Las plagas de los rosales (I) Los pulgones...esos encantadores bichitos!!

Quienes son estos “queridos” visitantes de nuestros rosales?
Constituyen una de las plagas más frecuentes en nuestros jardines y los podemos ver atacando a muchísimas de nuestras plantas. Son insectos pertenecientes a la familia de los Aphidae (del que viene el nombre común por el que se los conoce, “afidios”), orden Homópteros. Existen pulgones de muchísimas especies.
Por lo general los pulgones son muy polífagos, es decir, atacan plantas de distintas especies. Pero también existen especies mucho más “especializadas” y se les suele ver en un determinado huésped (monófagas), por ejemplo Macrosiphum rosae L que tiene preferencia por los rosales.
Capullo de Mme. Isaac Pereire plagadito  plagadito, durante esta primavera en el anterior jardín que no podía cuidar. Se aprovecharon bien de mi ausencia jajajaja
Poseen un aparato bucal chupador en forma de largo pico que clavan en los brotes tiernos de los rosales y succionan con él la savia. Tienen un tamaño entre 1,5  y 3 mm y dos antenas. Pueden tener distintos colores, desde el parduzcos como el Macrosiphum rosae L, verdes, negros (como Aphis fabae Scop) e incluso rojizos. Hay infinidad de tipos de pulgones, los hay áptero (sin alas) y sin separación entre el tórax y el abdomen; otros poseen cuatro alas y separación entre el tórax y el abdomen.
Tienen dos sifones en la parte final del abdomen que en realidad son dos tubitos distintos en tamaño y forma según las distintas especies y por los que excretan melaza, sustancia que ensucia las distintas partes de los rosales dándoles un aspecto brillante. Se trata de una sustancia azucarada muy del gusto de las hormigas y que luego veremos hasta qué punto es perjudicial para nuestros rosales. Sobre esta sustancia segregada suele producirse el hongo de la negrilla
Ciclos biológico de los pulgones
Los pulgones presentan un ciclo de vida complicado porque pasan por distintas fases y durante ellas adoptan distintas formas.
En cuanto a su forma de reproducción pueden ser vivíparos, es decir que dar lugar a crías vivas. U ovíparos, los pulgones que se reproducen por huevos.
Al iniciarse la actividad vegetativa del rosal al inicio de la primavera los huevos que estaban invernando y que están fecundados eclosionan dando lugar a la primera generación de pulgones produciéndose varias de ellas durante el verano.
Durante el mes de mayo las hembras aladas difunden la plaga a otras plantas. En otoño aparece una generación de machos y hembras que en invierno darán lugar a los huevos fecundados y depositados en los troncos que son los que eclosionarán a la llegada de nuevo de las temperaturas agradables de la primavera.
Algunas especies viven sobre la misma planta y sobre ella se reproducen y completan todo su ciclo. Por el contrario, otros pulgones (como Macrosiphum rosae L.) habitan en el rosal (huésped primario) las primeras generaciones  y darán lugar a distintas generaciones, más tarde, algunas hembras aladas se trasladan a otras especies vegetales distintas de la anterior (huésped secundario) dónde se reproducirán dando lugar a otras hembras ápteras que a su vez producirán una nueva plaga a veces de forma muy distinta de la anterior y que de nuevo volverán a la planta que fue el huésped primario.
Los pulgones tardan unos siete días en alcanzar el estado adulto y poder reproducirse pudiendo dar lugar a 150 larvas!!!

Daños ocasionados por los pulgones
Atacan principalmente los brotes tiernos de los rosales así como los capullos y succionan la savia del rosal a la vez que introducen toxinas en la planta produciendo el típico enrollamiento de las hojas, y la atrofia de las partes afectadas con lo que producen a la larga un debilitamiento de la planta. Transmiten virus fitopatógenos contagiando enfermedades de una a otra planta. En concreto son muy eficaces transmitiendo virosis (efectuada por las formas aladas de los pulgones)
Causan daños directamente en el rosal ya que tanto las ninfas como los adultos succionan la savia de la planta provocando alteraciones en el balance hormonal de crecimiento que generalmente se detiene si el ataque es importante.
Pero además dañan al rosal en más sentidos y es que al ser la savia muy rica en azúcares y muy pobre en proteínas estos áfidos se ven “obligados” a succionar gran cantidad de savia para llegar a conseguir la cantidad de proteínas que precisan. El “sobrante” de azúcares lo excretan en forma de melaza que depositan en las hojas y el exceso de esta melaza propiciará la aparición del hongo de la Negrilla que a su vez reducirá la actividad fotosintética del rosal.
Síntomas por los que podemos detectar su presencia.
Además de la observación directa como es obvio también hay una serie de indicios que nos pueden delatar su presencia en nuestros rosales:
  • Diminutos puntos en la vegetación que son señales de las picaduras y que tienen un color amarillento o verde pálido.
  • Presencia en la vegetación del rosal de “Fumaginas” comúnmente llamado hongo Negrilla, hollín, negreo, etc. De color oscuro casi negro. Se trata de una especie de polvo u hollín, seco que cubre en ocasiones las partes afectadas por los insectos y sobre las que los pulgones han depositado la melaza que segregan. En sí misma no es perjudicial en el sentido de que no contagia nada pero sí lo es en la medida en que impide el normal funcionamiento a nivel de fotosíntesis de las hojas. Podemos frotar con los dedos las hojas y veremos que debajo aparece de nuevo el verde propio de la hoja. 
  • Presencia de hormigas sobre la negrilla o la melaza que segregan los pulgones sobre las hojas.
  • Hojas del rosal pegajosas y enrolladas especialmente en los brotes tiernos.
  • Residuos de color blanquecino en las zonas atacadas que son restos de las distintas mudas que estos insectos efectúan y que no debemos confundir con otros insectos nocivos.


Evitar el desarrollo de pulgones:
  • Efectuar tratamientos preventivos con aceites insecticidas durante los meses de otoño e invierno, antes de que los rosales se activen vegetativamente en primavera, así ayudaremos a eliminar los pulgones en estados larvarios escondidos en las hojas y ramas del rosal.
  • No esperar a que la plaga sea abundante. Eliminarlos manualmente si es posible y si no, eliminar los brotes afectados destruyendo la vegetación retirada.
  • Efectuar tratamientos precoces, tan pronto como aparezcan los primeros síntomas de que el rosal está siendo atacado por esta plaga.
  • Observar frecuente y detenidamente nuestros rosales, sobre todo en primavera y especialmente la vegetación nueva de los brotes.
  • Usar fertilizantes adecuados. Los que contienen demasiado nitrógeno propician el desarrollo de demasiados brotes tiernos y débiles.
  • Nutrir y aportar materia orgánica al suelo con abonos orgánicos durante el otoño o invierno y acolchados a base de restos vegetales triturados o con estiércoles o humus.
  • El aroma que exhalan algunas plantas aromáticas como el romero, el ajo, la melisa, la menta o la albahaca y algunas como las caléndulas, son repelente para los pulgones. Intercalar entre nuestros rosales algunas de ellas es una buena idea.
  • La cercanía de plantas como los altramuces (Lupinos), las dedaleras o las ortigas es beneficiosa para este fin porque son plantas que repelentes de estos insectos.
  • Los pulgones se ven favorecidos en su proliferación en ambientes secos y con temperaturas no muy altas. El estar atentos al riego se hace por tanto imprescindible y por tanto deberemos cuidar la hidratación de los rosales especialmente en tiempo seco.
  • Siempre he leído que un rociado con la manguera ayuda a eliminar los pulgones de los brotes pero me pregunto si durante este proceso lo único que estamos haciendo es cambiarlos de lugar. Desconozco la efectividad de estos rociados. Quizás en el proceso se matan algunos pero no sé si los que caen vivos al suelo tienen la posibilidad de volver de nuevo al rosal.
  • Controlar en la medida de lo posible las hormigas dado que ya sabemos que los cuidan porque son devoradoras de la melaza que estos bichos sueltan.
  • Eliminación de las partes afectadas especialmente las que tienen negrilla.
  • Eliminación de malas hierbas y restos de hojas secas o ramillas procedentes de podas manteniendo en un buen nivel de higiene la zona de suelo alrededor de dónde crece el rosal.


Control una vez establecidos en nuestros rosales
  • Aceiteinsecticida de forma preventiva siempre que no haya mucho calor, heladas o la planta le falte agua.
  • Control biológico con sus depredadores naturales: Todos conocemos unos preciosos insectos y todos deseamos su presencia en nuestro jardín, son las mariquitas (Coccinella septempunctata).
    Mariquita sobre unan hoja del acolchado que puse a los arbustos este otoño. Qué alegría da verlas cerca de nuestras plantas!!! Por cierto, las gotas que hay sobre ella son simplemente del riego que he hecho hoy!!
    Otros depredadores naturales de los pulgones son
     las crisopas (esos insectos con una peculiar forma de "dejar" los huevos colgados de un hilo que pende de las hojas)
    Crisopa. Imagen de Wikipedia:  http://es.wikipedia.org/wiki/Chrysopidae#mediaviewer/File:Chrysopa_perla01.jpg
    Huevo de Crisopa de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Chrysopidae#mediaviewer/File:Mombach_fg49.jpg
    y las 
     las tijeretas son depredadores naturales de los pulgones. Favorecer que estos insectos vengan a nuestro jardín es un modo natural de limitar el desarrollo de los pulgones.
  • Piretrinas: que obtienen de los crisantemos. Contaminan menos pero igualmente afectan no solo a los pulgones si no también al resto de la fauna beneficiosa.
  • Jabón negro (también llamado potásico): Menos efectivo pero menos contaminante porque es biodegradable y respetar a los insectos beneficiosos. Con el podemos hacer un insecticida casero fácilmente.
  • Aceite de nem.
  • Insecticidas ecológicos como el purín de ortigas:
  • Uso de insecticidas sistémicos cuando la planta presente ya hojas deformadas
  • En todo caso, pensemos que cuando en un jardín hay un equilibrio adecuado, es normal la existencia de algo de pulgón y en general de cualquier insecto pero que no representará problemas graves al coexistir con otros insectos para los que sirven de alimento como son los depredadores que hemos mencionado anteriormente.
El problema de un uso abusivo e indiscriminado de insecticidas es que en el intento de eliminar las plagas también eliminamos a los insectos competidores de ellas provocando a la larga una agravación de problema.
De otra parte, si eliminamos del todo el alimento de estos competidores eliminando totalmente los pulgones, estamos provocando la desaparición de estos depredadores con lo que cuando vuelvan a aparecer las plagas no tendrán competencia natural en el jardín con lo que su propagación se verá favorecida .


Nuestras compostadoras de palets (I) Diseño, ubicación y fabricación de los laterales.

Composteras? Compostadoras? Pues no sé, yo unas veces les llamo de una forma y otras de otro, no sé cual es el correcto. Qué más da! La cuestión es que aquí estamos, "inventándonos" trabajitos para hacer en el jardín por si teníamos pocos ajajjaja 
Bromas aparte. Un jardín grande produce una cantidad importante de materiales de los que tienes que deshacerte. Desde restos de poda, malas hierbas, restos del huerto si se tiene, hojas que caen en otoño y también los que se producen en la propia cocina de la casa.
Durante la primavera y verano pasados nuestro jardín generó bastante restos porque tuvimos que eliminar muchos arbustos y algunos arbolitos que ya estaban muertos cuando comenzamos a preparar el jardín. Por no hablar de recortes de arizónicas y de las  raíces que hemos sacado de la tierra!! 
Trocearlos, embolsarlos, meterlos en el coche y llevarlos al lugar que nuestro Ayuntamiento habilita para tal fin era toda una trabajera!!. Nos parecía que era una lástima no aprovechar algo que podía beneficiar y mucho al suelo de nuestro jardín de por sí bastante pobre pero ha sido tanto el trabajo que teníamos por delante en el jardín y que era más prioritario que hasta ahora, durante los meses de invierno en que parece que podemos tomar algo de aliento que no nos hemos puesto a la tarea. 
Así que nos hemos convencido de la necesidad de fabricar un par de compostadoras para dar una utilidad a estos materiales que genera el jardín y la propia casa.
Después de tomar la decisión la siguiente cuestión ha sido decidir su ubicación y diseño. Yo no tengo experiencia alguna en hacer compost y no queríamos decidirnos del todo hasta que alguién que fuera muy experto y pudiera ofrecernos una información fiable nos dieran su "visto bueno". Así que escribí a José Luis Nadal explicándole el diseño por el que habíamos optado así como la ubicación en el jardín. José Luis es muy conocido en foros de jardinería como jlnadal, un absoluto experto en temas de compost y desde aquí quiero agradecer la amabilidad con la que ha respondido a mis correos, sus apreciaciones así como su ofrecimiento para cualquier duda que se me plantee cuando haga el compost.
No me cansaré de dar las gracias a tanto y tanto amigo jardinero que en la Red ofrece su ayuda generosamente!! Es así como funciona esto. Unas veces recibimos la ayuda y otras ofrecemos la que tenemos para quién le pueda servir. Así vamos aprendiendo todos!! Verdad?
El lugar elegido para su ubicación ha sido la zona del futuro huerto.
Tengo pensado poner una pequeña huertita. Nada del otro mundo. Unas tomateras, unos pimientillos, unos ajos... vamos, para hacer el gazpacho del verano que nos vuelve locos jajaja Ya veremos qué tal se me da esto del "huerteo"...
Pensé que una compostadora, bonita, lo que se dice bonita...no es. La verdad. Así que tenerla cerquita de la zona dónde tengo pensado poner el huerto para facilitar el acceso y de paso que no estuvieran en un lugar en medio del jardín si no en una zona algo apartada era lo mejor. Se trata de un lateral de jardín, cercano a garaje y orientado al norte. Entre dos árboles, un pino y un enebro que le darán sombra. Una ubicación con espacio suficiente para poder sacar el compost si llega el caso y removerlo, dónde no molestan. Con un camino en medio entre ellas y el huerto que sirve de paso entre el jardín y la entrada de abajo por la que se accede a la parcela con el coche.
A la derecha del enebro, más adelante, prepararemos otra zona para almacenar el cubo grande del jardín, la carretilla y una compostera sencilla de hojas. Ay!! No empiezo un trabajo cuando ya tengo en mente mil!! jajajja
Bueno, una vez decidido el lugar hemos tenido que pensar en el diseño. He hecho muchísimas consultas en Internet viendo imágenes y leyendo foros y libros sobre el tema. Cada "modelo" tenía sus pros y sus contras. Es una suerte que la gente comparta en la Red sus trabajos y sus ideas porque ello permite que quién se pone a la labor de hacer algo cuente con la experiencia de otros que lo hicieron antes y que comparten los problemas que han tenido o las ideas que han resultado prácticas. 
Tenemos la suerte de tener espacio así que nos hemos decidido por un "modelo" robusto y amplio y en el que además del tamaño (más de un metro cúbico) hemos querido tener en cuenta que fuera práctico. Como digo no tengo experiencia alguna en compostar y es tanto el trabajo en un jardín que he querido evitar a toda costa cualquier aspecto que se me ha ocurrido que pudiera constituirme un trabajo gratuíto o una dificultad innecesaria cuando haga compost y es que en el fondo tengo algo de miedo de que constituya demasiado trabajo o que sea tan laborioso o dificultoso que me canse. Por eso he tratado de pensar en todos los aspectos que pudieran facilitarme las cosas en el futuro.
Me horroriza la idea de que la zona se convierta en un rincón sucio y de mal aspecto. No lo puedo remediar. Sé que lo ideal quizás hubiera sido hacer compost en montón, directamente sobre el suelo pero por razones prácticas creo que el compost debe estar cerca de huerto y al ser una zona de paso, no me apetecía tener a la vista constantemente algo con aspecto descuidado. Es importante para mí crear una zona que aún non siendo la parte más bonita del jardín esté suficientemente adecentada como para que mis "manías" no me hagan estar incómoda al pasar por delante de ellas.
También me preocupaba que no fuera cómodo ir echando los restos o acceder al compost una vez madurado.
Facilitar estas tarea creo que evitará que nos desanimemos a la hora de hacerlo. Si cada vez que hay que remover el montón se tiene una que agotar en el intento al final es muy posible que se desista y se abandone. De manera que basándonos en los consejos de gente que sabe mucho más que nosotros, en la experiencia de otra gente que ha hecho composters y en algunas imágenes de composteras con palets hemos pensando que las nuestras debían cumplir algunos requisitos:
  • Que fueran amplias (más de un metro cúbico) ya que los montones de restos del jardín no se compostan correctamente si no es a partir de determinado volumen. Así que decidimos que las compostadoras tuvieran una capacidad generosa.
  • Que fueran dos para poder ir moviendo el compost maduro de una a otra.
  • Que contaran con un tipo de apertura frontal que permitiera que vaya cerrándose conforme el montón de compost fuera creciendo a medida que se echaran restos dentro. El sistema de tablillas creo que es idóneo.
  • Que la apertura frontal permita tener levantadas las tablillas inferiores para tener acceso a la base del montón y poder extraerlo cómodamente según vaya madurando.  
  • Que también tuvieran apertura lateral para facilitar el trabajo de remover el montón cuando sea preciso. Con un sistema de bisagras se ha resuelto el tema fácilmente siendo posibe que el lado exterior de las composteras se abra con amplitud dejando espacio suficiente delante para meter y sacar el compost con facilidad.
  • Que tuvieran suficiente ventilación a través de sus paredes para permitir el proceso de compostaje pero que a la vez no permitiera que se saliera el compost y se ensuciara la zona de alrededor.
  • Que estuvieran construídas con un material fuerte y sólido que pudiera durar bastantes años pero que no nos supusiera una gran inversión económica y que fuera fácil de trabajar. Los palets parecían cumplir estos requisitos.
  • Que hubiera espacio delante de ellas para poder sacar el compost si llega el caso y removerlo antes de volver a meterlo dentro. El camino entre la zona dónde ubicaré los bancales elevados y las composteras es suficientemente ancho.
  • Que tuvieran un sistema de tapa por arriba que fuera fácil abrir y que permitiera tenerloas abiertas sin sujetarlas manualmente.
  • Que el compost se hiciera sobre el suelo para facilitar el trabajo a lombrices y microorganismos pero que a la vez impidiera la entrada de algún animalillo indeseable poniendo una malla sobre el suelo, entre éste y la base del montón de compost.
Tengo la suerte de tener unos compañeros de curro estupendos que han estado dispuestos a mover la mercancía que había sobre los palets que me interesaban a otros que estuvieran libres, agruparlos para que yo me los puediera llevar...en fin, que les he dado trabajo y han sido un encanto conmigo!! Por cierto, desde aquí quiero agradecer su amabilidad para conmigo: Gracias Miguel!! Gracias Jesús!!! Gracias Arturo!!
Son de unas medidas estupendas para hacer este trabajo:  120 x 100 cm. Son estupendos, fuertes, nuevos, limpios...nada que ver con algunos que nos han ofrecido en establecimientos de ventas de materiales de construcción generalmente rotos, viejos y sucios...

En una siguiente entrada colgaré un dibujo esquemático del diseño. En esta os pongo fotografías del proceso de cómo hemos ("ha", él,  jajajaja) desmontando unos palets para con sus tablas rellenar los huecos de otros que serán luego las paredes de las compostadoras.
Las "paredes" que servirán de fondo estarán hechas con dos palets enteros, sin quitar ninguna de sus partes. Asi serán más solidas y robustas. Situaremos hacia delante la parte que lleva tablillas y hacia atrás lo que es la base del palet. Las pondremos verticalmente (120 cm  de altura y 100 cm de ancho)

Para realizar las paredes laterales exteriores, lo primero que hemos hecho es ir eliminando las "traseras" de los palets que usaremos como laterales.
Para ello, simplemente a golpe de maza estas bases se van retirando del propio palet desprendiéndose de las púas que los unen a ellos.

Hay que tener cuidado con no dejar las púas ya que sería tremendo que en el futuro por un descuido en esto pudiéramos dañarnos las manos al meter los restos en las compostadoras.
Golpeando con el martillo sacaclavos las púas irán desplazándose hacia el otro lado.
Finalmente las extrae del todo con el otro extremo del martillo sacaclavos.
En este punto dispone ya de lo que será un lateral exterior pero como véis tiene aun unas aperturas entre tablillas demasiado grandes, los huecos que dejan entre ellas son excesivamente grandes y de no rellenarlos impedirá que el compost se salga así que hemos ido cerrando estos huecos entre tablas con otras de otros palets.
Ha que desprender las tablillas de otro palet para que le sirvan de relleno de las otras. Para ello ha mantenido un poco en alto, sobrepuesto el palet del que retiraba las tablillas sobre otro que hacía de base manteniendo el primer un poco en el aire y con la maza de madera para no dañar las tablillas las ha ido golpeando hasta desprenderlas del todo.
Ha tenido la suerte de que los huecos y las tablillas medían igual, así que sin necesidad de cortar nada, simplemente ha ido clavando una tablilla en medio.
En este punto, lo único que faltaba era hacer una especie de "carriles" paralelos entre los que luego se podrá ir poniendo horizontalmente tablillas sueltas, unas encima de otras y que cerrarán el frontal de las compostadoras.
Ya véis que simplemente ha clavado dos listones gruesos con una separación suficiente entre ellos para que las tablillas se desplacen fácilmente. Con esto ya ha tenido completo lo que será uno de las paredes laterales exteriores de las compostadoras.
Antes de montar las compostadoras ha preferido ir tratándolas con un producto específico. Hay que pensar que la madera de las compostadoras están constantemente en contacto con la humedad del compost y que al estar en el jardín la lluvia y el sol las deteriorará así que es preciso tratar esta madera para exteriores.
He elegido un tono bastante oscuro. Me gusta más... yo creo que queda bonito. No? :)
Y en este punto estamos... Colgaré otra entrada cuando las montemos.

Condiciones de cultivo para tener rosales sanos y libres de plagas

Más vale prevenir que curar: Eso dice el refrán popular y nunca más cierto que en el caso del cultivo de rosales. En las últimas entradas hemos hablado un poco sobre los tratamientos preventivos que podemos efectuar durante el otoño y el invierno para prevenir las enfermedades y plagas de nuestras plantas pero de nada servirán si las condiciones en las cultivamos los rosales no son las que precisan para crecer sanos. 
Tener en cuenta estas necesidades, prestar atención a determinadas labores y aplicar tratamientos preventivos ayudará a evitar o minimizar la aparición de enfermedades y plagas. Vamos a ver algunas de las condiciones en las que se debería de producir el cultivo de rosas.



EL SUELO Y LA PLANTACIÓN

  • Plantar los rosales a raíz desnuda de forma correcta y en el momento adecuado son asuntos de gran importancia en cómo se desarrollará nuestro rosal en el futuro. El otoño y el invierno son los mejores meses para hacerlo. No plantar mientras la tierra esté todavía dura por las heladas. Hacerlo en ubicaciones adecuadas (con mucho sol) y rodeados de un sustrato rico, abundante en materia orgánica y adecuado en su composición…como es lógico, también.
  • El suelo en el que mejor se desarrollan los rosales es el ligeramente ácido y con algo de arcilla que ayuda a retener una cierta humedad en el sustrato tan precisa para ellos.
  • Respetar las distancias entre plantaciones. Los rosales plantados demasiado cerca compiten entre ellos (tanto en alimento como en agua) y se favorece la propagación de plagas y enfermedades por falta de ventilación
  • No elegir ubicaciones demasiado ventosas y dónde sufran heladas excesivamente intensas.



EL RIEGO
  • En general hay que evitar regar sobre las hojas y hacerlo sobre el suelo que rodea el rosal para evitar la aparición de enfermedades fúngicas. Tengamos en cuenta que los ambientes húmedos son muy favorables para el crecimiento y propagación de los hongos.
  • Eso no quiere decir que puntualmente no podamos, si solemos eliminar los pulgones a base de “manguera”, hacerlo sin problema ya que es de forma puntual.
  • Hay que regar en profundidad permitiendo que el suelo que rodea las raíces se empape bien de agua. Es mejor regar menos veces pero profundo que hacerlo muy frecuentemente pero de forma escasa.
  • El suelo debe tener siempre una cierta humedad aunque a la vez cuidaremos el drenaje para evitar encharcamientos que provoquen la podredumbre de las raíces.
  • Recordemos que la sequedad de las raíces está directamente relacionada con la aparición de hongos. De ahí que sea tan importante vigilar la humedad del suelo en dónde crecen  nuestros rosales y no permitir que se seque en exceso.
  • Regar a primera hora de la mañana o por la tarde evitando las horas de sol más fuerte que además de ahorrar agua evitará el riesgo de quemar la vegetación.


LAS HORAS DE SOL
  • Es imprescindible que los rosales disfruten de las horas de sol que precisanEn climas no excesivamente calurosos al menos 6 horas.
  • En mi clima que tiene veranos muy calurosos, cultivo rosales con resultados estupendos conformándose con algo menos. En general, y salvo algunas variedades concretas (como por ejemplo “Ghislaine de Féligonde”, "Penelope" o “Buff Beauty”) que precisan ubicaciones en semisombra, en general los rosales precisan de abundante insolación.
  • En climas de veranos muy tórridos como el mío, prefiero elegir para ciertas variedades ubicaciones dónde el rosal tenga sol durante la mañana y a tarde pero no a mediodía. Hay rosas que lo aguantan pero muchas no (por ejemple le sienta fatal a Jude the Obscure y a Golden Celebration).
  • Las rosas de estas variedades duran mucho menos ya que el sol abrasador las hace languidecer rápidamente además de decolorar sus tonos en breve cuando reciben el sol en las horas centrales del día. Así que evito, en la medida de lo posible (solo puedo hacerlo con algunos ya que cultivos muchos en el jardín)  evitar posiciones dónde el rosal esté quemándose a mediodía en verano.
  • Salvo alguna variedad en concreto la mayoría de rosales precisan una exposición muy soleada y estar plantados en posiciones ventiladas aunque protegidas de los vientos fuertes.


LOS ABONADOS

  • Cuidar de que nuestros rosales estén bien alimentados para mantenerlos fuertes y sanos. No solamente considerar los macroelementos (nitrógeno, potasio y fósforo) Es importante que usemos abonos equilibrados para evitar déficits pero también excesos que originen crecimiento de la vegetación demasiado rápida y débilmente. Controlar también los microelementos como el hierro no siempre disponibles en el suelo.
  • Es importante que los rosales tengan a su disposición en el suelo los nutrientes necesarios cuando comienzan la actividad vegetativa en primavera. De ahí la importancia de nutrirlos con abono orgánico durante el otoño o invierno que irá descomponiéndose durante estos meses y estarán disueltos en el suelo al inicio de la primavera.
  • Nutrirlos con abonos químicos al inicio de la primavera.
  • El acolchado con materia orgánica (como humus de lombriz, estiércol, cortezas trituradas, etc..) ayuda a dificultar el crecimiento de malas hierbas así como a favorecer la conservación de la humedad del suelo que rodea al rosal nutriendo y mejorando la estructura del suelo a medida que el acolchado va descomponiéndose



LA PODA Y LA LIMPIEZA

  • Efectuar una poda correcta que favorezca que el rosal esté bien aireado. La falta de ventilación ya sabemos que favorece el crecimiento y propagación de hongos y son condiciones muy favorables para las plagas.
  • Utilizar para la poda herramientas limpias y desinfectadas para evitar contagios de rosales enfermos a otros que están sanos
  • Eliminar las flores marchitas así como los capullos que padezcan apelotonamiento o encapsulado (Balling). Ambos son focos de infección porque ofrecen condiciones idóneas para el surgimiento o desarrollo de los hongos.


LA VIGILANCIA Y LA PREVENCIÓN Y A HIGIENE
  • Pasear a diario por nuestro jardín es una estupenda costumbre, tomándonos nuestro tiempo…tranquilamente. Observando nuestros rosales con detenimiento. Además de permitirnos disfrutar de esas maravillosas rosas que nos ofrecen este hábito nos va a  ahorrar muchísimos problemas porque permite darnos cuenta de los primeros síntomas de las enfermedades o plagas a tiempo y  podremos actuar rápidamente sobre ellos.
  • Aplicar productos preventivos en los momentos adecuados, tanto ante insectos como ante plagas, es fundamental.
  • Los tratamientos preventivos son importantes. En invierno con  dos o tres aplicaciones de aceite insectica (si son las plagas el problema en nuestro jardín) así como el tratamiento con fungicidas de contacto como el cobre y el azufre. Y más avanzada la temporada, justo antes de que broten, tras el momento de la poda con fungicidas sistémicos anti oídio.
  • Controlar las plagas y enfermedades y no esperar a que los niveles de infección sean altos antes de actuar.
  • Mantener la higiene de la zona que rodea los rosales es de suma importancia. Para ello trataremos de mantener limpia la zona de hojas secas o partes enfermas del rosal, de esta manera eliminaremos o minimizaremos la propagación de enfermedades que ya padeciera el rosal tratado ya que podrían contener esporas de hongos que en primavera infectarán de nuevo al rosal o a otros rosales. Igualmente eliminaremos cualquier resto de poda y las malas hierbas que compiten en agua y alimento con nuestros rosales.

Comenzamos el año con una ensalada sacada del jardín. Achicoria amarga (Tarazacum officinale)

Un día espléndido este 1 de enero. He salido al jardín a saludar el año que comienza y ...el día estaba precioso!! La luz que inundaba el jardín ha sido un precioso comienzo de 2015 para mí. Todo inundado de luz y el calorcito del sol que se agradece tanto!! Con la estupenda sensación que da tener en tu casa a los tuyos. Mi hija y mi madre conmigo!! Qué lujazo para mí!! :)
Cuánto sabe la gente mayor y cuánto tenemos que aprender de ellos!! Esta mañana mi madre ha descubierto en una zona del jardín que tengo aún sin acondicionar lo que para mí simplemente eran malas hierbas pero que para ella eran unas estupendas "yerbitas" para hacer una ensalada sana y apetitosa tras estos días de tanto y tanto comer insano!!
Para ella son "achicorias", para mí son Diente de león (Tarazacum officinale), es decir, lo mismo jajajja. 
Qué cosas!! Iban a ir directamente a la compostadora cuando arreglara esa zona del jardín pero ahora tendré en cuenta que pueden constituir unas estupendas ensaladas así que...eso, que está estupendo!!
Hay que revisar esa rapidez que tenemos de aplicar lo de "malas hierbas" a todo lo que no crece dónde queremos los jardineros ajajja
Así las ha preparado mi madre. Hemos ido al jardín a cogerlas ayudándonos de un cuchillo para descalzar la raíz.
Luego, agrupadas, mi madre les ha eliminado cualquier hojita fea, restos de otras hierbas, arenillas, etc... y las ha lavado escrupulosamente una y otra vez para retirar cualquier granito de tierra.
Sobre la tabla de corte de la cocina las ha agrupado con a raíz en la misma dirección para que fuera más fácil cortarlas en trocitos. Hasta llegar a la zona cercana a la raíz que ha desechado.
Ha seguido cortado los trocitos hasta convertirlo en un picadito muy, muy fino.
Este picado o ha echado en un bol con agua fresquita y las ha restregado un poquito entre las manos para, dice ella, "suavizarlas"
Luego las ha dejado que reposaran un ratito  para que si quedara alguna arenilla se depositara en el fondo.
Con un colador ha ido recogiendo las hojas picaditas de la achicoria y las ha puesto en una ensaladera
Y ya... simplemente las ha aderezado con un estupendo aceite de oliva virgen extra y sal.
Están de lujo!! Comenzamos con buen pie 2015!! A ver si seguimos igual!!
Feliz 2015  a todos vosotros!!!

Tratamientos preventivos de invierno para los rosales (II). Fungicidas de contacto (Cobre y azufre)

En esta segunda entrada sobre los tratamientos preventivos de invierno para nuestros rosales me gustaría centrarme en el uso de dos fungicidas de contacto, los preparados a base de cobre y el azufre.

Como decíamos en la primera entrada sobre estos temas, con el uso del aceite insecticida en invierno podemos mitigar los efectos de las plagas sobre nuestras plantas cuando vuelvan a estar en actividad vegetativa eliminando huevos y larvas e insectos en estado de hibernación.
La utilización  del cobre y el azufre como tratamientos preventivos nos ayudará a hacer lo propio con relación a las enfermedades fúngicas, evitando o eliminando la aparición de hongos cuando las condiciones de temperatura y humedad vuelvan a ser idóneas en primavera.
Más aún en el caso de que durante la temporada anterior hayamos tenido rosales afectados por plagas o enfermedades será más probable que la temporada siguiente vuelvan a producirse. De ahí que sea tan importante la acción preventiva con insecticidas y fungicidas.

Los productos a base de cobre podemos aplicarlos junto con el aceite insecticida o efectuar los tratamientos por separado, en dos aplicaciones, dejando transcurrir unos días entre ambas.

Por el contrario, el azufre jamás lo aplicaremos junto al aceite, es más, es obligado dejar pasar entre 30/40 días antes y después entre las aplicaciones de aceite insecticida y las de azufre.


En las plantas, las enfermedades pueden estar producidas por bacterias. virus y hongos. Pero es un porcentaje ínfimo el que está producido por las dos primeras. La inmensa mayoría de enfermedades están provocadas por los hongos (Enfermedades fúngicas).

Vamos a dejar para otra entrada el hablar un poquito más en profundidad sobre qué son y como se comportan los hongos.

Hoy tan solo diremos que la actuación de estos hongos sobre las plantas puede darse de dos formas:

  • Hay hongos ectoparásitos como los del oidio (Sphaerotheca pannosa) que se desarrollan en el exterior del rosal y no llegan a penetrar en su interior.
  • Pero también existen hongos endoparásitos  como son los del mildiu (Peronospora sparsa) roya (Phragmidium mucronatum), antracnosis, brotitis, repilo, etc. que llegan a adentrarse en el interior de la planta atacándolo desde dentro.
El tratamiento que utilizaremos contra unos y otros deberá ser algo distinto. Aunque siempre tendremos en cuenta que
generalmente, una vez contraída la enfermedad, contra los endoparásitos como el Mildium se requerirá la acción de fungicidas sistémicos que actúen desde el interior de la planta.
Usaremos compuestos de cobre como los dos que hemos mencionado, el oxicloruro de cobre, el sulfato de cobre o incluso el caldo bordelés (Sulfato de cobre con cal) del que hablaremos en otra ocasión. Con la precaución de no hacerlo nunca a pleno sol
Por el contrario, contra los hongos ectoparásitos como no llegan a penetrar en el tejido de la planta utilizaremos compuestos a base de azufre que variando el pH de la superficie de la hoja (acidificándolo), generalmente es suficiente para eliminarlos (Nunca a pleno sol, ni con temperaturas superiores a los 28 grados ya que podrían producirse quemaduras)

Los productos que usaremos contra estos hongos y las enfermedades que provocan, son los fungicidasSon productos que actúan sobre los hongos afectando su membrana celular, haciendo inactivas algunas de sus enzimas o proteínas o interfiriendo en la respiración.
A diferencia de cómo actúan los medicamentos sobre los seres humanos, para que la mayoría de fungicidas sean efectivos es preciso que se apliquen antes de que aparezca la enfermedad o a las primeras señales de producirse ésta.
Las secuelas y daños  que causa la enfermedad en las pantas, a diferencia de lo que ocurre en los animales y personas, no desaparecen aunque se elimine el hongo.
Las aplicaciones de fungicidas pueden efectuarse como polvos, en forma líquida, de gránulos, etc siendo absolutamente imprescindible el uso de guantes y mascarillas en la aplicación (como en cualquier producto fitosanitario)

Los fungicidas  pueden ser de contacto y sistémicos según su forma de actuación sobre la planta:
  • Son fungicidas de contacto (llamados también protectores) aquellos que permanecen en el exterior de la planta actuando solamente desde fuera de ella sin llegar a penetrarla, únicamente dónde se ha depositado el producto. Este tipo de fungicidas se deben usar antes de que a enfermedad se manifieste, antes de que haya esporas, impidiendo así que los esporangios (contenedores de las esporas) germinen y puedan llegar al interior de la planta penetrándola para absorber la savia. De ahí que este tipo de fungicidas sea más bien preventivo más que curativo y también que sea importante cubrir concienzudamente todas las partes de la planta con ellos.
Los fungicidas no sistémicos o de contacto permanecen sobre la superficie del rosal quedando adheridos a él, así las esporas no pueden germinar al caer sobre la planta debido a la acción del producto.
Al estar la planta en constante crecimiento, se requieren por ello repetidas aplicaciones para proteger el crecimiento nuevo, así como para volver a aplicar producto allí dónde el agua o el riego lo han eliminado e incluso dónde la luz ambiental ha producido su degradación.

Deben aplicarse antes de que aparezcan los síntomas de enfermedad . Si el hongo ya ha infectado la planta, los fungicidas de contacto hacen ya poco efecto.
  • Por el contrario los fungicidas sistémicos (también llamados erradicadores) llegan a penetrar en las distintas partes de a planta siendo absorbidos por las hojas actuando desde su interior del rosal. Son fungicidas  que pueden utilizarse de modo preventivo pero además tienen a ventaja de ser más eficaces cuando el rosal ya ha enfermado en contraposición a los fungicidas de contacto que son más preventivos.
Hay quienes piensan, no sin bastante lógica, que el uso de fungicidas sistémicos cuando no sean precisos provoca que otros hongos endoparasitarios aumenten su resistencia a estos productos provocando que lleguen a no ser eficaces o a necesitar dosis más elevadas. De ahí que se aconseja el uso de fungicidas de contacto como el cobre o el azufre y únicamente en casos necesarios, ante las enfermedades endofúngicas, utilizar fungicidas sistémicos.

Más adelante hablaremos con detenimiento sobre los fungicidas sistémicos.

Preparados a base de COBRE: Se trata de fungicidas (y bactericidas) de contacto concentrado que actúan tanto de forma preventiva como curativa (hasta cierto punto) en enfermedades provocadas por distintos hongos eliminando sus esporas o impidiendo que éstas germinen. Es especialmente efectivo contra roya, mancha negra, oídio y mildium.
El cobre podemos adquirirlo en distintas combinaciones químicas,  dos de ellas son el oxicloruro de cobre y el óxido cuproso.

Se puede adquirir en forma de polvo para espolvorear, suspensiones, polvo mojable, gránulos solubles o dispersables, etc.
Así pues, tanto el oxicloruro de cobre como el óxido cuproso son productos válidos para ser usado como preventivos de enfermedades durante el periodo en que nuestros rosales no están con actividad vegetativa.  
Yo uso estos dos en concreto pero podéis encontrar en el mercado muchísimos otros ofrecidos por casas de vuestra confianza que os darán igualmente estupendos resultados.



 Modo de aplicación de los productos cúpricos:
  • Es imprescindible leer las instrucciones de uso que indica el envase del producto y ceñirnos exactamente a ellas en lo que hace a la dosificación y modo de empleo.
  • Tenemos que asegurarnos de que el producto deben cubrir lo mejor posible todo el follaje
  • No se recomienda su aplicación en días fríos y húmedos.
  • Es aconsejable cubrir con ellos también el sustrato que rodea al rosal y no solamente la planta
  • Pueden mezclarse a la hora de su aplicación con aceites insecticidas. Si alguien quiere consultar la entrada que colgué sobre estos productos puede pinchar en este enlace.
Periodicidad de las aplicaciones de cobre:

Podéis ver en este calendario que a estas alturas de final de diciembre ya he hecho dos aplicaciones de cobre mezclado con aceite insecticida:
  • primeros de noviembre
  • primeros de este mes de diciembre
  • y  la tercera la tengo prevista para el momento en que haga la poda que imagino que será allá por primeros de febrero o cuando las heladas ya no sean tan fuertes.
  • El número de fumigaciones dependerá de la persistencia o peligro que haya de estas enfermedades. En mi caso me gusta mezclar el cobre con el aceite en cada una de las tres aplicaciones que efectúo durante el otoño e invierno.
  • Podéis ver este calendario por el que estoy rigiéndome. Sobre él me gustaría volver a repetir que es lo que yo estoy realizando en mi jardín ubicado en zona con un clima frío con heladas y que evidentemente el tema tendría que adaptarse si el jardín está ubicado en otras zonas de climas más cálidos, con suelos diferentes e incluso con variedades de rosales distintas a las que yo cultivo. 

AZUFRE en polvo:
Como todo este tipo de fungicidas de contacto, es más preventivo que curativo además tiene efectos acaricidas. No obstante también tiene algún efecto curativo en las primeras fases de crecimiento del hongo. 
La efectividad del azufre micronizado es sobretodo sobre los hongos que provocan los oídios y a botritis. Aunque también tiene algún efecto sobre las royas y algunas manchas de las hojas..y es preventivo de la aparición de la araña roja


La actuación de azufre consiste en el cambio de pH de la superficie de las hojas acidificándola además de secar la zona dónde se aplica, estableciendo con ello un ambiente hostil para el desarrollo de los hongos. Un medio seco y con un pH neutro es el medio más favorable para de desarrollo de los hongos.

El azufre micronizado aplicado en forma de espolvoreo tiene dos inconvenientes de una parte que estéticamente afea bastante los rosales que se tornan amarillentos tras su aplicación, de la otra que la propia aplicación se hace difícil si se trata de llegar a todas las partes de la planta..

Estos dos problemas  se palían bastante azufre soluble como el de la marca Compo.


Modo de aplicación del azufre:
Deberemos tener en cuenta a la hora de su aplicación, además de la dosis indicada en la etiqueta:
  • Procuraremos que una vez mezcado el producto con agua no debe permanecer en reposo durante demasiado tiempo. Yo suelo mover la mochila de vez en cuando para que la mezcla no deje de ser homogénea.
  • Si tenemos por costumbre aplicar caldo bordelés tendremos en cuenta que el azufre siempre lo aplicaremos después del caldo y no antes.
  • También deberemos abstenernos de aplicar azufre cuando las temperaturas estén por encima de los 30º por el peligro que tendríamos de quemar las hojas del rosal. Jamás aplicar ningún producto a pleno sol.
  • Y por último, y repitiendo dada la importancia del tema: deberán respetarse los plazos entre las aplicaciones de un aceite insecticida y el azufre. En este calendario se refleja el periodo de seguridad 30 días. La segunda aplicación de aceite insecticida la hice el 8 de este mes de diciembre y si el tiempo permite que el 8 del próximo enero pueda aplicar el azufre habrá pasado otros 30 días hasta el momento en que quizás haga la poda y la última aplicación de aceite insecticida.
  • No olvidar que cada jardín es único!!: Quisiera insistir en que cada jardinero debe establecer el momento idóneo para las aplicaciones de estos productos, el número de veces que lo aplicará así como los productos que utilizará para ellas. 
Esta temporada anterior, la única durante la que he cultivado mis rosales en este jardin no ha habido grandes problemas ni de enfermedades ni de plagas. Pero está claro que he tenido en más rosales y durante más tiempo algún pulgón que otro que enfermedes fúngicas.
Durante la primavera sobre todo Munsteand Wood no dejó de padecer algo de oidio y lo contagió a algún otro. Pero, sinceramente, no ha sido el oidio ningún problema grave.
Por eso, para evitar el problema que parece que ha estado más extendido qeu ha sido el de los pulgones, he decidido hacer tres aplicaciones de aceite insecticida durante el otoño y el invierno.
De haber sido el oídio o alguna otra enfermedad fúngica un problema mayor que las plagas habría eliminado alguna aplicación de aceite para sustituirla por azufre. Digo eliminar porque el hecho de tener que respetar los plazos entre la aplicación de ambos productos no habría permitido por razones de plazos, tres de aceite.

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