Menudo zafarrancho de combate tengo en casa montado!! El estruendo de las motosierras inundan el aire con su "melodía" desde cerca de mediodía. Qué animación! Acostumbrada como estoy a estar sin gente, se me hace extraño este trajín. Trabajadores en el jardín ejerciendo una fuerza que me admira, mueven los troncos como si fueran de papel. Me asombra la organización y me deleito contemplándolos como trabajan.
Blog de jardinería y otras cosas que hago relacionadas siempre con DIY, la decoración, lo artesanal, las manualidades, el diseño...
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Diseño del jardín: El jardín de los vecinos
A la hora de diseñar nuestro jardín sabemos que hay infinidad de cosas a tener en cuenta. Si bien es cierto que son muchas las que consideramos, suelen ser las propias de nuestra parcela y no otras las que valoramos. Pero, y los jardines de los vecinos? Nos afectan? Indudablemente no solo nos afectan si no que nos condicionan.
Nuestra parcela es un conjunto y como tal deberíamos valorarla a la hora de decidir su diseño. Solamente lo que está en su interior está en nuestra mano modificarlo ( y no todo, por supuesto).
Pero es un conjunto dentro de otro conjunto más amplio, su entorno. Si, el jardín de los vecinos nos afecta. Como lo hace el entorno general, el paisaje lejano que divisamos desde algunas zonas de nuestro jardín, las vistas más próximas, los ruidos si hay tráfico en las cercanías, las construcciones cercanas y que quedan a la vista desde nuestro jardín... Por poner solamente algunos ejemplos.
Unas veces lo hacen para beneficio de nuestro jardín y otras trabajan en contra. Pero no hay duda de que a la hora de establecer el diseño del jardín debemos tenerlas todas en cuenta.
Cuando desde nuestra casa tenemos una magnífica vista, incluso la construcción de pérgolas, lugares de descanso, comedores al aire libre, cenadores, etc... frecuentemente se realizan focalizando precisamente estas vistas porque sería un pecado que dejaran de ser el centro de atención de algunas zonas de nuestro jardín.
De entrada tenemos habitualmente o vallas divisorias que son comunes y que separan nuestra propiedad de las que están al lado.
Lo que se vea a través o lo que se plante en ellas condicionará, a veces, de forma determinante nuestro propio jardín. Lo embellecerán a veces, nos originaran trabajos y molestias o nos deleitarán con sus floraciones, nos veremos perjudicados con sus raíces o no, sus ramas se meterán en nuestro jardín en ocasiones para proyectar deliciosas sombras, otras para impedirnos plantar algunos ejemplares que precisarían de más sol...
En ocasiones podremos "aprovechar" bonitas arbustos en flor y en ese caso, quizás es preferible no ubicar ninguna plantación grande delante que según crezca nos oculte ese momento de bonito colorido.
Esta es la única mimosa que disfruto y no tengo que padecer!! jejeje La veo desde la puerta de mi cocina cuando está en flor y creo que es espléndida..
Es difícil encontrar un jardín (si hablamos de un jardín grande, claro) desde el que no se vea absolutamente nada que no sea el propio jardín. Setos bien recortados, frutales cuajados de flores, arbustos que aportan manchas de un espléndido color formarán visualmente parte también de nuestro jardín.
Pero seguramente, si el jardín es amplio y tiene muchos metros de muro o valle, a través de algún espacio de ellos, divisaremos parcelas descuidadas que salvo que con algún medio (tela de sombreo o construcción de un muro) las tapemos seguirán molestando nuestra visión desde ese punto.
Aquí os muestro un espacio de mi seto sur para el que ya tengo comprada la tela de sombreo con la idea de cubrir "las vistas". La verdad es que ya estoy casada de ver ramas secas amontonadas y tanto descuido y desidia como observo desde esa zona.
Desgraciadamente en España en general hay un concepto del propio jardín que desde mi punto de vista es erróneo.
Indudablemente nosotros podemos plantar en él aquello que creamos conveniente. Pero esta libertad de elección no tiene límites? Sí, sí la tiene!! O mejor dicho, la debería de tener.
Es cierto que cuando no existe desarrollada una normativa municipal con relación a este tema, legalmente hay que acogerse a lo que marca nuestro Código Civil que establece unas distancias de árboles y arbustos a las líneas divisorias entre parcelas.
En general, creo que hay pocos Ayuntamientos que se hayan molestado de este asunto. Lo dejan al arbitrio de los vecinos ocasionado con ello, normalmente, una situación de cierto desvalimiento del vecino perjudicado. La mayoría de las veces, si no quieres ponerte a mal con el vecino o incluso poniéndote, estás dispuesto a meterte en pleitos que pueden tardar años en resolverse, generalmente te ves obligado a aguantarte con el perjuicio.
Es verdad que la Ley te permite eliminar las raíces que de plantaciones ajenas entren en tu jardín pero no así las ramas de árboles por ejemplo. Te metes en un juicio por los frutos pegajosos y las ramas que casi se meten en tu ventana desde un árbol del vecino? Pues no, en general no lo haces y te aguantas con las ramas en la nariz y te dedicas a barrer a diario lo que suelta el dichoso arbolito sobre tu camino.
Pienso que en localidades dónde hay un alto porcentaje de viviendas con parcela alrededor el Ayuntamiento debería reglamentar estos asuntos mucho más. Pero aún en el caso de que no lo esté, el consenso, el buen juicio y un sentido de lo que parece razonable, debería constituir la solución entre los vecinos.
Pero para ello deberíamos de tener los españoles un concepto de lo "ajeno" diferente y no estar convencidos de que lo propio siempre está por delante de lo común o de lo de los demás.
En muchos países sería impensable que no hubiera un acuerdo entre vecinos a la hora elegir las plantaciones que se ponen sobre las vallas divisorias. Su color, su aroma a veces, sus raíces, sus ramas, su floración... intervendrá en ambos jardines. El propio y el del vecino.
Es cierto que cuando compramos una parcela muchas de estas plantaciones están hechas de antiguo y no es cosa de obligar a los vecinos a retirarlas. Pero en muchos otros casos se trata de cultivos recientes, en los que la lógica debería obligar a ponerse de acuerdo y decidirse por soluciones que no perjudiquen a ninguna de las partes. No es así casi nunca.
Este es la típica situación: Tenemos una valla metálica (a través de la cual ramas, hojas y demás se colorán hacia el jardín del vecino) y queremos poner a todo su largo una "frondosa" hiedra? Pues la pongo!! Y listo!!
Preguntar al vecino si quiere esta "preciosidad"? Por qué? Si es mi jardín y la voy a plantar toda bien pegadita al murete sobre el que se asienta la valla pero dentro de mi propiedad?
Este tipo de jardineros, contemplan la necesidad posterior de su mantenimiento mediante podas constantes desde su lado. Pero el lado del vecino?
Tienen en cuenta que la hiedra se meterá hacia su jardín y que por lógica debería correr de su cuenta (económicamente si se contrata a alguién o en tiempo y herramientas si lo hace uno mismo)? No. La parte de "mi hiedra" que se vaya al vecino que se la pode él mismo. Si tiene que desembolsar dinero para pagar a alguién que se lo haga, pues que lo desembolse. Yo qué culpa tengo de que la hiedra se quiera ir hacia allí. No es de broma, ese es el argumento que a veces dan cuando dices algo.
Claro, el problema con este tipo de actitudes es que al vecino le estás originando no solamente gasto del pago de horas de un jardinero que pueda subirse a una escalera a podarla os veces al año. Es que la dichosa hiedra se mete hacia tu lado y si no te andas con cuidado empuja tus plantaciones.
Este típico vecino que en mi urbanización suele venir solamente los fines de semana, le importan un bledo los pulgones que cuajan su odiosa hiedra. Pero claro, a ti y a tus rosales, no! Y ahí te ves mochila a la espalda cargada con jabón potásico semana sí y semana también si no quieres que tus rosales se contagien.
En mi caso concreto, tratamos previamente a la plantación del tema. Ilusa de mí creí que el hecho de haber manifestado claramente que no deseaba hiedra, eliminaría cualquier posibilidad de la misma.
Me pidieron opinión (no como algo común, si no como una elección propia del dueño) y opté por haber "tapizado" la valla común con Trachelospermum jasminoide. De hoja prácticamente perenne, preciosa coloración otoñal, bajo mantenimiento, no invasivo, no tendente a tener plagas ni enfermedades, una floración divina en primavera y de un aroma embriagador.
Pero claro, aunque no me lo dijo nunca, estoy convencida de que se fue al vivero y cuando le dijeron que un trachelo rondaba los 10/12 € y un ejemplar de hiedra estaba sobre los dos o dos euros y pico, la elección fue clara para él.
Eso en cuanto a los metros de jardín trasero que es el largo de la casa, el tema se ha seguido reproduciendo a lo largo de los más de setenta metros de la valla divisoria a lo largo de todo el resto de la parcela. El jardinero que periódicamente viene a cuidar de este jardín, en cada visita planta tres o cuatro ramas más de hiedra y la cosa va avanzando cada año más...Cada vez veo más ramitas de hiedra que se meten hacia mi lado a través de las telas de sombreo o del brezo y que si dejo crecer llegan a arraigar sobre mi suelo. En fin, un trabajo que me ha originado y que jamás se le ocurre ni siquiera comentarme.
Como veis, sí, las plantaciones de los jardines ajenos nos influyen y mucho.
En otros países incluso la sombra que proyecta un árbol y que al crecer llega a robar la luz y el sol de la casa del vecino, se considera razón suficiente para su traslado o eliminación. Aquí en España? Eso sería impensable. Si el vecino que compró su propiedad por el sol que recibía su fachada, al pasar los años y crecer nuestras moreras (por decir algo) se ha quedado sin gota de sol.. pues se siente!!
Otras veces ya no es cuestión de llegar a acuerdos. En ocasiones las plantaciones están hechas tan de antaño que constituye el resolverlo un problema de gran envergadura económica. Es el caso de las dichosas arizónicas que hace treinta o cuarenta años se pusieron tan de moda en nuestro país.
En este caso concreto estaban plantadas mucho antes de que el vecino comprara su propiedad así que salvo que algún día esté harto de las raíces que le invaden su jardín, veo difícil la solución. Evidentemente no solo invaden con sus raíces sus plantaciones, impiden de mi lado que cerca de ellas crezca nada ya que absorben toda agua y alimento que cae sobre la tierra próxima (y no tan próxima porque desarrollan raíces increíblemente largas).
Luego está el tema de la poda. Es cierto que las arizónicas estaban cuando él llegó pero eso no le debería de eximir de ser él o persona pagada por él, quien se encargara de podarlas de mi lado. Evidentemente eso no ocurre.
Es cierto que todo no es blanco ni negro. Por verle algo positivo, cuando nieva, sobre sus ramas se deposita un hermoso manto blanco! jajajaja
Al diseñar nuestro jardín deberíamos considerar además de las raíces, la sombra que árboles y demás plantaciones de buen tamaño proyectarán sobre nuestro espacio. No solo eso, la caída de hojas y frutos pasados también se debería tener en consideración.
En jardines que presentan inclinación puede originarse un problema añadido. Si el nuestro está a un nivel inferior al del vecino y éste no tiene hecho los necesarios desagües a través de muros y las nivelaciones correctas del terreno, se puede originar un grave problema cuando se produce una tormenta monumental. El año pasado ocurrió en el mío. El jardín del vecino, literalmente se convirtió en una piscina, tanto subió el nivel del agua que llegó a desbordar hacia mi lado produciendo bastantes desperfectos en el rincón del jardín secreto.
Afortunadamente arregló el problema de su lado canalizando el agua de manera que en el futuro, aunque llueva torrencialmente, no se volverá a producir el desbordamiento hacia mi jardín. Evidentemente el coste de la reparación de los daños que su agua produjo en mi jardín, corrieron de mi cuenta ajjajaja En fin, sin palabras!
Las vistas que a los lejos, del pueblo o de las montañas que rodean nuestro jardín y que divisamos desde nuestras terrazas deberíamos preservarlas no haciendo plantaciones que con los años nos las roben.
Indudablemente el entorno se nos "cuela" en nuestro jardín. Si es hermoso, merece la pena seguir disfrutándolo. Si lo que hace es restarnos belleza, habría que buscar soluciones para evitarlo.
En mi caso, no tengo jardines de vecinos delante de la parte oeste de mi jardín pero se trata de un espacio abierto desde el que se otean las montañas de Ávila a lo lejos y que en primera se pone especialmente hermoso!! Prolongar de alguna manera este entorno hacia dentro de nuestro jardín introduciendo especies que prosperan de modo natural en las proximidades como lavandas y romeros, parece una decisión inteligente.
Como vemos, nuestro jardín no está formado solamente por lo que en él construimos y plantamos. Lo conforman también más o menos directamente, lo que rodea nuestro espacio verde. Sean otros jardines vecinos, sea el propio entorno, sean construcciones o paisajes que desde el nuestro se divisan...
Nuestra parcela es un conjunto y como tal deberíamos valorarla a la hora de decidir su diseño. Solamente lo que está en su interior está en nuestra mano modificarlo ( y no todo, por supuesto).
Pero es un conjunto dentro de otro conjunto más amplio, su entorno. Si, el jardín de los vecinos nos afecta. Como lo hace el entorno general, el paisaje lejano que divisamos desde algunas zonas de nuestro jardín, las vistas más próximas, los ruidos si hay tráfico en las cercanías, las construcciones cercanas y que quedan a la vista desde nuestro jardín... Por poner solamente algunos ejemplos.
Unas veces lo hacen para beneficio de nuestro jardín y otras trabajan en contra. Pero no hay duda de que a la hora de establecer el diseño del jardín debemos tenerlas todas en cuenta.
Cuando desde nuestra casa tenemos una magnífica vista, incluso la construcción de pérgolas, lugares de descanso, comedores al aire libre, cenadores, etc... frecuentemente se realizan focalizando precisamente estas vistas porque sería un pecado que dejaran de ser el centro de atención de algunas zonas de nuestro jardín.
De entrada tenemos habitualmente o vallas divisorias que son comunes y que separan nuestra propiedad de las que están al lado.
Lo que se vea a través o lo que se plante en ellas condicionará, a veces, de forma determinante nuestro propio jardín. Lo embellecerán a veces, nos originaran trabajos y molestias o nos deleitarán con sus floraciones, nos veremos perjudicados con sus raíces o no, sus ramas se meterán en nuestro jardín en ocasiones para proyectar deliciosas sombras, otras para impedirnos plantar algunos ejemplares que precisarían de más sol...
En ocasiones podremos "aprovechar" bonitas arbustos en flor y en ese caso, quizás es preferible no ubicar ninguna plantación grande delante que según crezca nos oculte ese momento de bonito colorido.
Esta es la única mimosa que disfruto y no tengo que padecer!! jejeje La veo desde la puerta de mi cocina cuando está en flor y creo que es espléndida..
Es difícil encontrar un jardín (si hablamos de un jardín grande, claro) desde el que no se vea absolutamente nada que no sea el propio jardín. Setos bien recortados, frutales cuajados de flores, arbustos que aportan manchas de un espléndido color formarán visualmente parte también de nuestro jardín.
Pero seguramente, si el jardín es amplio y tiene muchos metros de muro o valle, a través de algún espacio de ellos, divisaremos parcelas descuidadas que salvo que con algún medio (tela de sombreo o construcción de un muro) las tapemos seguirán molestando nuestra visión desde ese punto.
Aquí os muestro un espacio de mi seto sur para el que ya tengo comprada la tela de sombreo con la idea de cubrir "las vistas". La verdad es que ya estoy casada de ver ramas secas amontonadas y tanto descuido y desidia como observo desde esa zona.
Desgraciadamente en España en general hay un concepto del propio jardín que desde mi punto de vista es erróneo.
Indudablemente nosotros podemos plantar en él aquello que creamos conveniente. Pero esta libertad de elección no tiene límites? Sí, sí la tiene!! O mejor dicho, la debería de tener.
Es cierto que cuando no existe desarrollada una normativa municipal con relación a este tema, legalmente hay que acogerse a lo que marca nuestro Código Civil que establece unas distancias de árboles y arbustos a las líneas divisorias entre parcelas.
En general, creo que hay pocos Ayuntamientos que se hayan molestado de este asunto. Lo dejan al arbitrio de los vecinos ocasionado con ello, normalmente, una situación de cierto desvalimiento del vecino perjudicado. La mayoría de las veces, si no quieres ponerte a mal con el vecino o incluso poniéndote, estás dispuesto a meterte en pleitos que pueden tardar años en resolverse, generalmente te ves obligado a aguantarte con el perjuicio.
Es verdad que la Ley te permite eliminar las raíces que de plantaciones ajenas entren en tu jardín pero no así las ramas de árboles por ejemplo. Te metes en un juicio por los frutos pegajosos y las ramas que casi se meten en tu ventana desde un árbol del vecino? Pues no, en general no lo haces y te aguantas con las ramas en la nariz y te dedicas a barrer a diario lo que suelta el dichoso arbolito sobre tu camino.
Pienso que en localidades dónde hay un alto porcentaje de viviendas con parcela alrededor el Ayuntamiento debería reglamentar estos asuntos mucho más. Pero aún en el caso de que no lo esté, el consenso, el buen juicio y un sentido de lo que parece razonable, debería constituir la solución entre los vecinos.
Pero para ello deberíamos de tener los españoles un concepto de lo "ajeno" diferente y no estar convencidos de que lo propio siempre está por delante de lo común o de lo de los demás.
En muchos países sería impensable que no hubiera un acuerdo entre vecinos a la hora elegir las plantaciones que se ponen sobre las vallas divisorias. Su color, su aroma a veces, sus raíces, sus ramas, su floración... intervendrá en ambos jardines. El propio y el del vecino.
Es cierto que cuando compramos una parcela muchas de estas plantaciones están hechas de antiguo y no es cosa de obligar a los vecinos a retirarlas. Pero en muchos otros casos se trata de cultivos recientes, en los que la lógica debería obligar a ponerse de acuerdo y decidirse por soluciones que no perjudiquen a ninguna de las partes. No es así casi nunca.
Este es la típica situación: Tenemos una valla metálica (a través de la cual ramas, hojas y demás se colorán hacia el jardín del vecino) y queremos poner a todo su largo una "frondosa" hiedra? Pues la pongo!! Y listo!!
Preguntar al vecino si quiere esta "preciosidad"? Por qué? Si es mi jardín y la voy a plantar toda bien pegadita al murete sobre el que se asienta la valla pero dentro de mi propiedad?
Este tipo de jardineros, contemplan la necesidad posterior de su mantenimiento mediante podas constantes desde su lado. Pero el lado del vecino?
Tienen en cuenta que la hiedra se meterá hacia su jardín y que por lógica debería correr de su cuenta (económicamente si se contrata a alguién o en tiempo y herramientas si lo hace uno mismo)? No. La parte de "mi hiedra" que se vaya al vecino que se la pode él mismo. Si tiene que desembolsar dinero para pagar a alguién que se lo haga, pues que lo desembolse. Yo qué culpa tengo de que la hiedra se quiera ir hacia allí. No es de broma, ese es el argumento que a veces dan cuando dices algo.
Claro, el problema con este tipo de actitudes es que al vecino le estás originando no solamente gasto del pago de horas de un jardinero que pueda subirse a una escalera a podarla os veces al año. Es que la dichosa hiedra se mete hacia tu lado y si no te andas con cuidado empuja tus plantaciones.
Este típico vecino que en mi urbanización suele venir solamente los fines de semana, le importan un bledo los pulgones que cuajan su odiosa hiedra. Pero claro, a ti y a tus rosales, no! Y ahí te ves mochila a la espalda cargada con jabón potásico semana sí y semana también si no quieres que tus rosales se contagien.
En mi caso concreto, tratamos previamente a la plantación del tema. Ilusa de mí creí que el hecho de haber manifestado claramente que no deseaba hiedra, eliminaría cualquier posibilidad de la misma.
Me pidieron opinión (no como algo común, si no como una elección propia del dueño) y opté por haber "tapizado" la valla común con Trachelospermum jasminoide. De hoja prácticamente perenne, preciosa coloración otoñal, bajo mantenimiento, no invasivo, no tendente a tener plagas ni enfermedades, una floración divina en primavera y de un aroma embriagador.
Pero claro, aunque no me lo dijo nunca, estoy convencida de que se fue al vivero y cuando le dijeron que un trachelo rondaba los 10/12 € y un ejemplar de hiedra estaba sobre los dos o dos euros y pico, la elección fue clara para él.
Eso en cuanto a los metros de jardín trasero que es el largo de la casa, el tema se ha seguido reproduciendo a lo largo de los más de setenta metros de la valla divisoria a lo largo de todo el resto de la parcela. El jardinero que periódicamente viene a cuidar de este jardín, en cada visita planta tres o cuatro ramas más de hiedra y la cosa va avanzando cada año más...Cada vez veo más ramitas de hiedra que se meten hacia mi lado a través de las telas de sombreo o del brezo y que si dejo crecer llegan a arraigar sobre mi suelo. En fin, un trabajo que me ha originado y que jamás se le ocurre ni siquiera comentarme.
Como veis, sí, las plantaciones de los jardines ajenos nos influyen y mucho.
En otros países incluso la sombra que proyecta un árbol y que al crecer llega a robar la luz y el sol de la casa del vecino, se considera razón suficiente para su traslado o eliminación. Aquí en España? Eso sería impensable. Si el vecino que compró su propiedad por el sol que recibía su fachada, al pasar los años y crecer nuestras moreras (por decir algo) se ha quedado sin gota de sol.. pues se siente!!
Otras veces ya no es cuestión de llegar a acuerdos. En ocasiones las plantaciones están hechas tan de antaño que constituye el resolverlo un problema de gran envergadura económica. Es el caso de las dichosas arizónicas que hace treinta o cuarenta años se pusieron tan de moda en nuestro país.
En este caso concreto estaban plantadas mucho antes de que el vecino comprara su propiedad así que salvo que algún día esté harto de las raíces que le invaden su jardín, veo difícil la solución. Evidentemente no solo invaden con sus raíces sus plantaciones, impiden de mi lado que cerca de ellas crezca nada ya que absorben toda agua y alimento que cae sobre la tierra próxima (y no tan próxima porque desarrollan raíces increíblemente largas).
Luego está el tema de la poda. Es cierto que las arizónicas estaban cuando él llegó pero eso no le debería de eximir de ser él o persona pagada por él, quien se encargara de podarlas de mi lado. Evidentemente eso no ocurre.
Es cierto que todo no es blanco ni negro. Por verle algo positivo, cuando nieva, sobre sus ramas se deposita un hermoso manto blanco! jajajaja
Al diseñar nuestro jardín deberíamos considerar además de las raíces, la sombra que árboles y demás plantaciones de buen tamaño proyectarán sobre nuestro espacio. No solo eso, la caída de hojas y frutos pasados también se debería tener en consideración.
En jardines que presentan inclinación puede originarse un problema añadido. Si el nuestro está a un nivel inferior al del vecino y éste no tiene hecho los necesarios desagües a través de muros y las nivelaciones correctas del terreno, se puede originar un grave problema cuando se produce una tormenta monumental. El año pasado ocurrió en el mío. El jardín del vecino, literalmente se convirtió en una piscina, tanto subió el nivel del agua que llegó a desbordar hacia mi lado produciendo bastantes desperfectos en el rincón del jardín secreto.
Afortunadamente arregló el problema de su lado canalizando el agua de manera que en el futuro, aunque llueva torrencialmente, no se volverá a producir el desbordamiento hacia mi jardín. Evidentemente el coste de la reparación de los daños que su agua produjo en mi jardín, corrieron de mi cuenta ajjajaja En fin, sin palabras!
Las vistas que a los lejos, del pueblo o de las montañas que rodean nuestro jardín y que divisamos desde nuestras terrazas deberíamos preservarlas no haciendo plantaciones que con los años nos las roben.
Indudablemente el entorno se nos "cuela" en nuestro jardín. Si es hermoso, merece la pena seguir disfrutándolo. Si lo que hace es restarnos belleza, habría que buscar soluciones para evitarlo.
En mi caso, no tengo jardines de vecinos delante de la parte oeste de mi jardín pero se trata de un espacio abierto desde el que se otean las montañas de Ávila a lo lejos y que en primera se pone especialmente hermoso!! Prolongar de alguna manera este entorno hacia dentro de nuestro jardín introduciendo especies que prosperan de modo natural en las proximidades como lavandas y romeros, parece una decisión inteligente.
Como vemos, nuestro jardín no está formado solamente por lo que en él construimos y plantamos. Lo conforman también más o menos directamente, lo que rodea nuestro espacio verde. Sean otros jardines vecinos, sea el propio entorno, sean construcciones o paisajes que desde el nuestro se divisan...
Vaciar el interior de Pittosporum tobira 'Nana' para facilitar los tratamientos contra las cochinillas (Icerya purchasi)
Hay plantas que su propia forma de crecer facilita las cosas a las plagas y enfermedades. Es el caso de Pittosporum tobira 'Nana' (Conocido comúnmente como pitosporo enano jazmín de china, azarero o azahar de la china).
Cultivo en el jardín bastantes variedades de pitosporos: Pittosporum crassifolium, Pittosporum heterophyllum 'Variegatum', Pittosporum tenuifolium 'Golf Ball', 'Piruette' y 'Variegatum' y el más común, Pittosporum tobira...bien pues ninguno presenta problemas de plaga alguna salvo Pittosporum tobira 'Nana' y es que este pequeño arbusto bajito y de forma redondeada tiene la tendencia a crecer muy tupido, muy ramificado desde la base. Aparecen las hojas arracimadas desde un nivel tan bajo que deja el interior de la planta sin ventilación. Cada año tengo esta dichosa plaga en alguno de los pitosporos enanos del jardín.
Procuro rociar bien su interior cuando hago las tres o cuatro aplicaciones preventivas con aceite insecticida en invierno. Este año en concreto he hecho cuatro y creo que ha ido muy bien. Parece que de momento ninguno de ellos presenta (todavía) infección de cochinilla. La que tengo en mi jardín es la cochinilla acanalada (Icerya purchasi), Aquí podéis ver esta preciosidad!:
Las temporadas pasadas observé que el que tenía infección más grave era un pitosporo enano que cultivo en el seto sur (El que aparece en la primera fotografía). Por su ubicación es el menos soleado ya que árboles y arbustos proyectan sobre él su sombra durante parte del día. Pero también vi algo de cochinilla en alguno de los que crece en el jardín trasero que precisamente no adolece de sol.
Si algo favorece esta plaga es el calor y sequedad pero es la falta de ventilación la que produce esta situación, de ahí que precisamente la estructura de crecimiento de este tipo de pitosporo favorezca su reproducción.
Cuando los compramos, lógicamente buscamos ejemplares bien tupidos, bien rellenos de hojas. Es normal, realmente están bonitos cuando no son pobres en hojas, si no que están bien ramificados desde la base ya que ello permitirá que crezca en forma de arbustos redondeados cubiertos totalmente de hojas.
Pues precisamente en los ejemplares más tupidos, cuántas más ramitas nacen desde la base y más "cerrada" con hojas está la superficie del arbusto, más fácil es que nazcan en sus tallos y envés de las hojas la dichosa cochinilla.
Pero es que además, los ejemplares tan rellenos de hojas desde abajo son extremadamente difíciles de tratar ya que resulta prácticamente imposible acceder a las partes mas internas por todos sus lados cuando hacemos la pulverización de productos para combatirlas o con palillos empapados en alcohol para eliminarlas directamente.
Probé el año pasado a deshojarlos desde el suelo hasta bien arriba. Dejé solamente el último "cogollo" de hojas y algunas más viejas por debajo para que formaran una cubierta que impidiera verse el interior del arbusto, el resto las eliminé. También eliminé desde abajo del todo algunas ramas que tocaban el suelo procurando que el arbusto creciera levantado de él al menos un poco para que pudiera entrar aire por debajo.
Debo decir que al ir eliminando las hojas inferiores lo hacía por partes. Tomaba una rama, la inclinaba lo suficiente como para poder acceder a su interior, eliminaba las hojas, soltaba la rama y dejaba que volviera ella sola a su lugar. Así iba comprobando que la zona no quedaba "calva". Si veía que aún podía eliminar más hojas lo hacía. De lo contrario pasaba a otra rama si veía peligro de que la zona quedara demasiado "pobre".
Debo decir que al ir eliminando las hojas inferiores lo hacía por partes. Tomaba una rama, la inclinaba lo suficiente como para poder acceder a su interior, eliminaba las hojas, soltaba la rama y dejaba que volviera ella sola a su lugar. Así iba comprobando que la zona no quedaba "calva". Si veía que aún podía eliminar más hojas lo hacía. De lo contrario pasaba a otra rama si veía peligro de que la zona quedara demasiado "pobre".
Aquí podéis ver uno de los arbustos que, aunque vaciado su interior, exteriormente no se percibe ya que dejé una "cubierta" formada por las hojas brotadas en los extremos de los tallos de manera que tapan completamente el interior del ejemplar.
Lo cierto es que este vaciado yo no lo haría en ejemplares demasiado jóvenes ya que provocaríamos la eliminación de ramillas que al crecer posibilitan ese aspecto cuajado de hojas que vemos por fuera. Es más bien algo a practicar en pitosporum con algunas temporadas ya y que se hayan desarrollado un poco. Están menos tiernos, si además la eliminación del interior la practicamos en invierno, cuando la vegetación que persiste en él está más dura, las cosas serán mucho más fáciles.
Aprovechar la ocasión para hacer una buena rociada con aceite insecticida cerciorándonos de empapar bien toda su estructura leñosa e incluso el suelo.
nos ayudará a prevenir estas "lindas" criaturitas!
Con ello me resulta mucho más fácil acceder a las partes bajas (que es dónde suelen estar las cochinillas) sin romper sus ramillas ahora en primavera que están brotando como locos y presentan una vegetación tan tierna que es fácil quebrar los tallos recién brotados.
Esta eliminación de hojas la practiqué en casi todos los pitosporos enanos que tengo en el jardín pero este en concreto el que os muestro infectado por cochinilla aunque lo intenté, vi que a medida que metía las manos en su interior para eliminar las hojas, las ramillas se rompían y no quería originar "calvas" que luego se vieran por el exterior con falta de hojas así que lo dejé estar.
Pues ha sido comenzar la primavera y ya están aquí!. Ahora es peor aún porque hay brotes de hojas tiernas desde bastante abajo, lo que me impide llegar a eliminarlas con los dedos y por mucho que trato de girar un poco las ramas para aplicar jabón potásico con alcohol la pulverización no llega a todas las partes, siempre hay recovecos que quedan sin mojar. Meter las manos en él es a riesgo de quebrar buena parte de sus ramas y destrozar con ellos la bonita estructura redondeada que va teniendo.
Solo me cabe este año dejar que crezca un poco más, que aumente de diámetro y eliminar las hojas que pueda sin dañarlo. Más hacia el otoño, cuando haga la poda, haré la limpieza de ramas bajas y de hojas definitiva.
Ayer, con la manguera a presión y con cuidado de no romper las ramas y hojas nuevas, traté de despegar la mayoría de las cochinillas gordas. A continuación le hice una pulverización abundante con alcochol pero no me gusta usar este método muy a menudo porque el alcohol reseca demasiado la vegetación. Dentro de unos días la rociaré con jabón potásico y algo de alcohol.
Durante esta primavera/verano seguiré de cerca la evolución de las cochinillas y entre eliminar las que pueda a mano y aplicaciones constantes de jabón potásico y alcohol, espero tenerlas controladas.
Ayer, con la manguera a presión y con cuidado de no romper las ramas y hojas nuevas, traté de despegar la mayoría de las cochinillas gordas. A continuación le hice una pulverización abundante con alcochol pero no me gusta usar este método muy a menudo porque el alcohol reseca demasiado la vegetación. Dentro de unos días la rociaré con jabón potásico y algo de alcohol.
Durante esta primavera/verano seguiré de cerca la evolución de las cochinillas y entre eliminar las que pueda a mano y aplicaciones constantes de jabón potásico y alcohol, espero tenerlas controladas.
Aunque sé que por muchas hojas que quite de su interior no estarán a salvo del todo de la cochinilla, está claro que el favorecer su ventilación interior les dificultará las cosas. Además, al estar casi vacía la parte interna del arbusto resulta muchísimo más fácil acceder a ella para su tratamiento.
Diseño del jardín: Qué hacer con las tierras que sacamos de algunas zonas
Hace muchos años, leí en un libro de jardinería
algo que me llamó la atención. He tratado de hacer memoria pero no logro
recordar qué libro fue. Reconozco que por aquel entonces aunque entendí el
significado de lo que decía, en realidad no fui capaz de calibrar la verdadera
entidad del problema. Hablaba de tener en cuenta qué hacer con las tierras que
se movían en el jardín.
En cuánto tuve que afrontar la ejecución de mi jardín vi claramente a qué se refería. Entre esta fotografía y la siguiente solamente hay tres años de diferencia. Qué se ha hecho en medio? Mover de lugar las tierras (Entre otras cosas, claro)
Me parece de interés este tema. Hablemos hoy de este asunto!
Quedó oculto elevando partes del terreno y sobre ellas ubicando los bancales
Se delimitó con relación al resto del jardín. Se hicieron los accesos a él con dos puertas, una en una valla de madera y la otra en una celosía.
2.- Terracita bajo el enebro en el centro del jardín: Evidentemente no lo he podido hacer en un par de jornadas porque no dispongo todavía del suelo suficiente pero voy echando en esa zona el suelo que me va sobrando según voy haciendo plantaciones. En un tiempo, seguro tendré ahí un espacio que me permitirá poner la mesa y el par de sillitas con más comodidad que ahora.
Si se tiene la precaución de ir pensando dónde poner la tierra que va sobrando de manera que no tenga el jardín un aspecto desaliñado hasta que se termina de incorporar a dónde vaya a ir definitivamente, creo que es la mejor solución. Es decir, no acumular en exceso.
En fin, he creído que a quién afronta la creación de su jardín por primera vez, temas de diseño como este podrían ser de interés. Evidentemente cada jardín presenta su problemática particular pero compartir nuestras experiencias con los demás siempre puede ser un punto orientativo para otros jardineros.
Que tengáis buen fin de semana, amigos!!
En cuánto tuve que afrontar la ejecución de mi jardín vi claramente a qué se refería. Entre esta fotografía y la siguiente solamente hay tres años de diferencia. Qué se ha hecho en medio? Mover de lugar las tierras (Entre otras cosas, claro)
Me parece de interés este tema. Hablemos hoy de este asunto!
Claro, yo entonces tenía un jardín diminuto y plano
y no movía tierra ninguna. No llegué a afrontar ese problema del que hablaba
hasta que he tenido un jardín grande. Pero aunque así fuera me quedé con el
comentario y pensé que quizás yo no sabía calibrar el problema y no alcancé a
entender muy bien si se estaba hablando de unas carretillas o de cantidades
importantes de tierra.
Un terreno tiene mil detalles, mil facetas, mil
cosas que hay que tener en cuenta. Vertientes, suelo, sombras, arbolado, temperaturas,
pendientes, panorámicas desde el jardín, puntos de agua, paisaje del entorno,
posibles ruidos externos a paliar, a veces a potenciar si se tienen cauces de
agua, muros exteriores, tráfico de la zona, accesos de personas y vehículos al
jardín, tipo de luz en distintos momentos del día y estaciones...incluso los
jardines de los vecinos que no solemos tener en cuenta pero que también
"se nos meten" en el nuestro.
Todo esto conviene tenerlo en cuenta cuando se
afronta el diseño de un jardín, Por eso vine aquí muchas, muchas veces,
antes de llegar a convertir mi casa en mi domicilio. Tras cada visita me
iba cargada de notas a lo que era mi casa en el norte de la provincia de Madrid
por aquellas fechas y allí las sopesaba, las interrelacionabas, en resumidas
cuentas iba creando un proyecto. Los grandes círculos en los planos y que
marcaban solo ideas difusas sobre algunas zonas de la parcela, visita a visita,
se iban concretando, lo que era difuso se iba perfilando como una imagen
desenfocada que poco a poco va adquiriendo nitidez.
Cuando empecé a coger la pala, en mi cabeza había
un dibujo bastante detallado de lo que iba a construir. No voy a decir que
fuera exacto a lo que está formándose en este momento pero sí era muy, muy
aproximado a lo que estoy haciendo. Evidentemente he tenido que afrontar
cuestiones que han sido imprevistos; he cambiado de opinión en algunas
cosas; y he modificado alguna idea que la experiencia me ha demostrado que
hubiera sido un error llevarla a la práctica una vez he pasado de la teoría a
la práctica. Y por supuesto, como no, he incorporado al proyecto ideas que no
estaban inicialmente en él.
Aún quedan zonas que ni he empezado a afrontar y
que ya entonces estaban previstas. Como un precioso cenador sobre la plataforma
de hormigón o un maravilloso estanque delante de la fachada sur de la casa,
varios puntos de agua que aún no se han instalado pero que estoy decidida a que
lleguen a hacerse realidad...pero sí, lo que está hecho es bastante parecido a
lo que imaginé.
Queda tanto por perfilar. Tanto detalle, tanto
rincón por hacer...falta lo más importante, eso, el detalle, fuentes, asientos,
bancos, pérgolas, algunas vallas, algunas puertas divisorias entre zonas, la
iluminación...eso es lo que terminará de darle un estilo muy personal y muy
concreto y espero que mucha más belleza. En definitiva falta lo que podría
decirse "decoración". Y por supuesto el tiempo, ese que permitirá que
las plantaciones vayan madurando y dejen de ser como ahora, simples jovenzuelos
para convertirse en ejemplares con algo más de "potencia".
Bien, pues como os iba contando, una vez me
decidí a empezar lo primero que tuve que afrontar fue el movimiento de tierras.
Esta parcela presenta bastante inclinación. Incluso la tiene en dos sentidos,
norte-sur y oeste-este. No se puede (o no se debería) empezar a plantar sin haber planteado
siquiera los caminos. Y no hablo de hacerlos realmente, hablo de un trazado
provisional, de nivelar mínimamente el suelo que luego, posiblemente años más
tarde, irán cubriéndose de piedras, grava, césped... o del material que
elijamos para constituir los caminos de nuestro jardín. Pero no solamente
caminos, zonas amplias completas que presentan un desnivel excesivo para
nuestras pretensiones o que están demasiado hundidas...sin una idea aunque sea global del jardín creo que no conviene empezar las plantaciones.
Digo años más tarde porque, a pesar de que en
cualquier libro especializado de diseño podréis leer lo contrario, yo opino que
los caminos hay que hacerlos de la forma definitiva cuando ya se tiene un jardín muy conformado. Sé
que los jardineros profesionales discreparán conmigo, pero en mi experiencia he llegado a la conclusión de que la
ejecución total de los caminos es de los temas que hay que retrasar hasta tener
las zonas ajardinadas, hasta haber vivido el jardín mucho tiempo porque es
imposible determinar con antelación las necesidades, problemas, dificultades de
cada zona hasta haber estado muchos, muchos meses, jardineando en ellas.
De haberlos ejecutado totalmente desde el inicio
como marca la "ortodoxia" jardinera, me habría equivocado mil veces y en mil aspectos.
Por qué? Pues porque los caminos en realidad los haces luego, viviendo el
jardín es cuando trazas el recorrido exacto que deben tener y no antes. Por
poner un ejemplo: si hubiera hecho los caminos los primeros meses de estar
aquí, seguramente no habría tenido en cuenta algo que me hubiera ocasionado
mucho, mucho trabajo: Tener previsión en los caminos que suben desde el seto sur
hacia arriba, de zonas para pasar la carretilla y salvar lateralmente las
traviesas que hay en el seto norte a modo de escalones. Me habría tocado dar la vuelta a buena
parte del jardín cada vez que tengo que moverme con la carretilla cargada. Y
eso una vez se hace sin problema pero os aseguro que cuando se
extienden muchos metros cúbicos de por ejemplo estiércol, son tantas
y tantas las carretillas cargadas que tienes que mover que...no, en los caminos
no podemos equivocarnos ni en su trazado ni en sus materiales.
Pero además, si, por ejemplo, usamos hormigón en algunos caminos y los hacemos desde el inicio, sin haber "vivido" el jardín, es muy fácil que deseemos cambiar la ubicación y tamaño de algunas zonas de plantación, incluso su amplificación. Con cemento, quién se pone a levantarlo?
Pero además, si, por ejemplo, usamos hormigón en algunos caminos y los hacemos desde el inicio, sin haber "vivido" el jardín, es muy fácil que deseemos cambiar la ubicación y tamaño de algunas zonas de plantación, incluso su amplificación. Con cemento, quién se pone a levantarlo?
Hay problemas que aunque conviene tener previstos
con antelación, solo se plantean realmente cuando ya llevas tiempo en la tarea
de la creación de un jardín. Comienzas su remodelación muchas veces desde cero
como es mi caso, tan solo con una estructura de árboles adultos, pero entonces no ha llegado el problema.
Generalmente los primeros años es cuando haces
más plantaciones porque todo está sin hacer y son precisas muchas, muchas
plantas para conformar ese espacio verde.
Si se está en el caso de tener un jardín en una
zona con un suelo pésimo, arenoso, que se lixivia con extrema facilidad y por
tanto en el que pérdida de agua y nutrientes es un problema constante, antes de
plantar te ves obligada a modificar el hoyo de plantación con mezclas de
sustratos a los que incorporas materiales que palien esos problemas que tiene
el suelo del jardín.
Cada plantación que se hace produce tierra
sobrante. A veces no es mucho el volumen que se extrae pero muchas otras es una
buena cantidad de tierra la que se saca del hoyo de plantación de árboles y
arbustos y rosales. Pero no es solo este suelo, es el que sacas de aplanar
muchas zonas, de redefinir otras, de hacer el trazado aunque sea provisional de
los caminos, son las piedras y tierra pésima de algunas zonas que extraes
cuando las cavas en profundidad antes de su plantación. Qué vamos haciendo con
todo este material? Esa pregunta creo que debemos tenerla en cuenta desde el
inicio aunque enfrentarnos al problema solo ocurra más tarde.
Cuando apenas has comenzado el jardín, al ser muy
pequeña la zona que tienes lista, esta tierra proveniente de los hoyos y que es
sobrante no representa problema alguno. Se va depositando en cualquier zona del
jardín al que todavía no le toque la remodelación. En un rincón de un camino
que ni está comenzado a hacer no destaca, casi pasa desapercibida si se tiene la precaución de dejar montones un poco "adecentados", es decir, alisados su superficie con la escoba metálica.
Pero el tiempo pasa, y el suelo de los caminos se
van haciendo, las zonas se van definiendo. Poco a poco los espacios van
llenándose y ya no es fácil encontrar un lugar para echar la tierra sobrante
dónde esa acumulación no produzca un aspecto desaliñado a la zona.
Qué hacemos entonces con ella? Es cierto que
mucha gente simplemente la saca del jardín y la lleva al punto limpio de su
localidad o contrata un servicio de contenedores que cuando tienen llenos, la
empresa se los lleva. Pero todo esto es tiempo y dinero.
Pienso que si se tiene oportunidad, hay que ir intentando
darle salida a esa tierra sobrante. En un jardín con pendiente es muy fácil.
Siempre es preciso nivelas zonas, rellenar espacio demasiado hondos, hacer
bancales…
La tierra que yo he ido sacando de mis hoyos, de
nivelaciones de terrenos, de establecimientos del trazado de los caminos... de
bonita no tiene nada, está llena de rocas, raíces, piedras.... no puede
extenderse en cualquier parte porque lo que haría sería ensuciar la zona
visualmente y dar un aspecto de poco cuidado al lugar dónde se depositara..
Desde el principio he visto que la tierra era un problema. No grave si se tenía en mente dónde depositarla y qué hacer a la larga con ella pero que si no era un tema que se afrontara me vería obligada a deshacerme de ella sacándola del jardín y eso puede llegar a costar bastante dinero y tiempo.
Afortunadamente, al tener mi jardín bastantes pendientes ha sido bastante fácil darle una utilidad. A modo de ejemplo os pongo estos tres que corresponden a zonas concretas: El huerto, el jardín secreto y una pequeña zona que estoy creando poco a poco en la zona central. Pero no he usado este suelo extraído de otras partes solamente en estos puntos, la he usado también para la construcción de nuevos espacios, las tierras que sacamos de algunos lugares del jardín, nos pueden valer para rellenar hoyos que se forman a veces por hundimiento parcial del terreno con las lluvias; para nivelar pequeños baches; para la construcción de alcorques de grandes árboles... en fin, la cuestión es tratar de abaratar en tiempo y en dinero la construcción del jardín que no haga necesaria su extracción de él y que a la vez sirva para embellecerlo.
1.- El jardín secreto: En ocasiones el plantearte de frente con un problema no es negativo. Todo lo contrario. Y es que a veces, afrontándolo das con soluciones que no tenías pensado hacer y resulta que al final logras algo que sin habértelo propuesto inicialmente, tienes un resultado más que digno.
Allí arriba me fumé un par de cigarrillos dándole vueltas a la cabeza intentando dar con una solución del problema.
Et voilà! Se me ocurrió que esa era la solución: Si no tenía el espacio plano, crearlo!! Eso era! Crear en ella una plataforma plana en la zona alrededor de uno de los pinos me permitiría mucho mejor ajardinarla. Para ello necesitaba tierra en cantidad. Tardaría meses en ir acumulándola.
Precisaría ir amontonando a los pies de uno de los grandes pinos de la zona un montón de tierra de manera que la parte alta terminara convirtiéndose en una terraza amplia desde la que además, tendría unas preciosas vistas del pueblo.
Pero además, era estupenda la ocurrencia porque mataba de un tiro dos pájaros. Me explico. Por aquel entonces ya empezaba a ser problemática la acumulación de tierra que provenía de las muchísimas plantaciones que había hecho y de haber nivelado zonas y caminos y ya no sabía ni qué hacer con la tierra sobrante. Ya estaba! Ya tenía un lugar dónde aprovechar esta tierra sacada de otros lugares del jardín.
Pero una zona aterrazada simplemente con tierra sobrepuesta sobre un terreno inclinado si no realizaba un sistema de contención adecuado de la misma tenía graves peligros. El primero de ellos era que en una lluvia torrencial, toda esta tierra fuera a parar a la zona baja dónde estaba la rampa de acceso del coche desde la calle al garaje. Era preciso contenerla...en fin, luego fuí perfilando en mi cabeza el modo de hacerlo y de ahí surgió lo que hoy en día yo llamo el "Jardín Secreto".
Y claro, el camino que conducía a ella se tuvo que allanar, nivelar mínimamente para que transitarlo fuera cómodo. Se incorporaron con más tierras los setos que bordeaban este camino norte...en fin, se trabajó duro!!
Así pues, no siempre un problema es algo negativo. En ocasiones nos da la oportunidad de buscar soluciones imaginativas que terminan por solucionarlo y por incorporar al proyecto inicial ideas que lo mejoran.
Lo que considero es imprescindible es “pensar” el jardín como un conjunto. Visualizarlo en su totalidad, afrontar su creación como un todo. De lo contrario, ir afrontándolo por zonas, como partes inconexas entre ellas pienso que no da buen resultado.
Aquí tenéis unas fotografías que muestran el antes y el después. Una vez realizado el acondicionamiento de esta zona me alegro mucho de haber tenido inicialmente el problema, la verdad. Seguramente, de haberse tratado de una zona menos problemática la hubiera ajardinado de otra forma, algo me hace pensar que quizás no tan ajustada a mis gustos como lo es la que finalmente he elegido.
De una zona incómoda, llena de matojos y totalmente asilvestrada, se ha pasado a un espacio que creo que es de los más bonitos de mi jardín. Es ahora un rincón fresco, sombreado en verano dónde uno puede sentirse en paz sentado bajo las copas de los árboles y rodeado de mucha, mucha vegetación que se ha ido incorporando. El cambio es total. Verdad?
2.- El huerto: Ya desde el inicio
de llegar a vivir aquí, me planteé el asunto de cómo cubrir los escombros que generó la construcción
del garaje.Desde el principio he visto que la tierra era un problema. No grave si se tenía en mente dónde depositarla y qué hacer a la larga con ella pero que si no era un tema que se afrontara me vería obligada a deshacerme de ella sacándola del jardín y eso puede llegar a costar bastante dinero y tiempo.
Afortunadamente, al tener mi jardín bastantes pendientes ha sido bastante fácil darle una utilidad. A modo de ejemplo os pongo estos tres que corresponden a zonas concretas: El huerto, el jardín secreto y una pequeña zona que estoy creando poco a poco en la zona central. Pero no he usado este suelo extraído de otras partes solamente en estos puntos, la he usado también para la construcción de nuevos espacios, las tierras que sacamos de algunos lugares del jardín, nos pueden valer para rellenar hoyos que se forman a veces por hundimiento parcial del terreno con las lluvias; para nivelar pequeños baches; para la construcción de alcorques de grandes árboles... en fin, la cuestión es tratar de abaratar en tiempo y en dinero la construcción del jardín que no haga necesaria su extracción de él y que a la vez sirva para embellecerlo.
1.- El jardín secreto: En ocasiones el plantearte de frente con un problema no es negativo. Todo lo contrario. Y es que a veces, afrontándolo das con soluciones que no tenías pensado hacer y resulta que al final logras algo que sin habértelo propuesto inicialmente, tienes un resultado más que digno.
Voy a poner un ejemplo. Lo que yo llamo "Jardín secreto" no estaba previsto como tal en el proyecto inicial. El espacio bajo dos grandes pinos ubicados en la esquina NE del jardín. Está protegido de los vientos por las grandes copas, no recibe el sol del mediodía por el mismo motivo, las temperaturas en él siempre son más frescas en verano que en el resto del jardín. En definitiva es un espacio magnífico para cultivar plantas de sombra o algo delicadas y que no resistan la insolación del mediodía.
La idea surgió tras caerme un par de veces resbalándome en la zona que hoy ocupa cuando la hierba que lo cubría estaba mojada. Sí, el terreno tenía una pendiente importante y era muy difícil transitarla. Tras la caída recuerdo que me senté en el suelo en la zona alta y estuve allí un rato . Pesarosa por comprobar que la zona, tenía ese trazado tan dificultoso, pensé —Qué lástima! Una zona tan grande y que es de difícil aprovechamiento.— La zona estaba totalmente inclinada, además presentaba inclinación en dos sentidos: Hacia la calle y hacia el interior de la parcela. Cómo aprovechar aquel espacio?. De haber tenido arriba, cerca del tronco del pino un espacio plano suficientemente amplio, hubiera sido distinto. Pero no lo tenía! Prácticamente era una ladera que bajaba ya desde el muro divisorio con el vecino hacia lo que hoy es la rampa del coche.Allí arriba me fumé un par de cigarrillos dándole vueltas a la cabeza intentando dar con una solución del problema.
Et voilà! Se me ocurrió que esa era la solución: Si no tenía el espacio plano, crearlo!! Eso era! Crear en ella una plataforma plana en la zona alrededor de uno de los pinos me permitiría mucho mejor ajardinarla. Para ello necesitaba tierra en cantidad. Tardaría meses en ir acumulándola.
Precisaría ir amontonando a los pies de uno de los grandes pinos de la zona un montón de tierra de manera que la parte alta terminara convirtiéndose en una terraza amplia desde la que además, tendría unas preciosas vistas del pueblo.
Pero además, era estupenda la ocurrencia porque mataba de un tiro dos pájaros. Me explico. Por aquel entonces ya empezaba a ser problemática la acumulación de tierra que provenía de las muchísimas plantaciones que había hecho y de haber nivelado zonas y caminos y ya no sabía ni qué hacer con la tierra sobrante. Ya estaba! Ya tenía un lugar dónde aprovechar esta tierra sacada de otros lugares del jardín.
Pero una zona aterrazada simplemente con tierra sobrepuesta sobre un terreno inclinado si no realizaba un sistema de contención adecuado de la misma tenía graves peligros. El primero de ellos era que en una lluvia torrencial, toda esta tierra fuera a parar a la zona baja dónde estaba la rampa de acceso del coche desde la calle al garaje. Era preciso contenerla...en fin, luego fuí perfilando en mi cabeza el modo de hacerlo y de ahí surgió lo que hoy en día yo llamo el "Jardín Secreto".
Y claro, el camino que conducía a ella se tuvo que allanar, nivelar mínimamente para que transitarlo fuera cómodo. Se incorporaron con más tierras los setos que bordeaban este camino norte...en fin, se trabajó duro!!
Así pues, no siempre un problema es algo negativo. En ocasiones nos da la oportunidad de buscar soluciones imaginativas que terminan por solucionarlo y por incorporar al proyecto inicial ideas que lo mejoran.
Lo que considero es imprescindible es “pensar” el jardín como un conjunto. Visualizarlo en su totalidad, afrontar su creación como un todo. De lo contrario, ir afrontándolo por zonas, como partes inconexas entre ellas pienso que no da buen resultado.
Aquí tenéis unas fotografías que muestran el antes y el después. Una vez realizado el acondicionamiento de esta zona me alegro mucho de haber tenido inicialmente el problema, la verdad. Seguramente, de haberse tratado de una zona menos problemática la hubiera ajardinado de otra forma, algo me hace pensar que quizás no tan ajustada a mis gustos como lo es la que finalmente he elegido.
De una zona incómoda, llena de matojos y totalmente asilvestrada, se ha pasado a un espacio que creo que es de los más bonitos de mi jardín. Es ahora un rincón fresco, sombreado en verano dónde uno puede sentirse en paz sentado bajo las copas de los árboles y rodeado de mucha, mucha vegetación que se ha ido incorporando. El cambio es total. Verdad?
La zona que hoy es el huerto era un espacio que presentaba mucha
más pendiente que actualmente. Como ya tenía en mente hacer un pequeño huerto
aquí, el problema fue fácil de resolver. Eso sí, requirió mucha previsión y tener una idea global muy clara. Nada mejor para ello que ir plasmando las cosas en un buen plano.
Claro que a mí me entraban todos los males cuando veía aquel rincón que quedó cuando por fin se fue de mi casa aquella terrible excavadora!! Madre del amor hermoso qué zafarrancho había en él y cuánta y cuánta tierra he tenido que mover!!
Se extendieron bien los escombros sobre la superficie y sobre este suelo se fue echando las primeras tierras que de otras partes del jardín nos sobraban. El resultado ya lo conocéis por los muchos artículos que he colgado en el blog sobre el cultivo de hortalizas.
Es cierto que la base de todo este espacio tendrá siempre un suelo de pésima calidad, de ahí que además de por razones de estética y de mi propia comodidad, también fue esta la razón de decidirme por el sistema de bancales que permiten cultivar en alto las hortalizas.
Los pequeños frutales que planteé así como los arbustos de baya me han obligado a hacer zanjas muy profundas y anchas y sustituir ese suelo por la mezcla de sustratos que requería cada plantación para que las raíces puedan en suelo de calidad.
Pero todo el escombro no fue necesario sacarlo de la parcela con el dinero que eso hubiera supuesto.
Claro que a mí me entraban todos los males cuando veía aquel rincón que quedó cuando por fin se fue de mi casa aquella terrible excavadora!! Madre del amor hermoso qué zafarrancho había en él y cuánta y cuánta tierra he tenido que mover!!
Se extendieron bien los escombros sobre la superficie y sobre este suelo se fue echando las primeras tierras que de otras partes del jardín nos sobraban. El resultado ya lo conocéis por los muchos artículos que he colgado en el blog sobre el cultivo de hortalizas.
Es cierto que la base de todo este espacio tendrá siempre un suelo de pésima calidad, de ahí que además de por razones de estética y de mi propia comodidad, también fue esta la razón de decidirme por el sistema de bancales que permiten cultivar en alto las hortalizas.
Los pequeños frutales que planteé así como los arbustos de baya me han obligado a hacer zanjas muy profundas y anchas y sustituir ese suelo por la mezcla de sustratos que requería cada plantación para que las raíces puedan en suelo de calidad.
Pero todo el escombro no fue necesario sacarlo de la parcela con el dinero que eso hubiera supuesto.
Quedó oculto elevando partes del terreno y sobre ellas ubicando los bancales
Se delimitó con relación al resto del jardín. Se hicieron los accesos a él con dos puertas, una en una valla de madera y la otra en una celosía.
2.- Terracita bajo el enebro en el centro del jardín: Evidentemente no lo he podido hacer en un par de jornadas porque no dispongo todavía del suelo suficiente pero voy echando en esa zona el suelo que me va sobrando según voy haciendo plantaciones. En un tiempo, seguro tendré ahí un espacio que me permitirá poner la mesa y el par de sillitas con más comodidad que ahora.
Si se tiene la precaución de ir pensando dónde poner la tierra que va sobrando de manera que no tenga el jardín un aspecto desaliñado hasta que se termina de incorporar a dónde vaya a ir definitivamente, creo que es la mejor solución. Es decir, no acumular en exceso.
Como mi tierra tiene tantas piedrecillas y es tan
arenosa y fea de aspecto, antes de ir incorporándola a esta terracita que estoy
creando, cada vez que dispongo de una poca, la cribo, de manera que la separo en dos “tipos”. La fea, con
piedrillas, la pongo abajo y sobre ella extiendo la fina capa de tierra más
finita, con mejor aspecto. Así la zona, aunque no esté terminada, siempre tiene
un aspecto más o menos digno.
Esta tierra la tengo que ir apisonando bien, golpeando
con un mazo sobre una tabla gruesa que voy cambiando de lugar a lo largo de
todo el espacio, por último, con el rastrillo golpeo también la capa de tierra
más bonita y que es la que se va a ver en tanto no haga la siguiente
aportación. Cuando termine de realizar esta terracita, por supuesto tendré que hacer algo para que con una lluvia intensa no se me vaya hacia abajo, un pequeño muro seco de piedra bordeándola no sería mala idea. Verdad?En fin, he creído que a quién afronta la creación de su jardín por primera vez, temas de diseño como este podrían ser de interés. Evidentemente cada jardín presenta su problemática particular pero compartir nuestras experiencias con los demás siempre puede ser un punto orientativo para otros jardineros.
Que tengáis buen fin de semana, amigos!!