El aromático laurel (Laurus nobilis)

Crece a los pies de la terraza que da al este, en una zona dónde también lo hacen tres mimosas. Tiene ya sus buenos cuarenta años así que ha tenido tiempo de crecer y llegar al tamaño de un arbolito que soprepasa los cuatro metros sobradamente.
Cuando llegamos el año pasado el laurel brotaba desde el suelo con demasiados pies de manera que formaba una copa tan ancha que llegaba a ocultar la vista que desde esta terraza se tenía del jardín.

Así que eliminé alguno de los pies e hice una buena poda para aclarar la copa un poco pero yo creo que no limpie suficiente ramaje. Creo que esta temporada le haré un buen aclarado que permitirá que el aire y la luz penetren mejor en su interior y prevendrá enfermedades.
Por su ubicación entre las mimosas, un gran enebro y cerca de un níspero, este laurel no destaca cuando se le mira desde el centro del jardín. Pero desde la propia terraza dentro de la que va extendiendo algunas de sus ramas se ve y sobretodo se siente su aroma estupendamente. Quizás porque su vegetación no es demasiado llamativa a pesar de tener un delicioso aroma al frotar sus hojas lo cierto es que me olvido de él salvo cuando voy a coger algunas hojas para cocinar y claro, ahora, cuando abren sus flores y el árbol se motea de amarillo te percatas inevitablemente de su presencia.
Lo cierto es que no le presto atención alguna. Creo que lo habré regado una o dos veces. No más. De momento no ha tenido cochinilla algodonosa, cosa bastante frecuente en ellos así que crucemos los dedos jeje!! Dicen que no es resistente del todo y puede que no aguantara heladas superiores a las de mi zona. Las temperaturas invernales de mi clima desdeluego las resiste sin dificultad ninguna. No le he visto nunca hojas quemadas por el frío.
Laurus nobilis es una planta dioica. Hay laureles machos y hembras y sus flores son claramente distintas. Este mío es macho y sus flores tienen doce estambres con anteras en sus extremos (Las flores femeninas tienen bastante menos estambres, creo que son cuatro sin anteras y con un pistilo). Los laureles machos no dan frutos como los hembras. En el caso de las plantas femeninas, los frutos son redondos de color oscuro casi negro del tamaño de una pequeña aceituna. 

Trabajo del día: Comprobar el acolchado y abonar los rosales del seto

Los rosales que tengo en el jardín trasero, el de más tránsito en mi casa, no están en arriates con acolchado de hojas. El viento las movería y el camino que lo recorre estaría siempre con aspecto algo descuidado. Este jardín trasero, al estar tan cerca de casa resulta mucho más fácil de mantener limpio de malas hierbas  que otros espacios del jardín más alejados así que todo el acolchado es de estiércol y humus de lombriz que para evitar las hierbas no deseadas no es demasiado efectivo.
Tengo otros rosales en setos, junto a otros arbustos y árboles y en estas zonas el acolchado sí es de hojas aunque debajo de ellas, en el caso de los rosales pongo también una capa generosa de estiércol y humus de lombriz. Aquí resultaría difícil mantener limpia la zona que los rodea estando entre arbustos cubiertos por hojas. Y es que el viento remueve frecuentemente esta capa protectora y no siempre se dispone del tiempo para volver a colocar las cosas en su sitio.
La verdad es que no me gustaba demasiado poner una capa gruesa de estas hojas cubriendo rosales que están recién plantados de este invierno pero no disponía de otro material cuando preparé el seto. 
Esta capa para nutrir y preservar el suelo de los setos es muy gruesa para que sea efectiva y según va pasando el tiempo van degradándose y bajando un poco este grosor. 
A pesar de ello he visto que resulta demasiado alta y temía que la humedad que puede permanecer entre estas hojas tocando los brotes nuevos del rosal pudiera favorecer plagas y enfermedades. 
Al iniciarse la primavera y con ella el crecimiento he pensado que convendría retirar estas hojas para que los nuevos brotes no nacieran bajo este acolchado y además me apetecía comprobar en qué estado estaban las ramas del rosal y el suelo que los rodea.
Y eso he hecho hoy, he apartado el acolchado y he comprobado que el suelo estaba estupendo. Se veía húmedo pero no encharcado incluso en uno de los rosales, sobre la capa de humus y estiércol estaba empezando a brotar una bellota ajjajaja No he visto plagas ni hongos en los tallos de los rosales y me ha parecido que el suelo estaba en condiciones estupendas.
Cuando los planté rellené el hoyo con un sustrato rico y los nutrientes que por añadidura aporta la capa de estiércol y humus de lombriz con los que cubrí el suelo por debajo de las hojas, les ha aportado alimento de sobra durante el tiempo en que han enraizado de ahí que haya aplazado el poner el abono inorgánico hasta ahora que están brotando con fuerza.
Incluso puede que no hubiera sido ni necesario esta aplicación. Tratándose de rosales de reciente plantación es posible que tuvieran nutrientes de sobra incluso para llegar incluso a la primera floración ero no he querido arriesgarme. En fin, esta temporada lo he hecho así, la próxima estará más justificado porque ya serán rosales más consolidados y su consumo será más elevado.
No me quiebro mucho la cabeza a la hora de elegir el abono que les pongo. Generalmente uso uno de los que se aplican al resto de arbustos. Sí es cierto que usar un abono específico para rosales les aporta teóricamente elementos que quizás no están siempre presentes en otros compuestos de uso más general pero la verdad, yo no suelo usar abonos específicos para ellos y no he visto en mis rosales especiales carencias en cuanto a nutrientes.
He aplicado éste porque lo tenía comprado en una ocasión en que lo vi de oferta en el Lidl y ...bueno, tenía que gastarlo :)
Las instrucciones aconsejaban aplicar 100 gramos por rosal, yo he aplicado algo menos por lo que decía arriba, porque son rosales de reciente plantación. Tras espolvorear el granulado por encima del suelo lo mezclo someramente con él evitando profundizar en exceso para no dañar las raíces.
Aunque el suelo estaba húmedo por efecto de la protección del acolchado y porque lógicamente aún no han subido en exceso las temperaturas, prefiero no arriesgarme y he regado un poco, no mucho antes de aplicar el abono. 
Una nueva capa generosa de humus de lombriz para cubrir el terreno...Qué buena materia es ésta!! Para los rosales y para cualquier planta.
Hoy ya disponía de cierta cantidad de madera triturada pequeñita que me gusta mucho más para proteger el suelo alrededor del rosal y con este material he cubierto generosamente la zona.
Y así han quedado. Sanos, protegido el suelo de las temperaturas que irán subiendo, nutridos...No será por cuidados!! Listos para dedicarse a echar brotes y cuajarse de rosas!! :) Ahora se ve mucha diferencia entre las hojas y el acolchado de madera pero en cuanto se humedezca ésta los tonos serán mucho más homogéneos.. 

Wisteria chinensis (Glicinia) tan solo un pequeño regalo esta primavera

Nadie diría lo imponentes que pueden llegar a ser estas trepadoras a tenor de lo que a veces se hacen esperar para regalarnos sus flores. 
Tuve cuatro años una Glicinia (Wisteria chinensis) en el otro jardín y jamás tuve la suerte de que me premiara con una flor.
Estoy convencida de que es cuestión de tener paciencia con ellas. Esta parece que me regala un par de racimos de sus flores para que no me desanime y siga cuidándola :)
No hay cuidado, la he puesto en un lugar dónde recibe muchísimo sol, dónde sus potentes raíces no dañarán estructuras ni tejados y dónde será fácil guiarla y sostener el peso que llega a tener cuando crece. Espero que los años la hagan crecer y cubra con su preciosa floración la baranda de una de las terrazas con las que cuenta el jardín. Desde ella se podrá disfrutar de su delicioso aroma y constituirá una preciosa mancha de color que podremos disfrutar mientras comemos en ella.
Esta primavera me conformaré con su pequeña y hermosa muestra de lo que seguramente llegará a ser!! ;)
 

Tarde, pero abrieron los narcisos!!

Los planté al comenzar febrero. No las tenía todas conmigo pero al final, sí, han abierto. No son demasiado grandes y ahora no estoy segura de que el tamaño se deba a la calidad de los bulbos (que a mí me parecieron de buen tamaño y calidad cuando los compré) o a que han tenido poco tiempo para brotar antes de que suban las temperaturas. En fin, ahí están, la próxima temporada quizás sean más exuberantes :) Igualmente tienen un color precioso, intensamente amarillo!! :)



Plantar y dividir dalias (Dahlia)

Aunque no son bulbos si no que se trata de raíces engrosadas, las dalias (dahlia) suelen agruparse entre los bulbos de primavera, de hecho los vemos juntos a la venta por estas fechas en envases muy parecidos. Junto con gladiolos, lirios, nardos, azucenas, etc...se plantan y se dividen ahora, en primavera para que florezcan durante el verano y parte del otoño.
A diferencia de otros "bulbos" como narcisos, tulipanes o gladiolos cuyas flores apenas duran unas semanas, las dalias nos deleitan con una de las floraciones más largas entre este tipo de plantas. Comienzan a florecer al inicio del verano y continúan haciéndolo ya bien entrado el mes de noviembre. 
Para alargar el tiempo de floración conviene ir retirando todas las flores según se vayan marchitando.
Las dalias suelen florecer en las axilas de las hojas y de ellas salen a veces varias botones florales. Si deseamos unas flores de mayor tamaño podemos eliminar algunos de estos botones para que los que dejemos en la planta den lugar a flores de más grandes.
No tienen un cultivo difícil en absoluto. Requieren, eso sí, un suelo que drene bien y que tenga bastante materia orgánica. Un suelo suelto, ligero y con un pH neutro.
Para que florezcan con profusión es indispensable situarlas en orientaciones a pleno sol y aunque precisan de riego éste no debe ser excesivo. Pero sobretodo, es importante, si regamos con manguera, llevar buen cuidado de no mojar la planta si no tan solo el sustrato. Hacerlo favorece la aparición del terrible oídio que rápidamente se extiende por la planta deteriorándola en poco tiempo.
Las dalias tienen una tendencia a contraer oídio y aunque poco puede hacerse una vez han enfermado cuando he tenido una planta muy afectada de oídio una solución que a mí me ha dado buen resultado ha sido cortarlas a unos centímetros de la base, completa, todos los tallos y eliminar cualquier hoja en la que veamos algo de polvillo blanco para evitar propagaciones. Al poco tiempo vuelven a brotar y les da tiempo de florecer antes de que termine la estación.
Como los bulbos, tubérculos y raíces engrosadas, durante estos meses de floración las dalias toman el alimento de los nutrientes almacenados en sus raíces. Por tanto y aunque afeen el arriate, no debemos cortar la vegetación hasta que se seque ya que mientras lo hace, el tubérculo "se recargan" de nuevo antes del invierno para poder florecer la siguiente temporada
Una vez seca la vegetación podemos dejarlas en tierra cortando a unos centímetros del suelo sus tallos. 
Si lo preferimos también se pueden extraer del suelo limpiándoles la tierra adherida y dejándolas secar bien antes de cubrirlas con serrín y almacenarlas en un lugar seco, oscuro y ventilado.
Extraer los tubérculos del suelo:
Para desenterrarlas lo idóneo es hacerse servir de una horca, clavándola en el suelo a cierta distancia de la zona dónde veamos los restos de los tallos secos que es conveniente dejarlos de un año para otro (unos centímetros, tan solo para que nos marque la ubicación tras desaparecer la parte aérea de la planta en invierno). Alejarse como digo un poco, para evitar dañar las raíces. Una vez clavada la horca presionar hacia el exterior de la plata suavemente. Ir clavándola alrededor formando un círculo haciendo presión cada vez que se clave. Al final veremos que todo el cepellón se mueve con la tierra adherida y podemos sacar las raíces de la tierra. En este trabajo probablemente se nos seccionen e incluso se lleguen a dañar algunas "patatas". No pasa nada, Cualquiera de estas raíces, aunque esté suelta si la plantamos producirá una nueva planta (de más o menos tamaño, claro).
Una vez que hayamos sacado todo el conjunto de raíces veremos que nada tiene que ver con lo que plantamos, han aumentado su tamaño de forma increíble. Han engrosado, han salido muchísimas más patatas prendidas a las iniciales..
Para dividirla los tubérculos 
No he cultivado nunca dalias en maceta, siempre las he tenido en el suelo del jardín y cuando están en tierra llegan a engrosar una barbaridad. Tanto es así que de un año para otro podemos desenterrarlas antes de que comiencen a brotar y dividirlas. Así podremos aumentar nuestras existencias fácilmente.
Si deseamos dividir los tubérculos, simplemente con el filo de una pala recta podemos hacerlo e incluso con un punzón u otra herramienta estrecha y ayudándonos de nuestras propias manos no resulta difícil dividir el conjunto en tantas partes como queramos. Es preferible aunque no imprescindible que cada porción que plantemos cuente con un trozo de tallo.
Esta raíz pertenece a una dalia que me traje del otro jardín, llevaba en tierra ya dos años y la planté en este jardín el año pasado y las raíces se has hecho enormes (esta parte podía ser como una quinta parte del total) al ir a  plantarla en otra ubicación que me gustaba más se ha desprendido esta sección y he decidido plantarla separada de la planta madre. El conjunto de raíces que he sacado podía ser perfectamente del tamaño de un balón de baloncesto, era increíble!! Es Dahlia 'Wite Perfection' una preciosa dalia de flor blanca con pétalos algo despeinados que me encantan!!
Plantar los tubérculos:
Si acabamos de sacarlos de la tierra y los replantamos inmediatamente en otra ubicación no será necesario rehidratarlos pero si por se trata de tubérculos que hemos comprado hace  unos días y no hemos podemos plantarlos aún yo tengo la costumbre de ponerlos en remojo unas horas en un recipiente dónde quepan de manera que puedan estar totalmente cubiertos de agua para que se rehidraten bien.
Hay que tener en cuenta que cuando se cultivan dalias en climas con heladas conviene que la plantación la efectuemos a unos 10 cm por debajo del nivel del suelo para preservar del frío los tubérculos. Yo no he tenido nunca problemas de resistencia en esta planta. Año tras año vemos como vuelven a brotar sin verse afectadas por el frío. 
En climas más cálidos supongo que no pasa nada por plantarlas algo menos hondas. 
Cavamos un buen hoyo dónde quepan los tubérculos con amplitud. Regamos, como siempre para cerciorarnos de que drena bien y para que al plantar el hueco esté perfectamente hidratado.
Suelo hacer en todas las plantaciones un alcorque que me facilita mucho el riego evitando que el agua desborde hacia fuera si el terreno presenta inclinaciones como suele ser todo mi jardín ajajja
En este punto es aconsejable clavar ya los tutores. Los clavo a una distancia que es algo inferior al volumen que alcanzará la dalia, de este modo los tutores quedan tapados por la vegetación cuando crece.
Pongo en este momento los tutores para  evitar luego el dañar los tubérculos y porque me resulta mucho más cómodo en este momento en que no me estorban las hojas. Al fin y al cabo las dalias de tamaño grandecito como las que yo suelo cultivar siempre precisan que las sujetemos con tutores porque quizás al inicio del crecimiento se sostienen solas pero tarde o temprano llegan a alcanzar bastante altura y terminan por derrumbarse los tallos bajo el peso de las flores.
Ponemos un poco de sustrato. Yo he usado uno normal y corriente y situamos las raíces sobre estos centímetros de sustrato extendiéndolas un poco hacia fuera.
Ya solo resta cubrir con sustrato presionando de vez en cuando suavemente con las manos según vamos llenándolo hasta el nivel del suelo.
Llenamos el hoyo hasta un poco más abajo que el borde del alcorque y ya solo restaría poner el tipo de acolchado que solamos usar y un buen riego, por supuesto!!

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