Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más usados para designar esta herramienta imprescindible a la hora de afrontar una técnica milenaria: el dorado al agua (que en poco se parece al dorado al mixtión que es más conocido en el mundo de las manualidades. Hablamos de la forma de cubrir de lámina de oro que ya los egipcios utilizaron y que podemos ver en los retablos de la Edad Media y Moderna de nuestras Catedrales e Iglesias. Los utensilios, productos y herramientas que intervienen en el dorado al agua no son nada baratos pero es precisamente el pomazón uno de los más caros. Si aún no tenéis el vuestro y os cuesta dar unos 75 euros (o más) por uno, os invito a seguir este tutorial en el que veréis paso a paso lo fácil que es realizar uno. Pero además será de mucha más calidad, mucho más cómodo y muchos más bonito que ninguno de los que compréis.

Mi amiga Angelines, una encantadora dama que vive en mi pueblo y que es una experta en encuadernación ha tenido la cortesía de regalarme el retal de piel que he usado para realizar los soportes para el cuchillo de dorador y la trabilla y el protector acolchado. Le faltó tiempo para ofrecerme su ayuda en cuanto le hablé del proyecto. ¡Qué amable es ella! Estuvimos en su casa mirando el montón de retales que tiene y poder elegir. Debo agradecer pues su asesoramiento para elegir el tipo de piel que debía usar, teniendo en cuenta que no entiendo nada de pieles, y aprovecho esta ocasión para hacerlo. La piel que me ha dado es magnífica, suave, dúctil y de gran calidad lo que permitirá que mi pomazón dure muchos, muchos años.  Muchísimas gracias, querida Angelines!

La verdad es que casi todos los materiales que he precisado los tenía en casa. He tenido que comprar la piel de gamuza y la tira de pasamanería granate. Así que me ha salido realmente barato. Además, lo he hecho en tan solo un par o tres de horas.

De todos modo, para quién no tenga idea de qué es un pomazón trataré de explicar someramente en qué consiste: se trata de una especie de superficie mullida, forrada con piel (gamuza) que generalmente tiene una protección de pergamino para que cualquier corriente de aire en la estancia en la que se esté dorando, no afecte al pan de oro que es sumamente fino y muy fácil de que se mueva con simplemente la respiración si estamos cerca. 

Normalmente el pomazón tiene en su parte inferior una especie de "trabilla" a través de la que se mete el dedo pulgar para sostener el pomazón como si fuera una paleta de pintor. Al asirse de esta manera, la segunda falange del dedo pulgar queda en contacto con la tabla que, aunque esté forrada de tela, no deja de ser una superficie dura y termina por doler cuando se trabaja durante mucho rato, por lo que yo he colocado un espacio mullido alrededor de la trabilla que protegerá la articulación del dedo de la dureza de la tabla para evitar este inconveniente. ¿Ves? Estos detalles son los que te permite que tus herramientas estén realmente personalizadas y adaptadas a tus preferencias. Algo que jamás se consigue cuando las compras ya hechas.

Otro asunto de importancia: El posicionamiento del la trabilla para agarrar el pomazón por debajo. Puede parecer un detalle que carece de importancia. Pero no lo es. Permíteme que me explique: Al tomar el pomazón, como un pintor toma su paleta, lo ideal es tener el mayor espacio posible del lado derecho (si es es diestro) así tendremos libertad de movimientno con el cuchillo y la polomesa cuando tomenos los trozos de lámina de oro ya cortada. Desconozco la razón por la que los que se adquieren en la mayoría de negocios especializados la tienen ubicada en la mitad del lado largo. 

Posicionar la trabilla del dedo pulgar en el lateral largo supone que cuando se cogen estos pomazones con la mano izquierda, uno de los laterales estrechos se sitúa frente a nuestro pecho con lo que del lado derecho solo tengamos libre la mitad del lateral del pomazón (ya que la otra mitad está protegida por la protección de pergamino). Desde mi punto de vista este pequeño detalle convierte este tipo de pomazones en incómodos. Creo que lo correcto es ubicar la trabilla del dedo en la mitad del lateral estrecho. De esta manera, al tomar el cuchillo con la mano derecha tenemos libre para mover el cuchillo y meter la mano derecha con el pomazón todo el frontal estrecho del guantelino y los das dos mitades de los laterales largos. Aunque bueno, esto quizás es simplemente una preferencia mía a la hora de trabajar. 

La técnica del dorado al agua viene realizándose ya desde la época del Antiguo Egipto. En realidad no ha cambiado nada la manera en que seguimos dorando al agua. Pero no solamente no ha cambiado en cuanto a la técnica, es que tampoco lo ha hecho en cuanto a los materiales. Siguen usándose los mismos productos que usaron los doradores de los maravillosos retablos del s. XIV con sus impresionantes tallas policromadas de los que afortunadamente tenemos magníficas obras de arte en nuestro impresionante Patrimonio. 

Tamara_de_Campos_Iglesia_San_Hipolito_Retablo_Santo_Cristo_(Wikipedia)

La Adoración de los Magos Museo Nacional de Escultura, Berruguete (Wikipedia)

En realidad los productos usados en el dorado al agua son tan específicos y la técnica es tan laboriosa y desconocida por la mayoría de la gente que, están en franco desuso salvo, afortunadamente, en talleres especializados y de la mano de algún artista enamorado de la impresionante belleza de una pieza dorada al agua y que se empeña en que estas técnicas milenarias, por muy laboriosas que sea, no se terminen perdiendo. Precisamente por eso, porque no es un arte que muchos artesanos lleven a cabo por lo que, al no tener demasiada demanda, no es fácil encontrar algunos de los productos que se utilizan en cualquier negocio de Bellas Artes. Ágatas, cola piscis, bol,...deben adquirirse en negocios especializados del ramo. 

Digo todo esto porque hay ciertos trabajos que merecen herramientas de calidad. Al fin y al cabo son herramientas que nos durarán toda la vida. Os pondré un ejemplo, es como hacer encaje de bolillos con unos bolillos burdos, ásperos o de madera de mala calidad. Tengo la fortuna de tener bolillos de más de un siglo de antigüedad que mi madre, ya con ochenta y tantos años y que ha sido una magnífica encajera, tuvo a bien el regalármelos. Son los que ella utilizó toda la vida para hacer sus encajes... y la verdad, unos bolillos de esa calidad, de madera fina, hechos a mano, producen un sonido al moverlos mientras se va haciendo el encaje, que es pura melodía. Nada que ver con unos bolillos de mala calidad.

Por eso te propongo que ya que te pones, hagas un pomazón bonito, con materiales nobles... 

Un inciso, existen pomazones de dos medidas:

Los que se utilizan para poner lámina de oro fino (el de verdad, el de 23 kilates) es algo más pequeños. Aproximadamente de unos 25 x 15 cm. Se trata de un cojín forrado con piel vuelta o (gamuza). Más duro, menos mullido que el de oro falso.

Pomazón para lámina metálica (oro falso falso u oro alemán): Es algo más grande, de unos 19 x 29 cm. También forrado con piel vuelta o (gamuza). En este caso es más mullido y blando que la de oro fino.

Y esto es porque los librillos en los que vienen, entre láminas de papel de seda, las hojas de oro fino (o las de imitación) tienen medidas distintas. En el caso del oro fino los librillos son de 8 x 8 cm, en le caso de la imitación los librillos son de  16 x 16 cm. Razón por la cual, los pomazones sobre los que se trabaja tienen esas ligeras diferencias en sus dimensiones.

Aclaremos que también existen pomazones "de sobremesa", de dimensiones algo más grandes y que no suelen tener la protección de pergamino. Suelen ser pomazones realizados por uno mismo y se ajustan al gusto y comodidad de cada dorador. Normalmente no llevan el protector de pergamino alrededor.

He preferido hacerme un pomazón de los de tamaño grande porque, seamos sinceros, será muy poco habitual que trabaje con lámina de oro fino (cuesta sesenta y tantos euros un librillo de 25 hojitas de 8 x 8 cm)....así que puedes hacerte una idea de la cantidad de librillos que se precisan para dorar cualquier pieza de tamaño medio y por tanto el dineral que cuesta el oro necesario.

¿Qué materiales necesitamos?

Tablero de contrachapado de okume pero puede valer cualquier tabla que no pese mucho. En mi caso he usado DM de 0,6 de grueso porque es la que tenía a mano. Medidas  de 19 x 29 cm

Plancha de gomaespuma no muy gruesa (en mi caso 0,75 cm alto)

Muletón, guata o miraguano o cualquier tipo de tejido mullido para rellenar el cojín de 19 x 29 cm. Debe proporcionar una superficie sin abolladuras (lisa).

Gamuza. Se trata de una especie de cuero que proviene de la parte interna de la piel de animales más pequeños como el cordero o cabra, esto hace que sea mucho más suave al tacto y mucho más delicada. Tiene cierta semejanza con el ante. Por si te resulta difícil encontrar a la venta gamuza, te pongo un enlace para que puedas adquirirla: Gamuza en Amazon

Al comprarla comprobarás que es una pieza con laterales bastante irregulares. Esta en concreto es suficientemente grande como para hacer varios pomazones.

Aquí tienes una fotografía para que puedas ver el tipo de piel que es en detalle:

Tela para forrar la tabla por la parte inferior. De dimensiones unos centímetros más amplios que la medida final del pomazón. Yo he usado tela de mucha calidad de tapicería. 

Un retal de piel (de la mejor calidad y lo más suave que sea posible) para el asidero del pomazón y las trabillas del cuchillo. Te recomiendo que uses piel porque la polipiel termina cuarteándose y la trabilla perderá su utilidad, además de dañarte la piel al introducir el dedo pulgar. Debe ser una piel flexible y blandita para que no te roce los dedos al sostener tu almohadilla con la mano.

Un metro de pasamanería para tapar las puntas o tachuelas con las que sujetamos la gamuza del tapizado.

Unos centímetros de cinta de terciopelo para bordear las piezas de piel de la parte trasera

Cola de carpintero.

Cinta de carrocero.

Pincel de cerdas duras para extender la cola, lápiz, reglas, tijeras

Grapadora de tapicero (opcional) (y grapas, claro) Si no dispones de una puedes sustituirla por tachuelas.

Martillo, Puntas finas y cortas para clavar la gamuza

EJECUCIÓN:

Si tu tablero, como el mío, es más grande de lo que precisas, deberás cortarlo a las medidas que deseas. Repasa ligeramente los bordes con lija para redondearlos y así evitar que las aristas rompan la piel.

Corta igualmente la plancha de gomaespuma, la del muletón.

Sobre el tablero y con cola pega la plancha de gomaespuma, a continuación la de muletón. Dejaremos secar bien la cola.

Recorta la gamuza: Sitúa la gamuza sobre el muletón de tal manera que sobre por los cuatro lados, aproximadamente los mismos centímetros. 

Vuelve los sobrantes de cada lado hacia la parte trasera estirando bien de todos los lados. Sujeta provisionalmente con cinta de carrocero. Ten en la precaución de tensar igual de todos los lados. Debe quedar bastante tensa pero sin llegar a aplastar del todo el relleno de debajo. Es mejor que tenses un lado, coloques la cinta de carrocero de ese lado, a continuación tensa del lado contrario y vuelve a sujetar con cinta de carrocero. Sigue luego con los lados opuestos.

Cuando veas bien asentada y tensa por igual toda tu tabla empieza a clavar las puntas con martillo. Ten cuidado en introducir las puntas perpendicularmente al tablero para que el extremo no llegue a perforar ni el anverso ni el reverso de la tabla. Las puntas deben estar bastante juntas. Haz un lado y luego el opuesto. Continúa clavando los dos lados contrarios.

Pega con cola sobre la parte trasera los centímetros sobrantes de la gamuza. Espera a que seque totalmente antes de seguir manipulando.

Corta la tela dejando unos centímetros de sobrante por todos los lados (con un par de cm será suficiente) 

y plancha bien los cuatro lados de manera que el recuadro final tenga las mismas medidas que el tablero.

Ahora le toca el turno a la realización de la zona de piel, mullida, que protegerá de la dureza de la tabla. Tendrás que practicar varias incisiones de 3,5 cm (el ancho de la trabilla una vez se doble la piel de 7 cm que la constituye).

• Dos incisiones en la tela
• Dos incisiones en el muletón
• Dos incisiones en la piel del recuadro de protección

Dobla por la mitad longitudinalmente el recuadro que será la trabilla, inserta a través del "recuadro protector" de piel y a través del recuadro de muletón. 

Creo que esta imagen esquemática podrá ayudarme a explicar lo que estoy comentando

Pon este "sandwich" sobre la tela (con las dos incisiones hechas sobre ella) e inserta el sobrante de la trabilla del dedo a través de la tela. Levanta ésta y grapa la trabilla a la tabla. Vuelve a bajar el conjunto sobre la tela.

Pega con abundante cola toda la tela a la tabla. Espera a que seque completamente.

Bordea con grapas el "rectángulo protector" de piel.

Recorta en piel dos pequeños rectángulos que serán los soportes del cuchillo de dorador y grápalos en su lugar. Recuerda que debes dejar cierta holgura para que quepa la hoja del cuchillo.

Tapa las grapas con cinta de terciopelo con cola ayudándote de un pequeño pincel para que la cola no desborde fuera de su sitio.

Pega con abundante cola la cinta de pasamanería para cubrir las puntas que sujetan la gamuza. Espera a que seque antes de seguir manipulando.

Prepara el protector de pergamino: Necesitarás un rectángulo de 46  x 31 cm. Pliega el pergamino de la forma que a continuación te indico. Para explicarte de qué manera se recorta y dobla el protector he realizado un modelo a escala en papel normal y corriente, blanco, vamos. Te pongo las medidas para un pomazón de tamaño como el mío. 

En esta siguiente fotografía verás de qué manera debes ir doblando el pergamino. Te aconsejaría que tan pronto hagas las doblecer para albergar el pomazón dentro del pergamino, termines de doblarlo con el pomazón metido en el protector. Ello te permitirá que se ajuste perfectamente a las  medidas de tu cojín. Doblarlo correctamente es importante, recuerda que debe quedar de manera que sea posible plegarlo perfectamente cuando termines de trabajar.

Y esto último que te comento es especialmente importante porque, como puedes observar, el pomazón tiene un cierto grosor una vez tiene la gomaespuma y el muletón (unos 2 cm). De manera que las dobleces del pergamino deben ajustarse a este grosor para poder "recogerse" una vez que hayas terminado el trabajo y quieras recoger tu cojin.

Bien, pues ya tenemos hecho nuestro pomazón. Ya sabes que puedes usarlo con protector. Aquí lo tienes:

O sin él...

Espero que te hayan resultado claras mis explicaciones para realizar una herramienta tan bonita como son los pomazones (Al menos a mí me parecen hermosos) y que hayas visto lo fácil que es hacer uno con el consiguiente ahorro que tendrás pero sobretodo porque harás un pomazón a tu gusto, con materiales mucho mejores que cualquiera de los que puedas comprar.

Un saludo, queridos lectores.