Tutorial para realizar escalones de madera y piedra en el jardín.

En el último post os mostraba las reformas que habíamos hecho en la esquina NE del jardín, un espacio protegido todo él bajo la copa de dos grandes pinos. En ella habéis visto unos escalones hechos con traviesas de madera y piedra. 
Alguno de vosotros me habéis enviado correos pidiéndome que explicara como se han realizado porque ellos tenían la necesidad de hacer algo semejante en su jardín y no sabían muy bien como afrontar el trabajo.
Sé que este tipo de entrada puede despertar poco interés en quienes no precisen de realizar trabajos semejantes en su jardín pero para quienes contemplen la posibilidad de afrontar ellos mismos la realizar de unos cuantos peldaños éste artículo puede valerle de orientación. 
Son muchos los jardineros que se ven en la tesitura de tener que realizar accesos de un nivel a otro del terreno de su jardín. En ocasiones unos simples escalones solventan el problema. Estos que hemos hecho nosotros no son de los más fáciles porque van haciendo curva y porque al estar en un lateral de la terraza nos convenía hacerlos muy, muy sólidos para que el conjunto de ellos además de servir para subir del nivel del camino al de la terraza, cumpliera también la función de sostén del terreno de esta terraza que al no ser tierra compactada de forma natural, podría en algún momento derrumbarse o deslizarse.
Se trataba como podéis ver en esta imagen de una rampa con un inclinación no demasiado acusada. Como la terraza queda a la izquierda de la rampa la idea era que los escalones fueran girando ligeramente también a la izquierda y una vez ya casi a nivel de la terraza, hacer dos últimos escalones para llegar a su nivel superior.
Replantear unos escalones no es una labor que se haga en unos minutos. Hay que comenzar a trabajar y preparar todo el terreno, pero sobretodo "replantear" el trabajo de forma muy exacta, de modo que el resultado final sean escalones de la misma altura, sin inclinaciones que no deseemos y en la orientación que precisamos.
No es que sea difícil. No lo es, pero sin duda es un trabajo que hay que afrontar con paciencia y estar muy seguros de cómo empezar a hacerlo. Evidentemente un albañil profesional no tendrá dificultad alguna pero el que no lo es...pues eso, que entraña algunos problemas. Es mejor invertir algo de tiempo en pensar y repensar cómo plantearlo que comenzar sin estar seguros y tener que rehacer el trabajo. Pensemos que se trata de piedras y cemento. Es decir, materiales que no son fáciles de retirar una vez puestos y secos.
Lo primero será pensar en qué características queremos que tengan los peldaños que construiremos. En nuestro caso queríamos que esta escalera fuera muy cómoda tanto en la altura de cada peldaño como en su anchura. Una contrahuella (parte vertical del escalón) de 15 cm es una altura cómoda. No son escalones altos en absoluto y se suben y bajan sin problema ninguno. Una huella (parte horizontal del escalón, dónde se apoya el pie) de 40 cm como mínimo podría estar bien. No podrían ser igual de anchos en todos sus puntos por un hecho obvio y es que la escalera va girando hacia la derecha. Luego de la parte derecha (lateral contrario a la terraza) deberían ser algo más anchos.
En todo caso el alto de los escalones no puede decidirse en función solo de nuestra voluntad. La cantidad, altura de los escalones y anchura de su huella, está en función del desnivel que hay que salvar y de la longitud de la rampa sombre la que se asentarán dichos escalones o dicho de otro modo, del ángulo de esta rampa.

En esta imagen vemos que de tener una rampa con un ángulo muy grande, nos obligaría a salvar la altura de la escalera de dos formas posibles: o con más escalones de huella estrecha y contrahuella bajitat o, con menos escalones de huella más ancha pero deberán ser más altos los escalones. 
En este caso concreto la pendiente no era muy inclinada así que nos podíamos permitir escalones de unos 15 cm con huellas bastante amplias. Las traviesas miden 10 cm de altas, añadiendo 5 cm más de contrahuella con cemento y piedras, darían la altura.
Bien, escalones de 15 de alto por mínimo de 40 cm de ancho, Toca clavar bien en el suelo las varillas que servirán para establecer los niveles inferiores  y superiores de los escalones así como para determinar su ancho.
Este aspecto es determinante. La perfecta horizontalidad de los escalones, sus proporciones y demás aspectos, dependerá de la corrección en el marcado de los niveles en las varillas.
Ayudándonos de un buen nivel, cordel y lápiz iremos señalando los niveles en las varillas. Un buen sistema es hacerlo con el típico lápiz de carpintero de dos colores..
Estando totalmente seguros de las mediciones y niveles que hemos hecho, retiraremos la parte de tierra que se precisa para poner en su lugar las traviesas y las piedras y cemento que formarán más tarde el propio escalón.

Hay terrenos que podrían trabajarse con una simple pala. El mío en esta zona es pura roca. Así que cincel y maza!! y a quitar todas las piedras que sobran hasta dejar la zona totalmente despejada para insertar en cada lugar las traviesas y el material que constituye cada escalón. Es importante retirar cualquier material que nos estorbe posteriormente para la realización del trabajo. Si quitamos algo de roca o de tierra demás, se arregla fácilmente metiendo cemento. Por el contrario que queden rocas o terreno que luego moleste según vamos construyendo los escalones, solo dificultará y ensuciará el trabajo.
jajajaj Esta es la base de las escaleras...toda la rampa es así, pura roca!! No hace falta decir la cantidad de material que hemos extraído de ahí y lo que ha costado ir rompiendo con paciencia las piedras golpeándolas con tesón hasta que se fraccionaban en porciones más pequeñas y podíamos ir sacando trozo a trozo.
Aquí vemos el terreno rebajado y libre de piedras dispuesto para comenzar a hacer los escalones. Es preferible comenzar de los escalones de abajo hacia arriba. Unas cañas presentadas en lo que serán los escalones nos dará una ligera idea de como van a quedar. En este punto si no nos gusta su distribución aún estamos a tiempo de cambiar el ancho o incluso la dirección de alguno de ellos.
Prepararemos las traviesas. Primero cortándolas de las dimensiones que se requieran comenzando de un lado y cuando se está a punto de llegar con la sierra la cara opuesta, daremos la vuelta a la traviesa para evitar con ello que las fibras de la madera se desgarren al separarse ambas partes.

Para anclar cada traviesa a los escalones hemos clavado de forma cruzada dos púas de buenas dimensiones cuyas cabezas hemos doblado hacia la madera. En segundo lugar  clavando en su parte inferior y de forma cruzada dos púas de buenas dimensiones en sus dos extremos y que habremos doblado un poco hacia la madera con la idea de que una vez sobre el cemento las púas se claven sobre él anclando sólidamente la traviesa al cemento de la base del escalón.
Ubicamos todas las traviesas en su sitio y comprobamos que ninguna piedra que sobresalga del suelo nos molestará para situarlas correctamente.
Ya tenemos las varillas clavadas, los niveles establecidos, las traviesas cortadas y con los anclajes clavados por debajo. EStamos seguros de la ubicación de cada escalón!!
Es el momento de mojar bien tanto las traviesas como la tierra sobre la que comenzaremos a hacer los escalones para que el cemento se pueda adherir a ellas.
Vertemos una buena capa de cemento en la base del escalón de manera que una vez presione la traviesa sobre él quede de una altura de 5 cm (+ 10 de la traviesa, son 15 de escalón) y colocaremos encima la traviesa golpeando con el mazo hasta que la altura total sean los 15 cm que buscamos. En todo el proceso usaremos el nivel para comprobar continuamente que la traviesa se halla perfectamente nivelada en los dos sentidos.
Mientras el cemento de esta base va fraguando  podemos colocar las pequeñas piedras que se insertarán en el cemento de la contrahuella por debajo del nivel de las traviesas con cuidado de que ninguna sobresalga en exceso.
De esta manera colocaremos todas las cinco traviesas que constituirán los cinco escalones. 
Como este trabajo no es rápido de ejecutar y estamos en verano siempre mojaremos con algo de agua la base del suelo dónde se asientan los escalones así como las traviesas recientemente colocadas para que el cemento que iremos añadiendo posteriormente se pegue bien a los elementos ya instalados y al propio suelo.

Igualmente mantendremos en agua las piedras que iremos usando para rellenar los escalones. Es un modo que de éstas queden mejor adheridas al cemento dónde se insertarán.
Ahora es cuestión de ir construyendo la segunda parte de la huella (la primera son las traviesas ya colocadas) a base de rellenarla de cemento dónde insertamos piedras. Con una buena cantidad de cemento sobre el terreno de cada escalón, iremos insertando piedras procurando que la cara que quedará visible sea bastante lisa para que podamos pisar con facilidad sobre los escalones sin que haya piedras que suban por encima de las traviesas y provoquen tropezones.
Un listón grueso de madera nos servirá para, poniendo un nivel sobre él, ubicar un extremo en la traviesa del escalón y colocada y el otro en las piedras con las que estamos rellenando. Pequeños golpes de maza irán resituando las piedras hasta que su nivel superior esté al de las traviesas. 
Los escalones en su parte interna se incian justo en las rocas de la terraza pero su parte externa, la del lado del arriate, quedará visible, así que es preferible que en el cemento de este lateral se inserten piedras. Pienso que queda mucho mejor rematado y se ve mucho mejor ubicados en el arriate.
Ante de que el cemento de las juntas seque totalmente, quedaría repasar con un llaguero entre las piedras de las huellas de cada escalón eliminando el sobrante de cemento de ellas. Cuando las pusimos  procuramos que el cemento cubriese bien las separaciones entre ellas y recién colocadas queda un exceso de cemento y de no repasar estas llagas quedarían demasiado lisas, anchas y artificiales.
Estamos en verano y el cemento seca con excesiva rapidez. Es preferible ayudar a que este secado se haga lo más lento posible. Para ello todo el conjunto se rocía muy ligeramente con agua. Ojo!! rociar, no encharcar!! ya que un exceso de agua quitaría toda la fuerza al cemento.
A la mañana siguiente volvemos a rociar con algo de agua y así lo repetimos dos o tres veces al día durante los tres días siguientes. Esto dará dureza al cemento.
Este sería el trabajo de escalones terminado. Como veis la escalera parece "desnudo". Los escalones están bien hechos pero no están "integrados" en el trabajo de la zona. Parecen que son algo aparte, que no forman parte del conjunto de bancos y rocalla.

Se hacía imprescindible poner más piedras en el lateral de los escalones que toca la terraza para dar continuidad al conjunto. De otra parte es una zona en la que buscaba un aspecto rústico. Demasiadas aristas visibles de estos escalones!! Esta integración la hemos hecho a base de disimular la esquinas de algunos peldaños poniendo algunos pedrolos tapándolos un poco. Así la escalera parece salir de la terraza y deja de ser un elemento aislado para convertirse en un elemento más del conjunto. No os parece? :)
En fin, así es como hemos hecho este trabajo. Espero que a alguno de vosotros esta explicación os haya parecido suficientemente clara para ayudaros en vuestro trabajo. Estoy a vuestra disposición para responder a cuántas preguntas me hagáis sobre este aspecto dentro de mis limitaciones, claro!! Nosotros no somos profesionales, tan solo gente mucha, mucha volutad!! Sin duda la voluntad mueve a veces más montañas que saber las técnicas. La necesidad hace que aprendamos y busquemos soluciones. 





Estos peldaños de madera y piedra terminan de momento la reforma del jardín secreto

Esto es lo que tienen los jardines con pendiente, que son mil problemas los que se te presentan a la hora de resolver el diseño. En todo caso, al final, y una vez olvidado el trabajo que requieren, prefiero un jardín con pendientes, recodos, rincones...que uno llano completamente y que puedes visualizar de un solo vistazo.
Pero sí, los jardines con el terreno desnivelado son mucho más dificultosos y requieren de mayor inversión de tiempo y esfuerzo. No hay duda.
Como sabéis comenzamos con la construcción de un par de bancos con traviesas y base de piedra. Si alguien tiene interés en saber el proceso de construcción puede pinchar AQUÍ  donde se explica el inicio de la construcción y AQUÍ para ver la finalización de los mismos) y seguimos con la colocación de grandes piedras para contener el terreno además de traviesas de las mismas medidas y características de las que usamos para los bancos.
Por últimos estos días hemos construido unos escalones que conducen desde el camino que hay ahora por delante de los dos bancos hasta el nivel de la terraza por la derecha. Ha costado lo suyo su realización primero porque no somos profesionales y segundo porque no tenían una trayectoria recta si no que tenían que adaptarse a la curva que hace la terraza en ese punto. Pero creo que han quedado bien  integrados en el conjunto. No os parece? 

Los huecos entre las piedras y las traviesas y los bancos los hemos rellenado con un buen sustrato para que las plantas que ubiquemos puedan crecer ya que la mayor parte del suelo de esta terraza es de pésima calidad.

En algunos casos hemos cambiado esta tierra de relleno por una mezcla de sustratos como en el caso del Acer palmatum que requiere un sustrato con un pH ácido, que drene muy bien y que retenga el grado justo de humedad.

De momento este es el cambio que le hemos metido a esta zona. Según vaya teniendo seguridad de lo que quiero y que crea que puede quedar bien iré modificando el espacio. 
Como he explicado en anteriores entradas esta terraza se ha ganado artificialmente con el suelo original del jardín extraído de los hoyos de plantación de todo el jardín. Una superficie que hace dos años presentaba una inclinación casi impracticable y que ahora se ha convertido en un espacio completamente llano dónde cuando me venga la inspiración decidiré de qué modo la voy a resolver definitivamente en cuánto a plantaciones o diseño. Ya veis que aún andan macetas por ahí sin plantar y es que decidir el diseño de plantaciones no siempre es fácil.

Por supuesto es de una urgencia casi vital la retirada de ese horroroso banco blanco!!! No puede ser más feo. Siempre fue horrible pero ahora, con la zona adecentada aún me parece más insoportable jejejjee. A ver qué ubicación le buscamos para que no se vea demasiado porque seamos sinceros...es feo con avaria. A que sí? :D
No sé de qué manera resolveré la entrada a este jardín secreto. Deberá ser de alguna forma que divida esta zona y la aparte un poco del resto del jardín y que invite a entrar en ella viniendo desde fuera. Probablemente sea con un muro vegetal. Ya veremos. 

Y por supuesto habrá que diseñar también la terraza que ahora queda bastante sosa de esta guisa. Pero poco a poco, según vaya yo teniendo las ideas claras. Mejor dejar asentar las reformas. Que las plantas crezcan un poco, que cubran las piedras y los bancos en parte. Que todo el espacio se haga más verde...luego seguramente lo vea más claro.

Pienso que  no conviene decidirse por plantaciones demasiado altas ni grandes. Ni en la propia rocalla ni en el borde de la terraza. Plantar especies de gran crecimiento conduciría con el tiempo a un excesivo tamaño que taparía las bonitas vistas y dejaría la terraza como aislada del resto del conjunto.


Sí que estoy decidida a tapar la valla metálica que bordea el lateral Este del jardín y que corre paralelo a la calle. En este estado esta zona no tiene intimidad y yo la verdad es que prefiero que cuando esté sentada tanto en los bancos como arriba en la terraza no tenga que estar sometida a las miradas ni de vecinos ni de la gente que transita por la calle.
El otro día me regalaron un precioso ejemplar de Pittosporum heterophyllum Variegatum. Es ya grandecito y creo que en esta posición de semisombra crecerá estupendamente.
También he puesto tres matitas de Liriope muscari 'Big blue' porque me encanta su follaje y pienso que hace un bonito contraste cerca de las hojas del arce.

Viendo el perfil de la terraza posiblemente compre tres o cuatro traviesas más y traiga unos cuantos pedrolos de buen tamaño para posicionarlos ahí. Creo que sobretodo desde abajo se verá mejor que algunas piedras sobresalgan del nivel del terreno de la terraza y rompan un poco la línea recta que se aprecia interrumpida ahora solamente por el Pittosporum heterophyllum.

Estoy dudando si poner un par de Lonicera nitida. Lo cierto es que quizás pueda quedar estas matas recortadas en forma redondeada. Una de ellas quizás en el lateral del primer escalón en el borde de la terraza, en la bajada hacia la escalera de nueva creación.

Casi estoy decidida a ubicar en algún lugar de esta rocalla (que no es rocalla, pero bueno, para entendernos ejejjejej) una Escallonia 'Golden Carpet' o algún Berberi thunbergii de hoja amarilla como al variedad 'Tiny Gold' y que puedo incluir en mi próximo pedido a un vivero holandés y que haré en breve. No estoy segura. 
No deseo demasiada variedad. Estos arbustos que he mencionado y rellenar huecos con bastantes helechos que sean resistentes a las heladas. Me parecen preciosos y tienen la altura adecuada para que no levanten demasiado en altura que es lo que me interesa. Además aportan sensación de frescor que es lo que busco para este rincón del jardín.

Dónde tengo más dudas es en las plantaciones de la esquina. Estoy barajando elegir dos arbustos entre Pittosporum Tenuifolium Variegata, Physocarpus opulifolius 'Diabolo' y Rosa 'Jude The Obscure'. No estoy segura que las hojas de los dos arbustos no se quemaran durante el verano al recibir sol hasta las dos de la tarde. Con el rosal no habría problema pero lo negativo de esta opción es que claro, el espacio del seto ocupado por el rosal en invierno quedaría desnudo al perder las hojas.

En fin, de momento hasta aquí hemos hecho. Ha sido un trabajo éste sumamente cansado. El movimiento de tierras y sobretodo de piedras de este tamaño supone invertir mucho, mucho esfuerzo. Pero yo creo que ha merecido la pena. 


Debo decidir aún muchos aspectos para finalizar este jardín secreto que espero tener completo algún día. Pero no quiero correr. Me gusta disfrutar del proceso. Ir haciendo según voy teniendo las ideas claras y aplazar lo que tengo dudas.
Vamos haciendo sin prisa pero sin pausa!! Me gusta disfrutar del trabajo realizado. Me hace sentir orgullosa. Por qué no decirlo? Es vanidad? Espero que no se interprete así pero quiero ser sincera. Transformar los espacios de modo casi radical cuesta mucho esfuerzo, mucho cansancio, mucho trabajo... Entre estas fotografía de hace dos años y el aspecto actual que os muestro en este artículo hay mucho de eso, de tesón y de trabajo sí, pero también de ilusión y de alegría cuando se realiza y las cosas quedan medio bien.


Habrá tiempo de ir haciendo más... espero que os haya gustado como quedó. Un saludo y muchas gracias por leerme.

Mezcla de sustratos para plantar un Acer palmatum (Arce japonés)

Los Acer (arces) crecen de forma natural en los márgenes de los bosques al abrigo de otros árboles de mucha más envergadura que ellos que los protegen de los vientos y del sol directo. Lo hacen en suelos frescos y húmedos. Precisan para crecer en buenas condiciones de un clima frío en invierno y veranos frescos y húmedos.  Es decir, de climas templados.

En efecto, nada que ver con el clima que cuenta mi jardín en verano. Sé que no tengo las condiciones que precisa para que crezca frondoso y no sufra con la sequedad del aire y las altas temperaturas de mi verano. Pero ya sabéis lo que pasa, los vemos tan hermosos...que sí, a veces a sabiendas de que no deberías intentar cultivar plantas que no son adecuadas para tu jardín, te enamoras de ellas y lo intentas. Así que sí, es un capricho que probablemente tiene sus días contados pero ya está en mi jardín y quiero intentarlo. He sufrido la tentación de hacerme con uno dos años pero al final he caído ajjajaja 
Tengo claro que de cultivar Acer debería limitarme a especies nativas de la Península como Acer monspessulanum ( o Acer de Montpellier), Acer pseudoplatanus, Acer platanoides o Acer campestre.  que resisten la sequedad y el calor veraniego sin dificultades. De hecho tengo un pequeño Acer de Montpellier que cultivo a pleno sol y no me da problema alguno. Este primer año no ha crecido demasiado porque se está dedicando a crear un buen cepellón pero a pesar de ello las nuevas ramas presentan hojas sin quemadura alguna y mira que le da sol!! Seguramente el año que viene pegará el estirón pero en todo caso no hay que estar pendiente de él ni tiene remilgos ninguno en lo que hace al tipo de suelo. Pero bueno ya digo, a veces intentamos cultivos que presentan grandes dificultades. En fin, de fracasar en el intento tampoco me he gastado ninguna barbaridad. He encontrado este ejemplar a buen precio y eso me ha hecho animarme. 

La verdad es que no es fácil encontrar en un jardín de veranos tórridos un lugar adecuado para estos arces de otros climas. Creo que en mi jardín solo hay dos lugares en los que intentaría cultivar un arce. Uno es este bajo uno de los pinos grandes. Una zona que estoy arreglando estas semanas. El otro es en la zona central del jardín bajo la protección de una encina de buen tamaño. En esta última ubicación es dónde siempre he pensado que si tenía presupuesto  suficiente algún día quizá me dejaría tentar y plantaría uno de buen tamaño.
No tenía pensado cultivar ninguno en esta zona que muestro hoy en las fotos. Quizás porque estaba sin arreglar y no me había fijado que tiene unas horas de sol directo, las de la primera de la mañana y a eso de las once ya cae sobre esta zona una sombra moteada que podría preservar sus hojas de los rayos de sol directo. Ya veremos...

Son varias las condiciones que precisan para estar a sus anchas: como hemos dicho, veranos suaves, humedad ambiental, no recibir el sol directo en sus hojas al menos en las horas de sol más fuerte, protección del viento, protección cuando todavía es pequeño de las heladas fuertes, suelo buen drenaje, buena aireación y capacidad de retener la humedad alrededor de las raíces.

No puedo proporcionarle ni veranos suaves ni humedad ambiental. Creo que la ubicación que le he buscado es adecuada. La gran copa del pino que está sobre él lo protegerá de las heladas fuertes si se produjeran, también estará protegido de los fuertes vientos en esta zona. Las primeras horas de sol de la mañana no son las más fuertes. El aspecto que más puedo modificar es el suelo dónde crecerá. De ahí que haya hecho esta mezcla de sustratos que os muestro y que no puedo decir que vaya a funcionar ya que como digo, no he cultivado nunca un arce de este tipo en mi jardín y no puedo decir todavía sus resultados. En todo caso iré comentando su crecimiento en artículos posteriores.
He procurado hacer una mezcla que proporciones un buen drenaje y no retenga el agua alrededor de las raíces del Acer palmatum. Estos árboles no resisten tener constantemente sus raíces anegadas de agua, se pudrirían. De modo que precisamos un sustrato que permita que el agua del riego y la lluvia drene perfectamente y no produzca retenciones.
También es necesario que los materiales de los que se compone el sustrato permita pequeños espacios entre sus partículas para que el suelo esté aireado
Igualmente es preciso un suelo que absorba y retenga la humedad y no se seque rápidamente de manera que las raíces estén siempre húmedas sin estar encharcadas. Y por último, no les gusta los suelos alcalinos. Muchas de las variedades de arces crecen mejor en suelos con pH ácido.
Cabría decir que los acer emiten raíces fibrosas y bastante superficiales por lo que no les gusta demasiado la competencia de otras plantas justo al lado. Este requerimiento me ha hecho elegir justo este hueco entre las grandes piedras de esta zona del jardín.
Esta terraza, como he comentado los artículos de estos últimos días en los que os mostraba como hemos construido los bancos de traviesas y la rocalla así como la escalera que se ve en las fotos, es tierra de mala calidad procedente de hoyos de plantación. Esto me ha obligado a eliminar toda la tierra mala que he podido para proporcionar el mayor espacio posible al futuro cepellón. 

Creo que el hoyo ha quedado de buenas dimensiones.
He regado bien el contenedor antes de proceder a la plantación y por supuesto me he cerciorado del perfecto drenaje del hoyo de plantación echando una buena cantidad de agua y viendo cuánto tardaba en absorberse. No ha tardado nada, así que en ese sentido no habrá problema alguno.

Aquí están los sustratos que he usado para elaborar la mezcla: Turba rubia (con un pH entre 3/4) y tierra para acidófilas que aportarán la acidez necesaria; humus de lombriz y una generosísima cantidad de hojas de roble secas que permitirán que la mezcla esté bien aireada arena que facilitará el drenaje, y vermiculita y arcilla expandida que ayudarán a mantener húmedo el suelo. 

No he pesado ni medido las cantidades pero creo que las fotografías pueden dar una idea aproximada de las cantidades que he usado en la mezcla. Quizás lo que está más tapado es el humus de lombriz y puedo decir en este caso porque las he contado, que han sido seis paladas de las pequeñas las que he añadido a cada carretilla. De arcilla expandida ha sido la que cabe en un contenedor de los de 20 cm. De vermiculita aproximadamente igual. Más o menos lo mismo de arena. Las hojas secas de roble usadas entre las dos carretillas de mezcla que he preparado han sido las que me cupieron cuando las metí en el saco y que por cierto según iba echando en él iba prensando para que cupieran más así que en total ha sido una buena cantidad de hojas. 
La turba rubia la compro en grandes balas y viene muy prensada. Al sacarla del plástico que las envuelve sale en trozos grandes compactos y es preciso desmenuzarla previamente antes de mezclarla con otros elementos.

Una vez rotos todos los grumos se presenta como un sustrato muy esponjoso. Aquí podéis verlo en una esquina de la carretilla bajo las hojas de roble.

A continuación he añadido a la carretilla la arena, las hojas de roble, la vermiculita y el humus de lombriz. Mientras iba mezclando con las manos los elementos iba desmenuzando bien las hojas de roble. 

Cuando tenía mezclados estos elementos he añadido la tierra de castaño y a base de remover con la pala he logrado una mezcla homogénea. 

Como comprobareis es una mezcla vaporosa, ligera, con suficiente materia orgánica y que no tendrá problema alguno de compactación ni de retención de humedad excesiva. A la vez, el aporte de vermiculita y arcilla expandida ayudará a retener la humedad en la cantidad precisa sin encharcamientos.

Cuando tenía una carretilla preparada he volcado la mezcla en el hoyo y he visto que no tenía ni para empezar ajjajajaj Así que he tenido que preparar otra  carretilla con los mismos ingredientes y en las mismas proporciones para terminar de rellenar el hoyo. Buena señal porque quiere decir que mi pequeño Acer tiene de momento espacio más que suficiente para que sus raíces se expandan en un sustrato que espero sea adecuado para su crecimiento.
A continuación he sacado la planta del contenedor y he espolvoreado activador de raíces para favorecer el enraizamiento, eliminado el sobrante sacudiendo ligeramente el cepellón.

Antes de poner en el hoyo el Acer he compactado bien con las manos el suelo que lo rodea y lo he regado en profundidad. He introducido el cepellón en el sustrato dejando el nivel del cepellón muy ligeramente por debajo del nivel de sustrato de alrededor. 
Y he finalizado con un riego a conciencia para que el suelo se humedeciera en profundidad.

Mañana pondré sobre este suelo un buen acolchado que proteja las raíces del calor, del sol y que mitigue un poco la pérdida de humedad. 
Y ahora a ver qué ocurre :) Evidentemente habrá que estar muy muy al cuidado de que en ningún momento este suelo se seque. Esto es de importancia capital. Mantener las raíces de los arces de este tipo siempre húmedas es absolutamente necesario. A ver si logra pasar este agosto que es lo más duro que queda del verano y durante el otoño comienza a arraigar... eso espero. Lo que estaba en mis manos lo he hecho, a ver si él pone de su parte y se comporta :P


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