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Rosa 'Louise Odier', un rosal Bourbon (o borboniano)

Louise Odier, una rosa que me tiene enamorada!!  No está todavía en plena floración. de momento comienza a abrir sus rosas poco a poco encabezando un grupo de rosales antiguos, el de los rosales Bourbon o rosales borbonianos que cultivo en mi jardín. Todos con nombres absolutamente clásicos que será raro que cualquier aficionado a las rosas desconozca: Mme. Isaac Pereire, Madame de Sévigné y Souvenir de la Malmaison. Tienen bonito hasta el nombre :) No es cierto?
Creación del cultivador Jacques Julien Margottin en 1851 es uno de los rosales del grupo Bourbon más cultivados y es difícil encontrar a un amante de las rosas antiguas que no tenga esta rose en su jardin.

La conocida y respetada página de información rosera, HelpMeFind (HMF) describe su rosa como de color rosa oscuro. Yo diría que es de un rosa intenso, no exactamente oscuro, con un leve matiz que tira ligeramente a malva. Seguramente los cambios de tonalidad en la rosa se debe al suelo y al clima. Lo cultivaba en el otro jardín anterior y allí la rosa carecía de ese leve tonalidad malva que comento que se produce en éste.
Como ya comenté en algún otro artículo trasplanté aquí desde el otro jardín algunos rosales y lo hice ya comenzado el verano con lo que sufrieron muchísimo y cuando comenzaron a recuperarse era ya otoño. De manera que casi han perdido una temporada en lo que hace a su crecimiento. De todos modos Louise Odier no ha perdido tanto el tiempo. Al final de la temporada anterior emitió muchísimos brotes desde la base y ya desde el inicio de ésta no ha parado de seguir brotando. Yo diría que hasta demasiado!! Probablemente tenga que eliminar algunos brotes basales cuando lo pode el año que viene para permitir que el centro del rosal permanezca aireado.
Veremos como se desarrollan esas ramas crecidas durante esta temporada pero diría que este rosal no es de los que todos tenemos en mente cuando pensamos en un trepador. Me refiero a un trepador realmente alto, de más de tres metros. Tengo la impresión de que este tipo de rosales altos emiten ya desde el inicio ramas más largas y en menor número. 
Louise Odier está cuajado de ramas desde la base. Quizás hasta sería más fácil conservarlo como arbustivo pero ya digo, no creo que haya problema en cultivarlo como un trepador corto.
He escuchado a algunos jardineros que lo cultivan decir que es un rosal de crecimiento "desgarbado", a mí no me lo parece en absoluto. No sé qué tal evolucionará durante este verano/otoño pero hace unos días, antes de comenzar a abrir las rosas estaba como muestra esta fotografía. Presenta ramas de algo más de un metro que con el peso de las rosas abiertas se arqueará y le dará un porte realmente bonito. 
Este año he puesto unos tutores clavados en el suelo y he sujetado las ramas con hilo entre ellos en previsión de que las ramas se arqueen y bajen de altura al florecer. Pero estoy pensando que la próxima temporada, cuando pode, clavaré tres o cuatro ramas flexibles y largas (de algún arbusto cuando lo pode) y que forme una especie de "paraguas" a modo de estructura sobre los que las ramas del rosal puedan asentarse sin llegar a tocar el suelo. Creo que es buena idea. Veremos qué tal resulta :)
ya veis que está plantado a la orilla del camino del jardín trasero. Un camino que recorremos constantemente y que prefiero que no se invada en exceso por el rosal. Por eso mi idea es hacer que crezca verticalmente todo lo que pueda pero conservar la base bien poblada. El hecho de que tenga muchísimos brotes basales creo que me facilitará ésto. Conservaré en la parte delantera algunas ramas que podaré más bajas para que cubran los pies del rosal, permitiendo que las ramas de más atrás crezcan hasta cubrir parte de la hiedra que crece en la valla divisoria sobre el que está cultivado este rosal.
Las ramas no suelen estar ramificadas, así que florece a lo largo de todas ellas y cuando llega este mes se cuaja de capullos recorriéndolas!! 
Tiene unas hojas no demasiado grandes, de un verde cálido claro. Hojas siempre de cinco folíolos. y muy abundante, que cubren el rosal totalmente. 
Un rosal hermoso para mí no es solamente el que produce rosas hermosas si no el que tiene detalles que lo embellecen, desde sus hojas, a sus espinas, pasando por sus peciolos o la forma y tonos de sus hojas. Louise Odier tiene unas preciosas estípulas, acanaladas y con marcada línea rosa longitudinal que unen el raquis de sus hojas al tallo de forma muy bonita. Este color salpicando el arbusto lo hace tan bonito!! Cuántos detalles tiene un rosal que lo embellecen. Verdad?

Me gusta todo de este rosal, incluso las bonitas espinas rojas que se presentan en los brotes nuevos y fuertes (cuando la madera madura pierden esta tonalidad).
Louise Odier florece en el final de tallos laterales, sobre la quinta hoja y en grupos casi siempre de tres rosas. 

Los brotes florales están presentes incluso en las partes bajas de las ramas principales lo que favorece que el rosal se vea bonito desde la base, no solo en la parte superior como suele ocurrir en otros. 
Los capullos, como en la mayoría de las rosas antiguas, son de una delicadeza extraordinaria. Me parece que están a la par de la rosa abierta en lo que hace a su belleza. Tan ornamentados!! Me encantan los capullos que tienen barbas en algunos de sus sépalos, como Louise Odier (Ya sabéis aquella leyenda de los cinco hermanos? No? En otro momento la contamos:) )  y esa línea blanca que bordea el sépalo que no está adornado con ellas. Qué hermosura!! Me puedo pasar rato y rato mirándolos, todos sus detalles... y son tantos!!
La rosa no se abre al final de largos peciolos lo que no es que impida usar esta rosa como flor cortada, claro, pero formará ramos cortos salvo que cortemos parte de una rama que tenga varios ramilletes. Pero eso a mí la verdad no me gusta hacerlo porque despuebla demasiado el rosal allí dónde hacemos el corte. 
Parece ser que Louise Odier sirve como flor de corte. Pero  yo no he comprobado su duración en agua porque no suelo cortar rosas salvo que sean para regalar a dos señoras encantadoras que hace ya más de cuarenta años pasaban sus fines de semana y sus veraneos en este jardín que cuido ahora (la madre de mi marido y su tía). Solo por ver sus caritas preciosas cuando se las regalas,  aspirando el aroma y suspirando, merece la pena cortar las que haga falta!! :)
Se trata de un rosal estupendo incluso en el tiempo que tarda en abrir el capullo porque es bastante y por tanto dura más la floración. Lo hace despacio, desplegando pronto los pétalos exteriores que bajan y permaneciendo el centro apretado. Una delicia las curvas de esos pétalos externos bordeando la zona central aún sin abrir...como las alas de una mariposa jejeje 
Y la rosa abierta... Ahí es cuando Louise Odier muestra todo su esplendor ofreciendo una rosa bien formada, cuarteada, muy llena.(puede llegar a tener casi 60 pétalos) con forma ahuecada. Es de las roas que a mí me gustan, con la típica forma antigua, ahuecada, elegante!! 
No tienen un tamaño exageradamente grande porque podrán medir unos 8 cm pero al ser tan llenas pesan y al abrir cuelgan un poco adoptando un "cabeceo" que a mí presonalmente me gusta mucho.

Qué puedo decir del aroma? Delicioso!! A rosa antigua... profundo, perceptible sin hacer ningún esfuerzo. A rosa de verdad!! 

Yo lo cultivo como dije en el jardín trasero. Uno de sus laterales, el que tiene los rosales, está orientado el sur y por tanto recibe sol todo el día. Demasiado sol diría para este rosal cuyas rosas no aguantan demasiado el rigor de los veranos de mi clima. Lo planté no obstante ahí a la espera de las ramas del Crataegus laevigata que hay cerca crezcan y lo protejan del sol del mediodía con la idea de favorecer su capacidad de reflorecer. Someter a este rosal a demasiado calor provoca que florezca menos. A prácticamente todos los rosales les pasa, el calor del verano los para. Es un rosal que puede aguantar cierto grado de sombreo.
En realidad todas las rosas sufren demasiado en un jardín como el mío dónde el verano es casi tórrido. Es muy difícil que las rosas aguanten frescas demasiado con este sol implacable. Sabiendo ésto he procurado poner cerca árboles o arbustos que ahora no porque aún son chiquitos, pero el tiempo hará que proyecten al menos durante las horas centrales del día, su sombra sobre los rosales y los preserven un poco de las altas temperaturas.
No sé en otros climas, en el mío los rosales antiguos es raro que no padezcan en algún grado (casi siempre muy leve) alguna enfermedad o plagas, cuando no las dos. En este caso es algo de oídio que espero tener ya controlado.  (Salvo Mme. Isaac Pereire que el pobre es un muestrario de plagas y enfermedades ajjaja) También es posible que se trate de rosales aún sin madurar y que el tiempo y mi negativa a echarles química encima desarrolle en ellos alguna resistencia cuando pase alguna temporada más.
Es un rosal que a mí me parece que puede quedar muy bonito rodeado de flores azules, salvias, lavandas...que además de hacer un bonito contraste de color mitigará algo la presencia de pulgones.
De todos modos Louise Odier no es un rosal enfermizo en absoluto. Seguramente el poco oídio que tiene ahora desaparezca con las temperaturas altas del verano y en otoño vuelva a estar resplandeciente. Yo aconsejaría a cualquier jardinero que le gusten las rosas de este estilo, sin duda, que cultive este rosal en su jardín. Su porte, su aroma, la forma de sus rosas, su capacidad para reflorecer...quién da más?




De nuevo activas empiezan a lucir sus capullos las rosas

Hay varios rosales ya con los capullos formados. Aún pequeños pero en su interior guardan una rosa completa. Los regalos que ofrecerán apenas en unas semanas. Toda la vida se despierta, no solo la de los rosales, deseosos de sus savia de nuevo en actividad vemos aparecer también a nuestros bichitos indeseables. Miradlo ahí, sobre el capullo. A este pulgón le queda de vida los segundos que tarde en dejar la cámara en sitio seguro ajjaja

Qué tendrán las rosas que enamoran de esta manera..:)  Todo en ellas me parece hermoso. Algunas, como ésta, con sus brotes tiernos de colores tan vivos y el rojo bordeando sus hojas. Incluso son bonitos los peciolos de color rosa en Madame de Sévigné. No parece una verdadera joya con esos bultitos rojos que bordean sus hojas y llenan el cáliz? Y las barbas de los sépalos!! Qué me decís!! Como trabajos de orfebrería...tan delicados!!

Todos los aficionados a las rosas sabemos la impaciencia que nos domina en cuánto empiezan a brotar. Y es que en realidad es poco el tiempo que no acaparan nuestra atención. Cuánto hace que los hemos podado? Casi nada y ya están ahí de vuelta. Imparables!!

Los miramos tanto y tanto que sabemos ya sobre qué hoja va a salir el capullo...y conforme aparecen los brotes cuentas: "Uno, dos, tres...Ay!! Falta poco!! Cuatro...La próxima, sobre la próxima.." :)
Así es, sobre la quinta hoja nace el capullo de Madame de Sévigné, otros los hacen sobre la séptima. Cada uno con su forma, cada uno con sus colores, cada uno incluso con sus "manías" jajajaj

Empieza el trajín de ir y venir a mirarlos mil veces, como si la mirada los empujara a abrirse... Cada año intento dominar mi deseo de ver la rosa abierta y éste creo que lograré compaginarlo con el disfrute de esta belleza que ofrecen ahora, cerrados, guardando dentro lo que tanto deseo  ;)
Creo que esta temporada será este rosal antiguo el que primero florezca y me haga disfrutar de su delicioso aroma a "rosa de verdad" ;)





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