Weigelia 'Bristol Ruby' y Weigelia florida 'Variegata'

No puede decirse que mi Weigelia 'Bristol Ruby' sea un ejemplar destacable. No lo es porque es demasiado joven y como casi todos los arbustos de jardín precisan de unos años para lucir esplendorosos y para ofrecer todo lo que son capaces de dar de sí.
Las Weigelia son plantas fáciles de mantener. Prosperan en suelos dónde otros arbustos no lo hacen aunque, indudablemente si las plantamos en un hoyo con bastante materia orgánica se sentirá mucho más feliz.
Aguanta bastante bien la falta de riego y en realidad, en el jardín puede estar perfectamente con riegos esporádicos sobretodo en la época de temperaturas más altas.

La mía está a pleno sol pero creo que estaría aún mejor cultivándose protegida de los rayos de sol del mediodía. En climas más frescos del que goza mi jardín es una planta para ubicar en pleno sol pero en los de veranos tórridos se cultiva muy bien en semisombra.
Weigelia 'Bristol Ruby' es un arbusto caducifolio que pertenece a la familia de las caprifoliáceas y que es totalmente resistente a las heladas que puedan producirse en cualquier parte de nuestro país. Antes de caer la hoja adopta coloraciones que no siendo excesivamente vistosas no están carentes de belleza.
Puede cultivarse incluso en contenedor amplio, especialmente las variedades de un crecimiento más contenido. Evidentemente si no crece en el suelo del jardín el arbusto no alcanzará el tamaño natural y tendremos que estar mucho más pendientes de la hidratación y nutrición ya que en contenedor la tierra se lava constantemente con el agua del riego y de la lluvia y los nutrientes del sustrato se pierde pronto.

Cultivo dos variedades de weigelias en mi jardín. Planté esta que que veis en las fotografías, Weigelia 'Bristol Ruby' precisamente porque es una variedad que al hacerse adulta no abre tanto el arbusto y crece más alta, más vertical y con ramas algo menos arqueadas que otras variedades. 


No quería que ocupar horizontalmente demasiado. Prefería que creciera por encima de la mata de Stachys bizantina que podéis ver delante del arriate y creo que cuando la Parrotia persica que crece a su izquierda, tocando su tronco casi el borde del camino central, extienda sus ramas por encima de esta weigelia se sentirá más a gusto. No quería que se hiciera demasiado amplia también porque tras de ella, un poco más a su derecha crece un Rosa 'James Galway' de floración hermosísima y aunque su estructura principal quiero guiarla según vaya creciendo sobre la hiedra de la valla divisoria que hay por encima del nivel de la construcción dónde almaceno sustratos, prefería que no tapar en exceso al rosal.

La otra que tengo es Weigelia florida 'Variegata' de luminosas y llamativo follaje veteado en crema y con hojas algo más grandes. Esta alcanza una altura inferior pero como digo se convierte con el tiempo en un arbusto más abierto, más amplio en altura.
Las hojas de esta segunda son más rugosas, algo más ásperas, un tanto pilosas al taco y presenta unos nervios más marcados en el haz de la hoja.


W 'Bristol Ruby' quizás no es tan hermosa y lucida cuando no está en flor si la comparamos con W florida 'Variegata' que constituye siempre un punto de interés fuera de su temporada de floración por tener precisamente unas hojas tan hermosas y hacer tan gran constraste si la ubicamos al lado de otros con hojas más neutras.
Weigelia 'Bristol Ruby' es un arbusto con largas ramas que florecen en su segunda temporada. En su mitad superior tiene pequeños y cortos brotes dónde se abren las bonitas flores en grupos de cuatro o cinco en las axilas de las hojas que salen a ambos lados de los tallos.

Como todos los arbustos de hoja caduca y floración en la primavera en ramas del año anterior, también Weigelia debe podarse en cuanto las flores se ven ajadas.

Practicaremos, como siempre que podamos cualquier planta, una limpieza de ramas muertas, débiles, enfermas o que crezcan en la dirección inadecuada o hacia el centro del arbusto.
A continuación, si el arbusto tiene en un número excesivo de ramas que parten desde el suelo, algunas de ellas para evitar que esté congestionado y que el aire circule sin dificultad entre el ramaje evitando así plagas y enfermedades.
Seguiremos eliminando aquellas ramas que ya veamos que son muy viejas y que apenas florecen eliminándolas desde la base. Hacer esto alarga la vida de los arbustos ya que el corte a nivel basal de estas ramas viejas fomenta que surjan otras nuevas y vigorosas que las sustituirán y que mantendrán el arbusto joven más tiempo.
Por último, las ramas recién florecidas este año las cortaremos por debajo de dónde han empezado a emitir capullos.

Practicar la poda justo tras la floración permite que el arbusto tenga tiempo de madurar aquellas ramas que crecerán tras la poda. Cuando lleguen la parada vegetativa y los fríos invernales es necesario que los vástagos que emitirá a partir de ahora se conviertan en una madera madura que no se dañada por las heladas y que la siguiente primavera tenga la capacidad de florecer.

Tiene el mal hábito de no tirar la flor cuando ésta se seca. Las flores pasadas permanecen en su mayoría en los cálices resecas y de un color oscuro no precisamente bonito lo que da al arbusto un aspecto descuidado. 
Aunque solo sea por limpiar estas floraciones secas ya es mejor practicar la poda en este momento y no aplazarla a riesgo de que si vienen heladas fuertes y tempranas el arbusto no haya tenido tiempo de madurar el nuevo crecimiento como estamos diciendo.

Philadelphus (Celindo) de arbusto abandonado a foco de interés en el jardín.

La primera vez que lo vi ni siquiera reconocí que era un Philadelphus. Unos troncos resecos, con la corteza desprendiéndose, altos como de metro y medio y en el extremo unas ramas tortuosas  que brotaban sin orden ni concierto sin formar una copa armónica en absoluto y en direcciones nada adecuadas. Al pasar  a su lado me dije "Tú,  lo que seas, te quedan tres telediarios" jejejje 

La siguiente ya estaba brotado y reconocí enseguida qué era: un viejo, descuidado y horrible Philadelphus.

A los pies de una plataforma muy grande de hormigón que hay en la parte baja de las terrazas que bordean la casa, si se mira desde arriba, mal que mal, pero desde abajo yo miraba aquel arbusto que no se regaba hacía un siglo y que no sabía lo que era un buen abonado y ...la verdad, aquella ubicación me descolocaba mirándolo desde la parte más baja del jardín.
Los Philadelphus suelen brotar en forma de mata y son de un gran crecimiento, por eso son difíciles de contener y al final acaparan el espacio asignado a las plantas compañeras que están a su lado. Solo con una poda adecuada se pueden mantener acotándoles el espacio.
Lo salvó primero mi respeto por las plantas que tienen mucha edad porque siempre pienso cuánto han tenido que luchar contra sequías, plagas, suelos pobres...para llegar a tener el tamaño que tienen. Pero lo cierto es que con respeto y todo, las posibilidades de que aquel arbusto durara muchos años más eran pocas si no se rejuvenecía. Y en segundo lugar el hecho de que tuviera esta formación, tipo arbolito. 
Las matas de celindos que brotan desde el suelo todas sus ramas formando arbustos redondeados, reconozco que solo me gustan cuando están en flor y tampoco es que me entusiasmen demasiado. Ya antes de comenzar a hacer el jardín tenía ganas de tener uno tipo arbolito que es como me parecen más elegantes estas plantas, con sus ramas arqueadas desde lo alto y curvas, así que quería en algún momento comprar uno y tratar de formarlo desde pequeño. 
Reconsideré mi decisión casi en firme de eliminar este ejemplar medio muerto. Pensé que era magnífico no tener que formar durante años un celindo recién comprado. Esta estructura con los pies despejados, sacando desde lo alto las ramas largas y que están a suficiente altura como para que puedan arquearse hacia el suelo como un enorme paraguas florido, este tipo de Philadelphus, sí, estos como el mío me encantan!!


Desconozco de qué variedad se trata y lo la verdad es que me encantaría saberlo. Así que si algún lector viendo las fotos tiene la amabilidad de decírmela estaría muy agradecida :)

Bien, pensé que sí, estaba viejo y descuidado y estaba muy mal formado pero era un Philadelphus de muchísimos años y hasta que yo llegara a tener con uno nuevo un ejemplar de estas dimensiones deberían pasar muchos años así que decidí conservarlo.
Eso sí, era preciso practicarle una buena poda de renovación si no quería perderlo. Estaba demasiado viejo y había sufrido demasiado tiempo el descuido así que pensé que de perdidos, al río y siendo consciente de la barbaridad que era practicarle esta poda en verano, lo hice arriesgando el arbusto!!

Entre nosotros, ajajjaja el riesgo no era total. Pensé que podía morir la parte alta, la de los troncos gruesos y viejos pero que el arbusto tenía unas ramas en un lateral que brotaban desde el suelo y que podría con ellas, en el caso de perder la planta madre, tratar de trenzarlas y formar de nuevo un arbusto con la misma estructura que éste con el paso de algunos años. En caso de haber visto que no rebrotaba hubiera tomado estas ramas bajas con la mayor cantidad posible de cepellón y lo hubiera trasladado a otra ubicación del jardín. Así que era riesgo pero no tanto, la verdad :)

Está plantado en una zona con el suelo exageradamente inclinado de modo que el agua de riego no había manera de que penetrara en las raíces. Dicho y hecho, esperé a que terminara la floración y lo podé a conciencia. En realidad solo dejé los troncos que partían desde el suelo y corté todas las ramas que brotaban de su parte superior.

Aprovechando que teníamos que poner el riego en el seto sur, tras la poda nivelé el suelo a su alrededor de manera que la base quedara horizontal. Le hice un poco de alcorque para que retuviera el agua del riego pero es una zona tan inclinada que el alcorque dura intacto muy poco y hay que ir rehaciéndolo constantemente. De todos modos ya lo considero fuera de peligro así que como no es un arbusto que requiera demasiado riego el alcorque no lo rehago cada vez que es necesario.
Tras ello lo aboné bien en profundidad.  Hace dos años no tenía compost de propia fabricación así que cavé un poco para eliminar el suelo superficial pobre y reseco y lo sustituí con una mezcla de un buen sustrato y estiércol bien fermentado. Acolché bien todo el alcorque para que se mantuvieran frescas y húmedas las raíces más tiempo y para protegerlo del calor y de la erosión. Y cuidé su hidratación durante todo aquel verano y hasta que el arbusto entró en letarlo. 

En cuanto empezaron a brotar las ramas nuevas vi el cambio. Nada que ver con su pasado. Hojas grandes, sanas y bonitas y ramas vigorosas creciendo con fuerza. El pobre celindo pensaría que le había venido Dios a ver ajajajja :) Cuándo se vio en otra igual acostumbrado como estaba al abandono absoluto! Rieguito frecuente, nutrición, buen acolchado... y lo ha sabido agradecer. Vaya que sí! 

Tanto ha cambiado este arbusto que incluso ya ni me molesta su ubicación. De un ejemplar casi muerto de puro abandono ha pasado a ser un Philadelphus digno de ser un punto focal en la parte central del jardín. No hay duda, es un ejemplar precioso. No os parece? 
Está plantado en un lugar que lo hace visible desde muchísimo sitios del jardín. Y desde cualquier punto que se mire es una verdadera belleza ahora que está en plena floración. Desde las terrazas de la casa se ve precioso ahora que está florido y desde cualquier parte de la zona central del jardín se te van los ojos a un ejemplar tan bonito :)

Me alegro mucho de no eliminarlo y haber invertido en él mis cuidados y tratar de sacarlo adelante y convertirlo en un ejemplar precioso como es ahora. Lo pensé el otoño pasado pero se me pasó el momento adecuado. A ver si éste otoño saco un rato para separar las ramas pequeñas que brotan desde abajo con una buena cantidad de raíces y me la llevo a otra parte del jardín para forma con ella un ejemplar que con el paso del tiempo se parezca a este.

Estas ramas que ahora son verdes, tiernas y claras. Aún sin lignificar.. cuando llegue la primavera siguiente estarán maduras y de sus laterales brotarán ramillas cortas que serán las que porten los capullos de las flores. Se habrán tornado oscuras y la madera se habrá lignificado. 
Lo interesante es ir eliminando las ramas viejas y poco productivas para incentivar que broten nuevas ramas nuevas que florecerán la siguiente temporada.
Mantener un celindo no es nada complicado si entendemos de qué modo florece. Las flores brotan en las ramas brotadas durante la temporada anterior. Ya en plena floración comienzan a salir vástagos nuevos que se distinguen perfectamente por su color verde. Estas ramas no florecerán este año, debe madurar su madera antes y esto lo hará durante los meses que transcurran hasta que llegue el invierno y la planta entre en parada vegetativa.


De todos modos para quién esté interesado en ver de forma práctica la poda de este Philadelphus me comprometo a colgar aquí un tutorial con fotografias y explicaciones paso a paso cuando llegue el momento.
Sí, antes de eliminar ejemplares de cierta edad en un jardín hay que sopesar las cosas. En ocasiones, con un poco de trabajo, una buena poda, cuidar de la hidratación y una buena nutrición cambia radicalmente muchas plantas y ellas saben premiarnos el esfuerzo cambiando y convirtiéndose de nuevo en plantas que nos deleita y cuya floración podremos disfrutar muchos años más. Ha merecido la pena salvar mi pobre celindo viejo. No hay duda.


Digitalis purpurea (Dedalera) una vivaz herbácea muy llamativa

En el jardín anterior compré por dos veces un par de macetillas con unas Digitalis purpurea pero no sé por qué jamás llegaron a ponerse realmente bonitas. Sí, echaron una espiga más bien pequeñaja con algunas flores tras lo cual decidieron no seguir en este mundo.

Esta vez he logrado que se ponga hermosas y luzcan fantásticamente. Yo creo que la razón de que se me murieran otras veces es porque recibían demasiado sol en un jardín dónde las temperaturas en verano eran muy altas.
En este jardín que cultivo ahora las he ubicado en semisombra en el lateral del jardín trasero menos soleado. 
Las elegí en este color porque no las encontré en malva. Aunque ya van de capa caída los Allium, todavía lucen sus preciosas inflorescencias violetas y moradas en el lateral contrario.
Precisaba alguna planta espigada y alta que compensara el efecto de los Allium  y puesto que siempre me han encantado las digitalis pensé que podrían quedar bien. Ya digo que en malva hubieran tenido un efecto aún más bonito pero bueno así y todo en esta gama de rosas también combina perfectamente con la gama de colores de este jardín en este momento del año.

Se trata de una vivaz que suele cultivarse como bienal. No he llegado nunca a ese punto en el que según me han dicho una vez que termina de florecer totalmente, es mejor quitarlas y permitir que con sus propias semillas se autosiembren y salgan matas nuevas la siguiente temporada.
Precisan de un suelo húmedo suelto, fresco y con cierta acidez y no les gusta nada tener sus raíces en terreno encharcado. No son tendentes a las enfermedades si viven en condiciones adecuadas. De lo contrario, por ejemplo en jardines excesivamente calurosos tienden a tener araña roja, Tampoco resisten demasiado bien la falta de riego.

Para prolongar la floración es aconsejable cortar enseguida las espigas florales marchitas.
La verdad es que me parecen espectaculares, con su amplia roseta basal de grandes y pilosas hojas y sus altos tallos huecos que en su parte superior producen su floración en forma de largo racimo compuesto por las flores tubulares colgantes a uno solo de sus lados y alternadas por pequeñas y largas hojas.

Aunque las espigas florales ya estaban formadas a mediados del mes de mayo hasta algo después no empezaron a abrir los capullos y es ahora cuando están en su mejor momento.
Las flores tubulares me parece bellísimas y muy llamativas. De color tan intenso y con parte de su interior salpicado con pequeñas manchas de tono muy oscuro rodeados de blanco. Qué preciosidad!!

Espigas altas como de un metro cubiertas de flores tubulares de un precioso color magentas resultan muy arquitectónicas sobresaliendo por encima de la mayoría de plantaciones de esta zona.

Este jardín trasero es bastante ventosos y no he querido arriesgarme a que las altas espigas de más de un metro se tumbaran así que lo más disimuladamente posible las he atado a un tutor por si acaso.
A ver si tengo suerte y les gusta el suelo y la insolación de este lateral del jardín y el año que viene surgen plantas de forma natural. Según me ha dicho mi amiga Lola parece que es fácil que salgan más plantas de las que uno quiere si les va el lugar. A ver si es verdad porque estoy encantada con ellas!!

Rosa 'Purple Skyliner'. Un rosal rambler muy variable de color (violeta o púrpura)

Creo que es el rosal cuyo color es más cambiante en mi jardín. Es muy difícil definir el color de Rosa 'Purple Skyliner' porque éste varía según la luz que incida sobre él y los tonos que presenta durante la mañana más tendentes a los púrpuras se tornan claramente más violetas, más azules, cuando el rosal está completamente en sombra y llega el atardecer.
Pero además es que las flores van cambiando de color desde que apenas forman los diminutos capullos hasta que están maduras y comienzan a ajarse. Pasa por toda la gama de magentas, púrpura violáceos, malvas...

Rosa 'Purple Skyliner' es un rosal rambler (sarmentoso) de floración repetitiva y registrado bajo el nombre de Franwekpurp en Reino Unido en 2002. Un cultivar que debemos al obtentor Frank R. Cowlishaw.
Suele compararse con Rosa 'Veilchenblau' aunque este rambler no tiene la capacidad de repetir floración y probablemente es algo más vigoroso que PS cuyo tamaño final es algo más pequeño.
Parece ser que puede alcanzar los 150/300 cm según la página de HMF dependiendo de que se cultive como arbustivo o permitiéndole crecer como rambler.
Las rosas de esta variedad son chiquitas. Ya lo veis en estas fotografías. Apenas 4/5 cm. Semidobles. Con unas preciosas pinceladas blancas. 



Se abren en el extremo de las ramas nuevas de un año y en las laterales de madera ya madura, en forma de grupos formados por un infinito número de capullos extraordinariamente pequeños y bonitos.



Abre sus pétalos casi horizontalmente formando una rosa bastante plana y ofreciendo en la madurez un corazón blanco sobre el que brillan sus dorados estambres y desde el que las pinceladas blancas llegan a teñir algunos de sus pétalos. No puede decirse que esta rosa no destaque por su belleza a pesar de su tamaño!!

Hablemos un poco del color de este rosal y de otros en la misma gama de púrpuras/violetas. 
El resultado final (global) del color es una combinación de tres factores: Temperaturas, sol que recibe y pH del suelo dónde se cultiva.
El año pasado no disfruté en exceso de la floración de este precioso rosal y ello porque en primavera era demasiado chiquito para dar muchas alegrías y en verano literalmente se achicharró por una ola de calor que se produjo. Me vi obligada a defoliarlo y hasta el otoño no llegué a verlo con una floración digna de ser llamada como tal.

Me parecieron un tanto púrpuras para mi gusto y me decepcioné un poco porque lo que quería en esta zona dónde lo cultivo era un rosal todavía más en la gama de violetas. A pesar de todo debo decir que he visto rosales de esta variedad cultivados en suelos alcalinos y en los que domina sin duda los magentas y púrpuras sin apreciarse casi tendencia a los malvas. Hay que tener en cuenta que el suelo de mi jardín es granítico, ácido y ello influye en el color con el que los rosales florecen.

Todos sabemos lo cambiante que puede ser el color de las floraciones de las rosas dependiendo del suelo y del clima dónde se cultivan. Rosa 'Purple Skiliner' lo es especialmente.
Estuve leyendo y comprobé que había aficionados a las rosas que afirmaban que este tipo de rosas son más azuladas si se cultivan en suelo ácidos y si además están en jardines con no demasiado calor.


La temperatura que puede alcanzar mi jardín no está en mi mano modificarla y hasta que los árboles de esta zona del jardín crezcan no verterán sobre el rosal su sombra para protegerlo del sol del mediodía.

Pero pensé que podría experimentar qué resultados me daría en este sentido bajar algo el pH del suelo de este rosal.
Consideré la posibilidad de utilizar para ello azufre en polvo pero desistí ya que este producto tiene mejor resultado mezclándolo con el suelo en los 30 cm primeros. El hecho de que el rosal ya estuviera plantado y por tanto desarrolladas sus raíces me echó para atrás en el intento por temor a dañar el cepellón.
Con esta idea y dejado transcurrir un semana desde que aboné con fertilizantes orgánicos los rosales,  apliqué 50 gramos de sulfato de hierro a la zona alrededor de la base de este rosal y lo mezclé someramente con el suelo. Usé sulfato de hierro del granulado marrón, no el verdoso claro de partículas más finas y que suele emplearse disuelto en el agua del riego. Removí un poco la tierra y regué en profundidad.

También cambié sobre el suelo el acolchado que acostumbro a poner en la base de los rosales (Que este año ha sido a base exclusivamente de compost de fabricación propia) y sobre él madera troceada bastante pequeña. Pero este año añadí algo de turba rubia a este acolchado con el fin de que la lluvia y el riego posteriormente cuando fuera tiempo de regar fueran acidificando también algo más el suelo.

Evidentemente este tipo de experimentos tratándose de una sola vez y de un solo rosal no pueden llevar a ninguna conclusión definitiva ni afirmarse que el cambio de color de esta temporada se deba exclusivamente a la bajada de pH que intenté en su suelo. En este cambio pueden haber intervenido muchos otros factores. Desde las temperaturas de esta primavera (Que han sido más bajas que el año pasado); a cambios en la composición y acidez del suelo por los constantes aportes de materia orgánica que realizo; a efectos del abonado orgánico e incluso a la propia madurez del rosal. Pero el cambio es evidente, de eso no tengo duda alguna :)

Viendo los resultados y aunque ya digo que no puedo afirmar que se deba a la aplicación de estos productos, sin duda seguiré haciendo una aportación al final del invierno de sulfato de hierro y volveré a incluir la turba rubia como parte de su acolchado. Cuando, tras la primera floración de los rosales vuelva a abonarlos repetiré la operación porque si bien es cierto que para ser serios, no tengo pruebas empíricas para poder establecer una relación directa entre el sulfato de hierro y el cambio de color de las rosas esta primavera, lo que es indudable es que no le ha ido mal ya que el rosal se ve totalmente sano, fuerte y con una floración abundante.
Si alguien está interesado en echar un vistazo a las distintas formas de acidificar el suelo del jardín puede consultar el artículo que publiqué en noviembre de 2014 en el que traté largo y tendido sobre estas técnicas.


Esta temporada las flores de Rosa 'Purple Skyliner' son claramente violetas en cuanto les deja de dar el sol e incluso dándole la luz directa las rosas que van envejeciendo son mucho más azuladas que la temporada anterior. El conjunto del rosal es menos magenta, de colores menos cálidos.
En todo caso y domine los tonos cálidos o fríos este rosal suele producir en cualquier suelo unas rosas que van virando a grises azulados cuando envejecen.
Me gusta muchísimo más esta primavera. Creo que tienen unos tonos maravillosos, es verdad que sigue siendo algo púrpura cuando recibe la luz del sol pero indudablemente lo es mucho menos que el otoño pasado. Por la mañana temprano y después de las horas centrales del día el rosal luce claramente violeta. De un maravilloso violeta cosa que no ocurría el año pasado!! ;)
Mencionábamos antes un segundo factor que influía en el color de las rosas de estos tonos: la insolación que reciben. Me apetece cultivar esta variedad en otro rincón del jardín dónde el rosal no reciba el sol del mediodía con un nivel mucho más alto de rayos ultravioletas. Como decíamos más arriba, la luz que recibe el rosal también influye en el color final de su floración. A mayor sombra, o con luz menos intensa y por tanto con menos rayos ultravioletas, más azuladas son las flores. A más sol, más púrpuras.
De hecho, los fotógrafos profesional utilizan al tirar sus fotografías un filtro ultravioleta para proteger las lentes. Estos filtros producen fotografías de flores algo más azuladas que cuando no se usan. No es mi caso porque ni sé nada de técnicas fotográficas ni tengo una cámara tan siquiera decente. Pero todos hemos podido observar cómo las flores (y cualquier objeto) fotografíados a la sombra y al atardecer resultan mucho más azuladas que al sol.
La temperatura del jardín es el tercer factor. Ahí poco puede hacerse salvo, si preferimos más la gama de los colores fríos, intentar protegerlos algo de las altas temperaturas cultivándolos cerca de árboles y arbustos que refresquen la zona al menos en unos grados.
En todo caso los rosales florecen en la gama que florecen. Es de perogrullo sí, pero es algo que debemos aceptar y que en nuestra mano está una ligera modificación pero no un cambio radical en su color.

Con independencia del color lo que sí parece bastante seguro a tenor de lo que he leído a aficionados en algunos foros especializados y por los que siento un gran respeto es que estos rosales, además de dar floraciones más púrpuras, es que la salud del rosal es mayor en suelos algo ácidos presentando en algunas ocasiones cierto grado de clorosis en suelos de alto pH
Se suele mencionar la falta de aroma de RV a favor de Rosa 'Purple Skyliner' cuando se comparan. Pero lo cierto es que yo no llego a apreciar aroma alguno y si noto algo de fragancia es tan sumamente ligera que no lo mencionaría como una cualidad que me hiciera decantarme por este rosal si estuviera en la tesitura de elegirlo.
El tipo de crecimiento de Rosa 'Purple Skyliner' es el del tipo de rosal que es, un rambler. Es decir, un rosal que se desarrolla generalmente en altura emitiendo largos vástagos desde la base, muy flexibles, muy fáciles de conducir si los comparamos con los rosales trepadores. Son ramas gráciles, de bonito arqueado que lucen preciosas sobresaliendo del cuerpo del rosal.

No recuerdo ahora dónde he leído que se trata de un rosal sin espinas. Yo discrepo un poquito. Si bien es cierto que los brotes nuevos carecen de los aguijones de  otras variedades de rosas, también lo es que según envejecen los tallos, los más viejos presentan aguijones tan punzantes como cualquier otro rosal. 
Pero además este rosal es algo "engañoso". Una ve los tallos recién brotados, lisos, si espinas...y cree que puede manipular sin guantes los vástagos para conducirlos o atarlos sobre el soporte dónde crece hasta que en la piel de tus manos sientes clavarse estos "inofensivos" y pequeños aguijones que recorren el raquis de cada hoja por su parte inferior jajajajja 

La estructura de ramas de un rosal rambler es, mejor dicho, debiera ser mucho menos "permanente" que la de un trepador. Los fuertes y jóvenes brotes que emite el rosal cada año son fructíferos solo las primeras temporadas, luego poco a poco van dando menos rosas. Esta estructura, mediante la poda es conveniente mantenerla rejuvenecida para impedir que este tipo de rosales se conviertan en una maraña de ramas imposibles de colocar cuando se han dejado de la mano de Dios demasiado tiempo. Además, no hacer una limpieza de las ramas viejas e improductivas conduce a impedir que el rosal tenga la aireación suficiente y a la larga a una menor floración.
Para mantener joven la estructura tan solo tenemos que eliminar cada año las cañas más viejas que además de por su aspecto serán fáciles de reconocer porque bajarán claramente en su producción de rosas. Esta eliminación desde la base propiciará el surgimiento de nuevas y productivas ramas que florecerán a la temporada siguiente.


Para aquellos lectores que no tenga demasiada idea de la forma de podar un rosal rambler pongo a su disposición el artículo que publiqué en este blog en el que intenté ofrecer una información clara y abundante sobre este aspecto.
No todos los rambler florecen en el crecimiento nuevo del año. Muchos lo hacen solo en las cañas maduras brotadas ya durante la temporada pasada. No es el caso de Rosa 'Purple Skyliner'. Esta capacidad de florecer en el crecimiento del año es lo que permite que sea refloreciente y que una vez pasada su gran explosión de flores de final de la primavera nos vuelva a deleitar con sus delicadas rosas.


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