partir de ahora y hasta que lleguen los fríos estas salvias tendrán que seguir creciendo. Un buen abonado a base de fertilizantes orgánicos les irá de maravilla.

Como estoy abonando los rosales tras su primera floración he aprovechado la mezcla de fertilizantes orgánicos que utilizo para los rosales. Por cierto, puse un artículo con la receta que uso por si alguien está interesado.

Ya casi terminamos!! Las salvias requieren muy pocos riegos pero si las cultivamos con un buen acolchado casi que solo precisan un riego de vez en cuando. Y ello hasta que se llegan a asentar. Después casi que se las apañan ellas solitas.
Así que repuesto el acolchado con material nuevo y con un buen riego tras el abonado, estas salvias están listas para pasar el verano y el otoño creciendo. Ahora se ven despobladas y feas pero de los brotes que ya tienen en pocas semanas saldrán ramas que volverán a cubrir la estructura del arbusto.

Espero que la próxima primavera florezcan aún mejor que lo han hecho esta primavera y acompañen con sus preciosas flores las rosas y demás arbustos que hay en este seto.
Yo he puesto de mi parte lo que he podido. Tendrán que ser agradecidas conmigo. No? jejeje
Actualizo este artículo con una fotografía tomada justo once días tras efectuar la poda. Podemos ver cómo la salvia está totalmente brotada. De estos brotes durante el verano y el otoño surgirán las nuevas ramas que volverán a cubrir el arbusto rápidamente.

Tardío este año, pero llegó el tiempo de los lilos!!

El año pasado a mediados de abril ya estaban en flor los lilos. La floración de la temporada pasada siendo como fue preciosa, no supera la de este año. Este año están que se salen!!

Normal. Han pasado del descuido total durante años y años a llevar ya dos añitos con buen riego, con nutrientes, con acolchados, practicándoles limpiezas de ramas muertas y de flores pasadas.


Mis lilos son agradecidos. Son viejecitos y están mal formados pero se les perdona con esta explosión de malvas, de algún blanco, pero sobretodo de delicados tonos malva.



Me asombra el contraste entre la rigidez y lo lignificado del interior del arbusto con la blandura de sus ramas. Ese arqueo producido por el peso de las panículas.
Los otros lilos, los que tengo al final del jardín junto a las escaleras de piedra este año apenas han dado flor. Se trasladaron el año pasado y han sufrido con el trasplante así que habrá que esperar a que se vuelvan a asentar bien para que de nuevo broten sus yemas de flor.
Pero éste, el lilo más grande que tengo en el jardín, parece que este año quiere compensar las otras ausencias. Tendré que hacerle sin falta una buena limpieza tras la floración a riesgo de que el año que viene se vea menos florido. Pero es imprescindible rejuvenecerlo. De todos modos me gusta su aspecto anciano. La corteza de sus troncos llenas de líquenes que demuestran que ya no es un chaval. 

No puede estar más cuajadito de flores!! Esta mañana, justo antes de colgar este artículo mi lilo se vencía bajo el peso de las flores cargadas de agua por la lluvia de esta noche y el aroma fresco y limpio, la visión de las gotas de agua chorreando de racimo en racimo, las hojas sobre las que se estaban depositados diminutos charcos de agua...tanto contraste de texturas y de colores. Lo reconozco!! Me abruma a veces tantas sensaciones ajjajaja 

Tenía pensado cuando planté la Robinia speudoacacia ponerla un poco más allá pero decidí formar una pareja de hecho con este lilo precisamente porque me encanta el contraste entre los dos tonos de las hojas. La robinia de un verde claro jugoso, Syringa vulgaris en tonos más azulados.
Este lilo crece a los pies de una de las terrazas del jardín delantero. A la misma altura que la joven Robinia. 
Mi viejo lilo sirvió de cobijo a un precioso Rosa 'Golden Celebration' que me traje del otro jardín y que estuvo a punto de morir por el trasplante porque fui incapaz de sacarlo del suelo con suficientes raíces. Pero se recuperó. Vaya que si se recuperó!! Este año junto a los pies del lilo emergen un montón de ramas del rosal que me preocupé de plantar bastante hundido su punto de injerto precisamente para eso, para que salieran muchos tallos del suelo y formara con el tiempo una mata más ancha que alta. 
La robinia y las ramas del lilo protegerán este rosal de las temperaturas tórridas del verano y aquí, las rosas de Golden Celebration pueden durar algo más. Es un rosal tan absolutamente hermoso pero de rosa tan delicada!! Tardé en encontrarle un buen lugar pero creo que este, cobijado un poco entre la exuberancia de sus compañeros, será un perfecto sitio para él.
Me encanta venir desde abajo del jardín y ver esta parte baja de la terraza. No es desde dónde el lilo se ve más bonito pero las piedras de la terraza, las ramas colgantes del celindo conforman un espacio umbrío y fresco a los pies de los arbustos. Un pequeño espacio tapizado de un acolchado de madera troceada que aloja alguna mata de narcisos....me parece hermoso!! :)
Está exuberante este rincón!! Es un espacio justo frente a la puerta de casa. Lo primero que uno ve al salir al jardín, así que era cuestión de pensar muy bien qué se plantaba en él.  Conservé un viejo Celindo (Philadelphus) del que no sé la variedad. Pero le hice una rigurosa limpieza para rejuvenecerlo en su totalidad y aunque el año pasado se puso precioso de flores este año no quiero pensar qué será cuando florezca!! Está inmenso. A rebosar de ramas cuajadas de capullos que en breve abrirán llenando el arbusto de "mariposas" blancas y deliciosa aroma. Tengo otro celindo de crecimiento muy distinto. Tipo arbolito cuya estructura me gusta más aún. 
Y cerca, ya sobre la terraza superior otro rosal!! Rosa 'Sally Holmes' de preciosas, sencillas y grandes rosas blancas.
Aunque tardíos porque los puse en tierra a destiempo, los narcisos abren ahora y salpican de un vibrante amarillo los pies de un Pyrus calleryana 'Chanticleer' que me hace morir de impaciencia por ver sus yemas que aún no abrieron del todo. Tengo cierto temor porque es un árbol que planté el otoño pasado y que aún no ha llegado a brotar nunca en mi jardín. Espero con algo de ansiedad llegar a ver abrir sus hojas!!

No hago más que pasar por esta zona estos días. Cuánto disfruto admirando la infinita gama de colores de la vegetación. Las distintas texturas, las distintas caídas de las ramas. Entre las de la Robinia emergen las panículas violetas de las lilas que entremezclan sus hojas casi acorazonadas con sus vecinas, tan distintas en todo...forman para mi gusto una mezcla deliciosa.
Las necesidades de cultivo y poda las podéis consultar si os interesa en este artículo en el que escribí largo y tendido sobre los lilos: Syriga vulgaris, ese dulce aroma de primavera. Hoy prefería hablaros de los lilos desde otro punto de vista. Más en relación con las plantaciones que lo rodean. Feliz fin de semana, amigos.  :)

Cómo podar rosales: consejos generales

El otro día hablábamos sobre la conveniencia de no mitificar el asunto de las podas. Y es así, pensemos que lo hagamos bien o mal es difícil que causemos daños irreparables a nuestros rosales. Leer manuales sobre poda, consultar páginas web especializadas, evidentemente nos va a ayudar pero en última instancia, será con nuestra propia experiencia con la que aprendamos realmente a podar. 
Con el tiempo comprobaremos que estos sencillos consejos que damos en algunos blogs o que vemos en libros, etc, no dejan de ser de pura lógica, técnicas en definitiva que se aplican teniendo en cuenta de qué forma crecen nuestros rosales.
No obstante unas nociones generales sobre poda parece conveniente tener y para quienes comienzan puede servir de cierta ayuda su lectura. No es la pretensión de este artículo tratar de forma pormenorizada las diferentes podas que se deberían aplicar dependiendo de la variedad de los rosales de nuestro jardín. 
Más bien es dar una idea general que nos permita tener unas nociones sobre la poda de rosales y que sean de aplicación con independencia de las variedades. Así mismo nos parece importante ampliar un poco la idea que solemos tener de poda y que suele reducirse a la que en nuestros climas se practica al final del invierno o inicios de la primavera.

Pero antes de empezar parece lógico que sepamos por qué es conveniente podar. No? :)
  • ¿Por qué o para qué podar los rosales? 
Empecemos por aclarar algo.No siempre es necesario podar. Más incluso, hay quienes preferimos no podar las primeras temporadas tras la plantación de los rosales. Y sólo pasado un tiempo, cuando el rosal se esté desarrollando un poco a su "aire" empezar a conformarlo y a aplicar un poco de poda.
Pero tarde o temprano la poda será necesaria si queremos que el rosal se mantenga sano y crezca de manera adecuada. No podar conduce a la larga a ejemplares enmarañados, con crecimientos desorbitados mucho más allá de la zona que se les tiene asignada y propensos a plagas y enfermedades que terminarán por menguar su salud y la vida del rosal al final.
La poda ayuda a mantener la salud del rosal porque permite formar un arbusto sin congestiones de ramas en su centro. Esto permite que el aire circule por dentro. Un rosal demasiado poblado de ramas en su interior es un rosal con una ventilación e iluminación deficientes. La lluvia o la propia humedad atmosférica permanecerán sobre sus hojas y ramas demasiado tiempo favoreciendo con ello las enfermedades fúngicas y el desarrollo de plagas.
No siempre se cuenta con el espacio para que un rosal se desarrolle todo lo que puede desarrollarse. La poda ayuda a contener este crecimiento y a conducirlo a veces como el caso de los trepadores que crecen sobre pérgolas, arcos o celosías. "Pero además aunque contenemos con mucho espacio para su desarrollo quizás deseamos acotarlo o modificar su crecimiento. 
La eliminación de ramas muertas, enfermas, débiles o demasiado viejas e improductivas permite que el rosal se regenere emitiendo nuevas ramas sanas y vigorosas que sustituyan las que vamos eliminando paulatinamente en la poda de cada temporada. 
Una poda adecuada ayuda y fomenta las floraciones e incluso en algunos casos puede condicionar el tamaño de las rosas según se pode más o menos severamente.
En climas suaves, la poda y tras ella el defoliado de las hojas que queden una vez se han cortado las ramas, ayuda a que el rosal entre en una especie de "latencia" que aunque breve es muy beneficiosa.
  • Antes de comenzar a podar: El equipo. 
Conviene revisar nuestras herramientas y comprobar si contamos con las precisas. No hace demasiado colgamos un artículo que trata con bastante detalle todo lo referente al equipamiento, útiles y herramientas para la poda de nuestros rosales. Unas buenas tijeras afiladas y limpias, unos guantes adecuados son siempre imprescindibles!!
  • ¿Cuándo podar? 
Generalmente será al final del invierno el momento mejor para realizar estas tareas.
Pero esto, como casi todo en jardinería, no es más que una afirmación general que tiene sus excepciones. Los rosales de una sola floración es mejor podarlos justo cuándo esta termina. Y en los climas extremadamente fríos, con heladas muy, muy profundas, es conveniente aplazar un poco la poda y hacerla ya comenzada la primavera. Colgué no hace mucho un artículo sobre cómo elegir el momento para la poda de nuestros rosales
  • La poda de los rosales por estaciones.
Aclaremos algo, cuando pensamos en poda tendemos equivocadamente a pensar exclusivamente en la que practicamos en climas como los nuestros al final del invierno o comienzos de primavera. pero hay otras prácticas que también pueden considerarse podas y que se realizan a lo largo del año, todas ellas encaminadas a lograr una mejor salud del rosal. Añadamos también que cualquier trabajo de limpieza, poda o recorte se hace siempre teniendo en cuenta como crecen los rosales. De ahí que la altura de los cortes, su inclinación, el tipo de madera que se elimina, etc. se deban hacer de la forma y en los puntos adecuados teniendo en cuenta siempre el modo que tiene de crecer el rosal.
Verano: Lo que se conoce con el término inglés como "Deadheading" no deja de ser otro tipo de poda. Consiste en la eliminación de las flores marchitas con el fin de evitar que el rosal dedique su energía a la formación de semillas si la rosa es polinizada. De este modo fomentamos nuevas floraciones ya que la planta en su afán de perpetuación será más fácil que vuelva a florecer (está claro que esto no ocurrirá en los rosales no reflorecientes) La limpieza de las rosas tan pronto se ajen permite al rosal reconducir su energías a la emisión de nuevas floraciones y no a la formación de semillas.
Evidentemente esta limpieza de flores marchitas deberá practicarse a rosales de los que se esperan nuevas floraciones y podrá realizarse durante toda la temporada hasta que esté próximo el momento de entrar en parada vegetativa.
Como regla general y para producir un nuevo rebrote, las flores marchitas no deberán cortarse por encima de una hoja inmadura (tres folíolos) si no que el corte se practicará por encima de la primera hoja completa de cinco o siete folíolos que mire hacia fuera del arbusto (El número de folíolos de las hojas maduras depende del tipo de rosal. Las de tres siempre son inmaduras).
Tras la floración, además de eliminar las flores pasadas es muy habitual realizar una poda ligera de verano o de mantenimiento. Para no alargar en exceso este artículo postergamos hablar de ella para hacerlo en un artículo aparte que intentaremos publicar más adelante.
Digamos de momento únicamente sobre esta poda que en rosales con flores de gran peso hay que tener presente que si los cortes los practicamos demasiado arriba de la rama, el brote que se producirá no será vigoroso, doblándose finalmente por el peso de las rosas en su extremo al no tener fuerza para sustentarlo.
El final del otoño o ya comenzado el invierno también es un momento adecuado para cortar las ramas excesivamente largas de los trepadores para evitarnos disgustos cuando en invierno se producen los temporales y el viento y la nieve pueden con su fuerza y su peso quebrar algunas ramas. Es el momento de sujetar firmemente estos rosales a las estructuras sobre las que crecen (celosías, pérgolas, arcos, etc)
Estos movimientos bruscos de las ramas largas que se producen en días muy ventosos pueden desestabilizar el rosal moviéndolo desde su base y aflojando con este movimiento las raíces que lo unen al suelo produciéndose a veces una gran desestabilización del arbusto.
A pesar de lo dicho sobre la limpieza de las flores marchitas, cuando llega el final del otoño y tratándose de rosales que producen hermosos escaramujos debemos tener presente que si en nuestro afán de mantener "acicalados" los rosales,  eliminamos estas últimas rosas estaremos eliminando con ellas la posibilidad de disfrutar también de los bonitos escaramujos.
Conviene permitir que el rosal cierre su ciclo natural posibilitándole la formación de escaramujos. En general, no deberíamos eliminar la última tanda de flores que se producen en la temporada. Permitiendo que el rosal forme semillas y escaramujos estaremos ayudándole a entrar en parada vegetativa y con ellos a un descansos que le resultarán muy beneficiosos. Seguir cortando las flores pasadas es animar a los rosales a que sigan intentando aquello para lo que están preparados genéticamente: para perpetuarse y por tanto a seguir emitiendo brotes y flores con el anhelo de formar semillas. Estos rebrotes en un momento del año en el que hay peligros ya de heladas puede ser muy perjudicial para los rosales. 
Momento de plantación: Como sabemos es el final del otoño o comienzos de invierno cuando suelen llegar nuestros rosales a raíz desnuda. Antes de plantarlos conviene hacer un ligero recorte de raíces, con ello fomentaremos que broten nuevas raicillas que ayudarán a que el rosal arraigue.
De igual modo deberían eliminarse antes de su plantación cualquier rama excesivamente débil y delgada, enferma o muerta e incluso acortar muy ligeramente las ramas principales para fomentar el surgimiento de brotes vigorosos.
Final del invierno: 
Tras las primeras temporadas de crecimiento y una vez el rosal ya está asentado se realizan las primeras podas invernales que son las de formación del arbusto
Antes de que comience de nuevo la actividad vegetativa con fuerza y siempre tras haber pasado el riesgo de heladas fuertes. Se trata de recortes que mantendrán el rosal con una estructura joven eliminando madera muerta o demasiado lignificada para seguir siendo productiva, ramas enfermas, etc. Es una poda que ayudará en algunos casos a limitar de alguna manera el tamaño del rosal y a conformar su estructura de manera que la parte interior del arbusto tenga una ventilación adecuada para no enfermar. Será más o menos intensa dependiendo de las variedades de rosales y del espacio que disponemos para el rosal en cuestión e incluso de nuestros gustos particulares.
  • Veamos a continuación algunas directrices generales sobre la poda de rosales que pueden aplicarse a cualquier rosal con independencia de la variedad o grupo al que pertenezcan
Como decíamos más arriba cualquier corte que practiquemos debe ser teniendo en cuenta como crecen los rosales.
No he tenido de momento en mi jardín problemas de barrenadores en los rosales así que no suelo aplicar sobre los cortes ningún tipo de producto. No obstante quienes tengan peligro de este tipo de plagas pueden poner sobre los cortes de ramas de cierto calibre productos cicatrizantes específico.
Debemos decir que hemos visto como muchos jardineros aplican cola blanca sobre ellos. Sinceramente, yo no puedo asegurar la conveniencia de su uso porque no he usado este producto pero por la frecuencia con la que hemos leído sobre el tema parece que no va mal este producto barato y de fácil aplicación.
*Recordemos aquí un tema importante. La capacidad que tienen los rosales de emitir nuevas ramas incluso en la madera vieja. Esta capacidad facilita muchísimo que podamos mantener arbustos jóvenes. 
Las yemas que existen a lo largo de una rama ya vieja están latentes y apenas son perceptibles, pero si cortamos por encima de ellas eliminando buena parte de esta rama vieja, fomentaremos la activación de estas yemas latentes y con ello la emisión de una nueva rama vigorosa, joven y productiva.
A pesar de que a veces resulta difícil llegar a ver las yemas latentes si nos fijamos bien, las hojas dejan una cicatriz en forma de media luna bajo las yemas. Es sobre estas yemas latentes sobre las que, si llega el caso, podemos cortar eliminando así las partes excesivamente viejas del rosal permitiendo el rejuvenecimiento del rosal.

Cortes por encima de una yema que crezca hacia fuera del arbusto. Nunca hacia dentro. Esta de la siguiente fotografía es una buena yema. 
En este corte, la yema que tomará más fuerza será la que se encuentre inmediatamente por debajo de la sección. El predominio apical hace que la yema que tiene el "liderazgo" en la rama sea la situada en el extremo final. Cortando las ramas, es decir, podándolas, favorecemos, sí, esta yema cercana al corte como decíamos pero también propiciaremos el desarrollo de algunas de las que se encuentran por debajo. 

* Corte en dirección contraria a la yema y a aproximadamente 0,5 cm. sobre ella. Sin obsesiones y sin ir con una regla para medir eh!! jejejje Los cortes deberían hacerse inclinados en dirección contraria a la yema para evitar acumulaciones de agua y por tanto de zonas propensas a hongos e insectos en el punto en que está la yema. En lo que hace a la distancia: ni muy próximo a la yema evitando el peligro de dañar al cortar; ni demasiado alejado para que no se formen los tocones de los que hablaremos a continuación.

* Eliminación de chupones.  Cuando lo que cultivamos en nuestro jardín son rosales injertados puede darse el caso que desde el portainjertos broten ramas que aparecen por encima del nivel del suelo. Generalmente se distinguen de las ramas emitidas por la variedad del rosal. Muchos portainjertos emiten ramas con foliolos de color mucho más claro, con hojas más pequeñas, etc.
Estos chupones no debemos cortarlos a nivel del suelo puesto que con ello lo que haremos es favorecer que rebroten más. Por el contrario deberemos retirar todo el suelo que los rodea hasta llegar al punto del injerto desde el que brotan y desde ahí, arrancarlos literalmente, tirando con fuerza. Cuesta un poco, pero salen al final!!
* Eliminación de tocones. Toda la parte de una rama desde la última yema hasta su extremo tarde o temprano morirá porque la savia no llegará más arriba de la yema. Por tanto si en podas anteriores hemos dejado tocones sin cortar, aunque no estén muertos, convendría eliminarlos. 

 

Eliminación de madera muerta.


Eliminación de ramas dañadas y/o enfermas. La madera con heridas, golpes, rasgaduras es una puerta abierta a plagas y enfermedades, de ahí la conveniencia de eliminarla. Igualmente una rama enferma provocará mayor facilidad para su propagación.

 

Eliminación de ramas débiles y poco vigorosas.

* Eliminaremos las ramas que crecen hacia el interior del arbusto.

* Las que crecen cruzadas ya que los aguijones al rozar una rama contra otra terminan por dañarse. Igualmente eliminaremos o acortaremos las ramas que claramente desequilibren la estructura general del rosal. Así, ramas que sobresalgan demasiado o que crezcan en dirección a la que no nos convenga.
Eliminación de madera vieja y poco productiva. Cuando veamos que una de las ramas ya no produce rosas e incluso pocos brotes es el momento de eliminarla. Esta práctica nos ayudará a mantener arbustos jóvenes. No hay que tener miedo de eliminarlas!! Cortar una rama vieja por abajo, junto al suelo, fomenta el surgimiento de otras nuevas que la sustituirán y que producirán rosas en abundancia.

Tratar de mantener despejado el centro del arbusto para permitir una ventilación adecuada. Un centro con demasiadas ramas no permite que el aire circule entre ellas, de manera que la lluvia, el agua del riego o la humedad permanecen sobre las hojas demasiado tiempo, fomentando con ello como hemos repetido, enfermedades fúngicas y la proliferación de plagas. 
Fijaos en este centro, está lleno de ramas débil, surgen en exceso y una vez broten las hojas llenarán en exceso la base y el centro del rosal y el aire no podrá circular entre ellas.

Así pues, conviene eliminar algunas ramas sobrantes y dejar bien despejado el centro del rosal. Vemos a continuación dos fotografías con el antes y el después de la poda.


Aquí tenemos ya el rosal una vez se han eliminado los tocones,  la madera muerta, débil, cruzada, y se ha despejado el centro del arbusto.

* Voy a aconsejar algo a sabiendas de que no siempre es practicable: defoliar el rosal una vez podado. Sí, ya sé que hacerlo lleva su buen tiempo. Si, como es mi caso, tenemos en el jardín setenta y tantos rosales...la verdad, este año los he defoliado todos pero no tengo nada claro que una vez se hagan arbustos grandes esté en disposición de seguir haciéndolo. Pero en fin, aconsejar, siempre se debe aconsejar lo conveniente otro tema es que podamos llevarlo a término :) 
Las hojas viejas de la temporada anterior no aportan nada al rosal. Al contrario, se convierten en la guarida perfecta de plagas y hongos en distintos estados de desarrollo que favorecerán más adelante, cuando el rosal comienza a brotar que estas plagas y enfermedades hagan enfermar al rosal. 
Una limpieza escrupulosa de hojas y cualquier material de poda una vez terminemos el trabajo nos ahorrará problemas. Las hojas viejas, muchas veces enfermas o con larvas y hongos, los trozos de ramas enfermas, etc, son un poco de infección. Dejemos bien limpia el suelo que rodea la base de nuestros rosales!!

Una generosa capa de acolchado alrededor del suelo que rodea al rosal, a base de compost, corteza triturada o estiércol bien fermentado terminará por dejar nuestros rosales en perfecto estado para comenzar la nueva temporada.

  • Quiero por último hacer mención de algunos términos muy frecuentemente usados cuando se nos habla de las podas
* En muchos manuales y páginas web veremos que al hablar de la poda utilizan términos como "madera nueva" y "madera madura". Casi todos nosotros sabemos perfectamente diferenciarlas pero los jardineros nuevos en el cuidado de las rosas puede que tengan a veces alguna dificultad para ver las diferencias.
En la parte superior vemos una rama joven. Se trata de un vástago que brotó durante la última temporada. No tiene ramillas laterales, su exterior es de color verde, es una madera claramente joven y tierna. Incluso los aguijones que hay sobre ellas suelen verse tiernos, frecuentemente más rojos que cuando se trata de una rama vieja. Y si practicamos un corte y observamos su interior, el centro es esponjoso y blanco, rodeado de un círculo de color verde bajo la corteza.
Por el contrario, las ramas maduras tienen ramas laterales, su exterior se va lignificando con los años y ya no es de color uniformente liso y verde si no que presenta rayas, hendiduras y distintos tonos de marrones más oscuros. Sus aguijones vemos que han cambiado de color  y suelen presentarse como más grisáceos, oscuros y de material más seco. Su interior ya no es blanco y esponjoso si no que al igual que su exterior se va lignificando y endureciendo.
Estas ramas, pasadas algunas temporadas hay que eliminarlas porque según transcurre el tiempo cada vez producen menos flores. 

Tener claro cual es una rama madura (que es lo que se menciona normalmente como "rama principal" con sus ramas laterales ("Ramas secundarias") es importante en la poda de muchos rosales, sobretodo trepadores porque es en estas ramillas laterales dónde se producen las rosas.
Creo que estas dos imágenes puede ayudar. Primero vemos una rama madura, con sus ramas laterales. Estas son las que (siempre que no sean demasiado viejas y haya que eliminarlas) hay que recortar. 
En la siguiente foto se ve una rama principal con sus ramillas laterales ya podadas.

 

  • Y tras la poda. Qué?
Bien, tenemos podados ya nuestros rosales. Y ahora qué hacemos? Justo ahora, inmediatamente tras la poda y sin dar tiempo al desarrollo de insectos y hongos, es un buen momento para hacer la última aplicación de aceite mineral. Este tipo de productos actúa extendiéndose sobre el cuerpo del insecto tapando sus espiráculos (son las aberturas exteriores de las tráqueas de los insectos) o los estigmas de los ácaros y matándolos por asfixia.
Los aceites insecticidas actúan también sobre los huevos, las larvas y sobre los insectos en estado de hibernación. Son por tanto productos de actuación preventiva y que nos ayudarán a mitigar los efectos de las plagas sobre nuestras plantas cuando vuelvan a estar en actividad vegetativa.
Como ventajas sobre los insecticidas “normales” se puede mencionar: son su baja toxicidad para las personas y para el medio ambiente, el amplio abanico de insectos sobre los que actúan y que son efectivos sobre estados de los insectos que los otros insecticidas no lo son, por ejemplo sobre huevos y ninfas. La efectividad sobre fases hibernantes de los insectos es una gran ventaja de estos aceites.
* Ojo!! Si pensamos aplicar azufre a nuestros rosales o lo hemos aplicado recientemente, deberemos esperar entre 30/40 días desde la aplicación del aceite para aplicar el azufre y viceversa. Es importantísimo saber que azufre y aceite mineral son totalmente incompatibles!!
Aconsejo la lectura del artículo que el año pasado sobre el uso de este tipo de aceites

* También conviene hacer aplicaciones de fungicidas de contacto como preventivo de enfermedades fúngicas, éste es también el momento de hacerlo. En este caso, podemos mezclar el aceite y el cobre sin problema. 
Igualmente en este caso, recomendamos que antes de su aplicación nos informemos muy bien de su uso. Propondría la lectura del artículo sobre el uso de preparados a base de cobre y azufre que colgamos en diciembre de 2014

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* Hasta que los rosales no comienzan claramente a brotar no conviene proporcionarles abonos. Es mejor esperar tres o cuatro semanas para la aplicación de los fertilizantes. Trataremos del tema en posteriores artículos para quienes les interese este tema.
De momento esto es todo. Tenemos ya listos nuestros rosales para comenzar la temporada y darnos las ansiadas rosas!! :)

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...