No soy ninguna profesional de la jardinería, solo soy una jardinera aficionada. Mi pasión por las platas viene de lejos. Tuve un jardín chiquito en Barcelona hace muchos, muchos años y en él di mis primeros pasos en esto de la jardinería durante los ocho años que lo cuidé. Luego, tras un paréntesis de quince años y desde hace unos tres he tenido la suerte de volver a contar con un trocito de tierra que me ha colmado de alegría. Un espacio de reducidas dimensiones pero que me ha proporcionado experiencias maravillosas. Quizás no ha sido un verdadero jardín en el sentido que yo entiendo esta palabra. El clima de la Sierra Norte de Madrid tan riguroso y la escasez de espacio me condicionó mucho a la hora de crear la estructura. Más bien ha sido un jardín de rosales y vivaces que cuando llega el invierno prácticamente desaparece...para volver a renacer en primavera. Lo he llamado siempre jardín pero lo cierto es que siempre ha sido un poco como "un jardín de juguete".
Felicidad es lo que me inspira mi jardín (aquel, éste y el próximo) y las actividades que realizo en él. Porque para mí el pequeño espacio de apenas sesenta metros cuadrados que he cultivado hasta ahora me aporta unas de las sensaciones más gratificantes de mi vida. Porque cultivarlo, cuidarlo, mimarlo, esperar que el capullo de una rosa abra tras meses de cuidados y desvelos, es de las experiencias más agradables que conozco. Y cuando por fin te muestra toda la belleza que lleva en su interior sientes que ha merecido la pena todo el trabajo previo. Las plantas me dan felicidad porque son generosas conmigo. Siempre obtengo más de lo que doy y eso me colma de alegría.
Sin árboles, sin estructuras verticales, sin esos ejemplares que alargan el tiempo de interés incluso en invierno...si, lo cierto es que, como decía antes, es un poco como de mentirijilla. Es verdad que yo me he conformado con poco durante estos últimos años pero también debo reconocer que me ha producido muchas veces cierta frustración no poder cultivar ejemplares por el tamaño y que moverse a la hora de podar, quitar malas hierbas, recoger hojas secas o simplemente tutorar, entre las más de 160 especies que tengo en algo de tan reducidas dimensiones, resulta realmente cansado cuando no agotador.
En todo caso este jardincillo de Torrelaguna siempre estará en mi corazón por mucho que me vaya de él. Y como los hijos con alguna deficiencia, me ha producido alguna frustración pero su generosidad hacia mí y mi amor por él han compensado con creces cualquier limitación. En él ha aprendido tanto...y creo que a la larga me servirá para conformar con algún error menos mi futuro y creo que definitivo jardín. Las experiencias, los errores y los aciertos que he tenido en estos últimos años me han hecho tener una determinada visión de la jardinería, también me han educado (creo) bastante el gusto y como siempre, todo lo que hemos vivido sirve para lo que viveremos.
No puedo dejar de mencionar a todos los estupendos amigos jardineros que a través de la Red (y en alguna contada ocasión, en persona) he llegado a conocer. Los he conocido en Foros como Infojardín y en grupos de Facebook como "El jardín de nunca acabar". Muchos de ellos me han ayudado a conocer mejor las plantas, sus necesidades y a veces sus caprichos, me han sacado de errores, me han ayudado, orientado, aclarado dudas y me han aconsejado siempre con la mejor de sus voluntades, incluso algunos han compartido conmigo los frutos de sus semillas o sus esquejes enviándome plantas que guardo en mi jardín como un tesoro no solo por lo que ellas valen para mí si no por la generosidad de mis amigos (sorprendente para todo el que no pertenece a este mundillo de jardineros internautas). Me refiero a la generosidad que tiene alguien que no te conoce de nada pero que te ha leído que deseas intensamente una planta y tiene la paciencia de poner una semilla para ti, para que tú puedas tener esa planta. Sí, generosidad no le falta en general a los jardineros, al menos a los que yo he conocido. Desde aquí mi agradecimiento más sincero.
De nuevo me encuentro ante el inicio de una nueva etapa en mi afición: por fin voy a tener un verdadero jardín. Y es que yo no concibo un jardín sin árboles, sin esas maravillosas estructuras leñosas que son el esqueleto del jardín y que lo conforman como ningún otro tipo de plantación aportándole verticalidad y empaque.
En los próximos meses trasladaré mi domicilio a una casa ubicada en un pueblecito de la Sierra Oeste de la Comunidad de Madrid, cerca de El Escorial y a unos sesenta kilómetros de Madrid capital. Un lugar de clima extremo, con fríos inviernos y calurosos veranos, con poca humedad atmosférica. La casa está rodeada por una parcela de algo más de 1600 metros cuadrados. Con árboles ya crecidos y asentados. En estos momentos no tiene un jardín estructurado esos árboles que decía, algunas plantaciones de arbustos olvidados de la mano de Dios hace tiempo, que ya no recuerdan la última poda que se les practicó y que hace años que no gozan ni de nutrientes ni de cuidados adecuados; alguna mancha de Iris Germánica, algún lilo desgarbado, algún Philadelphus amarillento, un gran laurel absolutamente mal ubicado....y poco más.
Pero cuenta con el tesoro más grande que yo podía soñar: ¡¡¡Árboles!!! Un par de pinos de un tamaño muy respetable, grandes mimosas, bastantes enebros y en especial uno de varios metros de alto absolutamente hermoso, algún almendro no muy frondoso, algún frutal raquítico por años de descuidos y falta de podas adecuadas...y poco más.
No se trata de un terreno totalmente salvaje. La parcela inicialmente contaba con bastantes inclinación que se fue salvando con desniveles en forma de zonas aterrazadas. Hay bastante trabajo hecho ya, el suficiente al menos para marcar algunas grandes directrices de lo que será mi futuro jardín.
"El jardín de la alegría" así se llama. Porque alegría es lo que proporcionó en su día a quién lo adquirió, a quién disfrutó viendo a sus nietos crecer en él y a quién le pasó buena parte de su vida trabajando en él. y también porque alegría, una infinita alegría es lo que yo siento ahora mirándolo, antes de comenzarlo pero soñándolo ya.
Como digo, es una parcela con cierto desnivel y en su día, hace ya más de treinta años, alguien tuvo la constancia, el tesón y el amor por su jardín suficientes como para crear una terraza enorme a base de tierra traída de otra parte o de hacer terrazas de cultivo para cuya contención fue preciso que él trasladara piedras de bastante peso de un lado a otro y en definitiva luchar por su sueño. Trabajó y trabajó sin descanso durante años. Con su solo esfuerzo, solo con sus manos y unas pocas herramientas. Y logró convertir aquel trozo de tierra en algo practicable y si no en un jardín en el sentido que los jardineros lo entendemos, sí en un espacio que aunque de una parte me determine bastante, también me facilitará mucho las cosas a la hora de conseguir lo que deseo y que sin duda ya ahora mismo como está no carece de encanto.
Miro el espacio tal como él lo dejó tan maravillosamente adecuado a mis gustos y sobre los caminos existentes veo nuevos caminos con otras plantaciones pero con el mismo recorrido, rincones formados entre los árboles que él plantó, un estanque a los pies de lo que fue una plataforma para que unos niños que hoy tienen treinta año, se bañaran en una piscina al sol, fuentes sobre el camino lateral de la casa que él recorrió tantas veces, recodos, sorpresas... sombras frescas en verano, colores cálidos en otoño, sueño con escaramujos de rosales silvestres, bayas, nieves sobre troncos de árboles desnudos, sonidos de agua correr...sueño, sueño, sueño...Mi recuerdo y mi respeto más profundo por ese hombre que ya no está entre nosotros pero que cada vez que miro esta parcela que será mi jardín y sueño con lo que será, le recuerdo y le agradezco el trabajo que en su día tuvo la generosidad de echar sobre la tierra que hoy me hace tan feliz junto a un hombre que cada vez se parece más a él, su hijo.
Esta vez, este trozo de tierra contará con cuatro brazos. Ya es el doble de lo que contó él. Con su hijo estoy dispuesta a, poco a poco, convertir este espacio en nuestro sueño. Afortunadamente supo enseñar a su hijo el amor por el trabajo bien hecho así que tengo la suerte de poder contar a mi lado con un hombre habilidoso como pocos, trabajador incansable y que entiende de casi todas las cosas precisas para crear las infraestructuras de un jardín hermoso. Estoy segura de que este nuevo proyecto en nuestras vidas llegará a buen puerto aunque el final no esté cerca.
El tiempo y la economía serán los grandes frenos pero los jardineros sabemos que hay que tener paciencia y estar dispuestos a esforzarnos por conseguir nuestro sueño. Espero que la salud no abandone mi casa y nos permita volcar en nuestro jardín el esfuerzo y tiempo precisos para que llegue a ser lo hermoso que lo soñamos.
Este sueño es el que quisiera compartir con todos vosotros. Espero contar con vuestra ayuda, espero contar con los conocimientos, la experiencia, los consejos, el gusto y acierto de todos vosotros para decidir las estructuras, el orden y forma de ejecución y también a la hora de elegir las plantaciones y de decidir los cambios.
Estaré encantada de cuántos comentarios, fotografías, aportaciones o críticas que queráis hacerme. Os agradezco ya desde ahora vuestras aportaciones, amigos y espero que visitéis este blog de jardinería con frecuencia porque vuestras palabras me servirán para sentir la seguridad necesaria cada vez que se emprende algo importante para nosotros. Este proyecto me ilusiona sobremanera, quisiera equivocarme lo menos posible aunque sé, porque ya llevo años jardineando, que esta ausencia de errores es pura quimera… en todo caso a vuestro lado me sentiré mejor.
Que linda noticia María. Te cuento que estoy lagrimeando a moco tendido. Además de ser una gran jardinera sabés trasmitír tus vivencias con tanto fervor que es imposible no compartirlas.
ResponderEliminarAdemás me llegó muy profundamente la descripción del lugar al que te estás por ir a vivir. Yo estoy dejando uno algo parecido, mucho menos bonito pero si que nos ha llevado nuestros 10 últimos años de trabajo duro. ¡Cómo me gustaría que fuera a para a unos manitas como ustedes! En cambio adónde ahora estamos comenzando una nueva (¿y última?) etapa es mucho más chico, lo que es muy bueno, pero totalmente pelado y aún sin terminar de trabajar la tierra. Por eso todo el proyecto que había hecho lo estoy dejando de lado ya que no sé cuando lo comenzaremos y los árboles para sombra …..
No soy la indicada para aconsejarte pero sí me tendrás siguiendo los pasos de tu nuevo jardín
Besote enorme y ¡a brindar por tan hermosa noticia!
Muchísimas gracias, Irene. Debo decirte que quizás por la edad que tenemos tenga un tamaño excesivamente grande para las fuerzas con las que contamos pero sobretodo para las que contaremos, que seguramente, por lógica serán menores. Pero bueno, ni tenemos las posibilidades económicas ni estamos obligados a ajardinar más allá de lo que podamos. Y eso a un ritmo que no represente agotamiento en ningún sentido.
ResponderEliminarDeseo hacerlo despacio, pensándolo, deleitandome en el camino hacia lo que deseamos. Con paradas cuando sea necesario, con aplazamientos cuando sea preciso. No quiero correr. Ya no tengo ansias.
Solo deseo contar la salud precisa para hacer al ritmo y en la cantidad que deseemos.
En cuanto a que no eres la más indicada..déjame que discrepe. Todo el mundo que ama las plantas es indicado para dar una opinión. A veces las mejores ideas no vienen necesariamente de la gente más experimentada. En todo caso gracias por tu amable comentario y desearía contar con tu presencia en este camino.
Hola Maria,
ResponderEliminarMiles de Felicidades para tu nuevo jardín.
Un besote.
¡Enhorabuena, María!.
ResponderEliminarBonita historia la que cuentas en el post, y tremendo desafío el que te espera. Es un privilegio poder seguir este proyecto desde el principio. Conociendo cómo cambiaste tu pequeño jardín de Torrelaguna, estoy seguro que la gente dejará de visitar los Jardines del Monasterio de El Escorial para visitar el tuyo, jeje.
Enhorabuena por tu nuevo jardin y por tus palabras. Tu pasión por la jardineria es contagiosa y trasmites mucha sensibilidad en un trabajo-hobby que tambien es duro por muchas gratificaciones que sean devueltas.
ResponderEliminarAy María qué bonito!! He leído sobre esto en info y aquí me he venido. Te deseo que trabajes mucho y bien. Y que cada día mires el jardín tras esos duras horas de doblar el espinazo, sólo te salga una sonrisa aún más grande por lo hecho y por lo que harás en él.
ResponderEliminarTe sigo leyendo!!
Démeter
María, qué fantástica noticia! También me he enterado en Info y sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites, tanto en el jardín como en el blog. Recuerda que soy Holly..., es que me he tomado unas vacaciones muy largas y no sé si os habréis olvidado de mi, pero me hizo mucha ilu ver mi nick en esa enorme lista de compañeros jardineros que escribiste en el hilo del foro.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mónica. Cómo olvidar tanto y tanto comentario tuyo en Infojardín? :)
EliminarEn este momento sé aproximadamente lo que deseo, al menos sé el estilo que me gustaría. El tema es que como siempre, las obras necesarias son de cierta importania y como es lógico este tipo de cosas debe hacerse poco a poco. Las dudas me asaltan cuando tengo que programar por ejemplo que en el futuro quisiera hacer ádosado a la casa un garaje. No quisiera tirar tiempo y dinero haciendo remodelaciones que luego, cuando llegue el día de hacer obras de envergadura en la casa tenga que deshecharlas.
ResponderEliminarAis María María.... en la que te estás metiendo!!! jajaja... si con sesenta metros estabas enganchá... con 1600.... sobredosis!!!!
ResponderEliminarBromas aparte, me encanta el nombre: "El Jardín de la Alegría"!!! Me hace recordar "La casa de los sueños" que así llamé a lo mío...
Es precioso ver como tomas el testigo de ese proyecto que comenzó ese señor que mencionas con cariño y dedicación y sé que sabras llevarlo como se merece.
Hablas de obstáculos o frenos, el tiempo y la economía.... y te digo que como buena jardinera que eres no los vas a encontrar: el tiempo es el presente y siempre lo vas a vivir a cada minuto que pases cortando, regando, estudiando, observando.... ese es el tiempo que cuenta! Y el dinero... no es necesario realmente, te apañas con poco, lo que más importa es la dedicación y la paciencia, como bien dices, de ver una semilla germinar... crecer y hacerse "un hombre" como si fuera un hijo, sabes que esa es la mayor satisfacción. Y luego... los tejemanejes de te envío esquejes desto y tu me envias daquello jajajajajaja.... eso es lo bonito! Ver tus plantas con apellidos.... el tal de Luis, la tal de Julia, la cual de Miguel... Yo tengo muchísimas con "apellido" y sinceramente... son las que más estimo.
No me enrollo más que te acuso de trabajadora de la construcción y yo soy el primero que levanta una pared echando ostias! jajajaja
Un besote y mis más sinceras felicitaciones por ese proyecto tan bonito!!!!
Ahhhhhhhh! y cuenta conmigoooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!
La terraza grande que está frente a la fachada sur de la casa. Sitios dónde sentarse me encantaría tener varios. Abajo, en la zona dónde cuando llegue el momento (que tardará jajajaj) yo haría un estanque...ahí podría haber una zona de descanso pequeñita. Y algún banco suelo por la parte de abajo de la parcela. Y en la zona que llamo patio, ahí también otro banco...Enn el pasillo lateral no lo veo pero bueno, todo es posible.
EliminarBarbacao...también en la terraza grande. Pérgola? quizás la terraza del lateral este de la casa?
El extremo de la terraza grande y toda la terraza pequeña se encuentra sobre una especie de meseta a cuyos pies...si buscas alguna fotografía lo verás hay un murete de piedra y en la parte baja un arriate dónde ahora hay un laurel enorme que tapa toda la vista de esas terrazas pero podría haber una Glicinia plantada en la parte baja de esa terracita y que subiera hacia la pérgola?
Ah ...lo que dices de pozos. No, no creo, creo que el agua está a un nivel muy bajo. Pero vamos, lo digo sin demasiada base. Los vecinos no tienen pozo. Evidentemente sería una de las mejores cosas para tener.
Quisiera tener un jardín, una casita, hierba, animales, libros, cuadros, música. Y sacar de todo esto lo que quiero escribir; expresar todas estas cosas... Quiero vivir la vida cálida, anhelante, viva, tener raíces en la vida, aprender, desear, saber, sentir, pensar, actuar, eso es lo que quiero, a donde debo tratar de llegar.
ResponderEliminarFrases de Katherine Mansfield