Los lirios barbados o Iris germanica son unas vivaces con rizoma rastrero. Muy frecuentes en los jardines por ser de fácil cultivo. Ni mucha agua ni terreno demasiado nutrido. El exceso de estos dos elementos provoca que se produzcan muchas y grandes hojas pero la floración pierde cantidad y calidad.
Eso sí, precisan pleno sol. Al menos una semisombra y detestan los suelos anegados. Una limpieza de las hojas externas que suelen ir secándose y cortar las flores una vez marchitas y como más precisan. Yo ni siquiera los abono nunca. Una vez arraigados de vez en cuando un agüita, pero vamos, cuando me acuerdo que es casi nunca :)
Cada cuatro o cinco años algunas partes de los rizomas van muriendo, secándose. Las matas pierden vigor y cada vez florecen menos.
Cuando veamos que esto ocurre es el momento de extraer todos los rizomas del suelo, limpiarlo bien de zonas muertas y secas y replantar solo los trozos de rizoma que veamos que están sanos teniendo la precaución de enriquecer un poco la tierra por si está agotada.
No es preciso que los rizomas tengan hojas. A lo largo de cualquier trocito hay "ojos" de los que una vez puestos en tierra brotan las hojas.
Los rizomas crecen horizontales muy someramente, en realidad asoman superficialmente en el suelo dónde se cultivan. De ahí que al plantarlos no debamos hundir los rizomas a demasiada profundidad.
El terreno no requiere que esté muy abonado. Con algo de aporte de tierra vegetal y eso sí, para facilitar la plantación un buen cavado hará que la zona esté muy mullida y sea fácil ir plantándolos.simplemente abriendo el espacio con las manos para introducir bien sus raíces en tierra.
Estos rizomas de Iris germanica var. Florentina que he plantado hoy los he encontrado en una parcela abandonada, creciendo bajo un suelo muy mullido de enebros, romeros, tomillos y pinos que es la flora que abunda en la zona. Me parecen preciosos, de color blanco con sus barbas de amarillo intenso tan luminoso!
Por eso he podido extraerlos con las raíces, lo que va a favorecer que arraiguen más rápidamente.
He decidido plantar estos pocos cerca de otros Iris germanica que tengo ya del año pasado, en color morado. Creo que el blanco con barbas amarillas de los Iris germanica Florentina contrastarán bien con el color de los otros.
Vamos a la labor!!
Manguera, algo de tierra vegetal enriquecida, tijeras de podar, pala, una azadilla y los rizomas bien limpios de hojas secas o partes dañadas, claro!! :)
Como digo, lo primero cavar bien la zona a la que habremos añadido algo de tierra vegetal. Aunque esto tampoco es imprescindible si el terreno no es del todo malo. En realidad los lirios crecen incluso en terrenos pobres. No es necesario cavar demasiado hondo. Con hacerlo unos 20 cm es más que suficiente para que quepan las raíces hacia abajo.
Por cierto, he tenido estos rizomas en agua para que se hidrataran. Bueno, más bien para que no perdieran la hidratación porque estaban tan sanos y tan en buen estado...Con las dalias hago igual, las pongo en remojo así las planto bien hidratadas.
Conviene cortar las hojas dos tercios ya que así los rizomas que aún no están enraizados les costará menos mantener la vegetación de las hojas si ésta es menos.
Como el espacio dónde los plantamos está bien removido con la azada es fácil abrir los huecos con las mismas manos para meter las raíces de los rizomas. Debemos intentar escarbar un poco para que las raíces se orientan hacia abajo y meter los rizomas en tierra poniéndolos horizontalmente al suelo.
Una vez enterradas las raíces vemos si tenemos que levantar un poco algún rizoma para que quede al nivel del suelo. Si es así, tan solo con tirar un poquito hacia arriba, despacio, quedará al nivel que deseemos sin desenterrar las raíces.
Cubrimos con la mezcla del suelo del jardín con tierra vegetal y vamos compactando bien alrededor de los rizomas para que no haya bolsas de aire y para que queden bien adheridos al suelo por todas partes (menos por arriba).
Y regamos...en profundidad y ya tenemos el trabajo hecho!! :) Solo resta mantener cierto grado de humedad durante un tiempo para favorecer que los iris arraiguen.
En mi caso, como he comentado, tenía los rizomas con raíces. Así que tras regar he puesto un poco de tierra por encima para que el sol no incida directamente sobre las raíces. Apenas un centímetro, Pero este poco de suelo es a modo solo de protección. En realidad una vez arraigados, con el agua del riego ella sola se va yendo dejando aparecer de nuevo los rizomas.
Si los rizomas que se plantan carecen de ellas conviene que se cubra con algo más de tierra, no mucha, ya que la forma natural de crecer estas vivaces es a nivel del suelo. De no hacerlo al no tener con qué anclarse al suelo y estar plantados tan someramente, es fácil que algunos rizomas terminen con el tiempo fuera de la tierra.
Y eso es todo. El proceso no puede ser más sencillo como veis.