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Stachys byzantina. Cómo se limpian las matas y se reproducen por división.

Estamos empezando la temporada. Es el momento de hacer una buena limpieza de las matas de algunas vivaces que ya comienzan a despuntar. 
Durante la temporada anterior algunas se habrán extendido mucho y quizás ocupen más espacio del que teníamos previsto. Otras ahora al final del invierno y después de haber soportado los rigores de las bajas temperaturas presentaran un aspecto no demasiado aceptable. El crecimiento que comienza a aparecer lo hace a través de toda una capa de hojas secas y zonas muertas que favorecerían en el caso de no eliminarlas, la propagación de plagas y el contagio de enfermedades.
Una limpieza a fondo se hace imprescindible para que la nueva vegetación tenga espacio para crecer y que lo haga de forma saludable. En el caso de haberse extendido demasiado también es el momento de desplantarlas para rejuvenecer las matas y dividirlas y así de paso obtener más ejemplares para plantar en otras zonas del jardín. Es una forma muy sencilla de hacernos con más existencia gratuitamente.
Stachys bizantina (u oreja de libre como se la conoce comúnmente) es una planta que suele usarse como cubresuelos por su facilidad para extenderse y su rápido crecimiento. Se trata de una vivaz bajita, que no supera los 15/20 cm cuando no está en flor.
Perennifolia aunque lo cierto es que en climas rigurosos no conserva sus hojas en las mejores condiciones. Pero sí, es totalmente resistente aunque su aspecto se deteriora bastante durante los meses del invierno.
Tiene un precioso follaje aterciopelado y de hermoso tono gris que combina a la perfección con rosales y otras vivaces.
Creo que en suelos arcillosos no debe hacerse demasiado bien porque he comprobado que la humedad le sienta fatal. Las hojas se mojan, languidecen y según van muriendo se tumban sobre la propia planta impidiendo la ventilación de las hojas que tiene debajo. 
Es una planta muy resistente a la sequía y las altas temperaturas del verano. De hecho prefiere el pleno sol y suelos no muy húmedos ni con demasiados nutrientess.
Si algo no le gusta a Stachys bizantina es el suelo anegado, de modo que si la cultiváis hacedlo siempre en zonas con un drenaje perfecto.
Creo que es una planta de muy fácil mantenimiento si la cultivamos en zonas con terreno seco y llevamos cuidado de practicarle una limpieza aunque sea somera de vez en cuando. En tiempo húmedo y lluvioso tiene cierta propensión a pudrirse alguna de sus zonas. Crece de modo muy tupido y ello favorece que las hojas no se desprendan según mueren y al depositarse en la base pegándose unas hojas con otras, ayudan a la acumulación de humedad y provoca cierta podredumbre sobre las hojas que hay debajo. De ahí que mantener las matas con un grado de limpieza aceptable sea importante para que crezca saludable.
A muchos no les dice nada sus flores y de hecho hay quienes las cortan pero a mí me encanta el aspecto que la planta en su conjunto adquiere cuando se aproxima la floración. Los tallos crecen verticalmente y la planta gana en altura, emergiendo entre los cogollos basales pedúnculos florales del mismo tono que las hojas salpicados en su recorrido de diminutas y bonitas flores violetas.
Vemos que esta oreja de liebre está llegando casi al rosal recién plantado (no se aprecia bien en la fotografía pero está ahí). Se trata de una planta muy vigorosa y si no le ponemos freno ahora empezará a competir en breve con él, restándole nutrientes y luz.

Stachys byzantina es una vivaz muy densa y que crece de modo muy apretado y tupido. De crecimiento bajo y expansivo que cada vez coloniza más espacio a su alrededor y que conviene contener si no queremos que se extienda más allá de dónde queremos. Dejaremos únicamente la parte central de esta mata extrayendo del terreno el resto con sus raíces.

Muchas hojas han muerto y se han ido depositando en el suelo de la planta quedándose entre las hojas. El nuevo crecimiento se ve por tanto tapado por todas estas hojas podridas con la humedad de las lluvias y deterioradas por el invierno.


Las hojas de Stachys byzantina son afelpadas y al morir se convierten en una especie de amasijo pegajoso que se transforma en un nido perfecto para todo el bicherío posible.
No tengo caracoles en mi jardín pero sospecho que el suelo bajo las hojas de esta planta son un habitáculo idóneo para ellos.
No solo hay hojas muertas en la parte central de la planta. Si levantamos las zonas externas, vemos como debajo de las hojas hay muchísimas hojas muertas o degradadas.

No puedo permanecer de pies y mucho menos arrodillarme para limpiar esta mata así que he pedido que me la dividan esta mata para poder limpiar las distintas porciones sentada cómodamente en una mesa.
Es fácil!! Tan sólo precisamos una pala de punta recta.

Iremos clavándola entre las hojas de la planta madre dividiéndola en porciones del tamaño que nos interese.

Haciendo un poco de palanca con la pala vemos que se extrae fácilmente una buen trozo de la planta y que sale sin dificultad con todo el cepellón. En mi suelo hacer esto es muy fácil porque tengo un suelo arenosos y suelto, que no se compacta. Quizás en suelos con algo más de arcilla pudiera costar un poco más, pero nada que no sea practicable.


Aquí ya tenemos la parte central de la mata que dejaremos en su lugar y cuatro porciones que hemos independizado de la planta madre.

Prefiero mostraros el proceso de limpieza en estas porciones que hemos separado porque me resulta más fácil hacer las fotografías de las partes que tengo sobre la mesa.
Es un trabajo un tanto tedioso y lento porque Stachys byzantina tiene un peculiar modo de crecer y hay que hacerlo de modo delicado para no dañar la planta. 
Crece en forma de hijuelos laterales que van extendiéndose ampliando poco a poco la zona que va ocupando la planta mediante la emisión de raíces en la parte inferior del tallo que va volcándose horizontalmente sobre la tierra. Al no tener parte leñosa y estar formada toda ella por pequeños y tiernos cogollitos de hojas, el trabajo de limpieza hay que hacerlo con sumo cuidado precisamente por lo tierna y quebradiza que es la vegetación.

Si vamos separando con cuidado los pequeños cogollos de hojas nos resultará fácil ir extrayendo este material muerto simplemente con los dedos.

Pero también tiene bastantes hojas secas que permanecen unidas por el peciolo. Estas hojas cuesta más el arrancarlas y de hecho si tiramos de ellas es muy fácil que se rompa el cogollo del que brotaron.
Es preferible cortarlas con tijera estas hojas que se resisten a ser retiradas para evitar que se rompan los tallos.

Aquí os muestro una porción que se ha desgajado mientras iba limpiando la planta. Vemos perfectamente las raíces en la parte inferior de los tallos que van extendiéndose horizontalmente.

Esta porción ya la tenemos limpia. Vemos a la izquierda todo el material muerto que hemos sacado de ella.

Vemos que ya entre las hojas no hay zonas secas y que esta porción ya está lista para ser plantada en otro lugar del jardín.

Como están extraídas de la tierra y por mucho cuidado que tengamos a la hora de limpiarla parte de la tierra se desprenderá y por tanto pudiera deshidratarse, es preferible poner las porciones separadas en una zona dónde no reciba el sol directamente y plantar estos nuevos ejemplares lo antes posible.

Igual que hemos hecho con las porciones separadas, hacemos con la planta madre. Una limpieza a conciencia la dejará lista para la primavera.
Aquí la tenemos ya limpia y acotada de nuevo a la zona en que queremos que crezca.

Hemos visto de qué manera tan fácil hemos obtenido cuatro plantas bien desarrolladas que plantaremos en otras partes del jardín. En caso de no poder plantarlas es preferible matenerlas en un contenedor con algo de sustrato húmedo o cavar una pequeña zanja en la que introduciremos las raíces y cubriremos con suelo húmedo en tanto no se planten.
Con esto terminamos. Que tengáis una buena tarde, queridos lectores! :-)

Stachys bizantina (Oreja de liebre) Una sedosa y aterciopelada vivaz.

A Stachys bizantina (de la familia de las Lamiáceas) se la conoce como oreja de liebre por la similitud de la forma de sus hojas con las orejas de estos simpáticos animales. Es una perenne herbácea muy original en su crecimiento, en su aspecto y en su floración.

No son sus flores lo llamativo de esta planta. La verdad es que son diminutas y nada del otro mundo si las miramos de una en una. Pero el conjunto de las espigas florales emergiendo sobre altos tallos sobre la base de la planta dónde brotan sus hojas de un color tan especial... sí, eso sí me parece llamativo. La encuentro tan original!! Incluso de sus tallos altos salen hojas pequeñitas al lado de las flores que van abriéndose poco a poco mientras el pedúnculo va creciendo. Empecé por una mata pero viendo lo bonita que es he puesto bastantes diseminadas por el jardín. 

A mediados de mayo comienzan a estirarse los extremos de algunos de sus tallos y van formando una espiga que puede alcanzar los 70 cm, quizás algo más cuando las matas estén bien consolidadas. Esta que veis está plantada el verano pasado, seguramente tendrá más envergadura la próxima temporada.

Me encanta como planta para combinar casi en cualquier sitio porque a su lado la mayoría hacen un buen contraste.
Es increíble el aspecto que tienen sus hojas afelpadas. Tan suaves al tacto...tan aterciopeladas. Me encanta!! Me gusta todo de ella, sus flores, su color, su follaje...

No tiene ningún requerimiento especial como no sea mantenerla fuera de encharcamientos. Incluso crece mejor en suelos con no demasiados nutrientes. Cultivarla con poco riego favorecerá su crecimiento y si no tiene agua en invierno puede que mantenga sus hojas en los tiempos fríos aunque es verdad que empeora bastante su aspecto secándose buena parte de sus hojas. 

Pero incluso dando la impresión de que casi ha muerto a causa de los fríos, llegada la primavera vuelve a brotar de la corona basal. tan solo precisará para ello una buena limpieza en profundidad de hojas y partes muertas durante la estación invernal para que vuelva a crecer con fuerza cubriendo de hojas rápidamente las coronas algo despobladas en invierno.

Incluso hay que tener algo de cuidado con ella porque si le gusta el sitio va abarcando con sus tallos postrados el terreno que la rodea así que si queremos mantenerla en el espacio asignado deberemos contener su crecimiento eliminando las partes que se vayan extendiendo por dónde no queramos.

Tengo bastantes matas por todo el jardín y he observado que aunque precisa sol, las matas más en mediasombra están más bonitas. Esta que muestro en las fotografías está cultivada en el jardín trasero y aunque al paso por el camino que lo atraviesa mi Iker le hace de vez en cuando un regalito levantando la pata, luce muy bonita ahora con su tallos llenos de diminutas flores que son pura atracción para los insectos. Lástima de las hojas amarillentas quemadas por sus regalitos ajjaja 

Creo que combina bien con la mata de salvias moradas que le he puesto a su lado, verdad? :)


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