Hemos ido teniendo suerte con las lluvias de estas semanas. Se han ido produciendo a las horas que no interrumpían en exceso el trabajo así que han podido adelantar bastante en el patio. Pero llegó el jueves pasado y una lluvia torrencial empezó a verter sobre el jardín una cortina intensa de agua. A la voz del capataz todos a guarecerse dentro de la casa.