Las bayas. Condiciones de cultivo y preparación del suelo (I)

La semana pasada preparé este rincón del huerto con la idea de poder plantar en él algunos frutales de baya arbustivos. Para no hacer demasiado larga esta entrada creo que es mejor dedicar ésta a las condiciones generales de cultivo de los frutales de baya arbustivos y a la preparación del suelo y aplazar para la siguiente la plantación de algunos de ellos.
El emplazamiento
Si hemos de hacer caso a los datos que figuran en algunos libros específicos sobre el cultivo de las bayas deberíamos ubicar los arbustos de baya a pleno sol. Pero claro, estamos en lo de siempre, que los libros suelen de autores ingleses o al menos foráneos. Y cuando la página de un vivero, un libro o un jardinero ingleses dicen que ubican una planta a pleno sol no es al pleno sol de lugares como el interior de nuestro país, en concreto Madrid, dónde el sol en verano sencillamente achicharra.
De ahí que haciendo caso a amigos jardineros que cultivan estas plantas en su jardín en zonas de climas semejantes al mío, haya decidido ubicarlas en zonas de semisombra, al resguardo del sol del mediodía. Recibirán unas horas de sol pero no el que más quema. Espero que sea sol suficiente para que sus frutos resulten dulces al madurar.
Está en la esquina SE del jardín. En la parte más alejada del huerto. La valla divisoria, el hecho de que está a un nivel más bajo que el resto del huerto y el pino con una buena copa que está cercano a este espacio, lo convierten en un sitio protegido de los vientos fríos y un poco de las heladas.
El suelo
Los frutales de bayas precisan suelos con pH tirando a ácidos, en el rango de 6/6,5. Es aconsejable, cuando se prepara el terreno, adicionar bastante materia orgánica para lograr un suelo permeable, rico y que retenga cierto grado de humedad sin llegar al encharcamiento que produciría pudrición en las raíces. Un suelo rico, con capacidad de penetrar el oxigeno, suelto...
Estas plantas, y sobretodo los frambuesos y las fresas, son bastante exigente en las necesidades de hierro. El caso extremos lo constituirían los arándanos cuyos valores de acidez para crecer en óptimas condiciones son realmente bajos, en torno a un pH 4.
Todos conocemos los problemas de clorosis férrica que se producen en las plantas que carecen de él. El pH del suelo es de suma importancia para cultivar acidófilas. Y cuando el cultivo de estas acidófilas se produce en en suelos alcalinos, a las plantas les resulte difícil asimilar el hierro existente en el suelo, por eso es tan necesario rectificar el pH del medio dónde crecen para evitar todos estos problemas de carencias.
El suelo de mi jardín tiende a cierta acidez pero no tanta como la que precisan estos arbustos. Además, este rincón dónde he hecho las plantaciones no cuenta con un suelo lo que se dice bueno. En él, como expliqué en la entrada que mencionaba arriba, hemos ido depositando bastante material procedente de otras zonas del jardín según hemos ido preparándolas. Es una zona con bastantes piedras y con suelo de muy mala calidad.
Por eso decidí sustituir todo el suelo de las zanjas dónde están plantados. Podría haber rellenado toda la zanja directamente con tierra de castaño pero hubiera encarecido bastante la plantación. De ahí que prefiriera elaborar yo misma la mezcla con los siguientes elementos y una vez rellenas las zanjas dejar la tierra para acidófilas para utilizarla en los hoyos que he ido practicando a la hora de plantar. 
Estos arbustos de baya pueden plantarse en hoyos de unos 45 x 45 cm más o menos. En mi caso las zanjas miden aproximadamente 65 cm de ancho y unos 50 de profundidad.
Las he rellenado con una "mezcla" de estos cuatro elementos:
  • Turba rubia. Que no aporta prácticamente nutrientes pero sí mucha materia orgánica además de estructura y aireación haciéndolo más mullido y facilitando el crecimiento de las raíces. Se trata de un material con una buena capacidad de retención de humedad.
  • Sustrato vegetal enriquecido. Lo compro en el vivero de mi pueblo. Lo veo bueno, muy oscuro, con nutrientes, con bastante materia orgánica. Es el que suelo usar como base de plantación en los hoyos de casi todas las plantas.
  • Azufre en polvo. Este elemento no hace un efecto inmediato. Es decir, no acidifica instantáneamente si no que lo hace al cabo de unos meses que tarda unos meses en hacer efecto. De ahí que lo ideal hubiera sido preparar el suelo en otoño para que ahora ya hubiera bajado el pH con la aportacion del azufre pero no ha habido  más tiempo y no podía retrasar la plantación de los frutales. No he querido excederme en la cantidad que he aportado a la mezcla y dejaré pasar unos meses para volver a comprobar el pH del suelo de esta zona. Si todavía resulta demasiado alto, agregaré directamente al suelo algo de sulfato de hierro granulado y lo mezclaré superficialmente con él.
  • Estiércol bien fermentado. Además de aportar nutrientes al suelo mejorara su estructura, su aireación y su capacidad de seguir húmedo pero sin encharcamientos.
Luego, en los hoyos de plantación he usado otros compuestos. Estas plantas, como dijimos, precisan tener hierro a su disposición. Como de momento la aportación de azufre no habrá hecho efecto, he preferido incorporar en el hoyo de plantación un poco de quelatos de hierro para que tan pronto se desarrollen las raicillas lo tengan a su disposición en el suelo que las rodea. 
En algún caso como en la plantación del grosellero he aportado también un poco de cenizas de la chimenea de casa a falta de harina de huesos que se me había terminado. Los groselleros precisan que en el suelo donde crecen haya grandes cantidades de potasio. La carencia de potasio provoca que la planta presente rápidamente los síntomas de su déficit.


Fertilizantes y abonos.
Cualquier fertilizante equilibrado puede valer. Poner especial cuidado en que no contenga dosis excesivas de nitrógeno para no provocar un crecimiento desmesurado del follaje que suponga la merma de energías para formar frutos. 
Si se prefiere los compuestos orgánicos, son idóneos los que son a base de pescado, sangre y huesos. Hoy en día podemos encontrarlos a la venta en cualquier gran superficie.
En caso de que las plantas presenten déficit de hierro, sería aconsejable la incorporación de un poco de quelatos de hierro.
Acolchado:
Y por supuesto, un acolchado compuesto de elementos orgánicos es imprescindible. Un par de veces al año, en primavera y otoño.
Esta capa de acolchado mantendrá el suelo alrededor de las raíces húmedo y evitará tanto los efectos del frío como los del calor excesivos si no porque la materia orgánica acabará por ser transportada por los distintos microorganismos y gusanos del suelo a las capas más profundas, sirviendo de alimento para las raíces.
Para el acolchado podemos aplicar una buena capa del compost que hagamos en el jardín o una generosa capa de humus de lombriz.


Riego:
Es de vital importancia que el sustrato en el que crecen estos arbustos de baya tenga siempre cierto grado de humedad pero por supuesto el suelo no debería permanecer nunca encharcado. Si hemos proporcionado una buena mezcla en la zona de plantación esto no ocurrirá. Será una zona con capacidad de retención de humedad pero con capacidad también para drenar el agua sobrante.
La capa de acolchado ayudará a mantener la humedad en torno a las raíces pero aúna sí, en verano y cuando están formándose los frutos de debemos descuidarnos con la hidratación y hacer los aportes de agua necesarios.
Por cierto, aconsejo desde aquí un estupendo librito que, junto a los consejos de amigos con experiencia me han servido para orientarme en la preparación del suelo y en la plantación de estos arbustos que cultivo por primera vez. Se trata de "Frutas de jardín" de Stefan buczacki. de la editorial Tursen Hermann blume Ediciones. No estoy segura pero en la página de alguna librería creo haber visto que estaba descatalogado. De todos modos, deciros que es posible encontrarlo todavía sin dificultad alguna en librerías de segunda mano. Me parece un libro claro, ameno y con esquemas muy ilustrativos. Todos los libros de Buzacki que tengo me parecen muy pedagógicos y me resultan muy agradables de leer.

Oferta de artículos de jardinería en hipermercados E. LECLERC hasta el 5 de abril de 2015

Ha sido mi madre la que me ha avisado de que estaba viendo un catálogo "ESPECIAL JARDÍN" de ofertas de los hipermercados E. LECLERC en el que aparecían muchos artículos de jardinería a precios estupendos y algunos de ellos muy monos.
Os pongo el enlace por si alguien está interesado en echarle un vistazo. Las ofertas duran hasta el domingo 5 de abril de 2015.
Hay de todo, desde sustratos, herramientas y maquinaria de jardín, jardineras, plantas, abonos...en fin, muchísimas cosas, algunas preciosas!!
Espero que os guste!! Yo quizás me dé una vuelta por uno de estos supermercados a ver si llego con tiempo de pillar algo que me guste :)
Éste es el vínculo para el folleto de ofertas 




Contra viento y marea!!!

Hay plantas que tienen su mérito. Sí señor!! Que la casualidad de que un pájaro (o la lluvia, o el viento...) lleve en su pico el hueso de una de las ciruelitas de un Prunus Cerasifera Pissardii encontrada probablemente a distancia del jardín y justo caiga a los pies de un níspero (Eriobotrya japonica) ya con solera, con unas ramas como un brazo de gruesas (y no hablemos de las raíces que debe tener este ejemplar!!) y que el hueso llegue a germinar y sin espacio, con una competencia casi desleal por la luz, por el agua y por los nutrientes, se abra camino y sean ya dos estaciones las que haya logrado florecer, tiene su mérito!! O no?


Hace unos meses mi amiga Pilar Bueno usó un término que me hizo muchísima gracia refiriéndose a que, en ocasiones,  "añoñamos" las plantas con tanto cuidado como les prodigamos e impedimos que se hagan fuertes y luchen por la supervivencia protegiéndolas demasiado. Qué razón tiene!! Pero otras en cambio, es justo todo lo contrario. Saben buscarse la vida en las peores condiciones posibles. Y lo logran!! Es tan increíble que haya logrado seguir vivo entre las ramas de este níspero...

El año pasado, viendo la floración tan bonita que tiene este "proyecto" de árbol decidí que cuando llegara el siguiente invierno trataría de trasplantarlo.
Pero la verdad, sabiendo que sacar las raíces del pobre prunus de entre las del níspero debe ser un trabajo de los de pensárselo antes de comenzarlo...lo fui dejando. Y cuando me he querido dar cuenta ha vuelto a florecer y ya es tarde!!
Me hacen gracia sus ciruelitas colgando luego durante la primavera y aunque va a ser difícil encontrarle un sitio en mi jardín de momento no voy a eliminarlo. Poner en peligro al níspero estoy convencida de que no lo va a lograr ajajjaja Aunque parece bravo este prunus...quién sabe!! jajajaj
 

Otro año más para el viejo Prunus armeniaca (Albaricoquero)

A primeros de junio del año pasado, con los frutos de mi Prunus armeniaca (Albaricoquero) hice unos cuantos tarros de mermelada. Creí que sería su última temporada porque es un arbolito frutal que está ya muy viejo y ha sufrido muchos años de descuido.
Pero no, hoy se han abierto de nuevo sus flores y aunque lucen sobre una estructura no todo lo airosa que yo quisiera, hay plantas en mi jardín a las que casi les perdono todo. Quizás no son los ejemplares más hermosos que uno pueda soñar pero teniendo en cuenta las vicisitudes por las que han pasado algunas de ellas, despiertan en mi una gran benevolencia con sus "fallos". Este albaricoquero es una de ellas.
Los años de malas podas (por llamar de alguna forma a los cortes salvajes que ha padecido), la falta de riego, el inexistente aporte de nutrientes al suelo... todo ha contribuido a que este pequeño arbolillo, ya de por sí con muchos años encima no haya llegado a este momento de su vida, quizás el final, en demasiadas buenas condiciones. Pero ahí sigue! Como un campeón!! A distancia, desde el huerto, la blancura de su floración ha llamado mi atención. Sus hermosas flores salpican destellos blancos a lo larga de sus tortuosas ramas aún desnudas de hojas. Qué lindas me parecen estas florecitas... con esos dorados estambres que tal parecen flotar sobre los pétalos.
Sus capullos rechonchos abrigados por sépalos de un brillante color carmesí lucen hoy como un ikebana en mi jardín y bien merece un respeto el tesón con el que se agarra a la vida y aunque que no sea el más hermoso de los frutales sigue siendo un viejecito ya con demasiado vivido encima para demasiadas exigencias. Un año más...Ya es bastante!! :)

División por estolones de una mata de violetas (Viola odorata)

Las violetas, Viola odorata es una vivaz rizomatosa magnífica para cubrir suelos algo umbríos. Existen muchísimas variedades y todas podemos utilizarlas como tapizantes en cualquier zona del jardín que no esté demasiado soleada

Incluso crece a la sombra de árboles y arbustos y allí dónde muchas plantas no podrían prosperar. Yo las tengo en el jardín trasero, en el lateral norte, en el que reciben algo de sol tempranero y quizás, en pleno verano, algo del sol de la tarde. 

Las matas de violetas de mi jardín han resistido perfectamente las heladas del invierno y aunque ahora mismo tienen alguna hojita seca están llenándose de flores y  parece que han empezado a retomar la actividad con fuerza. 
Florecen a partir de ahora, del final del invierno y permanecen en flor hasta que llegan los calores. Creo que todos conocemos el agradable aroma de sus flores. De hecho se utilizan en perfumería y en repostería precisamente por su aroma. Se mantienen perfectamente en forma durante el verano conservando sus bonitas hojas en condiciones más que aceptables y aunque cesa su floración el verde de sus acorazonadas hojas aporta sensación de frescura a la parte baja de los arbustos cerca de dónde crecen.

Aunque prefieren los terrenos con abundante materia orgánica y que tengan cierto grado de humedad no les favorece que el suelo esté encharcado. En el invierno, durante las heladas no conviene que se mojen demasiado. No las he regado en todo el invierno y creo que eso evita podredumbres de las hojas. Eso sí, en verano hay que prestar algo de atención a la hidratación y no dejarlas secar en exceso.
Una limpieza de hojas secas de vez en cuando y con los dedos, simplemente, ir retirando las flores marchitas las anima a permanecer floridas más tiempo.
Me parece una planta encantadora1! Tan chiquita (no levanta más allá de 15/20 cm) con sus hojas ligeramente pilosas en forma de corazón forman matitas compactas que se autoreproducen con facilidad.
En abril del año pasado puse en tierra algunas macetitas de las pequeñas (de las de  9 cm) y en este año todas han formado unas buenas matas y se han extendido bastante. Me gustaría bordear parte del camino del jardín trasero con estas violetas y esta tarde en un momento me he decidido a dividir estas matas de manera que de cada planta he sacado tres.
El proceso es muy sencillo. Estas plantas tienen una gran capacidad para extenderse mediante sus estolones (tallos rastreros) que brotan en los bordes de las matas. Estos tallos rastreros producen raíces en cuanto tocan la tierra permitiendo así formar plantas que pueden ser autónomas si las separamos de la planta madre.

El proceso para dividir las matas de violetas es el de cualquier otra vivaz.  Nos ayudamos con el filo de una pala recta ahondando alrededor de todo el perímetro de la planta a cierta profundidad. Como si fuéramos a desmoldar un flan.

Haciendo presión con la pala sacaremos con total facilidad el cepellón.

Una vez fuera, también valiéndonos del filo de la pala podremos dividir la mata en tantas partes como queramos siempre que contengan partes de hojas y por supuesto raíces.

Este es el momento para hacer una buena limpieza de las violas si lo precisan, retirando hojitas o tallos secos o partes dañadas de la planta.
A continuación sencillamente practicamos unos hoyos dónde tenemos pensado plantar las distintas partes en que las hemos dividido incorporando un puñadito de humus de lombriz en el fondo y, una vez situada dentro la planta, cubriremos con sustrato la base de la planta poniendo especial cuidado en dejar tapadas todas las raíces. Presionamos suavemente el suelo alrededor de la planta y terminamos con un buen riego.
Esta parte he querido plantarla en la base de un helecho para que crezca bajo sus frondas.

Et voilà!! Ya tenemos tres dónde teníamos una :) En unos meses estas plantitas que ahora son de un tamaño chiquito habrán formado una buena mata con sus preciosas flores pequeñas y deliciosamente perfumadas.

Por cierto, a ver si busco una receta para hacer violetas escarchadas. Si me animo a intentar hacerlas compartiré con vosotros el proceso. :)

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...