Agenda del jardín en invierno (Diciembre, enero y febrero)

Leo a veces que el invierno es una estación de descanso para el jardinero. Ja!! Será en otros jardines porque lo que es en el mío!! Si hay algún período en el que se trabaje y que además estos trabajos sean de los duros, de los que cuando te sientas un rato en un banco a tomar aliento te dan ganas de llamar al "fisio" a gritos...si hay un momento así, ese es el inicio del invierno!!

Aunque esta estación en concreto, para mí, desgraciadamente no lo ha sido por motivos de salud, creo que en absoluto es una estación de poco trabajo. Si acaso el verano, y tampoco. En realidad en un jardín siempre hay que hacer cosas.  Y si no tenemos nada que hacer nos lo inventamos jajajaja con nuevos proyectos, remodelaciones y cambios. 
Llevo varias temporadas cuidando de mi jardín y creo que se han empezado a instalar ya rutinas de trabajo. No quise ir haciendo una agenda del jardín mes a mes el primer año porque todo era nuevo. Ni yo misma sabía los trabajos que debería ir afrontando en cada momento.
Pero ya sí, ya me sorprendo a mí misma anticipando lo que hay que ir haciendo sin tirar de anotaciones. Así que he decidido comenzar con este artículo que aunque sea a toro pasado constituye una agenda del invierno.
Evidentemente es la agenda de mi jardín que, como en todos, estará condicionada por el clima que tenga nuestra zona. Algunos trabajos se deberán realizar algo más tarde o más pronto en jardines con otras temperaturas y por supuesto también dependerá del estilo de jardín que tengamos.
Por ejemplo, yo hablo poco de setos o de césped. Por qué? Pues porque los setos que yo tengo son libres y porque no quiero ni oir hablar de césped. No tengo demasiados arbustos a los que aplicar poda topiaria ni setos que requieran recortes frecuentes porque el estilo de mi jardín trata de ser muy natural, muy campestre...
Y por supuesto la agenda que cada jardinero vendrá organizada en buena parte por el tipo de plantaciones que tiene en su espacio verde. Yo por ejemplo tengo muchísimos rosales y como sabéis son infinidad los artículos y menciones que hago de ellos. Otros jardineros tienen muchas más plantaciones perennifolias que yo. Mi jardín está diseñado en buena medida para disfrutar de un hermoso otoño y eso también condicionará los trabajos, su orden y su realización.
No sé hasta qué punto es útil esto de las agendas pero quizás para los que inician por primera vez el cuidado de su jardín pueda proporcionar una idea aproximada de los momentos en que se van afrontando determinadas labores o en el que se aplican técnicas o tratamientos. En fin, aquí está la agenda de diciembre, enero y febrero para quien tenga interés en leerla.
Espero tener la disciplina de ir colgando un artículo mensual que vaya recorriendo todo el año y de cuenta de la agenda del jardín en cada mes.
DICIEMBRE
A pesar de ser el mes con los días más cortos, a mí no me desagrada este mes. El jardín en la primera quincena todavía conserva parte del hermoso color del otoño. Todavía permanecen en las plantaciones parte de las hojas teñidas de amarillos, ocres y naranjas.
Como decía, se comenzó al inicio del invierno con el trabajo creo que más duro de toda la temporada. La retirada de los acolchados para extender una generosa y nutritiva capa de estiércol bien fermentado sobre todas las zonas de plantaciones.
Lo cierto es que es de agotarse. Cada día hay más plantas y por tanto más metros que cubrir. Lo que no hay duda es que es una labor absolutamente necesaria que quiero ir enriqueciendo el suelo de mi jardín.
El uso de abonos químicos no considero que son dañinos si se hacen con mesura, pero sobretodo si se hacen en paralelo a la aportación de materia orgánica. De lo contrario, alimentamos las plantas pero no el suelo y a la larga, matamos la vida del jardín.

Estas labores yo las suelo hacer a finales de noviembre, inicios de diciembre. Es decir, tan pronto comienza el invierno. Durante este tiempo el agua de la lluvia y la acción de los microorganismos harán bajar este estiércol poco a poco y en unos meses estará a disposición de las raíces de las plantaciones cuando las temperaturas vuelvan a subir y las plantas precisen de alimento. 
Otro aspecto que cuido con esmero porque me da unos estupendos resultados reduciendo las malas hierbas pero sobretodo protegiendo el suelo de los cambios de temperatura es el acolchado del suelo con una gruesa capa de corteza triturada.

No todas las plantas del jardín son igual de resistentes y de todos modos aún muchas de las que sí lo son están plantadas no hace tanto así que no son plantas asentadas y maduras y son más sensibles al frío que lo serán en unos años. 
Tener esta especie de "abrigo" que constituye un buen colchado es una estupenda forma de preservar al menos en unos grados la temperatura del suelo de las heladas invernales.
Por supuesto en diciembre ya están retirados todos los programadores de riego. Las heladas podrían dañar sus mecanismos así que conviene tenerlos fuera de circulación cuando veamos próximo las bajadas de las temperaturas.

De igual forma se han vaciado mangueras  y se ha cortado el riego por goteo. Pensemos que con el aumento del volumen del agua que contienen, si llegara a helarse, podrían producirse roturas.
No obstante las mangueras yo no las guardo del todo porque hay que recordar que si llueve un poco no serán nada necesarias pero si no lo hace, tendremos que regar aunque sea mínimamente. Recordemos lo que comentábamos en el artículo del mes pasado sobre las estrategias de las plantas a las bajas temperaturas.
Un par de mis pinos tiene alguna bolsa de procesionaria del pino pero no es un grave problema en mi jardín. El año pasado se subieron y cortaron todas las ramas que tenían bolsas. Este año apenas había y con una escopeta de perdigones se han agujereado de manera que las heladas rompan los sacos y al entrar el aire frio provoque la muerte de las odiosas orugas en su interior.
Espero que no queden muchas vivas para comienzos de marzo que es cuando suelen bajar de los árboles.


En otros climas diciembre es un mes en el que se afronta las primeras podas pero en el mío prefiero aplazarlas hasta ver algo más lejos las fuertes heladas del invierno.
En esta estación una de  las tareas de obligado cumplimiento es el inicio de los tratamientos mensuales para combatir plagas y enfermedades.
Una aplicación de azufre en polvo disuelto en la mochila nos vendrá de lujo para combatir enfermedades fúngicas de un modo poco agresivo para la naturaleza. Eso sí, hay que buscar unos días en los que no haya previsiones de lluvia.
De igual modo deberíamos haber hecho ya una primera aplicación de aceite insecticida mezclado con cobre (oxicloruro de cobre).

Sin duda el final del otoño y el inicio del invierno (siempre que no se prevean heladas fuertes) es el momento de plantar.
Plantamos árboles en hoyos de plantación generosos que tendremos preparados con bastante antelación para que nos coja el toro. Son trabajos duros, en los que se tarda y conviene no tener que trabajar con prisas y poder ir paso a paso, con tranquilidad para evitar agotamientos.

Es un buen momento el final del otoño o inicio de los meses fríos cuando todavía el suelo no está congelado para llevar a cabo las plantaciones de arbustos caducifolios y a raíz desnuda.

No. Diciembre no es un mes de descanso. Es el mes de los proyectos y de los trabajos que en el resto del año, ocupados con las plantaciones en plena actividad, no tenemos tiempo de realizar.
Es un buen mes para afrontar un repaso o la realización de caminos o recorridos del jardín que teníamos pendientes. Este año yo he experimentado en carne propia cuan importante es tenerlos en buenas condiciones si queremos transitar por él con seguridad evitando accidentes. La nivelación del terreno en un jardín con fuertes pendientes como es el mío me ha resultado imprescindible para transitarlo con mi silla de ruedas.

También es un buen mes para las reparaciones de mil cosas. Desde vallas, grifos, rociadores de  mangueras que se atascaron al final de la temporada; anclajes de celosías desprendidas, instalaciones de otras nuevas para próximas trepadoras.. 
Conviene tener ya aplicadas la capa de aceite protector a las maderas que están en el exterior. En mi caso hay muchas. Vallas, casetas, celosías, portones, escalones, bancos... lleva su tiempo sí. Pero si queremos que estas maderas duren el mayor tiempo posible en buenas condiciones deberemos protegerlas de la intemperie con una buena manita de lasur.
Claro que enero además de trabajos también nos permite placeres. Podemos recolectar ya las aceitunas y proceder a su endulzado. Qué ricas!!

Y por supuesto, si tenemos manzanos silvestres nos podemos deleitar con una magnífica mermelada con sus frutos. Los míos ya darán su pequeña cosecha el año que viene. Para los manzanos que tengo recién plantados con la idea de que crezcan sobre las celosías del huerto deberé esperar alguna temporada más.

Eso sí, seamos generosos con esos pequeños seres que viven o visitan nuestro jardín!! Nuestras queridas aves precisan alimento en este momento del año en el sustento escasea así que dejemos parte de la cosecha en los árboles!!
Sin duda otros de los placeres del comienzo del invierno es planificar y decidir los pedidos a través de internet o de formalizar compras sobretodo de rosales a raíz desnuda y de árboles si no lo hemos hecho en otoño y que al estar en parada vegetativa pueden plantarse en este mes todavía.



ENERO
Y tras un mes tan frío y oscuro como diciembre nos adentramos en enero en el que sí, hace incluso más frío, y nieva, pero los días comienzan a crecer y eso anima, al menos a mí :-)
Me gusta enero!! Y me gusta que nieve en mi jardín!! En realidad la nieve es una protección contra las bajas temperaturas para las raíces de las plantaciones que sufrirán bastante menos si el suelo está cubierto de nieve.

Eso sí, hay que vigilar que ramas, tejados de casetas y demás infraestructuras del jardín no se sobrecarguen con el peso de la nieve así que a la vez que hacemos unos paseitos retiramos esta nieve que pone en peligro tanto plantas como las instalaciones.
Y por supuesto hay que eliminar acumulaciones de hielo en tejados y en lugares bajo los que pasamos y que de desprenderse pudieran dañarnos.
Las plantaciones de árboles y arbustos que precisan de grandes hoyos de plantación si puedo, suelo hacerlas al final del otoño o apenas comienza el invierno. Prefiero no plantar en el mes con más heladas del año, aunque en la mayoría de los climas sigue siendo un mes de plantaciones en el mío hace demasiado mal tiempo para seguir con ellas.
El suelo no está atemperado, muchas veces hasta mediodía y según en qué zonas permanece helado así que si tengo alguna pendiente las aplazo hasta el mes que viene.
Si no las hemos recolectado durante el mes pasado, en enero podemos comenzar a recogerlas y empezar a hacer un estupendo compost a base de hojas. Este año es el primero que he empezado y debo decir que inicialmente las puse en una compostera de rejilla de plástico que construí ex profeso pero he optado por introducirlas en varias bolsas de plástico negro bien regadas y dejarlas en la compostera.

Sin cubrir por plástico se secaban demasiado pronto y me obligaba a añadir agua constantemente. Madurará mucho más rápido y mejor de este modo.

No olvidemos tampoco en enero a los pájaros. Unas guirnaldas con frutas rebozadas en semillas o una bolas de sebo para las aves serán un gran placer para estos bichitos encantadores :-) que tanta alegría nos dan en el jardín.
Las costosas y agotadoras tareas de acondicionado del suelo han terminado. Ahora queda trabajo, pero es un trabajo del que no te deja exhausta. Para mí enero es un mes de análisis, de revisión, de pasear el jardín ahora sin el fuego de artificio de las floraciones y dejando evidenciar los errores de diseño. Es el mes en el que te das cuenta de que te equivocaste al proyectar aquel rincón. Un momento en que la desnudez de muchos árboles y arbustos a la vez que proporciona una especial belleza al jardín también delata fallos y carencias o excesos.
 
En enero se está a tiempo todavía de arreglar desaguisados. La dormancia de las plantas permite su traslado. Preparar nuevas zonas de plantación o arreglar las que lo precise puede ser una tarea a realizar también en este mes.

FEBRERO
Por supuesto en febrero seguimos con las aplicaciones de aceite insecticida mezclado con cobre.
En el huerto conviene deberían estar ya puestos los planteles de habas, guisantes y cebollas.

El huerto está prácticamente vacío ahora si, como yo, no cultiváis más que hortalizas que sean resistentes a las heladas así que nosotros aprovechamos para instalar el riego por goteo en esta zona que no lo tenía puesto. 

La temporada pasada fue un verdadero agobio el riego de modo que decidí instalarlo en todas aquellas zonas a las que le faltaba. 
Todo este tipo de trabajos a mí me gusta afrontarlos con mucho tiempo de antelación al momento en que se va a precisar así se puede ir más tranquilamente. Mi huerto quedó en enero limpio, nutrido y organizado. Listo para la primavera!!

Se extendió una buena capa de estiércol bien fermentado y se trabajó superficialmente la tierra de los bancales. La tierra estará así preparada al inicio de la temporada para acoger las plantaciones de hortalizas que podrán crecer bien nutridas.
El aumento de las horas de luz provoca que las yemas de árboles, arbustos y rosales empiecen a activarse. Algunas plantaciones incluso están brotadas.

No podemos aplazar mucho la última aplicación de aceite insecticida con cobre. Con ellos tendremos menos peligro de que tan pronto comience el buen tiempo tengamos a los indeseables pulgones, cochinillas, etc, por no hablar de los dichosos hongos sobre las nuevas hojas haciendo de las suyas.
En no mucho tiempo, a finales de febrero o inicios de marzo, precisaremos de compost. Conviene tenerlo listo para el momento en que se poden sobre todo lo rosales, así que un modo de acelerar su proceso es seguir removiendo el montón de compost con frecuencia. Que por cierto, qué pereza da hacerlo. Verdad? jejejej Pero no se puede dejar. Si deseamos un compost de calidad, debe alcanzar cierta temperatura para matar posibles patógenos y el único modo de lograrlo es que no esté frío, que se active y por tanto que se caliente.

También hay que ir revisando de vez en cuando las bolsas que contienen las hojas que están compostándose. Comprobar que sigue habiendo suficiente humedad para que el proceso de fermentación siga adelante y si no es así, añadir algo de agua antes de volver a cerrarlas.
En febrero yo comienzo ya las podas. Las heladas fuertes ya son improbables así que si vinieran unos días de bonanza y la vegetación se animara a crecer, tendría pocas probabilidades de helarse.

Este año se ha comenzado en mi jardín por la poda de las Salvia microphilla, Salvia greggii y las salvias herbáceas. 
Hemos empezado (y seguimos haciédolo en el siguiente mes de marzo) a  dividir vivaces y subarbustos como Ajania pacifica, Iris...


Febrero es también un mes de trajín. Las matas de vivaces deben limpiarse y dividirse si llega el caso. La primavera está ahí próxima y las hojas secas y a veces enfermas sobre el nuevo crecimiento sólo pone las plantaciones en peligro así que conviene hacer una buena limpieza de este tipo de matas. 
Suelen ser plantas de las que se tiene muchas matas salpicando el jardín y que si bien la limpieza de una no lleva demasiado, no es cosa de poder realizar las tareas que precisan todas en una sola jornada. 
Se empieza en febrero para continuar en marzo Nepetas, se comienzan a limpiar también las matas de Stachys bizantinas que ahora están hechas un verdadero asco tras las bajas temperaturas y que llevan un buen trabajo hacer este trabajo meticuloso y tedioso para mí. Por eso es mejor ir haciéndolo en varias jornadas

No me resulta encambio nada aburrido recordar que los pájaros de mi jardín siguen precisando de agua y alimento. Gustosamente yo suelo proporcionárselo también durante este mes. Luego ya no. Más tarde tendrán que buscarse las "Habichuelas". No soy ninguna experta en aves pero por lo poco que he leído parece que se aconseja no alimentar a las aves del jardín más allá del invierno en que tienen verdaderas dificultades para encontrar por ellos mismos algo de alimento.

Los rosales tienen ya sus yemas completamente activas e incluso algunos han comenzado a brotar. Es el momento de comenzar a podarlos!!
Cada año y ya con más de cien rosales el trabajo de la poda se nota más el trabajo de la poda aunque no todos precisan de esta tarea todavía por lo jóvenes que son.

Y ya que estamos puestos en faena, es cosa de retirar acolchados de la base de los rosales que habremos dejado bien limpios de cualquier resto de poda, cubrir el suelo con una generosa capa de buen compost elaborado por nosotros mismos tan sólo con nuestro trabajo. Qué estupendo es aprovechar materiales que de otro modo irían al contenedor y de esta forma se devuelve al suelo en forma de materia orgánica y nutrientes lo que el suelo nos aportó permitiendo que nuestras plantaciones tomaran el agua y nutrientes de él.

No hay forma mejor de enriquecer nuestro suelo y aportarle las condiciones para que la vida crezca en él y con ello la salud de las raíces de nuestras plantas.
Todavía deben venir días fríos y ventosos. Tras la poda de rosales, sobretodo trepadores, es preciso comprobar que estén bien atados a los soportes dónde crezcan estas trepadoras. La de plantas de este tipo, cuando son adultas, adquieren un gran peso. El anclaje debe ser firme y seguro si queremos evitar accidentes además de daños a los propios arbustos.

Hacer un repaso exhaustivo de nuestra "farmacia" jardineril. Es de suma importancia comprobar que los productos no están fuera de fecha!!

Igualmente revisar todo el material, productos y herramientas. Tijeras, cortasetos, abonos, distintos sustratos, bridas, cordeles, tutores, telas de sombreo...en fin, todo ese arsenal de cosas que los jardineros necesitamos para el mantenimiento de jardín sería bueno ir poniéndolo a punto y hacer las compras precisas para que cuando llegue el momento no se nos retrasen los trabajos por no tenerlos listos.
Y también sería buen momento para tirar todo aquello que durante el año se nos va acumulando. Bridas sin cabeza, boquillas que Dios sabe de qué son, aspersores rotos, pulverizadores de  mangueras que un día dijimos que arreglaríamos pero se nos perdió una pieza...jajajaj...Los tutores de cañitas que vienen con algunas plantas al comprarlas y que guardamos seguros de que vamos a utilizar (a que vosotros también las guardáis ajjajaja) y jamás utilizamos y sólo están molestando junto al resto de tutores...pues eso, a la basura!! Ah!! también los dosificadores, vasitos y cucharitas de mil modelos que vienen con algunos productos y que siempre hay en algún rincón porque se nos olvidó limpiar y están pegajosos de coj... ;)
Y ya que estamos...las casetas, cobertizos o lugares dónde guardamos nuestras cosas del jardín requieren también de una revisión, orden y buena limpieza a fondo.

Empezar a cortar la hierba que con la bonanza de las temperaturas ya se ha animado a crecer. Yo me niego a instalar césped en mi jardín porque considero que es absolutamente antiecológico tratar de mantener una hierba perfecta y segada con el gasto de agua que eso conlleva. No obstante, tengo una amplia pradera exenta de plantaciones dónde la hierba crece de manera natural y permanece verde al menos la mitad del año. Está formada por las hierbas que crecen espontáneamente en ella y he comprobado que si se corta con cierta frecuencia además de más bonita, se hace más tupida.

Tengo muchísimos pedrolos en el jardín y entre ellos las malas hierbas crecen a sus anchas. Sin obsesiones porque no creo que haya que hacer una limpieza sin dejar rastro de ellas pero sí, trato de controlarlas un poco. Si eliminamos buena parte de ellas ahora que todavía no han florecido conseguiremos que más adelante broten menos.

Por supuesto hay que recortar también todos los bordes de las plantaciones si no queremos que las malas hierbas adentren sus raíces en ellos y compitan con las ornamentales. Este trabajo reconozco que también proporciona al jardín un aspecto aseado que me gusta mucho.
El viento, la lluvia, la nieve, el proceso natural de árboles y arbustos hace que sobre el suelo del jardín se vayan depositando en estos meses invernales numerosas ramillas rotas o muertas que han ido desprendiéndose, hojas muertas que han terminado arrinconándose con el viento, plantaciones deterioradas que no han resistido los rigores de las heladas...en fin el jardín está ahora salido de su peor momento en cuanto a temperaturas y no presenta un aspecto aseado!! Una buena limpieza del jardín en general con un barrido de caminos y praderas dará a nuestro jardín un aspecto lustroso, cuidado y pulido...pensemos que las floraciones primaverales están ahí...ahí mismo, en esas yemas que ahora vemos al paso en nuestro caminar por el jardín. Una tras otra se irán abriendo y todo comenzará de nuevo!! El ciclo de la vida dará una nueva vuelta. Ese precioso momento que es el inicio de la primavera merece un marco de limpieza y pulcritud...
Uffff quien dijo que el invierno es una estación de descanso para un jardinero!!!  ;)

Stachys byzantina. Cómo se limpian las matas y se reproducen por división.

Estamos empezando la temporada. Es el momento de hacer una buena limpieza de las matas de algunas vivaces que ya comienzan a despuntar. 
Durante la temporada anterior algunas se habrán extendido mucho y quizás ocupen más espacio del que teníamos previsto. Otras ahora al final del invierno y después de haber soportado los rigores de las bajas temperaturas presentaran un aspecto no demasiado aceptable. El crecimiento que comienza a aparecer lo hace a través de toda una capa de hojas secas y zonas muertas que favorecerían en el caso de no eliminarlas, la propagación de plagas y el contagio de enfermedades.
Una limpieza a fondo se hace imprescindible para que la nueva vegetación tenga espacio para crecer y que lo haga de forma saludable. En el caso de haberse extendido demasiado también es el momento de desplantarlas para rejuvenecer las matas y dividirlas y así de paso obtener más ejemplares para plantar en otras zonas del jardín. Es una forma muy sencilla de hacernos con más existencia gratuitamente.
Stachys bizantina (u oreja de libre como se la conoce comúnmente) es una planta que suele usarse como cubresuelos por su facilidad para extenderse y su rápido crecimiento. Se trata de una vivaz bajita, que no supera los 15/20 cm cuando no está en flor.
Perennifolia aunque lo cierto es que en climas rigurosos no conserva sus hojas en las mejores condiciones. Pero sí, es totalmente resistente aunque su aspecto se deteriora bastante durante los meses del invierno.
Tiene un precioso follaje aterciopelado y de hermoso tono gris que combina a la perfección con rosales y otras vivaces.
Creo que en suelos arcillosos no debe hacerse demasiado bien porque he comprobado que la humedad le sienta fatal. Las hojas se mojan, languidecen y según van muriendo se tumban sobre la propia planta impidiendo la ventilación de las hojas que tiene debajo. 
Es una planta muy resistente a la sequía y las altas temperaturas del verano. De hecho prefiere el pleno sol y suelos no muy húmedos ni con demasiados nutrientess.
Si algo no le gusta a Stachys bizantina es el suelo anegado, de modo que si la cultiváis hacedlo siempre en zonas con un drenaje perfecto.
Creo que es una planta de muy fácil mantenimiento si la cultivamos en zonas con terreno seco y llevamos cuidado de practicarle una limpieza aunque sea somera de vez en cuando. En tiempo húmedo y lluvioso tiene cierta propensión a pudrirse alguna de sus zonas. Crece de modo muy tupido y ello favorece que las hojas no se desprendan según mueren y al depositarse en la base pegándose unas hojas con otras, ayudan a la acumulación de humedad y provoca cierta podredumbre sobre las hojas que hay debajo. De ahí que mantener las matas con un grado de limpieza aceptable sea importante para que crezca saludable.
A muchos no les dice nada sus flores y de hecho hay quienes las cortan pero a mí me encanta el aspecto que la planta en su conjunto adquiere cuando se aproxima la floración. Los tallos crecen verticalmente y la planta gana en altura, emergiendo entre los cogollos basales pedúnculos florales del mismo tono que las hojas salpicados en su recorrido de diminutas y bonitas flores violetas.
Vemos que esta oreja de liebre está llegando casi al rosal recién plantado (no se aprecia bien en la fotografía pero está ahí). Se trata de una planta muy vigorosa y si no le ponemos freno ahora empezará a competir en breve con él, restándole nutrientes y luz.

Stachys byzantina es una vivaz muy densa y que crece de modo muy apretado y tupido. De crecimiento bajo y expansivo que cada vez coloniza más espacio a su alrededor y que conviene contener si no queremos que se extienda más allá de dónde queremos. Dejaremos únicamente la parte central de esta mata extrayendo del terreno el resto con sus raíces.

Muchas hojas han muerto y se han ido depositando en el suelo de la planta quedándose entre las hojas. El nuevo crecimiento se ve por tanto tapado por todas estas hojas podridas con la humedad de las lluvias y deterioradas por el invierno.


Las hojas de Stachys byzantina son afelpadas y al morir se convierten en una especie de amasijo pegajoso que se transforma en un nido perfecto para todo el bicherío posible.
No tengo caracoles en mi jardín pero sospecho que el suelo bajo las hojas de esta planta son un habitáculo idóneo para ellos.
No solo hay hojas muertas en la parte central de la planta. Si levantamos las zonas externas, vemos como debajo de las hojas hay muchísimas hojas muertas o degradadas.

No puedo permanecer de pies y mucho menos arrodillarme para limpiar esta mata así que he pedido que me la dividan esta mata para poder limpiar las distintas porciones sentada cómodamente en una mesa.
Es fácil!! Tan sólo precisamos una pala de punta recta.

Iremos clavándola entre las hojas de la planta madre dividiéndola en porciones del tamaño que nos interese.

Haciendo un poco de palanca con la pala vemos que se extrae fácilmente una buen trozo de la planta y que sale sin dificultad con todo el cepellón. En mi suelo hacer esto es muy fácil porque tengo un suelo arenosos y suelto, que no se compacta. Quizás en suelos con algo más de arcilla pudiera costar un poco más, pero nada que no sea practicable.


Aquí ya tenemos la parte central de la mata que dejaremos en su lugar y cuatro porciones que hemos independizado de la planta madre.

Prefiero mostraros el proceso de limpieza en estas porciones que hemos separado porque me resulta más fácil hacer las fotografías de las partes que tengo sobre la mesa.
Es un trabajo un tanto tedioso y lento porque Stachys byzantina tiene un peculiar modo de crecer y hay que hacerlo de modo delicado para no dañar la planta. 
Crece en forma de hijuelos laterales que van extendiéndose ampliando poco a poco la zona que va ocupando la planta mediante la emisión de raíces en la parte inferior del tallo que va volcándose horizontalmente sobre la tierra. Al no tener parte leñosa y estar formada toda ella por pequeños y tiernos cogollitos de hojas, el trabajo de limpieza hay que hacerlo con sumo cuidado precisamente por lo tierna y quebradiza que es la vegetación.

Si vamos separando con cuidado los pequeños cogollos de hojas nos resultará fácil ir extrayendo este material muerto simplemente con los dedos.

Pero también tiene bastantes hojas secas que permanecen unidas por el peciolo. Estas hojas cuesta más el arrancarlas y de hecho si tiramos de ellas es muy fácil que se rompa el cogollo del que brotaron.
Es preferible cortarlas con tijera estas hojas que se resisten a ser retiradas para evitar que se rompan los tallos.

Aquí os muestro una porción que se ha desgajado mientras iba limpiando la planta. Vemos perfectamente las raíces en la parte inferior de los tallos que van extendiéndose horizontalmente.

Esta porción ya la tenemos limpia. Vemos a la izquierda todo el material muerto que hemos sacado de ella.

Vemos que ya entre las hojas no hay zonas secas y que esta porción ya está lista para ser plantada en otro lugar del jardín.

Como están extraídas de la tierra y por mucho cuidado que tengamos a la hora de limpiarla parte de la tierra se desprenderá y por tanto pudiera deshidratarse, es preferible poner las porciones separadas en una zona dónde no reciba el sol directamente y plantar estos nuevos ejemplares lo antes posible.

Igual que hemos hecho con las porciones separadas, hacemos con la planta madre. Una limpieza a conciencia la dejará lista para la primavera.
Aquí la tenemos ya limpia y acotada de nuevo a la zona en que queremos que crezca.

Hemos visto de qué manera tan fácil hemos obtenido cuatro plantas bien desarrolladas que plantaremos en otras partes del jardín. En caso de no poder plantarlas es preferible matenerlas en un contenedor con algo de sustrato húmedo o cavar una pequeña zanja en la que introduciremos las raíces y cubriremos con suelo húmedo en tanto no se planten.
Con esto terminamos. Que tengáis una buena tarde, queridos lectores! :-)

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