Wisteria chinensis (Glicinia) tan solo un pequeño regalo esta primavera

Nadie diría lo imponentes que pueden llegar a ser estas trepadoras a tenor de lo que a veces se hacen esperar para regalarnos sus flores. 
Tuve cuatro años una Glicinia (Wisteria chinensis) en el otro jardín y jamás tuve la suerte de que me premiara con una flor.
Estoy convencida de que es cuestión de tener paciencia con ellas. Esta parece que me regala un par de racimos de sus flores para que no me desanime y siga cuidándola :)
No hay cuidado, la he puesto en un lugar dónde recibe muchísimo sol, dónde sus potentes raíces no dañarán estructuras ni tejados y dónde será fácil guiarla y sostener el peso que llega a tener cuando crece. Espero que los años la hagan crecer y cubra con su preciosa floración la baranda de una de las terrazas con las que cuenta el jardín. Desde ella se podrá disfrutar de su delicioso aroma y constituirá una preciosa mancha de color que podremos disfrutar mientras comemos en ella.
Esta primavera me conformaré con su pequeña y hermosa muestra de lo que seguramente llegará a ser!! ;)
 

Tarde, pero abrieron los narcisos!!

Los planté al comenzar febrero. No las tenía todas conmigo pero al final, sí, han abierto. No son demasiado grandes y ahora no estoy segura de que el tamaño se deba a la calidad de los bulbos (que a mí me parecieron de buen tamaño y calidad cuando los compré) o a que han tenido poco tiempo para brotar antes de que suban las temperaturas. En fin, ahí están, la próxima temporada quizás sean más exuberantes :) Igualmente tienen un color precioso, intensamente amarillo!! :)



Plantar y dividir dalias (Dahlia)

Aunque no son bulbos si no que se trata de raíces engrosadas, las dalias (dahlia) suelen agruparse entre los bulbos de primavera, de hecho los vemos juntos a la venta por estas fechas en envases muy parecidos. Junto con gladiolos, lirios, nardos, azucenas, etc...se plantan y se dividen ahora, en primavera para que florezcan durante el verano y parte del otoño.
A diferencia de otros "bulbos" como narcisos, tulipanes o gladiolos cuyas flores apenas duran unas semanas, las dalias nos deleitan con una de las floraciones más largas entre este tipo de plantas. Comienzan a florecer al inicio del verano y continúan haciéndolo ya bien entrado el mes de noviembre. 
Para alargar el tiempo de floración conviene ir retirando todas las flores según se vayan marchitando.
Las dalias suelen florecer en las axilas de las hojas y de ellas salen a veces varias botones florales. Si deseamos unas flores de mayor tamaño podemos eliminar algunos de estos botones para que los que dejemos en la planta den lugar a flores de más grandes.
No tienen un cultivo difícil en absoluto. Requieren, eso sí, un suelo que drene bien y que tenga bastante materia orgánica. Un suelo suelto, ligero y con un pH neutro.
Para que florezcan con profusión es indispensable situarlas en orientaciones a pleno sol y aunque precisan de riego éste no debe ser excesivo. Pero sobretodo, es importante, si regamos con manguera, llevar buen cuidado de no mojar la planta si no tan solo el sustrato. Hacerlo favorece la aparición del terrible oídio que rápidamente se extiende por la planta deteriorándola en poco tiempo.
Las dalias tienen una tendencia a contraer oídio y aunque poco puede hacerse una vez han enfermado cuando he tenido una planta muy afectada de oídio una solución que a mí me ha dado buen resultado ha sido cortarlas a unos centímetros de la base, completa, todos los tallos y eliminar cualquier hoja en la que veamos algo de polvillo blanco para evitar propagaciones. Al poco tiempo vuelven a brotar y les da tiempo de florecer antes de que termine la estación.
Como los bulbos, tubérculos y raíces engrosadas, durante estos meses de floración las dalias toman el alimento de los nutrientes almacenados en sus raíces. Por tanto y aunque afeen el arriate, no debemos cortar la vegetación hasta que se seque ya que mientras lo hace, el tubérculo "se recargan" de nuevo antes del invierno para poder florecer la siguiente temporada
Una vez seca la vegetación podemos dejarlas en tierra cortando a unos centímetros del suelo sus tallos. 
Si lo preferimos también se pueden extraer del suelo limpiándoles la tierra adherida y dejándolas secar bien antes de cubrirlas con serrín y almacenarlas en un lugar seco, oscuro y ventilado.
Extraer los tubérculos del suelo:
Para desenterrarlas lo idóneo es hacerse servir de una horca, clavándola en el suelo a cierta distancia de la zona dónde veamos los restos de los tallos secos que es conveniente dejarlos de un año para otro (unos centímetros, tan solo para que nos marque la ubicación tras desaparecer la parte aérea de la planta en invierno). Alejarse como digo un poco, para evitar dañar las raíces. Una vez clavada la horca presionar hacia el exterior de la plata suavemente. Ir clavándola alrededor formando un círculo haciendo presión cada vez que se clave. Al final veremos que todo el cepellón se mueve con la tierra adherida y podemos sacar las raíces de la tierra. En este trabajo probablemente se nos seccionen e incluso se lleguen a dañar algunas "patatas". No pasa nada, Cualquiera de estas raíces, aunque esté suelta si la plantamos producirá una nueva planta (de más o menos tamaño, claro).
Una vez que hayamos sacado todo el conjunto de raíces veremos que nada tiene que ver con lo que plantamos, han aumentado su tamaño de forma increíble. Han engrosado, han salido muchísimas más patatas prendidas a las iniciales..
Para dividirla los tubérculos 
No he cultivado nunca dalias en maceta, siempre las he tenido en el suelo del jardín y cuando están en tierra llegan a engrosar una barbaridad. Tanto es así que de un año para otro podemos desenterrarlas antes de que comiencen a brotar y dividirlas. Así podremos aumentar nuestras existencias fácilmente.
Si deseamos dividir los tubérculos, simplemente con el filo de una pala recta podemos hacerlo e incluso con un punzón u otra herramienta estrecha y ayudándonos de nuestras propias manos no resulta difícil dividir el conjunto en tantas partes como queramos. Es preferible aunque no imprescindible que cada porción que plantemos cuente con un trozo de tallo.
Esta raíz pertenece a una dalia que me traje del otro jardín, llevaba en tierra ya dos años y la planté en este jardín el año pasado y las raíces se has hecho enormes (esta parte podía ser como una quinta parte del total) al ir a  plantarla en otra ubicación que me gustaba más se ha desprendido esta sección y he decidido plantarla separada de la planta madre. El conjunto de raíces que he sacado podía ser perfectamente del tamaño de un balón de baloncesto, era increíble!! Es Dahlia 'Wite Perfection' una preciosa dalia de flor blanca con pétalos algo despeinados que me encantan!!
Plantar los tubérculos:
Si acabamos de sacarlos de la tierra y los replantamos inmediatamente en otra ubicación no será necesario rehidratarlos pero si por se trata de tubérculos que hemos comprado hace  unos días y no hemos podemos plantarlos aún yo tengo la costumbre de ponerlos en remojo unas horas en un recipiente dónde quepan de manera que puedan estar totalmente cubiertos de agua para que se rehidraten bien.
Hay que tener en cuenta que cuando se cultivan dalias en climas con heladas conviene que la plantación la efectuemos a unos 10 cm por debajo del nivel del suelo para preservar del frío los tubérculos. Yo no he tenido nunca problemas de resistencia en esta planta. Año tras año vemos como vuelven a brotar sin verse afectadas por el frío. 
En climas más cálidos supongo que no pasa nada por plantarlas algo menos hondas. 
Cavamos un buen hoyo dónde quepan los tubérculos con amplitud. Regamos, como siempre para cerciorarnos de que drena bien y para que al plantar el hueco esté perfectamente hidratado.
Suelo hacer en todas las plantaciones un alcorque que me facilita mucho el riego evitando que el agua desborde hacia fuera si el terreno presenta inclinaciones como suele ser todo mi jardín ajajja
En este punto es aconsejable clavar ya los tutores. Los clavo a una distancia que es algo inferior al volumen que alcanzará la dalia, de este modo los tutores quedan tapados por la vegetación cuando crece.
Pongo en este momento los tutores para  evitar luego el dañar los tubérculos y porque me resulta mucho más cómodo en este momento en que no me estorban las hojas. Al fin y al cabo las dalias de tamaño grandecito como las que yo suelo cultivar siempre precisan que las sujetemos con tutores porque quizás al inicio del crecimiento se sostienen solas pero tarde o temprano llegan a alcanzar bastante altura y terminan por derrumbarse los tallos bajo el peso de las flores.
Ponemos un poco de sustrato. Yo he usado uno normal y corriente y situamos las raíces sobre estos centímetros de sustrato extendiéndolas un poco hacia fuera.
Ya solo resta cubrir con sustrato presionando de vez en cuando suavemente con las manos según vamos llenándolo hasta el nivel del suelo.
Llenamos el hoyo hasta un poco más abajo que el borde del alcorque y ya solo restaría poner el tipo de acolchado que solamos usar y un buen riego, por supuesto!!

Fothergilla major ´'Monticola'

Planté las dos Fothergillas por su coloración otoñal en tonos que van del amarillo al rojo y el naranja. Pero me ha sorprendido en este inicio de la primavera.

Sus flores nacen justo a la par que se comienzan a formar sus hojas sobre un arbusto que aún parece un tanto desnudo cuando está en flor lo que le da un aire un tanto oriental. Las flores están formadas por filamentos carnosos. Verdes los del centro al nacer la flor y según va abriéndose este tono verdoso desaparece para tornarse toda ella blanca pero manteniendo las puntas en un precioso color musgo muy pálido. Vista de cerca recuerda en algo a las medusas :) 

Fothergilla necesita un suelo ácido. Como todas las acidófilas gusta de la presencia de abundante materia orgánica en el sustrato dónde crece y en climas con veranos rigurosos crece mejor a media sombra. Los rayos del sol del mediodía resultan demasiado fuertes para ella. 
Por eso he plantado los dos a la sombra a mediodía. Este de las fotografías está bajo la copa de una encina bastante grande y el otro a los pies de un gran enebro.
Es resistente a las bajas temperaturas pero no así a la sequía. Debe mantenerse con cierto grado de hidratación durante la primavera y el verano.
Leí en alguna parte que salvo en otoño este arbusto resulta anodino. A mí no me lo parece. Me encanta el verde jugoso de sus hojas que recuerdan las de los avellanos. Me gusta también su aspecto poco robusto, poco rotundo porque visualmente no resulta pesado.
Hay varias variedades, una más grande que las mías que puede alcanzar los tres metros, es la Fothergilla major. Pero para quienes deseamos un arbusto de proporciones algo más reducidas está la Fothergilla major 'Monticola' cuya altura en la madurez ronda los dos metros. También ésta tiene bonitos colores otoñales y sus flores son aromáticas.
Las necesidades de las plantas acidófilas podéis consultarlo en esta entrada: Cultivo de las plantas acidófilas dónde está explicadas con algo más de extensión.



Se desperezan las frondas de los helechos (Dryopteris erythrosora)

Me encantan los helechos! No todos son resistentes así que si se quieren cultivar en jardines con climas con heladas hay que buscar variedades que aguanten las bajas temperaturas. Dryopteris erythrosora es uno de ellos.
Durante los meses fríos sufren un poco las puntas amarronándose e incluso secándose algunas. Así están ahora y simplemente hay que limpiarlas un poco recortando las zonas muertas. Pronto estarán cubiertas por los nuevas crecimientos cuando las frondas acaben de "desperezarse" y al desenrollarse formen nuevas hojas cubriendo las crecidas la temporada anterior.

Mi clima ya sabéis que no es húmedo. Al contrario, tenemos veranos bastante secos. Este helecho parece que se siente feliz en esta ubicación a pesar de que teóricamente los helechos necesitan bastante humedad ambiental. Tiene un montón de frondas brotando desde en el centro de la planta. En breve se habrán desplegado y mostrarán las típicas tonalidades cobrizas de las hojas nuevas.

Quería probar qué tal aguantaban mis inviernos y en vista del resultado me animare a introducir otras variedades que también sean resistentes.
Son plantas idóneas para zonas umbrías y necesitan un sustrato húmedo aunque no encharcado. Estos están en la fachada norte de la casa así que en invierno no reciben sol ninguno y en pleno verano llegan algunos rayos del sol de la primera hora de la mañana. 


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