Viburnum tinus (Durillo) Un arbusto precioso

Me está pasando con varios arbustos. Hasta que he tenido la oportunidad de tener un jardín de las dimensiones suficientes para plantarlos no me había fijado bien en ellos. Era como cuando uno va de compras y sabe que no va adquirir un artículo, sí, lo miras pero no con detalle.


Este mío está plantado en mi jardín desde hace...ni se sabe la de años!! Estaba en el jardín lateral que estoy remodelando completamente y me he visto obligada a trasladarlo en plena floración. 

Estaba temblando pensando en los resultados catastróficos que podría tener así que lo hicimos lo mejor que hemos podido. Le pedí al conductor de la miniexcavadora que vino a hacer la obra que metiera la pala y lo sacara con la mayor cantidad posible de cepellón.

En el hueco amplio y profundo que dejaron una vez extraídas de la tierra las raíces de un celindo reviejo, entre mi marido y el chico que nos viene a ayudar, sudando la gota gorda (porque pesaba de lo lindo y apenas podían moverlo poco a poco entre los dos..) lograron meterlo en el gran hueco que he rellenado con tierra vegetal enriquecida y algo de estiércol maduro. Por supuesto que estoy muy atenta a la hidratación y...bueno, las flores se han abierto pero claro, el traslado de sitio no ha permitido que duren demasiado. De hecho a las pocas horas de haberlo cambiado de sitio los racimos de flores estaban ya algo lacios...pero bueno, ha dado tiempo de disfrutar unos días de sus preciosas flores.
En las semanas siguientes ha decaído un poco pero tengo esperanzas de salvarlo y que al menos, si no esplendoroso, siga recuperándose y el año que viene, si llega a buen puerto, será una maravilla volverlo a ver en flor. Ojalá tenga suerte con él.


Las abejas vienen a cientos a él, tantas que estando cerca se oye claramente el zumbido. Incansables recolectan su néctar en las miles de florecitas diminutas. Me encanta mirar cómo trabajan afanosas yendo de ua flor a otra a cuestas con sus bolitas de néctar !!
Lo he ubicado en un lugar preferente delante de la fachada sur de la casa por ser un arbusto perennifio de una floración tan extraordinaria. Me gustan sus hojas verde oscuro con algo de "pelito" que nacen apretadas formando una masa bastante compacta. Es un arbusto fuerte, que aguanta bien períodos de sequía, no demasiado exigente en cuanto al tipo de suelo aunque lo prefiere bien drenado. Resistente, aguanta bien las podas, con un agradable aroma de sus flores y con abundantes frutos en forma de drupas de color azulado negruzco...un todo terreno!! A ver si hace honor a su nombre, "durillo" en mi jardín y supera el transplante!!



Cuerpos fructíferos del hongo Gymnosporangium en mis enebros (Juniperus oxycedrus)

Este fin de semana me fijé en algo que lo mismo estaba pero de lo que yo no me había percatado: vi en un enebro ( la variedad enebros que hay en la zona dónde está ubicado mi jardin es Juniperus oxycedrus” o enebro rojo o de la miera) una especie de "agallas" de color naranja bastante vivo. No sabía de qué podía tratarse y al comprobar que estaban en todos los enebros del jardín (que son muchísimos) inicialmente consideré la posibilidad de que fuera una floración (tal es mi ignorancia del comportamiento de los enebros que la verdad, hasta ahora nunca los había observado de cerca jajajaj) Pero no, no podían ser flores, estaban alrededor de algunas hojas, en las ramas gruesas y en las finas...y entonces comencé a preocupar. Sería una enfermedad?
Ay, qué preocupación me entró!! Salimos a pasear por la zona con la idea de comprobar si en los enebros de alrededor se observaba la presencia de esta especie de "agallas" y sí, en todos los que vimos por la zona tenían estas protuberancias... Entonces me tranquilicé pensando que era difícil que todos los enebros de la zona estuvieran enfermos...
Se trata de una especie de abultamientos blandos, gelatinosos y que por cierto, tienen un aroma muy, muy agradable! Así que en cuanto regresé a mi actual localidad de residencia desde la que sí puedo conectarme a Internet pregunté a Héctor y Pilar y, como siempre que se les precisa ahí estaban con sus estupendos conocimientos ayudando a quién lo precisa. Qué tranquilidad da contar con al ayuda de amigos jardineros profesionales como Héctor Hernández o Pilar Bueno Galán...
por lo visto, se trata del cuerpo fructífero del hongo Gymnosporangium , típico de enebros y otros Juniperus. Afortunadamente. apenas producen daños en los enebros pués lo usan como primer huésped creciendo ahí para producir esporas y será en su segunda fase durante la que contagiará las rosáceas (como perales, almendros, rosales, cerezos, melocotoneros, etc) favoreciendo la aparición de roya y el debilitamiento de la planta así como la aparición de nuevas enfermedades y la deformación de sus frutos y hojas.
Así que tendré que estar ojo avizor esta temporada y controlar si en mis rosales aparece roya...en fin, estas cosas tiene el jardín, alegrías y "sinvivires" ;)


  


Musgo y líquenes en los troncos de los árboles viejos y en las rocas

Cómo me gusta mirar los troncos de mis árboles viejos... manchados de musgo y líquenes.. no creo que les haga daño. Tengo entendido que no penetran en la madera del árbol si no tienen cicatrices profundas..Además también he leído que son un indicio del grado de contaminación que hay en el ambiente. Si esto es verdad, en mi jardín hay un aire bien puro ajajjaja
No sé de qué tipo son,  así que me informaré bien de sus efectos y si es necesario los limpiaré pero ya digo, no creo que les haga ningún mal...si acaso los tiñe con esa pátina que solo el transcurso del tiempo sabe dar y que barniza todo de una solera hermosísima  :) Los troncos de mis enebros y todas las rocas de los muretes que conforman las terrazas están llenos de ellos y a mí me alegra que estén así, llenos de color!!
Sería una pena tener que limpiar esta hermosura, no?



Muchas mimosas y un almendro en flor

Hace unos días comenzaron a abrirse. Hasta ahora no me había fijado de cerca en ellas y es que, claro, nunca había tenido mimosas (Acacia dealbata). Salí temprano, apenas despuntaba el día con la taza de café en la mano a recorrer el jardín, como hago siempre que estoy en El Jardín de la Alegría. Me encanta sentir el fresco de la mañana en la cara y hasta sentir un poquito de frío. Ando despacito, impregnándome de los aromas que llega de todas partes. Huele a campo, a naturaleza. Qué delicia!! 
Qué hermosas son las mimosas... sus flores en forma de bolitas apretadas inicialmente van abriéndose conforme pasan los días. Siempre las vi en conjunto, de lejos. Estos dos últimos fines de semana me han permitido fijarme en detalle en ellas, se van abriendo poco a poco y van perdiendo su forma esférica. Comienzan con forma redonda granulada, duritas y poco a poco van enseñando sus estambres aumentando mucho su volumen y tornándose "plumosas"
 
Al final si las miramos bien de cerca vemos que ya no son redonditas, se convierten en pequeñas "campanillas" boca abajo con los estambres mirando hacia el suelo cubiertos por sus pétalos delicadísimos, casi transparentes, de un amarillo limón encantador.
Tengo bastantes mimosas en el jardín, pero hay tres que están especialmente bonitas y floridas. Es un gusto poder cortar flores sin sentir culpabilidad al dejar la planta sin flores...hay tantas!!! Vi que eran tan abundantes que regresé a casa a por una podadora bien afilada y corté un buen ramo. Mejor a esta hora, que el sol no ha calentado las flores y se conservarán mejor. Sin demora metí las ramas en un buen jarrón con agua y las dejé en la cocina. Tras el paseo matinal la estancia se había impregnado de su aroma...
Junto a una de las mimosas más bonitas del jardín hay un viejo almendro que florece a la vez. Probablemente no se me hubiera ocurrido plantarlos juntos pero como mi jardín ya tiene mucha historia antes de que yo llegara a él, me alegro de que alguien decidiera por mí esta pareja de hecho... blanco, rosa, amarillo...una delicada combinación, sí señor.
Me encanta acercarme al almendro cuando ya la mañana está avanzada y escuchar el zumbido de montones de abejas que se acercan a las miles de flores a tomar su néctar... intenté moverme lentamente para no asustar una de las que estaba viendo en plena tarea y logré sacar una fotografía que no pretende tener demasiada calidad artística pero al menos se ve el insecto muy bien. Qué trabajadoras son, polinizando sin descanso!!
La flor del almendro tiene un rosa tan delicado... con sus cálices verde pálido y sus estambres rematados en amarillo son de una exquisitez que me enamora!!


 Tendré que podar estas mimosas porque están demasiado altas y tienen las ramas primeras demasiado abajo, tanto que dificulta un poquito transitar el camino de bajada pero no me importa tener que apartar con la mano sus ramas de plumosas y delicadas hojas...





  

Plantando una fuchsia resistente Magellanica

Desde hace un par o tres de años me entraron unas ganas terribles de tener alguna fuchsia en el jardín. La verdad es que el que yo tenía disfrutaba de demasiado sol durante todo el día y no había forma de encontrar un lugar adecuado para cultivar una fuchsia. Después de darle muchas vueltas encontré un lugar que al menos no recibía el sol del mediodía, a la sombra de un rosal Golden Celebration. No eran las condiciones idóneas pero al menos llegó a crecer bastante e incluso a florecer durante bastante tiempo. Cuando llegaron los fríos la parte aérea de la planta se chamuscó y temí que muriera. No corté sus ramas secas, sencillamente he dejado que transcurra el invierno así, con las ramas secas porque pensé que estas ramas algo le protegerían.
Esa era toda mi aspiración, conservarla con vida para cuando llegara el momento de trasplantarla a El Jardin de la Alegría poder contar con una fuchsia aclimatada al frío de Madrid y cultivada en el exterior un año al menos. Esto es importante, que la planta esté aclimatada a las condiciones dónde se va a cultivar. Como ambos jardines tienen unas temperaturas muy parecidas no habrá problema en ese sentido. La fuchsia lleva más de un año plantada en el otro jardín como digo y ya ha pasado un invierno. Si acaso, la nueva ubicación al estar en una zona dónde los árboles dejan pasar poco sol estará en unas condiciones bastante más favorables que la temporada pasada.
De manera que cuando estos días he escarbado la tierra para dejar al aire las ramas tapadas por la tierra y he visto que en alguna de sus yemas asomaban unas hojitas diminutísimas me ha dado una gran alegría. Está viva!!!
En su día la planté bien hundida para que la propia tierra la protegiera de las heladas del invierno y la verdad es que ha resultado. Evidentemente es una fuchsia resistente, no hubiera ocurrido igual con una que no resista heladas pero  la Fuchsia Magellanica (variedad Riccartonnii) es bastante fuerte y ha habido suerte.
El jueves, antes de desplantarla regué en profundidad la zona para que fuera más fácil la cosa y corté todas sus ramas a unos 15 cm  y luego la desplanté con la mayor cantidad de cepellón que pude. Usé una pala de borde recto "recortando" con ella todo alrededor de las raíces. Ahondé bastante porque como la había plantado bastante abajo las raíces también estaban a bastante profundidad. No me costó demasiado trabajo sacarla, ya que el suelo de mi jardín no está nada apelmazado y la tierra es fácil de trabajar. Envolví bien con plástico el cepellón para evitar que se deshidratara y la he tenido así hasta hoy que he podido plantarla en su lugar definitivo. Así que esta mañana he preparado todo el material que necesitaba y me he puesto a la labor.
Con todo lo que precisaba cerca (tierra vegetal de buena calidad, estiércol bien maduro, activador de raíces, podadora, guantes y pala ) me he dispuesto a hacer un buen hoyo, de bastante profundidad y anchura. Tenía que tener una buena dimensión ya que debía plantarla de tal manera que la parte superior del sustrato de la planta estuviera a unos 15/20 cm del nivel del suelo. Plantar la fuchsia así, hundida, garantiza bastante la supervivencia de la planta ya que la tierra que hay sobre ella la protege de las heladas del invierno.
En el fondo del hoyo he puesto un "lecho" de buena tierra vegetal enriquecida y un puñado de activador de raíces que he removido con ella para que se mezclaran un poco.
Antes de plantarla definitivamente he colocado la planta dentro del hoyo para comprobar  que quedaba a la altura adecuada. Como se puede ver el palo que he situado horizontalmente sobre el nivel del suelo a ambos lados del hoyo queda unos 15 cm por encima del cepellón de la fuchsia. La he sacado del lugar para espolvorear todo el cepellón con un par de puñados de activador de raíces que facilitará que la planta arraigue y la he vuelto a colocar en su lugar.
A continuación no he tenido más que ir rellenando el hueco alrededor de las raíces con tierra vegetal y algo de estiércol bien maduro que he ido apretando con las manos para eliminar bolsas de aire y que quedaran bien compactado (sin excederme, claro)
He seguido llenando el hueco con la misma mezcla hasta llegar a cubrirlo completamente
Y por último, un buen riego en profundidad. Ahora me aseguraré de no descuidar la hidratación de mi fuchsia y esperaré paciente a que este verano me premie con sus graciosas florecillas y lo grácil de su porte.
Aquí está algo "desvalida" tras una hosta que también está recién llegada al nuevo jardín. Creo que serán la una para la otra buenas compañeras jejeje Me gusta el color de esa tierra!!1 negra, negra... y estaba perfecta al trabajarla, la habíamos cavado tan en profundidas, estaba tan libre de raíces y piedras que ha sido un gusto hacer el agujero, casi que lo podía hacer con las manos, sin ayuda de pala..un gustazo del que he disfrutado a sabiendas de que cuando pasen unos años y las plantas nuevas comiencen a echar raíces a su alrededor ya la cosa se dificultará bastante más y la tierra no estará como hoy...como un bizcocho tierno!!! :) y con ese olor tan exquisito a tierra fresca y limpia!!!

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