La exuberancia: Farfugium japonicum o Ligularia (Boina de Vasco)

La próxima temporada me haré con alguna variedad más de estos Farfugium Japonicum o Ligularias (llamadas vulgarmente "Boina de vasco") Creo que pueden ser unas estupendas cobertoras. Resultan esplendorosas con sus enormes hojas redondeadas de un verde oscuro lustroso.
Coriáceas y brillantes. Una herbácea rizomatosa con crecimiento cespitoso que se convierte en la protagonista de cualquier rincón sombreado dónde se la cultive. Existen muchas variedades con tonos de verde, formas y bordes de las hojas diferentes. Incluso existe una que bien podría ser invitada a la Feria de Sevilla por los lunares amarillentos que luce sobre sus hojas :) (Farfugium japonicum aureomaculatum). Es una planta cuyo crecimiento está entre los 60 cm y algo más del metro según la variedad que cultivemos, pero siempre más extendidas a lo ancho que hacia arriba. 
Una planta sin complicaciones si se le da lo que quiere: un sustrato rico y con bastante grado de humedad (sin encharcamientos, eso sí) y que el sol, si llega a darle, sea apenas el de la mañana. En mi jardín ha crecido en una sombra total aunque muy iluminada y es cierto que en pleno verano, cuando llega a alcanzarle algunos rayos de la tarde, parece que sus hojas se resienten un poco mostrando algo de abatimiento que desaparece inmediatamente si se le aporta algo de agua.
Me encanta las nervaduras de sus hojas!! tienen un aspecto tan sano!! Y lo cierto es que lo están.
Ni una mancha, ni una zona seca...a veces la miro y me parece una planta que no puede ser real ..sin una mácula. Crecen desde el centro de la planta sobre su rizoma sostenidas por fuertes y largos peciolos que inicialmente son tomentosos para luego convertirse en glabros. 
Por lo visto hay que preservarla de los caracoles para los que sus hojas resultan ser un bocado exquisito. 
En Farfugium todo es exhuberante. Incluso los peciolos de las hojas y los capullos de las inflorescencias antes de abrirse!!
Su floración no es lo que se dice demasiado llamativa pero sí curiosa. Hay quienes, teniendo en cuenta que sus flores no aportan demasiado, las eliminan antes de llegar a abrir para evitar a la planta un desgaste de energía innecesario. Yo por el contrario las dejo en la planta porque me gusta su amarillo brillante y la luz que aportan contrastando sobre el lustre de sus oscuras hojas.
Están ahora en flor, en un momento en que nuestros jardines no están sobrados de ellas así que bienvenidas sus inflorescencias que se yerguen  superando en bastante la altura de la planta y que delatan su pertenencia a las asteráceas. De un color tan intensamente amarillo..No me extraña que hagan su efecto en los insectos!! Son curiosas estas flores con distinto número de pétalos en la misma planta!! Me hace gracia ver que parece que a todas parece faltarle algún pétalo y me recuerdan los dibujos que hacen los niños cuando quieren representar una flor!! 
Espero que la información encontrada en los manuales que he consultado y las páginas de algunos viveros tengan razón y su rizoma aguante el invierno en mi jardín. Imagino que cuando vengan las heladas las hojas desaparecerán pero espero que bajo la tierra, la vida espere dormida a que vengan tiempos mejores para ella y en primavera vuelva a brotar.

Nometoques!! La hierba impaciente...(Impatiens Balfourii)

Es deliciosamente sencilla. Me gustan algunas plantas humildes y que nunca serán las protagonistas pero que como acompañantes dan unos resultados magníficos. La tengo cultivándose al lado de un Farfugium Japonicum y el contraste entre ambas vegetaciones creo que resulta muy bien. 
En ocasiones, este tipo de plantas, se manifiestan de lo más productivas y parecen inagotables en su floración. 
La primera vez que vi esta planta fue a los pies de una preciosa hortensia en Asturias. Sus hojas ya delataban que pertenecía al género de las impatiens pero su flor es bastante diferente de las variedades que solemos cultivar en los jardines.
Impatiens Balfourii es originaria del Himalaya y se considera que puede llegar a ser invasiva aunque en el norte de España se cultiva en algunos jardines.
Se trata de una hierba anual que una vez que se introduce en los jardines brota espontáneamente año tras año y es que tiene un ingenioso sistema para expandirse: cuenta con unas vainas que al madurar, al más mínimo toque, se abren enrollándose sobre sí mismas y literalmente "disparando" las semillas del interior lanzándolas a bastante distancia de la planta. Esa es la razón del nombre por el que se las conoce vulgarmente "Nometoques".
De esta forma, lanzando lejos sus pequeñas semillas de color pardo, cuando brotan cerca de los ríos, mediante el agua que corre se dispersan de forma muy eficiente pudiendo naturalizarse si el terreno les es propicio.

Son plantas cuyo hábitat natural son las riveras de los ríos y a los lados de los caminos en zonas con humedad y siempre que sean frescas, con poca insolación y según tengo entendido llegó a formar parte oficialmente durante un par de años (2011-2013) de las plantas consideradas invasivas.

No la he visto a la venta en ningún vivero de los que he buscado en Madrid y la daba por imposible de conseguir hasta que, casualidades de la vida... un día, comiendo en verano en una terraza del pueblo dónde vivía antes vi desde lejos una planta que me recordó a esta impatiens. Me acerqué y ...allí estaba!! Qué cosas!! Se encontraban en una zona abandonada y crecían extendiéndose por un área bastante grande. Esta primavera he vuelto a aquel lugar y he tomado unas cuantas plántulas recién brotadas.
Han estado en flor desde julio hasta ahora aportando color con sus preciosas hojas de un verde jugoso y unas flores que me parecen deliciosas. De hecho aún siguen algunas flores abriéndose a pesar de que parece que estos días de más frío están terminando con la planta. Se encuentra a gusto sin sol alguno pero necesita un terreno bastante húmedo.
La he cultivado en completa sombra y creo que el año que viene permitiré  que crezca salpicando el arriate que bordea la fachada norte de la casa en el jardín trasero y la introduciré en otras zonas del jardín dónde no haya demasiado sol.

No tan exótica...Aralia o Fatsia japónica

Qué agradecidas son las plantas a poco que se les dé!! Fatsia japónica (o Aralia) es un buen ejemplo. Compré este ejemplar hace ya unos años y si no calificaría de maltrato las condiciones de cultivo en las que ha estado, desde luego no fueron las idóneas. Se ha conformado con un contenedor de reducidas dimensiones y riego. Ni abonos, ni cuidado alguno y aunque sin grandes proezas ni verse nunca rebosante, se agarraba a la vida como una campeona (Pobrecilla. Como para encima venirle con exigencias ...) Incluso llegó a soportar heladas de -7º cultivada, como digo, en un pequeño contenedor.

Ha sido ponerla en tierra y comenzar a crecer a lo loco. Necesita un sustrato un poco ácido y que éste esté siempre con cierto grado de humedad. Con preciosas y grandes hojas recortadas y con gruesos peciolos cubiertos por una pelusa marrón, esta planta es de rápido crecimiento pudiendo alcanzar si está plantado en tierra 2/3 metros si la ubicación le gusta. 
El suelo de mi jardín al ser arenoso se lixivia fácilmente  lo que provoca la carencia de algunos elementos, especialmente el hierro. De ahí que algunas plantas presenten problemas de clorosis como le está pasando a Fatsia japónica. Nada que no se arregle con el aporte de quelatos de hierro.

Estas grandes hojas son las que le dan un aspecto exótico y con una aparente fragilidad. Pero no nos equivoquemos!! Aralia es una plantas bastante resistente (al menos hasta los 7 bajo cero) que quizás en invierno si no la tenemos bajo techado (como ha sido mi caso) o la protegemos cubriéndola puede que se le quemen algunas hojas pero no tardará en recuperarse en cuanto comience la nueva primavera.
No conviene tenerla bajo los rayos del sol porque sus hojas se queman fácilmente Yo la he plantado en el jardín trasero, en la fachada norte de la casa dónde recibe los primeros rayos de la mañana en verano y en invierno, ni eso.

Parece que este año, agradecida por sus nuevas e idóneas condiciones de cultivo ha querido agradecérmelo ofreciéndome algo que no había dado hasta ahora: sus poco llamativas pero curiosas umbelas de pequeñas flores blancas!! 

Lamium maculatum (Ortiga muerta), una tapizante para zonas de sombra

La tengo puesta en tierra desde mayo cuando la compré en un tiestito de los de 9 cm. La verdad es que me ha sorprendido.
En un principio no le gustó el lugar que le asigné con demasiado sol de la tarde así que como vi que no prosperaba la ubiqué dónde se encuentra ahora y parece encontrarse a sus anchas. En mi jardín está en sombra total, con mucha luz pero sin sol directo alguno, en un terreno fresco y rico y que al estar en la fachada norte de la casa mantiene cierta humedad constante aunque no encharcamiento.
Aunque inicialmente,  y probablemente debido al trasplante,  se llevó un tiempo en que "ni p´alante ni p´atrás" hace ya unos meses que su crecimiento ha cambiado. Parece que se ha asentado y de hecho ocupa más espacio del que inicialmente yo le tenía asignado. Ha llegado al perejil que tengo su lado y amenaza las plantas que tiene a su alrededor. No me importa porque está resultando ser más hermosa de lo que yo pensaba y está formando una matita que no se eleva en exceso lo que la hace idónea para cubrir zonas entre plantas y creo que es idónea para iluminar rincones un tanto anodinos.
No ha llegado a tener enfermedad alguna y tampoco plagas, todo lo contrario, en todo momento se ha visto lozana y con buena salud lo que me anima a plantar algún esqueje en otras zonas del jardín de parecidas características.
Podéis ver su bonito follaje verde plateado jaspeado que combina muy bien al lado de otras vegetaciones menos llamativas. Si bien es cierto que no ha llegado a cuajarse en ningún momento de flores, también lo es salvo alguna semana, siempre he visto que tenía algún racimo y curiosamente, ahora que llegan los fríos es cuando veo que tiene más flores y está más bonita.
Aunque los catálogos e información de algunas páginas de viveros en las webs indican que es resistente hasta los 15 bajo cero, tengo la impresión, por el tipo de hoja que tiene, que no es una planta demasiado resistente. Ya veremos qué tal sale de un invierno tan duros como los que hay en mi jardín.
Es una planta muy fácil de reproducir mediante esqueje de tallos. En realidad es así como lo hace para ir cubriendo la zona que la rodea, sus tallos tumbados sobre la tierra enraízan fácilmente por sí solos de manera que se va extendiendo.

Rabilargos y un madroño en mi jardín

Ya escuchaba su algarabía apenas me he acercado a la puerta de casa, la que da a  la terraza. A través del cristal los he visto correteando por el suelo. Qué alegría me ha dado ver estos okupas de mi jardín por todas partes. Con sumo cuidado para no hacer ruido he abierto la puerta con la cámara en la mano en la esperanza de, esta vez…lograr capturarlos con mi cámara. Vano deseo!! Y es que son tan huidizos!!


Preciosa fotografía de rabilargo, gentileza de su autor, Francisco CLAMOTE, titular del interesante Blog  "TERRA DAS AVES" y que generosamente nos ha permitido su utilización en este Blog.


Estaban dentro de los enebros, revoloteando de arbusto en arbusto, picoteando por el suelo del rincón suroeste… Tras desistir del intento fotográfico he decidido disfrutar de ellos viéndolos volar de punta a punta de mi jardín en grupos. Qué belleza!! Con esas zonas de un azul tan hermoso… y su careta negra, como un disfraz :)

El año pasado, cuando venía a mi parcela envidiaba a mi vecino de al lado. Todos iban a la suya y la mía ni la visitaban. Con lo que a mí me gustaban!! Cuánto hubiera dado por tenerlos en mi jardín!! Ya lleva unos meses en que he comprobado el cambio, de lo cual solo puedo decir que me hace sentir muy feliz.


Me alegra comprobar que cada día vienen a mi jardín más pájaros y ello me llena de satisfacción. Las plantaciones que estoy haciendo están en buena medida condicionadas por este propósito: que la fauna de mi jardín sea lo más variada posible porque así entiendo yo el jardín. Como un mundo con elementos relacionados entre sí en el que todos son necesarios para el equilibrio.

Esta mañana en mi paseo acompañada de mi perro he sentido que había comenzado el camino en esta dirección.





Los rabilargos (Cyanopica cyanus) son aves pertenecientes al grupo de los córvidos que abundan en la Sierra Oeste de Madrid dónde se ubica mi jardín. Por cierto, si alguien desea saber sobre ellos, aconsejaría encarecidamente visitar esta página, es un verdadero tesoro de curiosidades y sabiduría sobre estas hermosas aves. 



La dieta de estos preciosos pájaros está compuesta en otoño por los frutos que ofrecen la zona dónde habitan. Por eso, cuando sentada en una de las piedras de mi jardín, los he visto sobre mi madroño cuajado de frutos encarnados he decidido ser generosa con ellos. No voy a tomar para nosotros los frutos del arbutus unedo.

Los dejaré para que se alimenten los rabilargos y así, cuando sobrevuelen mi jardín me puedan guiñar un ojillo agradeciéndomelo jajajjaa




Qué bonitos estaban sobre él!! Una lástima no tener la destreza de capturar su imagen en mi cámara. La luz esta mañana tan temprano era tan hermosa… la luz, los colores de las plumas de los rabilargos, el encendido de los frutos del madroño y mi perro a mi lado, reclamando caricias. Mi perro, un café y un par de cigarrillos han acompañado este placer infinito de ver llenarse de vida poco a poco mi jardín. Qué fácil y qué barato es a veces disfrutar de la vida! Por cierto... guapo mi perro!! No es cierto? ;)


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