Mostrando entradas con la etiqueta acodo simple. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta acodo simple. Mostrar todas las entradas

Independizar un acodo aéreo en un rosal. Por qué en ocasiones los acodos fracasan.

A principios de marzo de este año practicamos un acodo aéreo sobre un rosal
Hoy os muestro una serie de acodos aéreos independizados. Las fotografías me las ha cedido amablemente mi amigo Jorge Nogueras (Muchos de vosotros le conoceréis en la Red como Jorge Vie en Rose) que no es la primera vez que colabora con este blog aportando sus muchos conocimientos. La biología es su profesión y hace de ella una materia enormemente agradable de aprender atendiendo a sus amenas y claras explicaciones. Desde aquí le agradecemos el ofrecimiento generoso de sus explicativas imágenes y la explicación del proceso en el único caso que no prosperó el acodo.
Veamos primero nuevamente esta imagen. Nos servirá para saber exactamente qué hicimos en marzo y en la última parte de este artículo saber por qué los resultados de Jorge han sido positivos salvo en uno de los rosales. 

Aquí veis un par de rosales mientras se estaba desarrollando las raíces sobre los cortes practicados en sus ramas.


Han pasado bastantes meses. Dentro del contenedor que rodeaba la zona del tallo dónde nuestro amigo retiró la capa más externa de la rama, se han ido desarrollando envueltos en musgo, pequeñas raicillas 
El otoño es un buen momento para independizar la rama acodada del rosal padre porque ya no hace calor y la planta podrá seguir emitiendo raíces en el hoyo de plantación dónde lo metamos (o dentro del contenedor si no deseamos plantarlos todavía directamente en tierra).
Aquí tiene Jorge sus cuatro acodos independizados de los rosales padres dispuestos a ser plantados.


Veamos algo más en detalle los resultados: Comprobamos como entre el musgo hay pequeñas raicillas. Desarrolladas suficientemente permitirán  que las ramas de los rosales dónde se practicaron los acodos sean separadas del rosal del que proceden y serán capaces de suministrar el agua y los nutrientes que el rosal precise para seguir viviendo de forma autónoma.

El largo de los tallos desde el punto de acodo a su ápice era excesivo y con buen criterio ha cortado la parte superior de los mismos dejando solo unos centímetros de tallos antes de enmacetarlos.
Podría haber plantado estos acodos enraizados directamente en tierra pero Jorge ha preferido no hacerlo y los ha puesto en pequeños contenedores dónde seguirán desarrollando un buen cepellón antes de que en primavera los plante en el jardínen su lugar definitivo.

Debo decir que mi acodo aéreo como podréis ver en las imágenes de más abajo empezó a emitir raíces pero como sabéis quienes leéis este blog asiduamente, el accidente que sufrí ha impedido que me encargue de las tareas de mi jardín.
Pedir a mi madre en septiembre que regara un jardín tan grande como el mío ya me parecía demasiado trabajo. Pero invitarla a que jeringuilla en mano metiera los brazos entre las ramas de un rosal ya bien crecido en busca de una cajita de comida precocinada, diera con el orificio de entrada e inyectara el agua de la jeringuilla me parecía excesivo!! Así que sintiéndolo por mi amiga Isabel Rodríguez para quién en realidad hice el acodo, y ante la imposibilidad de seguir regándolo, desistí de tener buenos resultados con él y casi tenía la certeza de que las raíces morirían. Una lástima porque está claro que el acodo hubiera prosperado a poco que hubiera seguido regándolo y no las raíces emitidas no se hubieran secado. 
No estoy del todo segura pero creo  que estas raíces emitidas mientras se regó murieron cuando el sustrato que las rodeaban permaneció demasiado tiempo seco. En fin. Qué más quisiera yo que no haberme roto la pierna y haber continuar con su cuidado. La próxima temporada será querida Isabel! :)



Como este tipo de reproducción vegetativa es sumamente fácil de practicar he creído más aconsejable volver a acodar este rosal en primavera y no invertir tiempo y trabajo en seguir cuidando de un acodo que no estoy segura de que prosperara.
No obstante la facilidad de este sistema hay que tener buen cuidado de dos cosas para que lleguen a prosperar: mantener en todo momento la humedad del musgo o sustrato que rodee la zona del corte y tener cuidado al hacer el acodo de eliminar solo la capa más externa de la rama que utilicemos.
Según me ha dicho, Jorge practicó cinco acodos y sólo uno de ellos ha resultado fallido (una lástima porque precisamente se trata de un rosal antigua de su abuela al que él tiene muchísimo cariño).
Veamos el resultado con esta imagen en la que ha hecho algunas anotaciones que me parecen muy esclarecedoras:

Vamos a entender muy bien las razones del fracaso en este caso. Lo comprenderemos si tenemos en cuenta cual es la función y las capacidades de cada una de las capas que conforman una rama de rosal (o de cualquier arbusto o árbol)

Qué ha ocurrido para que no llegara a producir raíces este acodo? La razón ha sido tan simple como que al hacer el corte para retirar la capa externa de la rama el corte se hizo demasiado "hundido" y al tirar, junto con el floema salió también la capa que hubiera permitido la emisión de raíces, es decir, el cambium.
Comprobamos como en la fotografía anterior, las zonas señaladas en verde y dónde no llegó a retirarse del todo el cambium, aunque de modo muy incipiente se desarrolló sobre el callo alguna raicilla.
Por el contrario, la zona señalada en amarillo y dónde además del floema se elimitó también el cambium, el tallo quedó con el xilema a la vista y sin capacidad para emitir raíces.
Y esto es todo de momento, amigos. Espero que no paséis demasiado frío durante este fin de semana que pronostican de lo más desapacible. Aquí, en la Sierra de Madrid, con la nieve a unos metros como quién dice de mi jardín, estamos que nos pelamos de frío!! jejeje Muchas gracias por visitar este blog.
Quizás pueda interesaros los siguientes artículos:

Independizar un acodo simple del que hemos obtenido dos rosales.

Hola, amigos!! Toca plantar ya sin falta los rosales a raíz desnuda que están llegando estos días. Evidentemente yo no puedo hacerlo pero tengo la gran suerte de contar con la ayuda de alguien que entiende perfectamente bien mis instrucciones y que las va siguiendo al pie de la letra. 

Se hace raro jardinear solo mirando y dando instrucciones. ajjajajaj Pero bueno, eso es lo que toca y habrá que conformarse. Igualmente estoy disfrutando estos días porque al menos las zonas que desde mi silla de ruedas puedo llegar a ver del jardín siento que participo directamente en las labores. 
La plantación está resultando menos problemática de lo que creí en un principio. Me inquietaba bastante cómo indicar a la persona que me ayuda el lugar exacto dónde deseaba que plantase arbustos que tengo comprados y todavía enmacetados y los rosales a raíz desnuda.
Pero lo he resuelto fácilmente. Estos días he consultado dentro de las carpetas dónde guardo miles de fotografías de mi jardín y como no hay rincón de él que no esté plasmado en alguna de ellas no h asido difícil mostrarle la imagen pertinente a mi ayudante y que sí él supiera exactamente el sitio para plantar. 
No sé cómo lo hubiera hecho de no haber contado con tanta imagen!! No he tenido problema en elegir los lugares. Como siempre que tengo que elegir una ubicación consulto mis "fotografías de sombras" y así sé cuántas horas de sol recibe ese rincón durante el solsticio de verano.
Además de las plantaciones hoy tocaba independizar un acodo que practiqué en Rosa 'Guirnalde d´Amour' en marzo. No podía esperar más. Hice el acodo con la idea de que este otoño mi amiga Cruz Tolosa pudiera plantarlo en su jardín si llegaba a arraigar.
Si alguien tiene curiosidad por ver todo el tutorial de como practiqué este acodo simple puede consultarlo en el artículo que colgué en marzo pinchando AQUÍ.
Estoy exultante, no solo ha arraigado el acodo que hice para ella...si no que de este acodo han salido dos rosales!!! Fantástico, verdad? :)
Como véis en esta fotografía tomé una rama del rosal padre y la flexioné hacia el arriate que hay más elevado a la derecha hasta introducirlo por un agujero que practiqué en el lateral de un pequeño contenedor que hundí en la tierra del arriate.
Qué ha pasado? Creo que esta imagen explica muy bien como se han logrado los dos rosales: 
De una parte, del pequeño corte que practiqué bajo una yema de la rama metida en el contenedor han brotado las raíces correspondientes. Ya tenemos un rosal.
Y el otro? Muy fácil...la rama del rosal padre venía de la derecha y antes de llegar a meterse dentro del contenedor había unos centímetros de la misma que permanecieron hundidas bajo tierra. De una de esas yemas también han brotado raíces de tal manera que tenemos el segundo rosal.
Aunque hasta hoy no he independizado los dos rosales ya hace tiempo que sabía que habían arraigado dos. Por qué? Pues porque la ramita que inicialmente sobresalía del contenedor se había convertido en varios tallos con ramificaciones laterales incluso.
Del segundo rosal tenía grandes esperanza al observar que a unos centímetros del contenedor estaban brotando varios tallos largos y fuertes. Que había arraigado lo tenía segundo otro tema era qué cantidad de raíces había emitido y si serían suficientes como para plantarlo esta temporada directamente ya en tierra o habría que ponerlo provisionalmente en un contenedor a la esperar de que se fortaleciera.

Me creeis si os digo que estaba impaciente por afrontar esta labor hoy? jejejej Me hacía una ilusión tremenda que el rosal que quiero enviar a Cruz hubiera desarrollado un buen sistema radicular y así garantizar que cuando ella lo cultive en su jardín, con los cuidados de una buena jardinera como es Cruz, se convierta en un ejemplar hermoso que le proporcione muchas alegrías durante muchos años. Y ya para rizar el rizo, que el segundo rosal también contara con fuertes y abundantes raíces ...por pedir que no quede!!
Mejor imposible!!
Lo primero que hemos (ha, mi ayudante jejejje) hecho ha sido independizar el acodo del rosal padre y así poder manipular mejor.
A continuación y con sumo cuidado hemos (ha) ido escarbano la tierra de alrededor del contenedor para ver si se habían salido las raíces del mismo y aparecian en la tierra circundante. Exactamente eso ha pasado. Rapidamente hemos visto que sí, que las raíces del rosal de Cruz no estaban solo dentro de la pequeña macetita si no que se habían desarrollado ya fuera, en el sustrato del arriate.
Palpando con cuidado hemos cortado la rama justo unos centímetros antes de meterse en el contenedor. Así ambos acodos quedaban entre sí independientes. Con cuidado de no romper las raíces que sobresalían lo hemos extraído y este es el precioso ejemplar que tenemos. Las raíces han llenado el recipiente y se salían por los agujeros de drenaje. Buen síntoma e un estupendo desarrollo!!





Bonito. Verdad!! Este verano incluso echó alguna rosita. En esta foto pueden verse los escaramujos que han quedado de ella. Así que Cruz podrá disfrutar ya esta próxima temporada de sus preciosos racimos de rosas porque la inicial ramita ha desarrollado ramillas laterales sobre las que florecerá abundantemente.


Quedaba extraer el segundo rosal. Había que proceder con cuidado. En este caso no teníamos un contenedor que protegiera la mayor parte de raíces y no era cosa de romper las raicillas que permitirán que pueda absorber el agua y los nutrientes del suelo.


Lo ideal era lograr sacarlo con un pan de tierra lo más grande posible. Pero el asunto no estaba nada fácil. Este segundo rosal había desarrollado sus raíces por debajo del contenedor y el espcio para manipularlas no era grade. Casi ha quedado a raíz desnuda pero no importa!! He visto qué potentes y abundantes raíces había desarrollado y lo cierto es que estoy casi, casi segura de que prosperará.



Estaba tan desarrollado el sistema radicular que no he querido meterlo en un contenedor. Directamente lo hemos plantado en tierra. En un lateral del arco del portón de madera que hay al inicio del jardín trasero. Incluso podéis ver como este segundo rosal ha desarrollado más raíces aún que el que estaba en la macetita precisamente por poder crecer a sus anchas en el sustrato del arriate.
Os preguntaréis entonces por qué no haber hecho el acodo directamente en tierra. Se podría haber hecho perfectamente. De hecho es así como suele practicarse los acodos simples pero yo quería asegurar. No sabía con certeza si iba a desarrollar suficiente cepellón y en el caso de que hubieran sido escasas las raíces las tendría metidas en un contenedor que no tendría que manipular al extraerlo de la tierra y por tanto no las ponía en riesgo.
Y asi ha quedado plantado ya en mi jardín.. Esta primavera comenzará a crecer y Rosa 'Guirlande d´Amour' es un cultivar tan fuerte y tan sano que no creo que tenga que esperar más allá de dos primaveras para verlo encaramarse a la parte superior de la estructura. A ver qué tal se desarrolla..

Además, mucho mejor así, creciendo estos rosales en sus propias raíces. Ni en el clima de Cruz ni en el mío hay peligro de que las heladas den al traste con estos rosales. Se trata además de una variedad sumamente sana y potente así que no encuentro razones para que tenga que crecer sobre un injerto.

Reproducir rosales (I) Cómo realizar un acodo simple. Paso a paso

Hoy os propongo aprender a reproducir un rosal realizando un acodo simple. Esta es una forma de reproducción vegetativa (recordemos que la sexual es mediante semillas). 
Hay variedades francamente difíciles de que arraiguen los típicos esquejes que todos conocemos y este sistema es un método con mucho más índice de acierto.
Además, me parece un sistema divertido de hacer así que, venga, animaos a reproducir esos rosales de los que no habéis logrado sacar esquejes adelante. 
Se trata de una de las técnicas de reproducción más antiguas que puede usarse en plantas leñosas. Lo que hacemos al acodar la rama de un rosal es provocar que este tallo emita raíces antes de separarla de la planta madre. Se trata de un proceso que se produce de un modo espontáneo en la naturaleza. Seguramente habréis visto como una rama larga de un arbusto ha caído al suelo y la zona de contacto se ha cubierto fortuitamente por algo de suelo. De esa zona de contacto con el suelo en unos meses y a veces en menos tiempo, habrán brotado raíces que con el tiempo permitirán que la porción extrema de la rama termine siendo un nuevo ejemplar de la misma variedad de la que surgió.
Lo que hacemos los jardineros no deja de ser imitar en parte lo que hace la Naturaleza.
Podéis creerlo. La mayoría de las veces tendréis éxito al reproducir vuestros rosales usando este sistema si seguís estos pocos pasos y, por supuesto, no se descuida la hidratación.
Podemos practicar esta forma de reproducción en primavera en los tallos ya maduros de la estación anterior o también a finales de verano usando ramas fuertes crecidas durante el mismo año.
Con esta técnica no solo podréis reproducir rosales, si no también muchos de los arbustos leñosos. No precisamos de un equipo que no esté compuesto por cosas que siempre tenemos en casa y además; no causamos trastornos a la planta madres. No es preciso ofrecer ningún control de las condiciones ambientes por ejemplo en cuanto a humedad como cuando esquejamos los rosales cubriéndolos con bolsas de plástico o ubicándolos en invernaderos con temperatura y humedad adecuadas. Pero lo mejor, el acodo en tanto no eche raíces se abastecerá de agua y nutrientes a través de la planta madre con lo que será mucho más fácil que prospere que los esquejes. 
Una vez se a establecido el sistema radicular podremos "independizarlo" de ésta simplemente cortando por abajo la rama sobre la que practicamos el acodo. A partir de ahí constituirá un ejemplar individual.
Cuando viene la parte más delicada de este proceso es durante el establecimiento del acodo. Lo ideal es utilizar sustrato de semillero. Una vez separado de la planta madre retiraremos el recipiente o plástico que lo cubría y lo introduciremos en el sustrato en un contenedor apretando ligeramente pero no en exceso para no romper las raíces que en este momento son todavía muy tiernas y frágiles. Ubicaremos el acodo en un lugar protegido durante unos meses durante los cuales terminará de formar un cepellón de raíces fuertes que le permitirán la siguiente temporada ser plantado en su lugar definitivo.
Algunas condiciones son imprescindibles para asegurar el éxito en los acodos. A saber:
1.- Las ramas a acodar deben ser fuertes, vigorosas y por supuesto sanas.
2.- el suelo esté cálido y en buenas condiciones de cultivo. A finales de invierno o inicio de primavera es un buen momento. 3.- Pero nada logrará las condiciones de calidez del suelo si no presenta en todo momento unas condiciones de humedad adecuadas. En terrenos cálidos y secos un acodo no prosperará. Por ello deberemos cuidar constantemente la hidratación de nuestro acodo no permitiendo en ningún momento que el suelo que lo rodea se seque.
4.- Para que la rama acodada tenga éxito es imprescindible que el suelo tenga capacidad de retención de agua, aireación y drenaje.
Lo idóneo sería utilizar un sustrato muy ligero dónde las raícillas no tenga problema de crecer y que retenga la humedad. No nos valdría un sustrato que se compacte, que se encharque o que no drene perfectamente. Cualquier sustrato de jardinería al que incorporemos algo de perlita o materia orgánica como humus, madera muy triturada o turba puede valernos.
5.- También es imprescindible mermar la nutrición y actividad de los tejidos del tallo. Ello se consigue simplemente doblando el tallo en ángulo recto. Probablemente con ello conseguiríamos que se emitieran raíces en ese punto de la rama del rosal pero es preferible "ayudar" al proceso y ello puede hacerse de tres modos distintos:
  • Realizando un pequeño corte longitudinal en el tallo.
  • Eliminando la corteza que cubre una pequeña sección del tallo mediante un corte muy superficial con una navaja de injertos con lo que la capa exterior del tallo saldrá con toda facilidad o 
  • Rodeando el tallo con un alambre fino y apretando a su alrededor con fuerza.
Esta detención parcial de la savia que fluye a través del vástago Lo que se provoca con ello es que los nutrientes y la actividad hormonal de la rama se concentre en ese punto del acodo y que estimulará el surgimiento de raíces.
6.- La profundidad a la que se realiza el acodo no debe ser excesiva. Al contrario, conviene que el acodo esté próximo a la superficie del suelo.
7.- Otra condición imprescindible es que se prive a la porción de tallo que acodamos de luz. Esto fomentará que broten raíces.
Separación del acodo de la planta madre:
Tan pronto como la rama acodada haya desarrollado un buen sistema de raíces podrá separarse de la planta madre. Este proceso podrá ser más o menos largo en función de la variedad de rosal. Pero en general puede durar desde 4 semanas a varios meses.
De todos modos hay arbustos y en concreto algunas variedades de rosales que son algo más reticentes a la emisión de raíces. En este caso no conviene independizar el acodo de la planta madre hasta la siguiente temporada de este modo tendremos la seguridad de que está bien establecido antes de separarlo de la planta madre.
El trasplante del acodo ya independizado se realizará como cuando se hace el trasplante de cualquier planta normal. Realizando un hoyo de plantación de dimensiones superiores al pan de tierra del acodo, rellenando con sustrato que se presionará ligeramente y regando a continuación.
En nuestro caso, será aún más fácil. No dañaremos las pequeñas raicillas desarrolladas al trasplantar dado que se habrá desarrollado todas dentro del contenedor. Simplemente tendremos que cortar la unión del acodo a la planta madre y trasplantar el acodo a otro contenedor más grande o a un hoyo de plantación en el suelo del jardín.
Tras plantar el acodo es preferible recortar el ápice. Con ello fomentaremos que se acaben de establecer las raíces desarrollándose más fuertes y en mayor cantidad. 
Qué necesitaremos?

  • Un contenedor no demasiado grande
  • Sustrato de semillero o cualquier otro que mantenga bien la humedad, que drene y que sea "vaporoso" y ligero.
  • Polvos de enraizamiento
  • Pequeño pincelito
  • Cinta adhesiva ancha
  • Tutor
  • Bridas
  • Un barreño para hacer la mezcla de sustratos si es el caso.

Y por supuesto:

  • Guantes
  • Tijeras normales
  • Tijeras de mano de podar
  • Navaja de hacer injertos.
Bien, una vez explicado en qué consiste este sistema de reproducción fácil, rápido y con un altísimo porcentaje de éxito voy a compartir con vosotros todo el proceso que he seguido haciendo un acodo en una rama de un Rosa 'Guirlande d´Amour' que tengo en el jardín. Se trata de un rosal precioso, floríferos como pocos y prometí enviar unas estacas a una amiga para que ella misma intentara unos esquejes pero me he decidido a usar este sistema y cuando se lo envíe esté ya arraigado y no tenga más que plantarlo en su jardín.

El acodo simple requiere usar una rama larga del rosal ( o de cualquier arbusto) que se suficientemente flexible como para llegar al suelo y poder hundirse en él. 
Aunque lo habitual es hacer el acodo simple directamente en el suelo sin necesidad de contenedor yo he preferido hacer un par de pequeños cambios. En este caso he ubicado el acodo en un arriate que tengo al lado algo elevado con relación a la ubicación de la planta madre. Es cómodo, no me supone ninguna molestia para las plantaciones cercanas y justo al lado pasa una tubería de riego que vendrá de maravilla si algún dí ame olvido de su hidratación.

He escogido una rama fuerte, sana, vigorosa. Se trata de una rama brotada el año anterior así que es madera madura.

Los acodos simples suelen hacerse como digo en el mismo suelo pero yo prefiero usar un contenedor que tiene muchas ventajas a mi modo de ver. Sobretodo que las raíces se desarrollarán exclusivamente dentro de él lo que supondrá mucha facilidad a la hora de extraerlo ya que dañaré menos las pequeñas raicillas y además, la rama, en mi opinión, queda más sujeta y con menos peligro de que se levante y se salga del sustrato.
Como veis he retirado el acolchado y he hecho un hoyo suficientemente grande dónde quepa el contenedor con holgura.

A continuación con unas tijeras le he practicado los cortes que se ven en la fotografía. Para qué? Podría haber usado un orificio de drenaje de la parte inferior de la maceta pero en ese caso me hubiera obligado a doblar la rama por debajo del nivel de ella y era posible que las raíces salieran en esa doblez y quizás (no lo sé pero soy muy prevenida jajajaj) hubiera malogrado el acodo.
Hacerlo así me permite introducir la rama en el contenedor sin doblarla hasta que llegue el punto del acodo.
Como puede verse el orificio que me servirá para meter la rama está aproximadamente a la altura a la que realizaré el doblado en angulo recto del tallo.

La hendidura vertical me sirve para facilitar el meter la rama sin dañar las yemas laterales que tiene o el propio vástago. Simplemente se abre un poco y con toda facilidad se mete la rama en el orificio cuadrado practicado al efecto.


Ahora toca establecer cual será el punto exacto en el que deberemos hacer el pequeño corte a la rama. Para ello introducimos provisionalmente el contenedor con la rama en su interior y lo "presentamos" en el hueco de plantación.

Deberemos cerciorarnos de que el trozo de ramita que salga por encima del nivel del sustrato no es demasiado larga pero tampoco excesivamente pequeña. Que la rama se acomoda bien en su recorrido desde la planta madre hasta volver a surgir por el sustrato. 
Debo decir durante el ratín que se tarda en hacer estas comprobaciones y decidir la mejor "postura" de la rama, me ha facilitado mucho las cosas para que no se moviera y me pinchara el sujetar la rama con un fijador de  mangueras de riego que tenía cerca.

Tendremos preparado el material que precisaremos. Tanto las tijeras de mano como la navaja de injertos no hace falta decir que estarán escrupulosamente limpias y desinfectadas!! Pensemos que estamos practicando un corte en una rama y por tanto abriendo una hendidura que puede ser un foco de infección.
Extraeremos de nuevo la rama del contenedor cosa realmente sencilla al estar cortado en su lateral y dispondremos todo lo necesario para hacer el acodo.


Con las tijeras de podar retiraremos todas los brotes (o ramitas si las hubiera) y los aguijones en el trozo de rama dónde haremos el acodo (unos 10/12 cm).
Bueno, ahora toca realizar el pequeño corte con la navaja de hacer injertos.
A continuación practicaremos un pequeño corte limpio en diagonal, con sumo cuidado de no llegar a fraccionar la rama cosa que la haría inservible para el fin que nos ocupa.

Con un pincel pequeño humedeceremos muy ligeramente la zona del corte.

Aplicaremos hormonas de enraizamiento en polvo en ambas caras del corte que mantendremos separadas mediante un palillo o cualquier utensilio pequeño y delgado.

A continuación hay que elaborar el sustrato con el que rellenaremos el contenedor. Un simple sustrato de semillero que mantendrá muy bien la humedad nos podrá valer.
He mezclado sustrato de semillero, algo de humus de lombriz y un poco de madera muy, muy triturada y compostada con la idea de lograr una mezcla esponjosa en la que pudiera circular el aire, que mantuviera la humedad y en la que no tuvieran dificultades para que las futuras raicillas crezcan.

Es el momento de volver a introducir la rama de nuestro rosal en el contenedor ubicado ya en su sitio definitivo y con algo de sustrato en su parte inferior para que la rama descanse en él. 

No eliminaremos el palillo que mantiene separadas las dos partes de la hendidura que hemos practicado en la rama.
Dado que se trata de un contenedor bastante pequeño y que el sustrato que hemos usado es muy liviano y por tanto no pesa nada he preferido curarme en salud y sujetar el contenedor al suelo del arriate dónde está con el mismo fijado de tuberías de riego que usé antes. Esto evitará que en el caso de que accidentalmente tire de la rama "madre" no llegue a moverse el contenedor.

Para impedir que las raíces crezcan fuera del contenedor y que al extraerlo las rompa he cerrado el corte vertical que practiqué antes con un poco de cinta adhesiva ancha. Esto es opcional, claro :)

Finalmente he clavado firmemente un tutor junto al borde exterior del contenedor del lado dónde estaba el acodo y he terminado de rellenar el contenedor un par de centímetros más con el resto del sustrato que hice (lo he llenado hasta llegar a tapar el borde del contenedor pero para que vierais como ubicado el contenedor en el arriate he tomado la foto antes de terminar de llenar.
Con un par de bridas he sujetado el extremo de la rama que sobresalía del sustrato al tutor.

He regado en profundidad y he vuelto a tapar la zona con el acolchado que retiré al iniciar el proceso.

Una etiqueta indicando la fecha en que hemos realizado nuestro acodo y con otros datos como la variedad de rosal o la persona para la que lo habéis preparado nos será de ayuda cuando pasen unas semanas para los desmemoriados como yo :P

Y eso es todo. Yo me lo he pasado estupendamente bien haciendo este acodo que me parece de lo más fácil y sobretodo que casi, casi, tenemos seguridad de que va a prosperar. Sin la agonía que supone a veces el cuidado de los esquejes.
En el momento en que lo "independice" de la planta madre os pondré por supuesto todo el proceso. Espero no tarde demasiado y pueda enviarlo a mi amiga para que este otoño pueda plantarlo directamente en su jardín. Eso espero!! ;)

Quizás pueda interesarte también los siguientes artículo:
Independizar un acodo simple del que hemos obtenido dos rosales
Reproducir un rosal haciendo un acodo aéreo. Paso a paso (II)

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...