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Othonna cheirifolia. Una vivaz resistente a la sequía, fácil y muy poco caprichosa

Tengo ya cuatro matas de Othonna cheirifolia pero voy a poner más. Se trata de una vivaz que da tan buenos resultados a cambio de tan poco que merece la pena.


Me parece preciosa en flor con sus pétalos de un amarillo que no puede ser más luminoso y cálido. Tan cálido que según la luz vira una pizca al naranja.
Tapizante de facilísimo cultivo y sin necesidades que vayan más allá que la exigencia absoluta de un perfecto drenaje y muchas horas de sol. Por lo demás, gusta de suelos pobres y arenosos y aunque en teoría crece mejor en suelos alcalinos, en el mío que tiene cierta acidez, ya veis que florece con profusión y está preciosa.



Se extiende con rapidez y llega a cubrir el suelo pronto por lo que suele utilizarse para sostener terrenos en pendiente, en rocallas y en cualquier rincón muy soleado al que no queramos o podamos prestar demasiada atención.

Así está recién salida del invierno. No le he echo limpieza alguna y como podéis comprobar está espléndida. Ahora quizás, cuando pasen los días de tiempo inestable dividiré las matas para plantar algún trozo en otros rincones y aprovecharé ese momento para limpiar la parte inferior de la planta que toca el acolchado y que si levanto la mata puedo ver que tiene algunas zonas secas y muertas pero que la verdad no se aprecian a simple vista. 

Así es como se extiende, postrando sus tallos sobre el suelo lo que posibilita que de ellos salgan pequeñas raicillas que vuelven a arraigar en el suelo.

Me gusta más si tiene la posibilidad de caer de manera que estos trozos de planta que extraeré cuando limpie las matas que tengo, procuraré buscarles algunos lugares en los que puedan colgar sus tallos y flores sobre las piedras de los arriates.

Probablemente es mejor dividirla y replantar solo las partes jóvenes y desechar lo viejos. Seguramente con el tiempo debe envejecer y ser menos florífera. De todos modos si cuando las rejuvenecemos sacamos más ejemplares para otros lugares del jardín es un trabajo el de su división que merece la pena. No es cierto? ;)
Este invierno hemos llegado algunos días a heladas bastante fuertes, cosa que no es muy habitual en mi jardín, pero Othonna cheirifolia ha salido del trance sin daño alguno. Quién lo diría con este aspecto tan carnoso de sus hojas. Verdad?

Qué tonos grisáceos tan hermosos tiene!! Me parece hermosísima incluso sin flores y puede combinar sin dificultad alguna con muchísimos arbustos en otra gama de verdes. Pero además, su porte bajo y extendido hace fácil acomodarla en muchos lugares a los pies de otras plantaciones.

Esta en concreto la cultivo sobre este muro seco que constituye la pared de una de las terrazas en la zona central del jardín. Si os fijáis hay otra mata de menor tamaño algo más allá, cerca de un ejemplar de Genista 'Porlock' con la que hace un bonito efecto de contraste por ser tan distintos los verdes de su vegetación. En realidad sus grises plateados destaca entre todos los arbustos que la rodean.


Hoy, un día de lluvia y nieve estaba especialmente bonita. Con su follaje carnosos crujiente como una lechuga!! Y los pétalos de sus flores cuajados de gotas de agua la hacían si cabe más bonita de lo habitual.


Ni abonos ni más que un chorro de la manguera cuando me acuerdo. Bueno, quizás para prolongar la floración y al paso, sin detenerme mucho, cortar simplemente con las manos sus flores pasadas (que por cierto, dejo siempre agrupadas en cualquier esquina en la esperanza de que llegue a brotar alguna matita).

Sin duda es una vivaz (hay quién la califica de subarbusto por sus tallos que llegan a ser semileñosos) para jardines de bajo mantenimiento y en zonas dónde no es fácil que otras plantas crezcan felices y contentas como lo hace esta sin dar trabajo ni murga ninguna jejejej A ver si aprenden de su ejemplo otras mucho más melindrosas que reclaman siempre la atención del jardinero y jamás se las ve satisfechas... :-)

3 comentarios:

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