Kerria japonica 'Pleniflora' - Tutorial sobre su poda

Esta primavera todas las floraciones han andado locas en el jardín. Esta que veis en las fotografías la compré Es la segunda temporada que florece esta Kerria japonica 'Pleniflora' en el jardín. Tengo otra delante de casa pero la verdad es que la pobre está tan cerca de las raíces de las arizónicas que apenas saca brotes nuevos y su floración fue decepcionante. 

Son arbustos de floración bastante adelantada, lo normal es que florezcan a mitad de marzo. Pero durante este año, cada Kerria ha hecho lo que le ha dado la gana. La una floreció  a mediados de abril y la otra era finales de mayo y todavía tenía alguna flor. 
Son las dos arbustos muy jóvenes que podrían haber pasado sin poda, y de hecho no pensaba podarlas, pero esta mañana he andado por la zona dónde está plantada ésta y me he decidido a hacerle una poda que siendo tan joven no podría calificarse de completa y ha sido más que nada una poda de desarrollo pero me servirá para montar este tutorial en el que trataré de explicar de qué forma se podan estos preciosos arbustos.
 
Las Kerria japonica no forman una verdadera estructura permanente. Son más bien un conjunto de ramas largas que salen desde el suelo y que a partir de su segundo año florecen y siguen haciéndolo el siguiente temporada en las ramillas que brotan en sus laterales. A partir del tercer año estas ramas pierden vigor y muchas terminan por morir
Son arbustos en los que resulta imprescindible una poda adecuada si no se quiere que en poco tiempo se conviertan en una maraña llena de tallos muertos liados con tallos vivos y que luego resultará muy difícil de limpiar. 
Lo correcto como digo, es podarlas inmediatamente tras la floración. En este caso me he dejado pasar dos semanas pero bueno, como no es mucho el trabajo que he tenido que aplicarle tampoco le vendrá mal esta limpieza que he hecho hoy.
La floración de esta primavera no fue nada espectacular porque cuando la compré el verano anterior, en el vivero le habían cortado todas las ramas a 15 cm del nivel del sustrato del contenedor. Evidentemente con este corte se cargaron muchas ramas que deberían haber florecido esta primavera pasada y solo pudo florecer sobre las brotadas durante el verano y otoño pasados.
A partir de ahora ya se normalizará en su crecimiento y espero que el año que viene luzca esplendorosa.
Preparamos el material que vamos a precisar para ahorrarnos idas y venidas y tenerlo todo a mano.
Unos guantes para no arañarnos con las ramas las manos.
Unas buenas tijeras de podar que deberán estar en perfecto estado de limpieza. Siempre lo repetimos, podar es cortar y cortar ese producir heridas en las ramas que hasta que no cicatricen son zonas expuestas a infecciones. Conviene por tanto mantener una escrupulosa limpieza de nuestras herramientas.
Una pequeña escoba metálica (no sé si lo llamáis rastrillo quizás) para limpiar la zona cuando terminemos.
Un extractor de malas hierbas de raíz profunda en mi caso porque en esta zona crecen hierbas de este tipo y además resulta de gran ayuda en el caso de que crezca alguna en el centro de la base de las ramas.

Bien, yo aconsejaría que antes de comenzar a podar cualquier arbusto o árbol lo miráramos en su conjunto y desde distintas posiciones. Sí, digo bien!! Convendría que miráramos su forma, su ubicación, el espacio del que disponemos para su crecimiento, que lo analizáramos, que nos fijáramos en su estado. Sólo así tendremos una idea de cual es el trabajo que tenemos que afrentar y de qué modo hacerlo.
Qué tenemos? Está claro, un arbusto de muy poca edad al que le han brotado muchos vástagos jóvenes que emergen del centro de forma vertical y cuya base está bastante enmarañada.

Si nos fijamos muchas veces los arbustos que compramos no adquieren su porte natural hasta que ha pasado un tiempo en el jardín. Es normal. No es infrecuente que, imagino que por razones de espacio en el transporte, los ejemplares que vienen en contenedor se les practiquen cortes de ramas que provocan crecimientos inadecuados y como digo, no presentan  la estructura que luego con el tiempo adquirirán cuando estén a nuestro cuidado.
Tenemos además que el arbusto crece en un arriate en alto con espacio a ambos lados suficiente como para que sus ramas al crecer adquiera la bonita forma arqueada que le es característico. Pero sobretodo tenemos mucho espacio pro delante para que estas ramas cuelguen sobre el terreno casi vertical que hay desde la rampa del coche hasta el nivel de las piedras que contienen el arriate. No tenemos por ello problema de espacio y no tendremos que hacer nada de momento para contener su crecimiento en ningún sentido. Debemos en todo caso practicar una poda para fomentar que broten la mayor cantidad de tallos nuevos que permitan una gran floración el año que viene.

Miremos a nivel del suelo: lógicamente tratándose de un arbusto muy joven no puede presentar una base excesivamente congestionada que sería normal en uno de mucha más edad. No obstante hay tallos débiles y algunos con un color muy amarillento que denotan no estar en buen estado. Habrá que eliminar por tanto lo que sobre.

El centro del arbusto tiene ramas muertas, débiles, rotas o enfermas. Algunas desde la base. Otras con zonas secas en sus extremos. No hay duda. Toda esta madera muerta es preciso eliminarla.

Y por último. Durante verano y otoño tras su compra, la planta sacó nuevas ramas que durante esta primavera se han ramificado y es dónde ha presentado la mayoría de sus flores.
Habíamos dicho que las ramas comienzan a dejar de ser productivas a partir de su tercer año. Por tanto estas ramas de madera de dos años y que ya han florecido, en este caso, como el arbusto es joven, no vamos a eliminarlas.


Lo que sí vamos a hacer es despuntar el extremo de estos tallos maduros (que no viejos todavía) y de sus ramillas laterales. Este despunte favorecerá que estas ramificaciones vuelvan a ramificarse, produciendo al inicio de la primavera que viene mayor número de yemas de flor.

A partir del año que viene y para mantener un arbusto que no envejezca, iremos eliminando un tercio de estas ramas cada año. Esta eliminación favorecerá la emergencia de nuevos tallos que portarán flores cuando su madera madure, es decir, al siguiente año.
Qué vemos más? Vemos que hay una rama ya vieja que no tiene muy buen color y que toda su madera a partir de cierta altura está muerta. Estaba situada en medio del arbusto enmarañando too su centro con sus ramificaciones de madera seca. Conste que para poder hacer esta fotografía he tenido que apartar todas las ramas que rodeaban a las rodeaban. Así pues, sin miramientos!! Cortamos esta rama que solo nos sirve para densificar el arbusto en su centro impidiendo la buena ventilación del mismo pero sobretodo que, como está liado con las ramas que lo rodean, solo serviría para enmarañarse cuando sigan saliendo nuevos brotes desde abajo dificultado su extracción durante la poda del año que viene si lo dejamos ahora.

Veamos como ha quedado la base del arbusto. Mucho más despejada. Sin ramas muertas ni creciendo en direcciones inapropiadas o que enreden la base. 

Una vez podado, el arbusto mantiene las ramas de un año que no se han tocado y que crecen verticales en el centro. y algunas (pocas porque el arbusto es joven todavía) ramas con ramillas laterales que han florecido este año y volverán a hacerlo el que viene. Serán las que se poden tras la floración de la próxima temporada porque ya tendrán tres años. Estas ramas maduras se presentan hacia el exterior del arbusto y no enredan la zona central lo que permitirá acceder a la altura de su nacimiento con facilidad cuando toque podarlas.


Un buen riego en profundidad y una generosa capa de humus para renovar el acolchado (a falta del material que suelo usar que es madera troceada muy pequeñita) aportará nutrientes al arbusto y servirá para proteger la zona de malas hierbas y evitará más riego del necesario al proteger el suelo de las altas temperaturas.


Con esto esta Kerria está dispuesta y en perfectas condiciones para seguir creciendo hasta el invierno y esperemos que echando muchos nuevos tallos que conviertan la siguiente floración en un maravilloso espectáculo.




Entre abejas y pájaros anda el juego!! Como un colador y sin una guilloma me han dejado el Amelanchier

Este domingo vendrá mi hija a casa a comer. Tenía pensado hornear una deliciosa tarta de queso y usar algunas guillomas que producen mis dos pequeños Amelanchier lamarckii (Guillomo) como adorno y para endulzar la capa superior de la tarta. Mi gozo en un pozo!! Bajo ahora, hace un instante, a coger un puñado de estas dulces frutitas y...ni una!! Vamos, es que no me han dejado ni una en ninguno de los dos arbolitos!! Hasta ayer tenían bastantes frutitas colgando y no se me ocurrió que los pájaros se las gastaran así ajajja

Geranium x magnificum. Azul violeta!

He cultivado otras variedades de Geranium y debo decir que  no con muy buenos resultados. Me traje del anterior unas matas de Geranium 'Johnson´s Blue' que si bien allí durante los dos primeros años se convertían cuando llegaba la primavera en matas preciosas, aquí jamás prosperaron dignamente.

Esta variedad aquí, en mi jardín, eran plantas con cuatro o cinco tallos larguiruchos que se desparramaban por el suelo sin formar las matas tupidas y redondeadas que he llegado a ver en otros sitios. Aunque los tallos de los Geranium suelen ser largos con bastante distancia entre nudo y nudo. Unas cuántas ramitas no se sostendrían en altura, precisan que sean muchas para formar matas densas y bonitas y que la mata gane en altura. Ya digo, aquí fueron decayendo hasta que este año incluso veo que no han vuelto a brotar. Creo que los planté en lugares con demasiada insolación!!

Pero soy persistente ajajja y en mi memoria guardaba la imagen de una variedad que vi por primera vez en El Jardín del León de la rosaleda de David Austin. Me encantó las hojas más semejantes que otras variedades  a las del género Pelargonium (con el que no hay que confundir los Geranium) Unas hojas profundamente lobuladas y cubiertas de pelusilla. Me pareció una mata más densa, más tupida que otras variedades de geranium que he cultivado. 
Debido a su preciosa gama de color, al planificar el jardín trasero pensé en esta variedad pero no la encontré disponible en ningún vivero de modo que me decidí a introducirlo en el último pedido de vivaces que he hecho a través de una página web.
Me encantan sus flores llenas de "venas" y sus bonitos estambres. Viendo sus capullos no me extraña que a veces estas plantas se confundan con los más conocidos "geranios" que tanto se cultivan en España. Pero no, son géneros distintos aunque ambos están incluidos en la familia de las Geraniáceas. Lo que conocemos con el nombre común de "geranios", también herbáceas aunque muchísimo menos resistentes a las bajas temperaturas, pertenecen a un género distinto, los Pelargonium. Estos en cambio, como hemos dicho, forman el género Geranium. Vivaces que en climas con heladas pueden llegar a desaparecer su parte aérea totalmente durante el invierno volviendo a brotar de nuevo en primavera.

El primer año no forman nunca matas tupidas, debe pasar para ello una o dos temporadas más. Geranium x magnificum no es una variedad de larga floración pero no la elegí solo por el precioso color azul violáceo de sus flores. Decidí cultivarla porque me encantan sus hojas incluso sin flor y porque además éstas adquieren preciosas tonalidades rojizas en otoño. Puede alcanzar unos 60/70 cm de ancho por lo mismo de altura.

No es una variedad especialmente propensa a contraer enfermedades ni plagas y su cultivo no presenta dificultades. Se adapta bien a distintos tipos de suelo y diría que en nuestros climas tan calurosos en verano se hace mejor en una semisombra que a pleno sol. Una vez asentada es bastante a cierta falta de riego.
Aunque como digo no es excesivamente exigente en cuanto a suelo, prefiere algo de humus en el hoyo de plantación y enriquecerla con materia orgánica en la capa de acolchado.

En general los Geranium son herbáceas vivaces que requieren ser divididas cuando pasan algunos años. Se levantan del suelo con una pala eliminándose aquellas partes viejas y secas y dividiéndolas en varias partes con lo que aumentaremos el número de nuestro ejemplares) antes de volver a plantarlas. Esta labor conviene hacerla antes de que inicien su plena brotación en primavera.

Physocarpus opulifolius 'Diabolo' Un arbusto hermoso en cualquier estación.

Es el tipo de arbusto que me gusta introducir en el jardín. Mejor de hoja caduca. A poder ser de bonita floración. Arbustos con pocas exigencias en cuanto a riego una vez están asentados. Que tengan coloraciones otoñales muy llamativas. Saludables, sin tendencia a contraer enfermedades y padecer plagas. Que tengan gran capacidad de adaptación a distintos tipos de suelo y no requieran un constante estar encima de ellos para proporcionar al suelo lo que precisan. Que tengan una estructura bonita y adquieran un buen tamaño,  preferiblemente poco rígidos y más bien con ramas que se arquen armoniosamente. Adaptables en cuanto a insolación. Resistente a las heladas que se producen en mi jardín. Que en invierno no pierdan la belleza. Que sea atractivos para insectos y mariposas y por supuesto si dan frutos para los pájaros...les doy un 10!!
Pido mucho? jajajaja Pues hay bastantes arbustos que reúnen estas características. Physocarpus opulifolius 'Diabolo' es uno de ellos.
Se trata de un arbusto de la familia de las Rosáceas. De hoja caduca y múltiples ramas que crecen desde el suelo pudiendo alcanzar en la madurez hasta los dos metros de altura formando una silueta bonita estructura en forma de copa abierta. 
En cualquier momento del año tiene unas hojas muy oscuras, preciosas, sobre las que al incidir el sol adquieren un brillo y un tono muy muy bonito!! Pero es en otoño cuando adquieren tonalidades rojo bronce y se torna más bello aún.

A pesar de que antes de comprarlo había leído que aguanta el calor y que no precisa protección solar, yo siempre tengo mis prevenciones cuando leo eso de "pleno sol" porque generalmente están hablando de un sol muy distinto al que tenemos aquí. Este achicharra literalmente. De ahí que aunque el lugar que he elegido para él no carece de sol, esta protegido en las horas de mayor insolación bajo la sombra que proyecta la encina sobre él.

Me gustan los arbustos de hojas oscuras. No hay muchos, por eso cuando alguno se ajusta a mis requerimientos sin duda lo introduzco en el jardín. Me parecen follajes que contrastan maravillosamente con otro en tonos verdes jugosos y tiernos . Busqué una zona protegida del sol del mediodía pero que tuviera arbustos de follaje claro y liso. Encontré éste, tras la encina, entre un Berberis tunbergii que la mayor parte del año tiene un verde neutro muy bonito a su derecha y una Choysia ternata de maravillosas hojas lustrosas de un tono verde jugoso precioso.
Sobre la vegetación absolutamente oscura de este Physocarpus, con el tiempo cuando llegue a alcanzar la envergadura necesaria, pueden destacar muy bien las vivaces de floración azul/malva que tengo plantadas delante: Salvias, lavandas, Scabiosa cretica...

 
Ahora, claro, no es que esté demasiado espectacular ni llame la atención así tan chiquito y con tan pocas ramas pero estoy convencida que se convertirá en un maravilloso ejemplar cuando pasen unos años . Ahora son cuatro ramitas y hay demasiada distancia hasta sus compañeros pero el tiempo hará que lleguen a estar mucho más justos y será entonces cuando se verá el contraste entre ellos. Paciencia!!
Está recién plantado de modo que no puedo hablar mucho sobre su crecimiento pero tengo entendido que crece con bastante rapidez y que se puede contener su crecimiento mediante una poda sin ningún problema si el sitio que le hemos asignado es más reducido que el tamaño que va adquiriendo.
Florece ahora, a finales de la primavera o principios del verano en forma de racimos redondeados formados por florecillas blancas rosadas sobre las que destacan unos llamativos y bonitos estambres. Physocarpus opulifolius 'Diabolo' atrae hacia sus flores a mariposas e insectos en general y eso me gusta!!
Estas flores enrojecen más tarde y en otoño forman unos preciosos frutos de color carmesí muy del gusto de las aves que frecuentan el jardín.
No tiene estación fea este precioso arbusto. Incluso en invierno es hermoso. Las ramas adultas tienen una corteza que se exfolia. Las capas exteriores se desprenden del tallo en forma de tiras largas revelando una gran variedad de tonos en las capas bajo ellas.
A ver si se cumplen mis expectativas. Las características que yo buscaba, las tiene...le gustará mi jardín? Ojalá sea así :)

Stachys bizantina (Oreja de liebre) Una sedosa y aterciopelada vivaz.

A Stachys bizantina (de la familia de las Lamiáceas) se la conoce como oreja de liebre por la similitud de la forma de sus hojas con las orejas de estos simpáticos animales. Es una perenne herbácea muy original en su crecimiento, en su aspecto y en su floración.

No son sus flores lo llamativo de esta planta. La verdad es que son diminutas y nada del otro mundo si las miramos de una en una. Pero el conjunto de las espigas florales emergiendo sobre altos tallos sobre la base de la planta dónde brotan sus hojas de un color tan especial... sí, eso sí me parece llamativo. La encuentro tan original!! Incluso de sus tallos altos salen hojas pequeñitas al lado de las flores que van abriéndose poco a poco mientras el pedúnculo va creciendo. Empecé por una mata pero viendo lo bonita que es he puesto bastantes diseminadas por el jardín. 

A mediados de mayo comienzan a estirarse los extremos de algunos de sus tallos y van formando una espiga que puede alcanzar los 70 cm, quizás algo más cuando las matas estén bien consolidadas. Esta que veis está plantada el verano pasado, seguramente tendrá más envergadura la próxima temporada.

Me encanta como planta para combinar casi en cualquier sitio porque a su lado la mayoría hacen un buen contraste.
Es increíble el aspecto que tienen sus hojas afelpadas. Tan suaves al tacto...tan aterciopeladas. Me encanta!! Me gusta todo de ella, sus flores, su color, su follaje...

No tiene ningún requerimiento especial como no sea mantenerla fuera de encharcamientos. Incluso crece mejor en suelos con no demasiados nutrientes. Cultivarla con poco riego favorecerá su crecimiento y si no tiene agua en invierno puede que mantenga sus hojas en los tiempos fríos aunque es verdad que empeora bastante su aspecto secándose buena parte de sus hojas. 

Pero incluso dando la impresión de que casi ha muerto a causa de los fríos, llegada la primavera vuelve a brotar de la corona basal. tan solo precisará para ello una buena limpieza en profundidad de hojas y partes muertas durante la estación invernal para que vuelva a crecer con fuerza cubriendo de hojas rápidamente las coronas algo despobladas en invierno.

Incluso hay que tener algo de cuidado con ella porque si le gusta el sitio va abarcando con sus tallos postrados el terreno que la rodea así que si queremos mantenerla en el espacio asignado deberemos contener su crecimiento eliminando las partes que se vayan extendiendo por dónde no queramos.

Tengo bastantes matas por todo el jardín y he observado que aunque precisa sol, las matas más en mediasombra están más bonitas. Esta que muestro en las fotografías está cultivada en el jardín trasero y aunque al paso por el camino que lo atraviesa mi Iker le hace de vez en cuando un regalito levantando la pata, luce muy bonita ahora con su tallos llenos de diminutas flores que son pura atracción para los insectos. Lástima de las hojas amarillentas quemadas por sus regalitos ajjaja 

Creo que combina bien con la mata de salvias moradas que le he puesto a su lado, verdad? :)


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