Contra viento y marea!!!

Hay plantas que tienen su mérito. Sí señor!! Que la casualidad de que un pájaro (o la lluvia, o el viento...) lleve en su pico el hueso de una de las ciruelitas de un Prunus Cerasifera Pissardii encontrada probablemente a distancia del jardín y justo caiga a los pies de un níspero (Eriobotrya japonica) ya con solera, con unas ramas como un brazo de gruesas (y no hablemos de las raíces que debe tener este ejemplar!!) y que el hueso llegue a germinar y sin espacio, con una competencia casi desleal por la luz, por el agua y por los nutrientes, se abra camino y sean ya dos estaciones las que haya logrado florecer, tiene su mérito!! O no?


Hace unos meses mi amiga Pilar Bueno usó un término que me hizo muchísima gracia refiriéndose a que, en ocasiones,  "añoñamos" las plantas con tanto cuidado como les prodigamos e impedimos que se hagan fuertes y luchen por la supervivencia protegiéndolas demasiado. Qué razón tiene!! Pero otras en cambio, es justo todo lo contrario. Saben buscarse la vida en las peores condiciones posibles. Y lo logran!! Es tan increíble que haya logrado seguir vivo entre las ramas de este níspero...

El año pasado, viendo la floración tan bonita que tiene este "proyecto" de árbol decidí que cuando llegara el siguiente invierno trataría de trasplantarlo.
Pero la verdad, sabiendo que sacar las raíces del pobre prunus de entre las del níspero debe ser un trabajo de los de pensárselo antes de comenzarlo...lo fui dejando. Y cuando me he querido dar cuenta ha vuelto a florecer y ya es tarde!!
Me hacen gracia sus ciruelitas colgando luego durante la primavera y aunque va a ser difícil encontrarle un sitio en mi jardín de momento no voy a eliminarlo. Poner en peligro al níspero estoy convencida de que no lo va a lograr ajajjaja Aunque parece bravo este prunus...quién sabe!! jajajaj
 

Otro año más para el viejo Prunus armeniaca (Albaricoquero)

A primeros de junio del año pasado, con los frutos de mi Prunus armeniaca (Albaricoquero) hice unos cuantos tarros de mermelada. Creí que sería su última temporada porque es un arbolito frutal que está ya muy viejo y ha sufrido muchos años de descuido.
Pero no, hoy se han abierto de nuevo sus flores y aunque lucen sobre una estructura no todo lo airosa que yo quisiera, hay plantas en mi jardín a las que casi les perdono todo. Quizás no son los ejemplares más hermosos que uno pueda soñar pero teniendo en cuenta las vicisitudes por las que han pasado algunas de ellas, despiertan en mi una gran benevolencia con sus "fallos". Este albaricoquero es una de ellas.
Los años de malas podas (por llamar de alguna forma a los cortes salvajes que ha padecido), la falta de riego, el inexistente aporte de nutrientes al suelo... todo ha contribuido a que este pequeño arbolillo, ya de por sí con muchos años encima no haya llegado a este momento de su vida, quizás el final, en demasiadas buenas condiciones. Pero ahí sigue! Como un campeón!! A distancia, desde el huerto, la blancura de su floración ha llamado mi atención. Sus hermosas flores salpican destellos blancos a lo larga de sus tortuosas ramas aún desnudas de hojas. Qué lindas me parecen estas florecitas... con esos dorados estambres que tal parecen flotar sobre los pétalos.
Sus capullos rechonchos abrigados por sépalos de un brillante color carmesí lucen hoy como un ikebana en mi jardín y bien merece un respeto el tesón con el que se agarra a la vida y aunque que no sea el más hermoso de los frutales sigue siendo un viejecito ya con demasiado vivido encima para demasiadas exigencias. Un año más...Ya es bastante!! :)

División por estolones de una mata de violetas (Viola odorata)

Las violetas, Viola odorata es una vivaz rizomatosa magnífica para cubrir suelos algo umbríos. Existen muchísimas variedades y todas podemos utilizarlas como tapizantes en cualquier zona del jardín que no esté demasiado soleada

Incluso crece a la sombra de árboles y arbustos y allí dónde muchas plantas no podrían prosperar. Yo las tengo en el jardín trasero, en el lateral norte, en el que reciben algo de sol tempranero y quizás, en pleno verano, algo del sol de la tarde. 

Las matas de violetas de mi jardín han resistido perfectamente las heladas del invierno y aunque ahora mismo tienen alguna hojita seca están llenándose de flores y  parece que han empezado a retomar la actividad con fuerza. 
Florecen a partir de ahora, del final del invierno y permanecen en flor hasta que llegan los calores. Creo que todos conocemos el agradable aroma de sus flores. De hecho se utilizan en perfumería y en repostería precisamente por su aroma. Se mantienen perfectamente en forma durante el verano conservando sus bonitas hojas en condiciones más que aceptables y aunque cesa su floración el verde de sus acorazonadas hojas aporta sensación de frescura a la parte baja de los arbustos cerca de dónde crecen.

Aunque prefieren los terrenos con abundante materia orgánica y que tengan cierto grado de humedad no les favorece que el suelo esté encharcado. En el invierno, durante las heladas no conviene que se mojen demasiado. No las he regado en todo el invierno y creo que eso evita podredumbres de las hojas. Eso sí, en verano hay que prestar algo de atención a la hidratación y no dejarlas secar en exceso.
Una limpieza de hojas secas de vez en cuando y con los dedos, simplemente, ir retirando las flores marchitas las anima a permanecer floridas más tiempo.
Me parece una planta encantadora1! Tan chiquita (no levanta más allá de 15/20 cm) con sus hojas ligeramente pilosas en forma de corazón forman matitas compactas que se autoreproducen con facilidad.
En abril del año pasado puse en tierra algunas macetitas de las pequeñas (de las de  9 cm) y en este año todas han formado unas buenas matas y se han extendido bastante. Me gustaría bordear parte del camino del jardín trasero con estas violetas y esta tarde en un momento me he decidido a dividir estas matas de manera que de cada planta he sacado tres.
El proceso es muy sencillo. Estas plantas tienen una gran capacidad para extenderse mediante sus estolones (tallos rastreros) que brotan en los bordes de las matas. Estos tallos rastreros producen raíces en cuanto tocan la tierra permitiendo así formar plantas que pueden ser autónomas si las separamos de la planta madre.

El proceso para dividir las matas de violetas es el de cualquier otra vivaz.  Nos ayudamos con el filo de una pala recta ahondando alrededor de todo el perímetro de la planta a cierta profundidad. Como si fuéramos a desmoldar un flan.

Haciendo presión con la pala sacaremos con total facilidad el cepellón.

Una vez fuera, también valiéndonos del filo de la pala podremos dividir la mata en tantas partes como queramos siempre que contengan partes de hojas y por supuesto raíces.

Este es el momento para hacer una buena limpieza de las violas si lo precisan, retirando hojitas o tallos secos o partes dañadas de la planta.
A continuación sencillamente practicamos unos hoyos dónde tenemos pensado plantar las distintas partes en que las hemos dividido incorporando un puñadito de humus de lombriz en el fondo y, una vez situada dentro la planta, cubriremos con sustrato la base de la planta poniendo especial cuidado en dejar tapadas todas las raíces. Presionamos suavemente el suelo alrededor de la planta y terminamos con un buen riego.
Esta parte he querido plantarla en la base de un helecho para que crezca bajo sus frondas.

Et voilà!! Ya tenemos tres dónde teníamos una :) En unos meses estas plantitas que ahora son de un tamaño chiquito habrán formado una buena mata con sus preciosas flores pequeñas y deliciosamente perfumadas.

Por cierto, a ver si busco una receta para hacer violetas escarchadas. Si me animo a intentar hacerlas compartiré con vosotros el proceso. :)

Un rincón del huerto para algunos frutales de baya arbustivos (Frambuesas y zarzamoras)

Este rincón es la esquina SE del jardín. Las sombras de la vegetación de la parcela contigua y la  de un pino de tamaño medio que hay en el mismo huerto, la protege de la inclemencia del sol a mediodía.
Me hace ilusión contar con algún arbusto de baya. A quién no le apetece un puñadito de frambuesas fresquitas o una salsa de arándanos que acompañen un buen asado? Que levante la mano!! En esta zona pondré frambuesas (rojas y amarillas) y zarzamoras y en otras zonas de huerto intercalaré arándanos, grosellas y uva espina.
Este tipo de arbusto puede y debe cultivarse a pleno sol en otro tipo de climas más suaves que el mío. En Inglaterra, dónde son muy populares, con mucha frecuencia, crecen perfectamente con esta orientación. En mi clima crecen mejor en semisombra. Pero el sol del centro peninsular es mucho sol y los consejos de amigos jardineros que las cultivan en jardines de temperaturas veraniegas semejantes a las mías me han insistido en que no plante estos frutales de baya dónde haya demasiado sol. Con unas pocas horas matinales y las últimas de la tarde tendrán suficiente.
La parcela ya sabéis que cuenta con muchos desniveles pero esta zona en concreto estaba inclinada en dos sentidos así que era difícil contar con un espacio dónde pudiera cultivarse estos frutales. Decidí entonces nivelar todo el espacio hasta convertirlo en una superficie plana no demasiado grande pero sí lo suficiente para cultivar tres frambuesos (Rubus idaeus) uno rojo y dos amarillos (Rubus idaeus "Fall Gold") y una zarzamora (Rubus fruticosus) con amplitud..
Otro asunto era las necesidades tan específicas que requieren en lo que se refiere al suelo dónde crecen. Son plantas que necesitan un suelo claramente ácido, con pH bastante bajo. Necesitan también que contenga un elevado porcentaje de materia orgánica así como que sea rico en hierro y alguno de ellos enseguida exteriorizan los síntomas de falta de potasio.
Si alguien está interesado en ver en detalle como se rectifica el pH del suelo o del sustrato para el cultivo de plantas acidófilas puede leer una entrada que puse en su día explicaba bastante extensamente algunos de los procedimientos. 
De otra parte aunque son arbustos que se caracterizan muchos de ellos por emitir ramas desde la base, requieren crecer en suelos profundos, que no se encharquen, que conserven la humedad. De manera que si quería cultivar con cierto éxito estas frutas está claro que debía preparar el terreno a conciencia.
Como veis el terreno no podía estar en peores condiciones. Según hemos ido ajardinando el resto de la parcela, hemos ido depositando ahí tierras de otras zonas dónde había bastantes piedras y raíces.
Así que lo primero ha sido limpiar de todo este material indeseable el terreno.


Nivelar este espacio ha dado su trabajo. La verdad. Además de una plataforma plana había que integrar en ella una de las entradas del jardín, la que da a la calle de abajo y también perfilar, aunque se terminen más adelante con piedra, una escalera que acceda a la zona más alta del huerto. 
Han sido bastantes metros cúbicos de tierra lo que se han movido pero ha merecido la pena. 
Se ha ganado un espacio que era de difícil uso y yo creo que cuando el rosal Perennial Blue que hay en uno de los laterales de la puerta crezca y las vallas se cubran con la vegetación de los frutales quedará bonito!! Aún faltan bastantes detalles: tapar con brezo o con algún otro material la valla que compartimos con el vecino (tiene unas vistas horrorosas, la verdad jajajajja) hacer la escalera con piedra...en fin, eso, que nunca se termina. Verdad?
Las bayas precisan crecer en una zanja de al menos 45 x 45  cm. pero nosotros las hemos hecho algo más amplias, unos 50 de profundidad por casi 60 (para que las frambuesas no tengan pretexto en aparecer abundantemente en las plantas!! jajaja)
A la hora de preparar el suelo dónde crecerán estos arbustos de bayas, es decir, para rellenar estas zanjas, antes de plantar los arbustos he preferido hacer la mezcla y una vez rellenas las zanjas esperar unos días hasta poder tomar valores del pH que tiene aunque habrá que tener en cuenta que el azufre no bajará los niveles de acidez de forma inmediata pero no puedo esperar a plantar los arbustos mucho más si no quiero que empiecen a brotar dentro de un contenedor liliputiense que es dónde te los venden.
Estos han sido los materiales que he usado en la mezcla del sustrato: Bastante estiércol bien curado, tierra vegetal enriquecida, bastante turba rubia y un poco, unos 80 gramos por metro cuadrado de azufre micronizado para bajar el pH. En la zona dónde plante las dos uvas espinas (Ribes crispa) y la grosella roja (Ribes rubrum 'Jonkheer van Tets'mezclaré con el sustrato algo de ceniza de la chimenea que aporta bastante potasio ya que estos frutales como decía antes, precisan bastante cantidad de este elemento.
De momento ha quedado la zona así, limpia y preparada para recibir los frutales. Espero que crezcan saludables y podamos disfrutar de sus deliciosas frutillas si no esta próxima temporada sí la siguiente. 

Proteger los bancales del huerto de las heladas

Está haciendo unos días casi primaverales pero nos llevemos a engaño, en la zona interior de la Península y en concreto en la Sierra Oeste de Madrid dónde vivo, aún queda heladas por venir. Desde que planté las hortalizas venía protegiéndolas con una manta térmica (creo que se llama así) que simplemente extendía sobre ellas por la noche y retiraba a la mañana siguiente.
Pero la verdad, no era un sistema para tener a largo plazo ni por estética ni a la hora de que fuera práctico. Los plantones son aún pequeños y quedaban algo aplastados por el peso de la manta.
Así que hemos ideado un sistema que quizás tengamos que perfeccionar y puede que si hay viento no aguante lo que debiera pero de momento para el poco invierno que queda lo vamos a dejar así. Si el año que viene hay que hacer cambios ya se harán.
Compramos las barras verdes de poliuretano que se ven las fototrafías en Verdecora a 95 céntimos de euros cada una, miden dos metros. Hemos clavado  cuatro abrazaderas (0,15 €) en los laterales de los bancales y en ellas hemos insertado las barras de extremo a extremo. No sé si con tres a lo largo del bancal habrá suficiente. 
Sobre los arcos que forman las barras extendemos ahora las mantas térmicas sobre cada bancal. 
En todo caso, aunque sea algo provisional para aguantar hasta que llegue la primavera que ya está llamando a la puerta, creo que el sistema es barato, simple y al menos las hortalizas estarán bastante protegidas de las últimas heladas de la temporada.

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...