Pensamientos entre hortalizas

Ya sabéis que esto de la huerta es totalmente nuevo para mí quizás por eso ando tan entusiasmada con sus progresos. Seguramente es la falta de costumbre...:) Quisiera de todos modos que este estado de constante sorpresa me durara mucho, mucho tiempo... porque mira que es grato sorprenderse y seguir maravillándose con las cosas que acontecen!! Verdad!! :)

Eliminar todas las malas hierbas del jardín?

Nos producen casi terror. Son la pesadilla de los jardineros ( y de sus espaldas). Luchamos incansables contra ellas a sabiendas que a duras penas ganaremos alguna batalla pero jamás la guerra. Pero este afán de eliminación no está llevado únicamente por lo que de competencia en nutrientes, espacio y agua puedan representar contra nuestras plantas ornamentales. Se trata también de que muchas veces tenemos la idea de que estéticamente afean y denotan o dan la impresión de un jardín descuidado.

Y sí, está claro que cierto control sobre ellas es necesario pero esa casi obsesión en erradicarlas totalmente? Yo creo que no tiene sentido alguno. Cuántas veces realizamos actos mecánicos sin preguntarnos las razones y si realmente aportan o benefician en algo!!
Evidentemente que no se trata de dejar el jardín en manos de toda hierba silvestre que quiera quedarse a vivir en él permitiendo que se desarrolle cuando y dónde quiera. Ni que las ornamentales acaben asfixiadas entre matas de hierbas que juegan con ventaja porque están genéticamente mejor preparadas que las que cultivamos en el jardín para hacer frente a situaciones adversas.
Yo, desde luego no estoy dispuesta a que el jardín se convierta en una selva (salvo que fuera de helechos y hermosas plantas de bosque jajaja) ni que mis arbustos luchen en desventaja por el agua y los nutrientes rodeados de yerbajos que compiten con ellos y que los pongan en peligro.
No, no es esta la idea. Pero debemos pensar que el jardín no es exactamente un medio natural en sentido estricto. Se trata de naturaleza, sí, pero de una especie de "naturaleza domada" y aspiramos a que esta "doma" venga de la mano exclusivamente de nuestros  intereses.
Son estos intereses en realidad lo que nos ha llevado incluso a denominar como "malas hierbas" a plantas que en realidad muchas veces de malas no tienen nada. Sencilllamente crecen allí dónde no tenemos previsto que lo hagan o no nos conviene.
Son éstos intereses los que debiéramos cuestionarnos alguna vez. En la medida en que logremos en nuestros jardines una convivencia en armonía y equilibrio entre los distintos elementos que habitan en él será un jardín mucho más sano y mucho más hermoso. Quizás no tan perfectamente "limpio", pulcro y ordenado pero indudablemente mucho más rico y con mucha más vida en ebullición. Aspirar a erradicar totalmente una parte de su vida en favor de otra solo aboca a un desequilibrio a la larga pernicioso incluso para las especies que queremos proteger.
Ejemplos a miles:: Vemos los dichosos pulgones y más de uno lo identifica con descuido o con desidia  del jardinero.  Y que no se le ocurra a un diente de león aparecer en nuestro césped porque allí nos dirigimos sin demora, herramienta en mano, a arrancarlo de cuajo, son el terror de los que se obsesionan con tener praderas perfectas de césped!! (incluso en zonas que  realmente es un despropósito el intentarlo) No queremos pulgones!! Ni uno!! No queremos oídio!! No queremos una sola mancha que ensucie la perfección de las hojas de nuestros rosales!! . No queremos nada que no hayamos puestos nosotros libres y voluntariamente.  La visión de cuatro o cinco redondeles troquelados en las hojas con una precisión asombrosa nos horripila en lugar de pensar qué maravillosas son las capacidades de algunos insectos.
Nada de eso, salimos preocupados de la zona pensando de qué modo eliminar al cortador y si es pronto, mejor. Quizás aprender a ver que sigue habiendo belleza en la ausencia de perfección nos haría vivir la jardinería de un modo algo más relajado. Pero sobretodo la variedad de vida que habita en´el jardín nos lo agradecería ;)
Porque está demostrado, en ese afán de eliminar toda plaga o enfermedad que pudiera afectar, aunque sea levemente y sin hacer peligrar a nuestras plantas, nos lleva a aplicaciones de químicos que puede que de momento cumplan su función al erradicar al "invasor" pero a la larga solo redunda en perjuicio del medio ambiente y de nuestras plantas porque eliminan junto a los indeseables, a otros insectos absolutamente beneficiosos para el jardín (sus depredadores naturales) dejándolos sin alimento o sin cobijo y provocando que cuando regresan las plagas tengan campo abierto para desarrollarse al no tener ya quién les ponga freno .

Nos falta tiempo para fumigar incluso antes de que lleguen los problemas. Y sí, está bien prevenir cuando ya hemos tenido problemas de enfermedades que han arriesgado nuestras plantas en temporadas anteriores. Evidentemente no se trata de permitir que las esporas del oídio campen a sus anchas invadiendo todo el jardín pero si no han hecho jamás su aparición en él, tiene algún sentido la aplicación de tanta química?
Quizás esa actitud de "por si las moscas" que tantas veces nos conduce a cargarnos a la espalda la mochila para aplicar fitosanitarios de forma preventiva sin haber realmente razones para ello, es hora de ponerla en cuestión y plantearse con buenas dosis de sensatez cuándo sí y cuándo no, está justificada su aplicación.
Pero es que además se nos olvida que, afortunadamente, nuestras rosas están ahí fuera, con otros seres vivos y que los efectos de esa coexistencia a veces no son tan nefastos. Es más, de no ser por muchos de estos efectos, no llegaríamos a disfrutar de nuestras rosas. Por poner un ejemplo: Afortunadamente contamos con la "ayuda" de microorganismos que se encargan de bajar los nutrientes que produce nuestros acolchados de humus de lombriz y estiércol a niveles inferiores del suelo y que las raíces puedan tomarlo para nutrirse. E igualmente tenemos la fortuna de que las abejas polinicen nuestros árboles y lleguen a dar frutas que luego nos alimentan.
Por añadidura no caemos en la cuenta que generalmente son las condiciones inadecuadas de cultivos que nosotros mismos aplicamos (distancias entre ejemplares, riegos,nutrientes, ubicaciones inadecuados...etc), las que provocan la aparición de esas mismas plagas y enfermedades contra las que presentamos batallas incansables. Las condiciones de cultivo y nuestras malas prácticas provocando con estas fumigaciones indiscriminadas resistencias en plagas y enfermedades que solo hacen agravar el problema. Es posible que pensar más en cambiar algunas de estas condiciones y técnicas nos resultara mucho más fácil, más cómodo, más barato y sobretodo más eficaz que luchar contra toda la vida que pensamos que atenta contra nuestras queridas ornamentales.
Entre estos elementos que tienen la desgracia de no ser seres vivos que el jardinero ha "autorizado" su presencia en el jardín están las malas hierbas. Puede que debiéramos plantear un jardín algo más generoso, dónde quepan si no todos, sí más.
No sé...creo que aspirar a tener un jardín o un huerto casi tan asépticos como un quirófano además de insalubre para nuestras propias plantas, es una aspiración que a mí se me antoja un sinsentido.
Acotar, poner freno a estas hierbas adventicias, sí. Tratar de erradicarlas por completo, no. En absoluto. Son muchas las ventajas que reportan en nuestros huertos y jardines manteniéndolas a raya:
En mi caso no tengo césped, eliminarlas totalmente (aunque fuera solo de forma momentánea porque volvería a surgir) sería eliminar una cubierta vegetal de las zonas dónde crecen y que supondría dejar el suelo sin protección alguna frente a la erosión que produce el agua del riego y la lluvia, así como frente a la radiación solar en verano, con el riesgo de que las altas temperaturas destruyan el humus y los microorganismos presentes en él. Igualmente frente a las heladas en invierno la cubierta vegetal que constituyen las malas hierbas es un sistema que protege al suelo y con ellos las raíces de las plantas.
Mi jardín presenta bastante pendiente en algunas zonas, de ahí que al hacer algunas plantaciones me vea obligada a "construir" alcorques cuya horizontalidad la tengo que ganar aportando tierra en la mitad saliente del mismo. El nacimiento de algunas malas hierbas en´este borde ayuda a fijar el terreno impidiendo que en la primera lluvia fuerte se desmorone y facilita que no haya escapes del agua de riego cuando éste se llena.
Y si digo la verdad, controlándolas un poco, acotándolas...no me parece que estas hierbas afeen el jardín, quizás porque mi aspiración no es un jardín clásico, encorsetado, con setos escrupulosamente recortados y arriates en perfecto orden, si no más bien un jardín algo más natural, campestre, dónde algunas matas de ciertas malas hierbas no le restan belleza si no al contrario, pueden aportar una nota de naturalidad que a mi me encanta. De hecho en estos días que he estado limpiando y preparando uno de los setos he dejado entre otras "malas hierbas" alguna mata de amapolas para que florezcan  entre los arbustos. Por qué no? Me parecen preciosas!! Por qué eliminar los Geranium molle siendo unas plantas tan encantadoras que no llegan a ser invasivas y que salpican el suelo con sus pequeñas florecillas rosas?
Fotografía de Aiwok en Wikipedia
Fotograia de Kenpei en Wikipedia
Dejo casi todas las matitas que brotan, me gusta verlas entre los arbustos!! Aquí tenemos a la retama a punto de florecer coexistiendo con una mata de amapolas y una pamplina (Fumaria officinalis)...bonitas, eh? :)

O estos cardos (Silybum marianum) no son acaso espectaculares?

Os muestro esta fotografía: Primero para mostrar cuan efectivas son a veces algunas técnicas de cultivo como es el acolchado para mantener bastante a raya las malas hierbas sin recurrir a herbicidas o técnicas agresivas. Del alcorque de este Liquidambar, apenas he tenido que arrancar un par de pequeñas malas hierbas. Está cubierto por una capa gruesa de hojas desde el otoño y las hierbas salen dónde el suelo no está cubierto, fuera del alcorque.
Quizás está bien eliminar las hierbas que nacen dentro de las zonas de plantación próximas a los puntos de crecimiento pero tampoco está mal dejar las que ya no representan competencia con los arbustos o árboles. Las plantas pueden coexistir si se lo permitimos, y lo pueden hacer con menos intervención de nuestra parte.
Incluso algunas, cuando tras su cultivo en el huerto, se incorporan al suelo, actúan como mejorantes de éste. Otras pueden usarse como plantas medicinales o como condimento en la cocina.
Vemos pues que no todo son problemas y desventajas. También tiene beneficios el que convivan este tipo de plantas con "nuestras preferidas". Es el caso de ciertas plantas adventicias de la familia de  las leguminosas que fijan el nitrógeno en sus raíces permitiendo su acceso a otras plantas cercanas.
Para no extenderme más mencionaré otra gran ventana, quizás la mejor: Algunas son comestibles!! Y están estupendas incluías en nuestras ensaladas o cocinadas. Eso sí, es importante saber reconocerlas y estar bien seguros de su identificación antes de usarlas para el consumo!! Y por supuesto no haber aplicado química alguna sobre ellas...
Y si no, decidme si no resulta tentadora estas dos imágenes de Fernando Martínez Flores :) Son realmente apetitosas no?

A mí también me encanta prepararme alguna ensalada con las achicorias que crecen a montones en mi jardín sin haberlas invitado yo a venir a él :) o hacer una tortilla con las "collejas" (Silene vulgaris) que brotan y florecen preciosas cada año en un murete y además son gratis!!
Fotografía de D. Gordon El Robertson en Wikipedia

Debo hacer una mención muy especial D. Fernando Martínez Flores profesor y gran entendido en estas materias. También activo participante en Foros de huertos y jardinería de gran difusión. Gracias  a él (entre otros) he podido identificar la mayoría de "malas hierbas" de mi jardín. Fernando Martínez Flores ofrece incluso interesantes cursos sobre estos temas. Os animaría a que le echarais un vistazo al programa del próximo curso que tiene  previsto impartir pinchando en este enlace y veáis los contenidos, estoy convencida que a muchos les animará a inscribirse en él.
Se trata de: Curso práctico avanzado de identificación de flora alicantina (25 y 26 de abril de 2015)
CURSOS ORGANIZADOS POR: el Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales de la Universidad de Alicante y el periodo de inscripción es hasta el 22 de abril de 2015.
PREINSCRIPCIÓN: Enviando este documento (Pinchad) cumplimentado a cursos.dcarn@ua.es
PROGRAMA: para ver los contenidos, este es el enlace
Más información en la web del Departamento o en la misma Secretaría (Teléfonos de contacto: 965 90 3740 / 3815)

Los púrpuras: Corylus maxima `Purpurea' (Avellano de Lambert)

Cuántos matices de color puede llegar a tener el avellano de Lambert!! Suelen crecer con varios pies y forman espléndidos arbustos que alcanzan con los años los cuatro o cinco metros.
En verano producen avellanas comestibles y en invierno sus largos amentos permanecen en sus ramas tras tirar la hoja.
 Me encantan estas hojas con esos dibujos que parecen hechos a plumilla. Más oscuras oscuras ahora que luego, en verano, cuando se torna más verde.



He situado uno frente a otro porque no es autofértil y precisa la presencia de otro ejemplar para fructificar.
En todo caso no ha sido la expectativa de comer avellanas el motivo de haberlos introducido en el jardín, han sido sus preciosas hojas con sus maravillosos colores.



Olmo siberiano (Ulmus pumila)

En pocos días han brotado mis olmos siberianos (Ulmus pumila). Qué rapidez!! Apenas sacan las hojas y ya están cuajados de sámaras (los frutos). Ahora que comienzan a subir las temperaturas vierten sobre el seto norte su sombra no demasiado espesa. Proyecté este seto teniendo en cuenta la frescura que aportan los dos olmos cercanos a él protegiendo algunas plantaciones del sol del mediodía, cosa que les irá estupendamente. 
Tienen ya sus años y han alcanzado una buena altura. Son árboles maduros ya que indudablemente tienen sus inconvenientes. Todos las conocemos: sus raíces agresivas se extienden superficialmente a metros y metros de distancia del tronco. Detectan la presencia de agua y hacia allí se encaminan. De vez en cuándo, en cuanto veo brotar del suelo sus brotes,  tengo que desenterrarlos y arrancarlos junto con la raíz lo mejor que puedo, de lo contrario se apoderan de los cultivos cerca de dónde brotan.

Pero como otros árboles en mi jardín, no me gustaría prescindir de ellos. Aportan verticalidad con su gran envergadura ya; refrescan la zona con su sombra y en otoño adquieren bonita coloración. A lo que hay que añadir el gran volumen de hojas que utilizo para acolchar el suelo de los setos tras su caída.

No son árboles espectaculares, pero tienen sus encantos. Sus ramas inferiores se extienden horizontales sobre los arbustos y trazan sobre ellos curvas que me parecen preciosas. Por no hablar del sonido que produce el viento al moverlas!! 

Justo en estos días es cuando más me gustan. Con sus ramas cuajadas de sámaras (frutos alados, con forma que hace fácil su transporte por el viento) en racimos...a miles!! No duran mucho así, no tardando caerán secas sobre el suelo, con aspecto y tacto de papel.

Tenía mis dudas en la identificación y afortunadamente cuento con amigos especialistas a los que no hay planta que se les resista ;) En este caso ha sido Héctor Hernández Zapata quién me ha identificado los olmos como Ulmus pumila u Olmo siberiano.
Por cierto, Héctor lleva una página, "Autóctonas en el jardín" que os invito a visitar por lo interesante de su contenido. Una página que hace un recorrido por esas plantas que deberíamos utilizar con más frecuencia en nuestros jardines. 
Por lo que se ve son los único resistentes a la "Grafiosis" una enfermedad que afecta a los olmos autóctonos y que se transmite a través de un insecto coleóptero, la "galeruca del olmo" (Galerucella luteola) que perfora y roe las hojas produciendo su defoliación de forma prematura. 
Én esta imagen de Didier Descoues en Wikipedia puede verse  el "simpático" bichito que, transportando adheridas las esporas del hongo en su cuerpo las va diseminando por todo el árbol.
Bien, pues parece que los olmos siberianos (Ulmus pumila) tienen cierta resistencia a esta enfermedad afortunadamente. Yo no he apreciado síntoma alguno en los míos. Todo lo contrario, gozan de una salud enviable!! 

Clemátide macropetala (Clematis macropetala) azul o malva?

Qué difícil es calificar a veces la gama de azules y malvas... Según de dónde le venga la luz, según la hora del día...las flores de esta clemátide me parecen claramente azules; otras veces un azul con tintes malvas...En todo caso gamas bonitas siempre y siempre difíciles de captar para una pésima fotógrafa como yo!! 

Esta está plantada en el jardín trasero, en la fachada norte de la casa para que tenga los pies en la sombra. A dos metros del suelo parte un arco de bastante anchura que cruz la terraza trasera orientada al este pero a esa altura cuando crezca y se soporte en él recibirá bastante sol. 
Eso quieren estas trepadoras caducifolias (aunque hay alguna variedad de hoja perenne), los pies a la sombra y la cabeza al sol. El suelo húmedo, rico y con materia orgánica y que mantenga cierto grado de humedad cosa que puede lograrse cubriendo los pies de la clemátide con otra planta o simplemente con alguna piedra o acolchado que mantenga el frescor.

La forma de plantarlas también es importante para evitar en alguna medida el típico marchitamiento que con cierta frecuencia les afecta. y por supuesto, aplicarles una poda correcta dependiendo del grupo al que pertenecen. Para ambos aspectos tengo publicados dos artículos por si es de interés para quién lea este.

Esta Clematis macropetala pertenece al Grupo 1, así que precisa poca poda. Las clemátides de este grupo florecen sobre la madera del año anterior, así que si se elimina con las podas también eliminamos la floración de la temporada siguiente. Si acaso, tras la floración, una poda de aclareo y limpieza de madera muerta o enferma y cuando veamos que se enmaraña demasiado o que sobrepasa el espacio asignado,
Florece una sola vez al año, al inicio de la primavera y lo hace de modo espectacular cubriendo de flores su vegetación compuesta de preciosas hojas de un verde claro. 

Tardan un tiempo en asentarse y en "echar a correr" pero una vez lo hacen, son imparables. De ahí que proporcionarles un buen soporte sea prácticamente imprescindible si no queremos que acaben sus tallos sobre las plantas que no deseamos o directamente en el suelo. 
Como decía ésta crecerá sobre un arco metálico sólidamente anclado a la fachada de la casa. Llegan a adquirir un tamaño respetable por lo que el peso que puede alcanzar es un asunto a tener en cuenta. Espero que se ésta se encuentre a sus anchas en esta ubicación!!

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