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Té de compost para los rosales. Un buen abono orgánico soluble

Hoy quiero hablaros del té de compost y de sus múltiples beneficios para nuestros rosales en particular y para el jardín en general.
Se trata de un suave abono líquido orgánico nutricionalmente bien equilibrado y lleno de microorganismos beneficiosos para el suelo (Aumentando o restableciendo su actividad bacteriana) y para las plantas que puede usarse diluido para regar el suelo alrededor de los rosales o como abono foliar
Aportar té de compost es una estupendo modo de nutrir nuestro suelo. Alimentando al suelo estamos alimentando a los microorganismos que con su labor modifican los nutrientes presentes en el suelo hasta transformarlos de modo que las plantas puedan usarlos para alimentarse. Además, aportando este abono líquido proporcionaremos de manera rápida los nutrientes a la planta que podrán ser absorbidos muy pronto por las raíces de los rosales o por las hojas en el caso de utilizarlo como abono foliar.
Venimos repitiendo la importancia de hacerlo. Un suelo vivo, lleno de diversidad de microorganismos es un suelo dónde las raíces de las plantas pueden obtener los nutrientes que precisan. Las plantas que crecen en suelos sanos y ricos son plantas mucho más resistentes a las plangas y a las enfermedades, pero también resisten mucho mejor las condiciones extremas de temperatura y humedad. Pero además este suelo enriquecido tendrá mucha más capacidad de retención de agua con lo que el ahorro de riego será importante. El aporte de té de compost al suelo, ayuda al crecimiento en él de nematodos, hongos, protozoos, bacterias, etc, que ayudarán a la hora de que los nutrientes que precisan nuestros rosales estén disponibles en el suelo para ellos y aumentando el sistema inmunológico de las plantas que crecen en él..
Un momento adecuado para usar este té de compost es en las plantaciones recientes. Este tipo de tés ayudarán en el estrés que supone siempre un trasplante y fomentará el crecimiento de raíces con lo que a la larga ayudarán al arraigo de las mismas.
Este invierno planté algunos rosales a raíz desnuda que no he querido abonar con los fertilizantes orgánicos en seco que aporté a los rosales ya consolidados no hace demasiado. Prefiero en este caso, aportar al suelo un buen riego con este té que será un abono muy suave para ellos y aplazar la aportación de fertilizantes secos para el momento posterior a la primera floración.
El té de compost a pesar de ser muy fácil de realizar y poder hacerlo nosotros mismos en casa, es imprescindible que se haga con compost bien maduro. No nos vale un compost fresco, compuesto de materiales visibles todavía. Lo mejor es ahondar en la pila de compost y tomar una buena palada de la parte inferior que es dónde suele estar más compostados los materiales. Lo ideal es ese compost ya muy hecho, compuesto de partículas pequeñas dónde ya no se reconoce en absoluto su origen, de color bien oscuro y ese agradable olor que conocemos todos los que hacemos compost, a tierra de bosque!!
Aclaremos sin embargo que no es lo mismo un té de compost que un té de estiércol. Aunque se puede elaborar de la misma forma no se recomienda en aplicaciones foliares y en todo caso nutricionalmente es mucho más equilibrado el té de compost.
Para elaborar este té de compost he usado una proporción de tres medidas de compost por diez de agua. Como podéis ver en estas fotografías me he servido de una vieja jarra de plástico que me ha permitido echar los dos ingredientes en las proporciones adecuadas.
Conviene usar agua de lluvia para hacerlo pero en caso de no disponer de ella dejaremos en reposo durante un par de días la que tengamos y de este modo conseguiremos que se quite el cloro que pudiera contener y que no facilita en absoluto la reproducción de los microorganismos y fermentación que se producirá en la elaboración del té.
Al parecer son bastantes jardineros los que afirman que la adición de un poco de melaza a la mezcla aumenta el número de microorganismos que crecen en ella aumentando la calidad del producto final
Yo personalmente prefiero no agregarla porque en mi jardín muchísimas hormigas y la verdad, me da miedo que el dulzor de la melaza atraiga a las hormigas a las raíces de los rosales dónde aplique el té.
He buscado información sobre el proceso que pudiera seguir la melaza dentro del té pensando que quizás se transforme químicamente y que cuando se aplique el té los azúcares se pueden haber transformado en algo que no atraiga a las hormigas. No tengo ni remota idea y como no tengo seguridad de este tema prefiero ser cauta no agregándola. Si en algún momento encuentro alguna explicación que me asegure que la melaza no atraerá a las hormigas, sin duda, la siguiente vez que haga té de compost la agregaré a él.
Como no tenía otra cosa a mi disposición he utilizado una malla de esas que vienen cubriendo los jamones cuando los compramos. Como son de forma tubular le he cerrado uno de los extremos con una brida apretando bien para asegurarme de que no podría salir parte del compost.

Una vez llenada la "bolsa" con la cantidad de compost necesario la he cerrado simplemente anudando el extremo de la bolsa y la he introducido en un cubo grande de plástico de esos que venden en los chinos.
A continuación simplemente he agregado diez medidas de agua y me subido y bajado durante un buen rato la bolsa de compost para que se impregnara bien de agua y empezara a soltar su sustancia.
Con un palo de superficie suave (para no romper la bolsa de tela) he movido enérgicamente durante todo el fin de semana cada vez que me acordaba y que he podido (que ya digo que al no trabajar he tenido oportunidad de hacerlo muy, muy frecuentemente). Cada vez que he removido el té he vuelto a taparlo con la tapadera.
Así ha estado el té de compost durante el sábado y domingo. Esta tarde ya estaba listo. A continuación he dejado escurrir un rato la bolsa que contenía el compost sobre el té apretándola con las manos durante un rato y cuando ha dejado de gotear la he depositado fuera del cubo.


Si es para riego no hace falta colar este té puesto que de haber dejado escapar la bolsa alguna partícula del compost no tendría la menor importancia. Tan solo agregar la proporción de agua indicada más abajo y ya está listo para regar el suelo del rosal.

Si se quiere usar como abono foliar sí, entonces es preciso pasar el té a través de una gasa, o un trapo de tejido fino que no deje escapar partícula alguna de compost.
Tenía unas tomateras recién plantadas y he aprovechado para aplicar este abono a las hojas así que he colado un poco del té a través de un trozo de camiseta vieja.
Ayudándome de un embudo he llenado un quinto de una botella con el té 

Y no he tenido más que agregar otras cuartro partes de agua y listo el té de compost para aplicarlo a modo de abono foliar!!

Por lo pronto, como estos rosales plantados no hace mucho, no han formado aún hojas adultas esperaré antes de hacerles ningún abono foliar. De momento lo que pretendo es nutrir su suelo y sobretodo enriquecerlo a nivel bacteriano.
El proceso para elaborar el té de compost debe ser aeróbico (con aire) ya que el crecimiento de patógenos en medios con poco oxígeno crecen más rápidamente. El aumento de microorganismos beneficiosos y la permanencia de éstos con vida depende de que la mezcla esté bien oxigenada. De ahí la importancia de moverlo lo más frecuentemente que se pueda. Nunca con una herramienta metálica. Lo ideal es usar una rama bien rígida para hacerlo o un instrumento de madera.
Comencé a hacer en el fin de semana. La razón es que este té debe moverse muy frecuentemente para mantener vivos los microorganismos. De lo contrario, de no moverlo muy, muy a manudo a lo largo del día, los organismos comenzarían pronto a utilizar el oxígeno de la mezcla por lo que el proceso se convertiría en anaeróbico y el mal olor haría pronto su aparición en este té.
No conviene dejar en maceración el compost más de tres días. La riqueza de este té comenzará a decrecer al empezar a morir parte de los microorganismos que contiene.
Estos días de atrás ha estado lloviendo en abundancia, de modo que el suelo de mi jardín debe estar con suficiente humedad, no solo superficial de modo que no precisaré de un riego previo a la aplicación. Mañana pronostican lluvia también así que, a poco que la lluvia me dé un rato de tregua,  aprovecharé para aplicar este té de compost al suelo alrededor de los rosales plantados este invierno a raíz desnuda.
Una vez han transcurrido estos dos o tres días de maceración y constante movimiento de la mezcla hay que sacar el compost de la mezcla. Así estará listo para su uso mezclándolo con agua en cantidad que depende del uso que le vayamos a dar (según sea para regar la tierra o como abono foliar)
Los restos que quedan de colar este té lo podemos incorporar de nuevo a la pila de compost sin problema alguno. Incluso quienes no hagan compost casero puede ponerlo esparcido sobre el suelo removiendo ligeramente para taparlo un poco mezclado con el suelo superficial.
Disolución para su aplicación: Para aplicación en forma de riego, diluir en una proporción de 1;3 (una parte de té y tres de agua). Para aplicaciones foliares la disolución correcta podría ser en torno a 1:4 (una parte de té de compost por cada cuatro de agua). Conviene que no esperemos para hacer la aplicación una vez que hagamos la disolución en agua.
Como decimos, también podríamos usar este té como abono de aplicación foliar. En este caso parece que se está comprobando que la aplicación del estos tés a la superficie de las hojas las estaríamos ocupando y cubriendo con organismos beneficiosos que no permitirían o al menos reducirían el crecimiento de organismos patógenos. 
Será preciso un perfecto colado a través de una tela de tejido muy denso para que no obture el pulverizador y conviene añadir unas gotas de aceite de oliva o lavavajillas para ayudar a que se adhiera a las hojas.
Pero además, este abono foliar es un modo de suministrar a la planta de nutrientes a través de las hojas. Ya sabemos que los rosales no solo pueden obtener su alimentos del suelo a través de las raíces, también lo hacen a través de sus hojas.
La ventaja que tienen estas aplicaciones foliares es la inmediatez de la disposición de los nutrientes para la planta. Es preferible esperar a la aparición de las primeras hojas completas (más de cinco folíolos) en el rosal antes de su aplicación. 


Cualquier aplicación, sea del tipo que sea conviene hacerla estando el rosal perfectamente hidratado, nunca con falta de agua.
Por supuesto no debemos aplicar jamás ningún tipo de pulverización sobre las hojas de los rosales en momentos de mucho calor o a pleno sol. Es preferible hacerlo a última hora de la noche o a primera de la mañana. Nunca a mediodía.

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