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Cómo se podan las glicinias (Wisteria) en verano. Tutorial.

Muchas veces se produce esta situación: Nos situamos frente al monstruo en que se ha convertido aquella ramilla de apenas metro y medio que plantamos hace no muchos años. Es un mar de ramas entrelazadas, el crecimiento se desborda hacia zonas que no teníamos pensado cubrir con nuestra glicinia. Para colmo se ha entrelazado con la estructura metálica sobre la que crece y por mucho que miremos es tal el lío de ramas que no sabemos como desenredarlo.

Retrasamos su poda porque no sabíamos como afrontarla y nuestra glicinia se ha apoderado del lugar. Ha llegado a alcanzar el tejado y las dimensiones que tiene ahora nos llega a agobiar pensando que tenemos que "meter mano" a ese "bicho"!! Cómo afrontar la poda? Tomamos por el camino de en medio y empezamos a cortar todo lo que nos sobra? Sea ramas finas o delgadas y broten desde dónde broten? Ganas nos dan!! jajaja
Pues no... Nada de cortar lo que nos dé la gana. Tranquilidad!! No es nada difícil efectuar una buena poda si empezamos por entender cómo crecen las glicinias. Sólo un poco de paciencia y a poco que nos fijemos en unos minutos habremos comprendido perfectamente cual es la forma en que crece, se desarrolla y florece nuestra trepadora.
Siempre se repite, no podaremos bien jamás si no conocemos de qué manera se desarrolla y florece una planta. Es el único sistema posible que da buenos resultados. Eso de aprender de "memorieta" lo que se poda y no se poda está muy bien mientras se lee el blog de turno o el libro o lo que sea que leamos...pero luego nos ponemos delante de la planta y no sabemos por dónde tenemos que empezar y la situación puede ser semejante a esta:
"El blog decía que se podan las secundarias. Umm.... ésta es secundaria? Es muy gorda...debe ser primaria jajajaja Ay!! Un momento..lateral es secundaria? Uffff... Ahora ya no me acuerdo!! No, no...vale, es secundaria, pero... por dónde corto? Mucho? Cuánto es mucho? ummm, no, ahora recuerdo!! Tengo que llevar cuidado con las yemas florales!! No sea que se caigan o las dañe. Pero cómo narices sé yo si esto es una yema que producirá hojas o flores?  Pero si todas parecen iguales!!Decía a cinco yemas? Pero a ver, a ver... por dónde comienzo a contar? Cinco desde el final de la rama hacia el inicio? O al contrario?...Uffff Qué lío. Mejor lo dejo para mañana!!"
Os suena? jajajaja A más de uno/a, sí. Nos suena!! A mí la primera!! Anda que no me acordaré siempre de la odiosa glicinia que crecía en aquel mi primer y diminuto jardín en Barcelona hará la friolera de casi treinta años!! Pasó eso exactamente, que yo no tenía ni idea de como se podaba así que fui dejando que creciera de la manera que le dio la gana y cuando invadió al vecino no tuve más remedio que afrontar el problema. Tranquila, me dije. Buscaré información en el libro
Entre los pocos libros de jardinería que tenía, sólo tenía uno en el que pudieran venir explicaciones, el de 'Árboles y arbustos de jardín' de D.G. Hessayon. Un clásico y un magnífico libro, todo hay que decirlo.
 Así que allá que me fui a consultar —Glicinia, glicinia...no...no...es wisteria, por la W. Ya!— La explicación de la poda que hallé en él fue esta: "PODA: En julio, cortad los tallos laterales del año en curso hasta 8 cm".
Tócate...!! (Perdón) Anda que se había extendido mucho en explicaciones!! —No entiendo nada— Pensé. Qué son tallos laterales... y cómo sé si han crecido este año o el pasado? jajajaja

Bien, es cierto, la poda de las Wisterias junto con los rosales trepadores creo que son las podas que más suelen intimidar a los jardineros que afrontan estos trabajos por primera vez.
Antes de entrar en materia os muestro mi glicinia en su tercer año. He tenido mucha suerte con ella porque el primero vino ya en flor, el año pasado volvió a florece y este año no es que no haya florecido. Yemas florales tenía de lo lindo...el problema es que cayó una helada tardía y se congelaron!!



Mi idea inicial, cuando la planté, es que creciera sobre la barandilla de metal que bordea las dos terrazas que hay alrededor de la casa. Pero luego no me convenció la idea. Pensé que el tiempo de interés era demasiado limitado para llenar un espacio tan importante y destacado de mi jardín así que.. Como no!! Consideré que unos preciosos rosales rambler podrían quedar de lujo creciendo sobre el muro de piedra que bordea las terrazas.

Ya sabéis que los rambler son rosales de gran crecimiento y que les pasa un poco como a las glicinias, que si no se contienen con la poda, terminan por desmadrarse.
No me apetece que las ramas de los rambler terminen mezcladas con las de la glicinia y tener que subirme a una escalera a podar ambas cosas juntas. Solo pensar en la idea me parece terrible!! jejeje Así que he determinado que los rambler cubrirán el muro de piedra y la glicinia crecerá sobre una rama principal que bordee la parte superior de la baranda de manera que pueda podarla desde arriba sin meter las manos entre los rosales.
Además, formarán una especie de "sombrerillo" que proyectará cierta sombra sobre los rosales en las horas centrales del día, cosa que les beneficiará, no hay duda!!
Cual era el problema? Pues que había dejado tres ramas principales creciendo hacia la parte izquierda y una hacia la derecha. Ahora, con los rambler en la base del muro, precisaba justo la contrario!! Una rama a la izquierda y los otras tres a la derecha...
Como no permito que ninguna rama de mi glicinia permanezca enrollada a los barrotes porque sé que con el tiempo terminan por estrangular incluso estructuras de hierro muy fuertes... la solución era fácil aunque trabajosa: "Darle la vuelta"!!

Dicho y hecho!! Una vez podada se aflojaron las ataduras que sostienen la glicinia sobre la barandilla. Dejamos un par o tres cordeles con ataduras muy flojas en puntos estratégicos que sostenían más peso para poder desatarlas con prontitud tan pronto giráramos la planta. 

No era cosa de soltar todas las ataduras y dejar una planta que pesa tanto colgando. Podría quebrarse alguna rama por muy flexibles que sean todavía al ser la planta aún joven.
Ya teníamos la planta "bajada" pero no suelta del todo ni dejando caer todo el peso en el tallo que podría romperse.

Ahora era cosa de voltearla. La rama larga que crecía hacia la derecha la debíamos colocar sobre la baranda pero hacia la izquierda, en el borde superior.
Las otras tres ramas deberían dirigirse hacia el lado contrario que no hay rosales y por tanto precisa la zona más ramas para cubrirla.
Et voilà!! Podada y colocada en su sitio del modo que me convenía ahora. Ya queda espacio abajo para que crezcan los rosales sin mezclarse con la glicinia. Ya que esta zona de la terraza solo tendrá la rama esa que se ve. En el futuro dirigiré la mayor parte de su crecimiento hacia la fachada este y la haré subir por la estructura metálica que se ve (es una plataforma a la que se sube para observar con telescopio que queda por encima de las copas de los árboles y por tanto se puede ver todo el firmamento)

Bien. Volvamos al inicio de este artículo en el que estábamos mirando aquel monstruo al que no sabemos por dónde meterle mano. Vamos a empezar a solucionar esta situación. Comencemos por ver qué tipo de formaciones vegetativas tenemos en nuestra glicinia ahora, en verano.
La poda de floración, la que se efectúa al inicio de la primavera, la dejaremos para un posterior artículo en el que, cuando llegue el caso, daremos información detallada apoyada como hemos hecho en este artículo, con muchas fotografías y explicaciones. Estamos en la poda de verano, la de limpieza. Esa es la que vamos a hacer ahora.
Bueno, la floración (Si es que se produjo) se dio en abril/mayo y ahora tenemos nuestra glicinia produciendo ramas como una loca!!
Qué vemos en nuestra trepadora? A ver, si nos fijamos bien, hay (aunque esté escondida entre follaje) una "estructura" de ramas gruesas, lignificadas y fuertes.

Se trata de ramas principales. Se distinguen de las otras porque son gruesas, lignificadas, con corteza exterior, de color gris oscuro.
Aquí tenéis la principal que forma el tronco de mi glicinia. Vemos que está estrangulando la caña que hacía las veces de tutor.
Como son las ramas que, una vez conformados su ubicación y número, las dejamos crecer cada año, llegan a ser considerablemente gruesas y fuertes.

Son las que si no llevamos cuidado y en su crecimiento llegan a rodear una estructura del jardín que no deseemos, con el tiempo puede dañarla. Estas plantas son muy vigorosas y sus ramas puede llegar a doblar barrotes de metal de bastante calibre.

Cuando las glicinias están formándose, conviene dejar muy pocas ramas principales. Si crecen sobre una barandilla como es mi caso, dejaremos que una rama (a lo sumo dos, pero no más) llegue hasta la zona en que queramos que esté la floración. A esa altura dejaremos crecer una o dos ramas largas que iremos guiando horizontalmente para que recorra el espacio de la barandilla que deseemos (o el techo de la pérgola si crece de este modo).
Aunque es muy frecuente que se dejen demasiadas ramas para que cubran lo antes posible el techo de la pérgola dónde tenemos la glicinia o el cenador...o el soporte que tengamos, es un gran error!! Es determinante para facilitar la poda el conformar bien (desde que plantamos la glicinia) esta estructura sobre la que con los años se apoyará todo el crecimiento posterior.
Dejar que crezcan un exceso de ramas principales solo conduce a que el crecimiento esté abigarrado, que no pase luz y aire suficiente y que la poda se dificulte sobre manera.
Las ramas principales en todo caso deben estar bien separadas de manera que esa estructura esté muy bien definida y sea clara su composición. Se trata ésta de una estructura muy simple y muy sencilla. No un entramado infinito de ramas gruesas cercanas unas a otras.
Si este es el caso, se vuestra glicinia tiene desarrolladas demasiadas ramas principales no quedará más remedio que eliminarlas. No pasa nada!! Las glicinias tienen un extraordinario desarrollo y esta eliminación no presentará problema alguno, en poco volverá a desarrollarse y no se verán los "vacíos" que hayáis dejado con la poda. A cambio, habréis establecido una estructura simple y sencilla que ayudará a crecer sana a vuestra glicinia y que os facilitará la vida en el momento de las podas de los siguientes años.
Se debería tener muy claro cuales son las ramas principales que deseamos dejar. Estas ramas (las menos posibles) deberán estar separadas por al menos 50 cm. El resto, sobra.
Si tenemos una estructura de ramas principales muy bien definida, simple, compuesta de muy pocas ramas...el trabajo es absolutamente sencillo. Ahora enseguida lo veremos. Pero permitidme que sigamos observando la glicinia y comentemos otras formaciones vegetativas que podemos ver en ella.
Qué más tenemos? Sobre las ramas principales, tan pronto termina la floración de primavera, veremos que comienzan a brotar ramas finas, extremadamente largas, tiernas, que se enroscan a lo que tengan cerca. Son las ramas laterales. A diferencia de las anteriores son de color verde, no tienen corteza (porque han brotado en la última temporada y por tanto es una madera aún sin madurar), son muy finas y delgadas.
Son la abundancia y largo de estas ramas que emite la glicinia durante todo su período de crecimiento las que convierten a la planta en una verdadera madeja imposible de desenredar si no se acomete el trabajo de la poda al menos dos veces durante el verano.

Como comentábamos, son extremadamente largas y brotan en tal cantidad que a poco que se deje la planta sin podar un par de temporadas, el crecimiento se desborda y luego es mucho más trabajo volver a descargarla y dejarla limpia.
Pero además, vamos a aclarar algo que nos parece importante. Hay quienes, con su glicinia recién plantada a los pies de una pérgola, dejan sin podar estas ramas tratándolas de extenderse para que ocupen lo antes posible el espacio con sus hojas.  Hay que decir que las yemas de flor únicamente se encuentran en los primeros centímetros de estas ramas laterales, no en todo su largo. El resto de su largo solamente contiene yemas vegetativas (de hoja). Ahora enseguida vemos la diferencia entre unas y otras. No tiene sentido por tanto dejarlas pensando que la primavera que viene tendrán en todo su largo yemas que producirán flor.
Qué más podemos observar en nuestra glicinia? Veremos que ahora, en verano, la planta tiene dos tipos de yemas
Las yemas son crecimientos vegetativos que albergan en su interior desarrollos posteriores que pueden ser hojas o flores y que en tamaño, forma y disposición, son distintas en función de lo que producirán. Son muy fáciles de distinguir unas de otras.
Veamos primero las yemas vegetativas (de hojas) Se encuentran en las axilas entre las hojas y las ramas. Están tanto en ramas principales como en ramas laterales. 
En realidad son las más abundantes. Las ramas laterales casi en su totalidad están recorridas por estas yemas.
Son más delgadas, con forma puntiaguda y más pequeñas que las yemas de flor.

A continuación nos vamos a centrar en las yemas de flor: Muy distintas de las anteriores. Verdad? :) Como vemos, son más rechonchas, más gorditas, de mayor tamaño y tienen un tacto aterciopelado por fuera (especialmente cuando están próximas a abrirse). Esas son las que yo quiero que plaguen mi glicinia!! jajajaja :D
Se encuentran presentes en las ramas principales, en el primer tramo de las ramas laterales y en las espuelas.

Y por último, las más importantes!! Las espuelas (Diría que son el equivalente a dardos frutales en manzanos, creo. Que me perdonen los entendidos si estoy en un error y si son tan amables que me saquen de él con un comentario en el blog.)
Se trata de pequeñas ramillas lignificadas, que se van formando con los años a base de podas. Ahí es dónde están la mayoría de yemas de flor y se fomenta su presencia cuando efectuamos varias podas durante el verano. 
Las ramillas que ahora veremos que tenemos que cortar, durante la poda de floración (la que efectuaremos justo antes de que comience a brotar la glicinia en primavera) las volveremos a acortar. A base de cortar una y otra vez, estas ramillas van engrosando y en todo su largo están llenas de yemas que producirán la mayoría de las flores.

De acuerdo. Hemos echado un vistazo a las distintas partes que forman nuestra glicinia. En este pequeño dibujo creo que nos quedará aún más claro viendo todas en conjunto.
Así tenemos nuestra glicinia en verano, ya ha pasado la floración y empieza el crecimiento desbordante de ramas laterales.
En este dibujo he incluido algo que no siempre está pero que puede darse, los chupones. Se trata de ramas que brotan de la raíz de la planta.
Y antes de seguir quisiera detenerme un minuto para explicar algo que me parece importante. En el artículo anterior, el del cultivo y elección de la variedad de las glicinias, comentamos que Wisteria chinensis (glicinia china) produce pocas vainas y por tanto su reproducción mediante semilla se hace más difícil. Generalmente las compramos injertadas sobre un patrón de Wisteria floribunda (glicinia japonesa) que son muy fáciles de reproducir por semilla dado que generan muchísimas.
Por qué digo esto? Pues porque si en vuestro jardín tenéis una glicinia china, como muchos de nosotros (que produce racimos florales cortos) tenéis que pensar que seguramente estará injertada.
Los que cultiváis rosales ya sabéis qué voy a decir ahora. Verdad? Pues sí, exactamente pasa con las glicinias lo que con los rosales. Primero, que la rama que se desarrolle de él no pertenecerá al tipo de glicinia que cultivamos, será la del patrón. Segundo que si se trata de una variedad más potente y fuerte que la que cultivamos, puede apoderarse de su crecimiento. Como en los rosales, exactamente!!
Al igual que en las rosas, los chupones no deberían cortarse. Hacerlo solo fomenta más crecimiento. Si vemos que salen en la base de la planta, cerca del tallo principal, ahondaremos hasta dar con el punto de las raíces dónde brota y ahí, tirando con fuerza, lo arrancaremos.
En todo caso, aún no siendo injertada, no hay que permitir que siga el crecimiento de estos brotes basales ya que con el tiempo se enroscan al tallo principal y se desarrollan formando a su vez más ramas laterales que aumentarán considerablemente el tamaño de nuestra glicinia y harán más difícil la poda.
Muy bien, ya sabemos cada rama de qué tipo es. Cada yema qué va a generar. Qué son las espuelas... 
Nos falta saber dónde florecen las glicinias!! En realidad indirectamente ya lo hemos dicho: donde están las yemas de flor. Éstas están presentes en las espuelas y en la parte inicial de las ramas laterales.


Sabiendo ya dónde florecen... qué deberíamos fomentar con nuestra poda? Está claro, la aparición de muchas ramas laterales en cuya base, la próxima temporada tengamos muchas yemas de flor. A la larga, estas ramillas laterales cortadas una y otra vez, darán lugar a más espuelas...y por tanto a más yemas. Y más flores!! Claro.. :)
Y ahora sí, una vez conocidas las partes principales y sabiendo de qué manera crecen y florecen las glicinias...vamos a hablar de su poda durante el verano. Veréis como no representa problema alguno efectuarla si tenemos claros los conceptos anteriores.
En este pequeño esquema de la poda he marcado los cortes a efectuar.
Fijémonos que hay cortes en todas las ramas y en el final de las ramas principales.
Lo vemos un poco más de cerca? Venga!!  Dijimos más arriba que las yemas de flor estaban en la base de las ramas laterales. Está claro entonces que de estas ramas sólo nos vale los centímetros primeros. El resto, solo sirve para enredarse y congestionar nuestra planta. Fuera!!

Podaremos todas y cada una de las ramas laterales que salen de las principales dejándolas a un largo de aproximadamente 30/40 cm (no es cuestión de ir con un regla, eh!) O lo que viene a ser lo mismo, las cortaremos por encima de más o menos la quinta hoja (las glicinias tienen hojas compuestas, es decir, tienen folíolos. No confundir por tanto folíolo con hoja).
Y ahora, alguien que nunca ha podado puede decir "por dónde corto?". Vamos a observar esta fotografía. Muy pegado a la yema no porque ésta podría dañarse al apretar las tijeras. Muy separado tampoco porque todo el tramo de rama que va desde la yema al nivel de corte que efectuemos no llegará la savia y por tanto morirá, quedando "tocones" de madera muerta que además de delatarnos como malos jardineros jajajaja (es broma...ummm...aunque no tanto eh? ). Ahora en serio, no conviene dejar tocones porque la madera muerta solo fomenta el peligro de plagas y enfermedades.


Veamos como nos ha quedado nuestra primera rama lateral cortada. Fijaos en lo que decíamos antes: las yemas florales están en la base de estas ramas larguísimas, no en el resto de su recorrido. Ahí podéis verlas...cuento 4!! 
Cortemos con cuidadito si vemos que las yemas están en este estado tan activo. Son delicadas y se caen con facilidad si no llevamos cuidado en su manipulación.
Por cierto, esas yemas que vemos son las que darán lugar a la segunda floración, la del verano, muy frecuente en las glicinias.

Vemos aquí todas nuestras ramas laterales cortadas. Nos hemos quedado con algunas yemas vegetativas (de hoja) que junto con las yemas latentes (sin actividad) de las ramas principales, darán lugar a más y más y más ramas laterales que tendremos que volver a podar antes de que llegue el otoño por lo menos otra vez.

A que era fácil? La cuestión era tener muy claro la diferencia entre tipos de ramas, tipos de yema y saber dónde se produce la floración.
Una vez hemos acortado todas las ramas laterales nuestra glicinia aparecerá despejada, ordenada y limpia y lista para seguir emitiendo más y más ramas laterales largas como un día sin pan!! Una desesperación ajajjaja
Este sería el estado de nuestra glicinia ahora. Tras la poda de verano.

Pero creo que si "quitamos" las hojas virtualmente, vamos a verlo aún más claramente qué hemos hecho con esta poda.

No hay que tener miedo a podar!! Las plantas suelen ser mucho más benevolentes con nuestra torpeza de lo que podemos llegar a creer. Las glicinias lo son especialmente!!

De este tramo de ramas laterales que acabamos de acortar y de las espuelas, brotarán ahora flores pero a la vez, hasta que lleguen los fríos, irán formándose en ellos las yemas de flor que constituirán la floración de la siguiente estación primavera.

Alguna observación más?
Si puedo dar un consejo es el de no tener contemplaciones a la hora de eliminar ramas primarias que compliquen el entramado general. Pocas ramas principales, muy separadas unas de otras para que haya espacio para las ramillas que dejamos al cortar las laterales y para que los gajos florales puedan caer graciosamente hacia abajo y no quedar prendidos entre follaje que no les permite bajar.
Si logramos una estructura muy definida y sin complicaciones como venimos repitiendo, efectuar la poda es realmente fácil. Sé que a veces da pereza pero... de verdad, merece la pena efectuar al menos dos veces durante el verano esta poda de limpieza. Ya veréis como la floración que conseguiréis el siguiente año será mucho más espectacular!! Pero además, os facilitará enormemente la vida hacer luego, en febrero o marzo la poda de floración (sobre la que colgaremos un artículo cuando llegue el momento, con explicaciones detalladas como hemos hecho con esta).
Las glicinias no suelen ser plantas ni enfermizas ni suelen padecer plagas. Pero claro, libres del todo no están.
A mí que tenga un poco de pulgón alguna vez no es un problema que me preocupe en absoluto. Una rociada con agua y jabón potásico y el problema queda contenido o al menos dentro de lo razonable.
Pero que se metan bichos dentro de las ramas y devoren la médula...eso ya no me hace ni chispa de gracia!!
En alguna ocasión es posible que un tipo de escarabajo se introduzca a través de los cortes para poner huevos en su interior. Una vez más...como en los rosales.
Las ramas así afectadas se deterioran por no circular con normalidad a través de ellas el agua y los nutrientes de modo que es una plaga que hay que evitar a toda costa.
Os diré como trato de evitar yo este problema. No digo que sea la mejor de las técnicas pero a mí me resulta fácil y cómodo.
Con la misma cola blanca que utilizo para "taponar" los cortes de ramas gruesecitas de mis rosales cuando hago la poda, la utilizo para este menester. Evidentemente no en las ramillas estas secundarias que no tienen el calibre para que se meta un escarabajo. Hablamos de ramas principales, de ramas que crecen en un dirección que no nos conviene y que tienen cierto calibre. Cuando las elimino, pongo sobre el corte una gotita de cola blanca.
Se seca en pocos minutos. Recién puesta queda un "lunar" blanco que yo veo a distancia jajajjaaj pero lo cierto es que cuando regresas a la planta pasando un rato, la cola se ha puesto transparente y no distingues nada en absoluto.
No me gusta mucho hablar de marcas comerciales salvo que vea una gran diferencia en su calidad con otros productos del mismo tipo. Pero sé que quizás haya algo de confusión a la hora de elegir el tipo de cola. No nos valdría la cola escolar que se va con agua. Es lógico!! Si va a desaparecer cuando llueva, no nos vale!!
Una cola blanca normal y corriente, sin ser de ninguna marca en concreto.
Hemos dicho que acortamos todas las ramas laterales. Bien, aunque es casi cierto, no lo es del todo si precisamos cubrir una zona que vemos que no alcanzará a rellenar las ramas principales que tengamos. En ese caso, utilizaremos una rama lateral que dejaremos sin cortar y la ataremos sobre la zona que ahora está desnuda. Esa rama lateral, al año que viene habrá madurado su madera y formará parte de la estructura, será una nueva rama principal.
Bueno, creo que eso es todo. Ha sido largo el artículo. Ya me conocéis, trato de explicar las cosas del modo que pueda ser entendido incluso por jardineros muy novatos. Sé que mucho de lo que incluyo en los artículos es de conocimiento de muchos aficionados, pero no de todos...así que estoy convencida que siempre es mejor que sobren explicaciones a que falten. Quién sabe mucho no las precisará pero el que sabe poco las agradecerá...o eso creo.
Espero que os haya resultado entretenido el artículo pero sobretodo que a quién no ha afrontado la poda de una glicinia nunca, lo haga ahora sin ese miedo que da el desconocimiento.
Buena tarde, queridos lectores...
María.
Si queréis consultar la manera de efectuar la poda de invierno (poda de floración) éste es el vínculo que os llevara al articulo.

Cultivo de Wisteria (Glicinias). Necesidades y elección de la variedad

Hablemos de glicinias!! Una trepadora que con los años puede llegar a tener una belleza imponente!
https://www.flickr.com/photos/133997242@N03/albums/72157664012637483/page2

Pertenece a la Familia de las fabáceas (Fabaceae). Aunque todas engloban el género Wisteria, hay distintas especies aunque las más conocidas son Wisteria chinensis y Wisteria floribunda también existen otras como Wisteria frutescens (de EE.UU) y alguna más.
Aunque en sus necesidades de cultivo y poda son iguales, existen algunas diferencias importantes entre las dos más populares.
Tanto si las compramos en viveros como si en nuestro jardín ya había creciendo una glicinia antes de llegar nosotros, probablemente se trate de una de estas dos: De una parte está la Wisteria sinensis (llamada glicinia china) y de la otra, la Wisteria floribunda también conocida como wisteria japonesa
Ver como es cada una de las dos nos servirá de una parte para, si estamos en el caso de querer cultivar una en nuestro jardín, elegirla con conocimiento de causa. Y de la otra, si ya tenemos una creciendo en él y no sabemos de qué tipo es, esta información nos servirá para identificarla.
Qué tipo de glicinia tenemos en el jardín?
La glicinia china (W. Sinensis): 
- Sus tallos crecen alrededor de cualquier soporte girando en el sentido contrario al que lo hacen las agujas del reloj. Para comprobar esto no tenemos más que posicionarnos frente a la glicinia. Podéis verlo en esta ramilla lateral que crece enroscando el barrote de la barandilla de mi terraza.
- Las glicinias chinas producen pocas vainas y por tanto son difíciles de reproducir por semillas.
- Generalmente estas glicinias las compramos injertadas sobre un patrón de glicinia japonesa.
En el artículo en el que hablemos de la poda de las glicinias veremos la importancia de tener esto en cuenta. 
Ocurre como con los rosales injertados, en los que observamos a veces que puede desarrollarse chupones (ramas que proviene del portainjerto). Al igual que los rosales, en el caso de estar injertadas presentan un pequeño abultamiento en la zona inferior del tallo que viene desarrollado, justo por encima del nivel del sustrato del contenedor.
- Algo muy característico de este tipo de glicinias es que su floración aparece antes de brotar las hojas.
https://www.flickr.com/photos/ukgardenphotos/34438592382/

- Los racimos florales son más cortos que los de las glicinias japonesas. Esto, como veremos, condiciona las estructuras y formas de cultivarse que podemos dar a estas plantas.
De los racimos una vez pasadas sus flores queda una ramilla central que es dónde estaban prendidas cada una de las flores. Estos tallos desnudos, quedan ocultos enseguida por las hojas que ya en este momento están abriéndose.
De 3268zauber - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6589991

La glicinia japonesa (W. floribunda): 
- El crecimiento de los tallos es en el sentido de las agujas del reloj no como las chinas que lo hacen en sentido inverso.
- Tienen una extraordinaria capacidad de producir muchas vainas y por ello generan muchas semillas.
En estas glicinias japonesas, es ingente la cantidad de vainas (y por tanto de semillas) que producen.
Cuando llega el invierno, como trepadoras caducifolias que son, las glicinias pierden su hoja. En el caso de las japonesas, puede verse entonces colgar de sus ramas los frutos que han formado tras la floración. Mirad esta imagen de Wikipedia Commons  en la que pueden apreciarse las vainas colgando. Hermosas. No?
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Wisteria_sinensis_Fruit.JPG
Lo cierto es que a mí me parecen muy decorativos pero hay que tener presente que si cuando podamos la planta dejamos estas vainas colgando, cuando llegue la primavera y suben las temperaturas, se abren de pronto disparando las semillas que tienen en su interior a bastante distancia. Así que si no queremos estar eliminando plántulas de glicinia por todas partes, quizás es preferible retirarlas.
- Precisamente por ello, por ser fáciles de reproducir por semilla no suelen adquirirse injertadas sobre otro tipo de glicinia.
- En este caso flores y hojas se producen al mismo tiempo.


Aunque hemos leído que hay quién opina que esto no es exacto si no que ambos tipos de glicinia florecen al mismo tiempo que emergen las hojas. Lo que ocurre es que las glicinias chinas, al tener los racimos florales más cortos, tardan menos días en ir abriendo las flores (lo hacen de arriba hacia abajo) y por tanto termina de abrirse todas las flores del racimo en menos tiempo que ocurre este mismo proceso en las glicinias japonesas, que, al tener los racimos florales más largos, tardan más días en llegar a abrir todas sus flores. Aunque a la par están desplegando las hojas, los racimos siguen "estirándose" hacia abajo mientras sus flores van abriendo, sobresaliendo por debajo de la masa de hojas que ya está formada arriba.
Siento no poder decir nada a favor ni en contra de esta explicación porque solo cultivo en mi jardín una glicinia china que es la que observo atentamente y sé como florece. La otra, la japonesa, la conozco de los viveros pero no he tenido oportunidad de ver su floración en detalle.
En todo caso, si los racimos florales fueran cortos como en la glicinia china, sería un inconveniente ya que la floración quedaría oculta.
- Racimos florales muy largos. La longitud de ellos las hace poco idóneas para cultivar sobre soportes no muy altos por los que se deba pasar por debajo.
https://www.flickr.com/photos/133997242@N03/albums/72157664012637483

Wisteria floribunda f.alba / Japanese wisteria / 白花藤
Elegir el tipo de glicinia según nuestras necesidades. Hemos visto que la floración se produce de forma distinta en cada una de las dos variedades en las que nos centramos. Es esta forma de florecer la que determina que puedan ser o no cultivadas de una forma u otra y la que las hace más o menos idóneas para determinadas ubicaciones. Veamos.
Glicinia china:
Los racimos florales son cortos. Esta forma de florecer hace que las flores se observen mejor cuando la planta es un arbusto grande poco ramificado.
También son idóneas para cultivarse en forma de arbolito ya que sus racimos florales no cuelgan en exceso y por tanto permiten que la planta no sea excesivamente alta.
Al tener los racimos florales más cortos puede guiarse sobre una pérgola de no demasiada altura sin que los racimos bajen en exceso.
Pensemos que a la vez que florece las yemas de hoja se están abriendo de tal modo que en las últimas etapas de la floración ya hay hojas formadas sobre la planta pero brotan en un momento en que favorece su estética y que tapan la parte alta de los racimos de flores que es por dónde comienzan a abrir las flores y a caer según se van ajando. 
Glicinia japonesa:
Como hemos visto los racimos florales tiene mucha más longitud y cuelgan mucho más al florecer. Esta longitud casi obliga a cultivar estas glicinias conduciendo sus ramas principales en lo alto de un tronco único de bastante altura y guiando luego estas ramas principales horizontalmente sobre soportes bastante altos para que tengan altura suficiente para exhibir su floración de racimos florales tan largos .
Hacerlas crecer sobre soportes bajos como una pérgola que no sea muy alta provocará que sea incómodo transitar bajo ella ya que el extremo de los racimos florales quedaría muy bajo e iríamos dándonos con las flores sobre la cabeza.
Lo idóneo son árboles, cenadores de grandes dimensiones o pérgolas o estructuras de metal o madera cuya parte superior levante del suelo varios metros para que haya espacio en el que sea posible que los racimos cuelguen hacia abajo dejando espacio para estar bajo la estructura.
Creciendo de este modo ofreciendo una visión de la planta absolutamente preciosa a la vez que nos permitirá alcanzar fácilmente para deleitarnos con su delicioso aroma!!
Elección del lugar de plantación. Las glicinias, todas, las chinas y las japonesas, son plantas trepadoras de un vigor extraordinario. Si se encuentran a gusto pueden llegar a crecer en una sola temporada de un modo impresionante.
Todas las glicinias precisan sí o sí, varias podas. Una es la poda de floración, que se realiza al final del invierno. Las demás podas, son las podas de limpieza y se realizan en verano. Lo ideal es realizar varias podas durante esta estación pero como mínimo deberíamos hacer una si no queremos que la planta se nos desmadre. 
Es una trepadora que si no se poda su tamaño puede llegar a ser muy superior al lugar que se le tiene asignado. No podarla adecuadamente conduce a que la planta se torne enmarañada y que luego sea difícil de volver a reconducir.
Pueden cultivarse con un tronco único y formando una especie de arbolitos de copa amplia en un zona amplia del jardín dónde luzcan adecuadamente. Pero lo más habitual es hacerlas crecer para ser conducidas sobre pérgolas, cenadores, celosías, barandas o incluso tejadillos o fachadas.
Sea el lugar que sea el que elijamos deberíamos estar seguros que el acceso para podar esta planta varias veces al año es fácil.
Pensemos que muchas veces deberemos recurrir a escaleras para acceder a las zonas altas de la planta. Si en este lugar el equilibrio que tengamos es precario subidos a una escalera, constituye un verdadero peligro realizar esta tarea. Pero además, es que lógicamente nos dará mucha más pereza afrontar este trabajo si no es cómodo y fácil de acceder el lugar desde dónde tengamos que hacerlo.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es que la zona justo alrededor del tallo principal de la glicinia esté libre de plantaciones y podamos acercarnos con facilidad a él para poder eliminar los posibles chupones que aparezcan brotando de sus raíces.
Éste, la eliminación de estas ramas que brotan del portainjertos, no es un trabajo que deba aplazarse. Dejar chupones de otra variedad de glicinia sobre la que está injertada la que cultivamos, puede conducir a que, con su vigor, llegue a apoderarse del crecimiento y termine por asfixiar a la glicinia que realmente queremos que florezca. Igual que un rosal...
Si decidimos hacerla crecer sobre alguna infraestructura o soporte que tengamos en el jardín debemos ser conscientes de la capacidad que tiene esta planta de crecer. El tallito que apenas mide metro y medio hoy, cuando pasen unos años se habrá convertido en un verdadero monstruo. La planta adquiere dimensiones y peso muy considerable, de manera que el soporte sobre el que crece debe tener resistencia para aguantar la envergadura que adquirirá con el tiempo.
Las glicinias, a poco que se les permita, enroscan sus ramas en cualquier cosa que tengan cerca. Un tallo fino creciendo alrededor del barrote de una ventana no lo dañará pero ese tallo engrosará e irá estrangulando el barrote con el paso de los años.
Es decir, que las glicinias pueden dañar seriamente los soportes sobre los que crecen así que a la hora de proporcionarles uno, debe ser de unas características adecuadas.
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Y por último pero no menos importante es considerar el asombroso desarrollo de sus raíces a la hora de elegir la ubicación de esta trepadora en nuestro jardín. El sistema radicular de una planta adulta puede llegar a ser tan potente que conviene que no esté plantada cerca de cimientos de la casa o infraestructuras que puedan dañarse por las raíces y por el peso de la propia planta.
Razones para que nuestra glicinia no florezca.
Vaya por delante que plantar una Wisteria en nuestro jardín y que pasen varias temporadas sin ver una sola flor, es absolutamente normal. Lo habitual es que las glicinias tarden bastante en producir su primera floración.
Pero además de este comportamiento natural puede haber algunas razones que expliquen por qué nuestra glicinia no "quiere" premiarnos con sus espectaculares flores.
  • Una poda incorrecta puede explicar esta falta de flores.
  • Una ubicación inadecuada en la que no reciba suficiente horas de sol.
  • Falta de nutrición de la planta.
  • Exceso de aporte de nitrógeno en los abonados que le suministramos. El nitrógeno fomentará un gran desarrollo de hojas pero mermará la floración.
  • Exceso de sequedad en el suelo durante el verano que no permite la formación de las yemas florales.
  • La planta que tenemos proviene de la germinación de una semilla. Si este es el caso, lógicamente tardaremos muchos años en ver la primera flor. Pueden transcurrir 15/20 en tardar en florecer, de manera que habría que armarse de paciencia!!
Cuando florecen las glicinias?
Depende un poco del clima. La primera y más espectacular floración en mi zona se produce durante la segunda quincena de abril comienzan ya a estar en flor pero es un poco variable. El año anterior se retrasó hasta el inicio de mayo.
http://www.yunphoto.net/en/photobase/hr/hr7828.html
Ahora, durante el mes de julio se produce la segunda floración. Sin duda no es comparable con la de la primavera ni en cantidad de racimos florales ni en tamaño. Pero sí, nos premia con unas poquitas flores. Incluso en otros meses puede llegar a abrir algún que otro racimo suelto.
Este es un racimo que está alargándose y en un par de días comenzarán a abrir sus flores. Sí debo decir que el color ahora, en verano, es más intenso. Me gusta más incluso!! Lo uno por lo otro..jajaja :)
Qué hay del riego?
Durante el verano, entre julio y agosto, se forman los brotes florales que producirán la floración que vendrá la siguiente temporada. A pesar de ser las glicinias son plantas poco exigentes en ningún sentido y aguantan cierto grado de sequía, si durante el verano nuestra glicinia estuviera demasiado deficitaria en cuanto a su hidratación, podría ser también una causa para explicar esta falta de floración o al menos reducir la abundancia de ésta.
Las glicinias florecen en la madera creada el año anterior. Durante los meses de julio y agosto comienzan a desarrollarse las yemas florales que abrirán en primavera. Conviene asegurarnos de que precisamente, en este momento no le falte agua a la planta. Máxime si vivís como yo en una zona con clima muy caluroso y seco durante los verano. De sufrir sequía, estas yemas florales pueden a fracasar e provocar la ausencia de floración en primavera..
Y la nutrición? Las glicinias son de un crecimiento enorme. Si no presenta déficit apreciables en la coloración de sus hojas o está brotando con normalidad, no seria preciso aportes extraordinarios de nutrientes.
Si vemos preciso añadirle algo de fertilizante conviene hacerlo durante el final del verano/ comienzos de otoño para que pueda formar correctamente las yemas de flor de la siguiente primavera.
El fertilizante lo aplicaremos alrededor de la base de la planta tras un riego en profundidad. A continuación podemos trabajar someramente la tierra para incorporar el abono al suelo y después un segundo riego es todo lo que precisa.
No conviene aportar fertilizantes con demasiado nitrógeno.
Cómo podemos propagar nuestra glicinia?
Hemos mencionado la germinación de las semillas (en primavera) del interior de las vainas que caen al suelo de forma natural. Pero, como comentábamos, este sistema de reproducción conlleva un período demasiado largo a la espera de la floración de la nueva planta.
Otro sistema para propagar la glicinia es tomar esquejes. Éstos deben ser de madera blanda, sin lignificar (sin que haya creado corteza seca y dura exteriormente). Un buen momento para tomar material para esquejar es a finales de primavera o comienzos del verano y podemos usar las ramas que cortamos durante la poda de vera.
El tamaño de estas estacas deben tener al menos 3 nudos o cuatro hojas. Deberemos eliminar cualquier flor u hoja que exista en la mitad superior.
La parte inferior de la estaca deberemos practicarle un corte a un o dos centímetro por debajo de la yema inferior. 
Como cualquier otro esqueje, mojaremos la parte inferior del mismo y lo impregnaremos de hormonas de enraizamiento. A la hora de introducir la estaca así preparada en el sustrato para que enraíce, debemos tener presente que ahondaremos la estaca hasta que sus dos yemas inferiores estén ocultas bajo el sustrato.
Mantener la hidratación correcta y que los esquejes reciban luz pero no sol directo ayudará a la hora de enraizar.
Plantación de brotes basales. Como hemos comentado, suele ser frecuente la aparición de brotes que surgen del suelo cerca de la base de la planta. No son más que brotes que nacen de las raíces horizontales de la planta madre y que pueden llegar a ser plantas autónomas si las preparamos convenientemente.
Si nuestra glicinia está injertada y estos brotes surgen por debajo del punto de injerto, es decir, de las raíces, los brotes basales pertenecerán a la variedad de glicinia que ha servido de patrón
Es decir, si tenemos una glicinia china injertada sobre una glicinia japonesa (que es lo frecuente), y los brotes salen de la raíz, los brotes pertenecerán a la glicinia japonesa, y por tanto tendrá la floración de la variedad del portainjerto. Exactamente igual que en los rosales!!
De todos modos esto no tiene por qué ser un problema. Es posible que deseemos ampliar los tipos de glicinia que cultivamos en nuestro jardín.
Si este es el caso, antes de independizar este brote basal comprobaremos que en su parte inferior ha emitido sus propias raíces. Si es así, estupendo. Lo extraeremos procurando sacar la mayor cantidad posible de raíces para que el arraigo sea más fácil. Si logramos retirarlo con un pequeño pan de tierra, miel sobre hojuelas!!
Si por el contrario, al escarbar un poco alrededor del brote basal, viéramos que no tiene raíces propias, raparemos ligeramente la corteza exterior en la parte más inferior que podamos, siempre a un nivel que quede dentro del suelo. Este rapado fomentará que en ese punto surjan raíces en un tiempo.
Volveremos a cubrir la zona con tierra y mantendremos cuidadosamente la hidratación. Al pasar unos meses, veremos que se han desarrollado raíces suficientes como para independizarlo de la planta madre.
Estos brotes basales pueden ponerse en contenedores en los que nos resulte fácil controlar la hidratación en tanto vemos que están prosperando produciendo nuevo crecimiento. Una vez tengamos seguro su arraigo pueden ser trasladados a su ubicación definitiva.
Un último sistema de reproducción a mencionar es el acodo simple. Si tomamos una rama suficientemente larga como para que descienda hasta el suelo y haya todavía largo suficiente para mantener la parte final de forma vertical atada a un tutor, tendremos una rama adecuada para acodar.
El acodo es un sistema de reproducción vegetativa por el que obtenemos un "clon" de la planta que reproducimos. Es decir, una reproducción exacta (no como con las semillas). Si una parte de un tallo que tenga algún nudo, y le practicamos un pequeño corte sin llegar a romper la rama manteniendo esta zona bajo el sustrato y proporcionando humedad durante un tiempo, en ese punto llegarán a brotar raíces.
Mientras lo hacen, la planta madre suministrará hidratación y alimento al acodo por lo que se trata de un sistema mucho más fácil que los esquejes para reproducir las plantas.
Cuando estas raíces se han desarrollado la nueva planta ya puede abastecerse ella misma del agua y nutrientes así que es el momento de independizarla de la planta madre. Una vez separada podemos llevarla al lugar de plantación que consideremos oportuno.
Si alguno de vosotros quiere ver el sistema de reproducción por acodo paso a paso, puede visitar este artículo en el que se habla del acodo simple de un rosal. El sistema es exactamente el mismo.
Es resistente a las heladas las glicinias? Pues la respuesta es sí y no. jajajajja Y eso como va a ser cierto? Pues lo es. La planta en sí misma puede soportar muy bajas temperaturas. Las heladas por encima de -5º /-7º C no suelen representar ningún problema.
Ahora bien, si se produce una helada una vez están engrosadas las yemas florales, éstas fácilmente pueden congelarse.
Doy buena fe de ello. Eso justo es lo que me ha pasado este año con unas heladas tardías que se produjeron en mi jardín. Las yemas florales engrosadas, incluso muchas empezando a abrir, una noche de helada profunda...y al traste con casi toda la floración!!! La mayoría de capullos amanecieron lánguidos y apagados para secarse en pocos días y caer sin llegar a ver las flores.
Aquí los tenéis!! Ya estaban empezando a alargarse...quince días y hubiera florecido espectacularmente a pesar de llevar conmigo solo tres temporadas. Pues no, veintitantos de marzo y heló...
Contrae con facilidad enfermedades y es atacada por plagas?
Pues no, en general se trata de una planta sana y vigorosa. Sin embargo puede verse afectada por pulgones que una buena rociada con agua y jabón potásico darán solución fácilmente al problema.
Sí hay otra plaga de mucha más gravedad y que no es que sea frecuente pero puede ocurrir. Son los barrenadores de las glicinias. Se trata de escarabajos que, metiéndose por los cortes de las ramas, penetran en el interior e impiden que el agua y los nutrientes circulen a través del tallo con normalidad. Taponar con cola los cortes de las ramas principales cuando practicamos la poda creo que es un sistema preventivo que no cuesta demasiado y puede evitar problemas.
María.

NOTA
Quizás también pueda interesarte el artículo sobre cómo se realiza la poda de esta planta en verano. Es un tutorial con explicaciones detalladas y todo lujo de fotografías para que no tengáis problema alguno a la hora de podar esta planta por muy novato que se sea.
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Deadheading: La eliminación de las rosas marchitas / poda de limpieza

Eliminar las rosas marchitas de nuestros rosales es una tarea que todos los aficionados a su cultivo hacemos habitualmente según se producen las floraciones. Es lo que en inglés se conoce como "Deadheading".
Además de constituir una labor que da un aspecto acicalado y limpio al arbusto, también anima a la planta a que vuelva a florecer.
Este asunto no parece presentar controversia. No así el modo de efectuar esta limpieza. 
Cuando el rosal ha producido sus flores y si éstas son polinizadas, engrosará su cáliz y la zona por debajo de los pétalos desarrollará lo que llamamos "escaramujos" o "Cinorrodones". Se trata del fruto el rosal y en su interior se encuentran las semillas que posibilitarán reproducirse al rosal.
Podríamos considerar de alguna manera que si dejamos las rosas secas sobre el rosal sin eliminarlas el rosal "considera" que ya ha cumplido su ciclo, es decir, que llegue a fructificar y formar semillas y por tanto ya no "tiene interés" en producir más rosas que a su vez formen escaramujos con semillas ya que ya las ha formado al no eliminarle las rosas secas.

Por el contrario, eliminarlas lo antes posible nos permite "engañar" al rosal haciéndole creer que ha fracasado en su proceso reproductivo y al no haberle permitido formar los escaramujos, gastará su energía intentándolo de nuevo con futuras floraciones para llegar a su meta final que es la formación de semillas para reproducirse.
Permitiendo al rosal que cumpla su ciclo, es decir, que llegue a fructificar es posible que el rosal siga produciendo rosas pero indudablemente lo hará en menor número ya que gastará su energía en la formación de unos frutos  que en este momento no deseamos.
Por tanto, la eliminación de forma continuada de las rosas marchitas ayuda y anima al rosal a ofrecer floraciones más adelante. Pero sepamos que no siempre la flor es polinizada. Cuando la rosa no llega a fertilizarse el pequeño tallo que la sostiene (Pedúnculo, cuando es una flor en solitario y pedicelo cuando se trata de un grupo de rosas) se seca y la flor termina por caer.
Así, aunque la razón principal por la que eliminamos las flores marchitas sea que el rosal conserve su energía no en producir frutos si no la formación de nuevas rosas, ésta no es la única.
Eliminando las rosas marchitas estamos eliminando escondites estupendos para todo tipo de plagas que se alimentan de ellos. Pero además, con este proceso de limpieza que bien puede calificarse de poda, en cierta medida también estamos favoreciendo la circulación del aire dentro del rosal al eliminar parte de su vegetación. Por tanto en alguna medida estamos evitando también enfermedades fúngicas.
Trips, tijeretas y muchos otros insectos prefieren lugares con materia en descomposición. Las rosas secas prendidas del tallo y los pétalos que caen alrededor de la base del rosal acumulándose en el suelo y formando a veces capas algo gruesas, son un lugar idóneo para estos insectos.
En todo caso, no hace falta aclarar que estamos hablando de limpiezas de rosas marchitas producidas en primavera y verano. No de las últimas rosas que produce el rosal al llegar al final de la estación.
Como en otros artículos hemos comentado, estas últimas rosas conviene no eliminarlas precisamente para favorecer que el rosal pueda cumplir del todo su ciclo y animarle en cierta forma a entrar en letargo. Podar estas rosas (que eso viene a ser lo que hacemos al eliminar vegetación) anima al rosal a seguir intentando fructificar y con ello a seguir emitiendo vegetación lo que puede ser peligroso en un momento ya del año en que es habitual que desciendan las temperaturas y este nuevo crecimiento no tendrá tiempo de llegar a madurar de manera que las heladas del invierno es posible que lo dañen.
Tampoco es el caso de rosales cuyos escaramujos especialmente hermosos queremos disfrutar como los que producen los rosales rugosa. Evidentemente si eliminamos las rosas marchitas, los escaramujos no podrán formarse.
Bien, pues si todos estamos de acuerdo en la conveniencia de eliminar las rosas según van marchitándose, en qué parece haber controversia? Pues en el modo de hacerlo
He tenido la curiosidad de buscar información en páginas especializadas y de pedir opinión a amigos jardineros preguntándoles sobre cómo lo hacen ellos. Al final he comprobado que cada maestrillo tiene su librillo, como tantas veces!!
He visto posturas de lo más diverso:

  • Especialistas en el cultivo de rosas que defienden acaloradamente que el corte cuando se elimina una rosa marchita debe efectuarse por encima de la primera o segunda hoja completa (normalmente se llama así a la hoja de cinco folíolos). 
  • También he visto quienes sostienen que debe realizarse justo por la parte baja del peciolo o pedicelo
  • Hay quienes incluso las eliminan con el método que podemos llamar "sin tijeras"... En fin, que el surtido de procedimientos es variado.

A mí, personalmente, las cosas demasiado rígidas no me gustan. Creo que a veces distintos caminos conducen a las mismas metas y afirmar de modo tajante que las cosas siempre deben hacerse de un modo determinado, además de erróneo constituyen a veces afirmaciones que son difíciles de llevar  a cabo.
Ni todos los rosales florecen del mismo modo (Los hay que florecen en solitario, los hay que florecen en grupo..). Ni todos los rosales presentan la misma dificultad para efectuarles esta limpieza (Está claro que no podremos eliminar con la misma frecuencia y facilidad las rosas de un arbusto de un metro que las de un trepador o un rambler que cubra una pared de tres o cuatro metros). Ni buscamos siempre los mismos resultados con ellos (En ocasiones no queremos que un determinado rosal se haga demasiado alto. Otras pretendemos lo contrario...) Ni están en el mismo momento de crecimiento (Si llevamos a cabo la afirmación de que debe cortarse cada rosa seca por debajo de una hoja de cinco folíolos en un rosal que se plantó hace solo unos meses, con cuatro tijeretazos nos quedamos sin rosal)... 
Por eso, porque las situaciones son tan distintas creo que las afirmaciones categóricas valen de poco. Y pienso que lo más acertado sería eliminar estas rosas ajadas dependiendo de estas variables. No siempre las eliminaremos de la misma forma ni en el mismo momento.
Indudablemente la altura a la que efectuamos el corte en el tallo tendrá unas u otras consecuencias en el crecimiento del rosal. Luego hablamos de ello.
Si os parece, voy a comentar primero algunas de las formas en las que efectuamos la limpieza de los rosales sin utilizar las tijeras
Son casos en los que no aplico en absoluto la regla de cortar por encima de una determinada hoja: En algunos de estos casos no estoy eliminando las rosa completamente, por ejemplo cuando uso la manguera pero sí limpio el rosal y le quito de encima todo ese material seco que tanto le afea.
En rosales trepadores con difícil acceso.
Un rosal trepador adulto puede alcanzar varios metros de alto. Suelen estar encaramados a pérgolas, cenadores o adosados a muros y acceder a todas sus ramas se hace imposible si no es con ayuda de una escalera. Como es normal este trabajo puede hacerse solo de vez en cuando.
Para cualquier jardinero es impensable estar cada pocos días con una escalera a cuestas y la limpieza de este tipo de rosales es imposible hacerla de modo tan frecuente y escrupuloso como uno arbustivo por razones obvias.
No obstante para casi todos nosotros es inaceptable mantener el rosal con todas esos pétalos oscuros y resecos colgando de sus ramas hasta que el viento o ellas solas, terminen por caer.
Por razones de higiene y salubridad, nuestra aspiración es que el rosal, presente lo antes posible un aspecto más limpio y aceptable y para lograrlo, muchos de nosotros usamos el chorro a presión de una manguera dirigido a las partes altas del rosal.
No es una limpieza de los tallos florales, por supuesto, pero sí de los pétalos secos, lo que resulta suficiente para que el rosal vuelva a lucir con buen aspecto al menos provisionalmente.
La manguera nos posibilita acceder a alturas que sería imposible a mano. 
Esta limpieza a base de agua no nos libra de la tarea de eliminar verdaderamente los tallos florales usando una escalera o el medio que esté a nuestro alcance para eliminar con tijeras los cálices ya sin pétalos. Pero al menos con la manguera quitaremos del rosal todo este material muerto que lo afea y lo pone en peligro de contraer enfermedades.
La pega (inevitable) es que el suelo alrededor del rosal termina lleno de pétalos lo que obliga a barrerlos. 
Otro caso en que la limpieza del rosal solo la hago de vez en cuando son los rosales rambler. Sería un trabajo de chinos ir cortando rosita por rosita según van ajándose así que cada dos o tres días con el chorro de la manguera dirigido hacia los grupos de rosas es suficiente para que los pétalos de las rosas que están marchitas caigan, dejando el resto del grupo que contiene capullos sin abrir y rosas aún frescas, en buenas condiciones. Luego, cuando puedo, elimino todo el grupo  de rosas, incluso a veces no puedo afrontar este trabajo y cuando ha terminado toda la floración elimino los grupos de rosas marchitas, ya enteros y con tijeras.

"Zarandear" un poco los grupos de rosas cuando parte de ellas están pasadas pero aún quedan capullos por abrir me resulta cómodo para renovar el aspecto de los rosales rambler. Un ligero movimiento de las ramas para que se sacudan y todos los pétalos secos caen volviendo a tener buen aspecto el rosal completo. Caerán solo los pétalos de las rosas secas permaneciendo en las ramas los capullos sin abrir y las rosas en buen estado.
Igual que en el caso anterior, de vez en cuando, cuando tengo un rato libre, quito con atención todos los grupos florales ya marchitos eliminándolos con tijeras para favorecer que haya más rosas más tarde..



Quitar pétalos con la mano. Suelo hacerlo en rosales de fácil acceso cuando no quiero pararme o no puedo actuar con las tijeras. Al menos les elimino el mal aspecto de las rosas secas. Pero especialmente lo uso en los rosales que florecen en grupo. Sabemos que mientras algunas de las rosas están ya pasándose, otras apenas están abiertas e incluso hay capullos que tardarán todavía unos días en abrir.



Eliminar casi a diario estas rosas que forman parte de un grupo con las tijeras supondría un trabajo demasiado minucioso que yo al menos solo podría afrontar si cultivara solo unos pocos rosales pero yo tengo en el jardín muchos híbridos de musk, floribundas...que florecen de esta manera, formando ramilletes. No puedo plantearme ir cortando con las tijeras rosa por rosa!! Creo que es más práctico aplazar la eliminación de todo el grupo para cuando todas sus rosas estén marchitas. Unos días solamente no es plazo suficiente para que el rosal forme escaramujos y malgaste energías que conviene dedicar a nuevas floraciones.
Luego, cuando tengo un rato libre me dedico a eliminar el grupo de rosas una vez todas abiertas.

No me gusta ver rosas secas en los rosales. En ninguno!! Así que es raro el día que no hago un paseo capazo en mano para limpiarlos. Pero además, no solo lo hago por razones estéticas si no porque a la larga, me ahorra tiempo de barridos del suelo que rodea los rosales. De esta forma, recogiendo con la mano los pétalos que están a punto de caer evito basura sobre la tierra. Si dejamos las rosas secas demasiados días terminan por caer ellas solas al suelo y al final, lo que te ahorras en trabajo de quitar rosas lo gastas en barrer.

Por cierto... cada vez que voy llenando el capazo pienso que las rosas son bonitas incluso cuando están todas juntas aunque sean marchitas. O no? Mirad!

Sin duda limpiar el suelo a veces es un trabajo que es inevitable, como el caso de los trepadores o cuando uso la manguera. Pero una cosa es barrer unos cuántos rosales y otra bien distintas tener que barrer la zona de alrededor de todos ellos.
Y por mucha pereza que nos dé, si los pétalos se van acumulando en el suelo, no deberíamos aplazar la limpieza del suelo mucho tiempo. Los pétalos húmedos por el riego terminan pudriéndose a los pies de los rosales y esto no redunda en beneficio de ellos en absoluto.

Como sabéis cultivo varios rosales rugosa. Me encanta la floración de estos rosales pero no podría decir que sus escaramujos me gusten menos que las rosas. El año pasado eliminé las rosas marchitas y dejé sin cortar para que hicieran escaramujo las últimas de la temporada. Esta temporada me gustaría aumentar el número de escaramujos que disfrutaré en otoño.

Este año quiero probar hasta qué punto van a seguir floreciendo aún sin eliminarles las rosas. De esta manera, las rosas que sean polinizadas desde la primavera estarán formando escaramujos lo cual imagino que aumentará el número de los que habrá en otoño. 
Seguramente reflorecerán menos pero creo que no me importará demasiado si a cambio puedo disfrutar de muchos más escaramujos en otoño. De manera que he decidido a ver qué tal resulta, ir eliminando los pétalos solamente para que los rosales tengan un aspecto limpio pero dejarlos como digo, el cáliz para que fructifiquen.



Otra forma de eliminar las rosas es hacerlo sin tijeras, a mano. No siempre vamos con las tijeras encima. Cuántas veces estamos paseando por el jardín y vemos un par de rosas pasadas? No sé vosotros, yo no puedo remediarlo. Es imposible dejar aquel colgajo prendido de lo alto de la rama!! No siempre vamos a desplazarnos en busca de las herramientas de cortar así que yo al menos, aplico una limpieza en plan "rápido" que es simplemente eliminar  la rosa sin tijeras, a mano. Que por cierto, luego termino el paseo con dolor de dedos tratando de apretar en el interior de mi puño todas las rosas que a mi paso he ido eliminando ajajjajaja


Esto debería de hacerse con cuidado de no producir rasgados del tallo. Lo mejor es asir con fuerza con dos dedos la base del cáliz de la rosa y con el resto de dedos tirar del peciolo (o pedicelo) hasta que éste se tronche. 




Pensemos que todo este pequeño tallo que queda no recibirá savia y morirá, es preferible por tanto que sea lo más corto posible para no estropear el aspecto del rosal con ramitas secas o muertas.


Y por último otro caso en que no aplico la famosa regla de cortar por encima de una hoja determinada: los rosales recién plantados. Como es lógico no han tenido tiempo de desarrollarse. Apenas si tienen unas ramitas que no levantan dos cuartas del suelo pero muchos de ellos ya presentan maneras desde que son bebés y se afanan en florecer aunque parece que a duras penas pueden con el peso de las rosas que producen. 
Este Rosa 'Pierre de Ronsard' apenas lleva unos meses en el jardín pero ahí lo tenéis, con una rosa del tamaño casi de un rosal adulto de su variedad y con más capullos por abrir. Está claro al menos para mí que no conviene quitarle demasiados tallos ni hojas, los precisa para hacer la fotosíntesis y seguir creciendo así que corto la rosa justo por debajo del peciolo. Sin más y sin eliminar hoja alguna que tan necesarias son en este momento para el rosal.


Como acabamos de ver no siempre eliminamos las rosas cortándolas por esta o aquella altura. Pero indudablemente tarde o temprano, tendremos que eliminar los tallos que han producido rosas aunque momentáneamente lo hayamos aplazado unos días con los sistemas anteriores que más que eliminar, adecenta el aspecto del rosal de forma rápida.
Es aquí dónde quizás pueden surgir más dudas a alguien que comienza en el cultivo de rosales. Tampoco en este aspecto tengo reglas taxativas. Por dónde corto? Pues depende... jajajaja Vamos a analizar un poco más esta labor.
El 'Deadhesading' del que estamos hablando además de favorecer la salud del rosal y nuevas floraciones no deja de ser una poda distinta de la habitual pero poda al fin y al cabo. Creo que es un buen momento la eliminación de las rosas para que "en paralelo" efectuemos a los rosales lo que se llama una poda de limpieza.
Esta poda de limpieza podremos efectuarla a lo largo de toda la temporada de floración, incluso más de una vez.
Y es aquí dónde a la vez que eliminamos las rosas muertas podemos dedicar de vez en cuando algo más de tiempo y mirar el rosal en su conjunto, cortando algunas ramas que den a la planta una forma equilibrada.

Creo que es una manera de mantener los rosales con formas más armónicas y de otra parte, como decíamos arriba, contribuye un poco a favorecer la aireación al eliminar algunas ramas junto con las rosas pasadas.
No se trata de la poda apurada del final del invierno. Ni mucho menos!! Pero sí conviene a la vez que eliminamos con tijeras las rosas ajadas, aprovechar para realizar algunos cortes allí dónde nos parezca que el rosal lo precisa.
No podría afirmar que cortar más o menos arriba favorezca en mayor o medida las nuevas floraciones. De manera que para mí, el hacerlo de un modo u otro depende más del crecimiento que en ese momento tenga un rosal, es decir, de la forma que ha adquirido y del grosor del tallo que dejo al nivel al que efectúo el corte. Luego me extiendo más en este aspecto.
De ahí que aunque lo de quitar las rosas con la mano, tronchando el peciolo es un sistema que mucha gente ha seguido de siempre porque es muy cómodo y rápido, yo sinceramente  le veo el inconveniente de que con esta forma de hacerlo no se "interviene" en la formación del rosal
Es decir, si unos tallos han crecido demasiado, sobresaliendo en exceso del volumen general del arbusto, quedarían a la misma altura una vez hemos cortado con las manos el peciolo que unía la rosa a él.
No digo que cada vez que corto con tijeras algunas rosas de un ejemplar efectúe esta poda de limpieza que antes mencionaba pero sí la realizo al menos una o dos veces durante la temporada de floración. Pondría un ejemplo que creo que es muy claro. Seguro que todos nos hemos fijado que nuestro cabello no crece igual y a la misma velocidad en unas zonas que en otras. Las patillas suelen hacerlo con más rapidez. Pues los rosales también tienen crecimientos dispares en algunas de sus zonas.
Voy a poner a modo de ejemplo de lo que comento un rosal que tiende a emitir algunas veces tallos que sobresalen bastante de la altura general del arbusto. De repente una o varias de sus ramas crece más que los demás y en su cima surgen un buen manojo de capullos. Se trata de Rosa 'Munstead Wood'. Si a la hora de eliminar rosas marchitas cortamos siempre a la misma altura tratando de aplicar una "regla" siempre igual, el arbusto quedará con una o varias ramas que sobresalen y lógicamente los siguientes vástagos que vayan brotando lo harán también a más altura que los que broten del resto de ramas de longitud normal.


Aun de forma más acusada le ocurre de Rosa 'Perle d´Or'. Es un rosal que resulta curioso en este sentido. En general tiene tallos no demasiado gruesos y su aspecto es frágil pero de entre medio de la vegetación surgen a veces tallos muchísimo más vigorosos que el resto y con un gran número de rosas en la cima que están a una altura muy superior al conjunto del arbusto.

Por tanto, parece lógico que aunque acostumbremos a cortar por encima de una hoja de al menos cinco folíolos, en este caso cortemos más abajo para igualar un poco la altura de todas las ramas.
La tan repetida regla de una hoja de al menos cinco folíolos no es que no tenga sentido. Lo tiene sin duda. Si nos fijamos, muchísimos rosales tienen hojas de tres folíolos en la parte superior de las ramas (La zona que va creciendo en último lugar) y según descendemos en el tallo las hojas son ya de cinco o siete folíolos dependiendo de la variedad. Descender en el tallo supone que hablamos de un grosor superior. Es decir, las hojas no verdaderas (las de tres folíolos) crecen en la parte del tallo más delgado.
Si siempre cortamos muy arriba del tallo debemos pensar que estamos favoreciendo que los siguientes brotes surjan también a esa altura del corte o ligeramente por debajo de él. 
Tendremos que tener muy claro que no brotará un tallo de mayor diámetro o grosor que el tallo del que surge.
Así pues lo razonable parece cortar no tan arriba que los nuevos vástagos sean tan delgados que no puedan sostener el peso de las siguientes rosas. Pero no tan abajo que eliminemos demasiadas hojas que el rosal precisa para realizar su fotosíntesis y seguir creciendo.
El punto en el que el tallo tiene un diámetro razonable para que el nuevo brote surja con fuerza y emita una rosa de buen tamaño sin que se doble, ese será aproximadamente el punto por dónde deberemos cortar para eliminar las rosas pasadas.
No debemos perder algo importante de vista. Es el hecho de que es preferible cortar siempre por encima de una yema que esté orientada hacia el exterior del arbusto y no hacerlo demasiado lejos de ella. Hacerlo sobre una de la que se emita una rama hacia el interior es quitar luz y ventilación al rosal. Además de afear su aspecto.
Si queremos ya rizar el rizo debería decir que el corte debe ser ligeramente inclinado hacia fuera de la yema para evitar que el agua rebose hacia la axila. Pero que queréis que diga? Reconozco que con vértigo, encaramada a una escalera a la que me aferro como un gato porque estoy temiendo ir al suelo.... siempre me cercioro de que el corte tiene esta o aquella inclinación? Pues no, la verdad. Para qué voy a mentir. Corto por dónde puedo. Ya me doy con un canto en los dientes si logro llegar a todas las ramas que pretendo!! jejeje
 
En todo caso no es cuestión de acercarnos desde el inicio al rosal y eliminar las rosas. Yo prefiero alejarme un poco, ver la planta en su conjunto. Observar su forma y así sé cuando me dispongo a eliminar las rosas secas, si tengo que eliminar además alguna rama que sobresalga o que descompense el aspecto global. Es preferible usar esta labor de poda para ir conformando el crecimiento del rosal en la forma que nosotros busquemos o que convenga con relación a las plantas que lo rodean e incluso "conducir" con esta poda el nuevo crecimiento en la dirección que nos interese.
Como siempre repito, lo mejor que podemos hacer para cuidar bien nuestros rosales es observarlos. Ver cómo crecen, de qué manera florecen, qué grosor de tallo es suficiente para que la rosa se sostenga... Indudablemente según pasan las estaciones sabremos más de cada variedad de rosal que cultivemos. Todos no tienen el mismo comportamiento. Y la experiencia nos hará tener seguridad para elegir una u otra altura de corte dependiendo de nuestro rosal.
Os puedo comentar que suelo hacer anotaciones de las podas que realizo a mis rosales. Son cuatro apuntes sobre qué tipo de poda he aplicado a cada rosal que no me lleva más de un minuto el hacerlos. Igualmente anoto también algunos comentarios sobre esta poda de limpieza de algunas variedades.
Pretender acordarse de memoria de lo que hicimos la primavera pasada, al menos para mí es imposible. Estas anotaciones me resultan de suma utilidad para seguir aplicando las mismas técnicas o, si veo que no han dado resultado, variarlas.
Si el rosal está creciendo año tras año en la forma que uno desea y está floreciendo magníficamente, está claro que estaremos usando una técnica de limpieza adecuada. Sea la que sea. Sea por encima de la primera hoja de cinco folíolos o por debajo de la segunda.
Sí debemos saber algunas "reglas" de crecimiento y floración que pueden ayudarnos a elegir el punto adecuado para hacer los cortes.
Cuánto más abajo cortemos más fuerte será el vástago que surja de este corte (de las yemas cercanas por debajo del corte). La siguiente floración tardará algo más en producirse porque el rosal precisará de más tiempo para emitir sus nuevos tallos. Las nuevas rosas tardarán más también en formarse y abrir pero serán más grandes y probablemente sean también en menor cantidad. Es decir, que el tamaño de las rosas futuras estarán en proporción al diámetro de las ramas de las que brotan. Cómo hemos dicho hace un instante, si cortamos muy arriba, por una zona en la que la rama es muy delgada, los brotes que surjan de ella serán ligeramente más delgados y seguramente no producirán rosas tan grandes como si el corte lo realizamos algo más abajo dónde la caña sea de mayor diámetro.
También deberíamos tener presente que debemos dejar suficiente follaje en el rosal para que pueda producir las siguientes floraciones.
Otro aspecto que seguramente vosotros habéis observado en vuestros rosales es el hecho de que no es excepcional que las primeras rosas de la primavera surjan sobre hojas de tres folíolos. Por el contrario las que se producen en momentos más avanzados de la temporada suelen ser sobre hojas de cinco o siete folíolos. Sin duda esto no puede afirmarse de forma rigurosa, hay excepciones de todo tipo pero en general suele ser así.
No quiero terminar este artículo sin comentar que si nos interesa reducir un poco el tamaño de un rosal que ha llegado a más altura de la que queremos hacer una liminación de las rosas secas a mano como explicábamos en la parte inicial de este post, no nos ayudará a controlar su tamaño. Al contrario, el nuevo crecimiento comenzará muy poco por debajo de dónde se corta y por tanto es de prever que el rosal siga ganando altura a lo largo de los meses que seguirán a la primera floración.
De todos modos sepamos que lo de "controlar el tamaño" de una planta mediante poda siempre es relativo. Las plantas tienden a convertirse en los que son por naturaleza y la poda excesiva solo termina en una reducción muy provisional del tamaño de una planta pero a la larga, estamos fomentando un crecimiento mayor con las podas muy apuradas.
Es preferible buscar mucha información sobre un rosal antes de plantarlo en nuestro jardín y asegurarnos del tamaño que alcanzará en la madurez. De lo contrario, deberemos estar siempre podadora en mano y estaremos a la vez desnaturalizando el crecimiento de esa variedad no permitiendo que luzca según su tendencia natural que es la que proporciona belleza a los rosales.
Aunque al menos en la zona dónde está mi jardín no he tenido nunca este problema sí quiero mencionarlo aquí. Hablo de los barrenadores o taladros del rosal (insectos que penetran en el interior del tallo, comen su médula y van escarbando en su interior una galería mientras descienden llegando a poner incluso huevos en su interior a la vez que el tallo va muriendo progresivamente). Se trata de una peligrosa y verdadera plaga.
Según tengo entendido quienes la padecen en sus rosales tras la poda sellan los tallos con, masilla, pasta cicatrizante o una simple cola blanca (que aguante el agua para que con la lluvia no desaparezca).
Afortunadamente ya digo que no he visto de momento estos simpáticos visitantes en mis rosales pero no quiero pensar en el trabajazo que supone ir sellando corte por corte. Pardiez! Pardiez!! :S
Termino con algunos comentarios sobre esta poda de limpieza en rosales trepadores. Hablo de trepadores y no de rambling, eh!
Seguro que habéis comprobado como vuestros rosales trepadores una vez han emitido la primera floración es frecuente que comiencen a formar largos tallos que sobresalen de la estructura a l que suelen estar sujetos. 
A mí me da una rabia increíble. Te ocupas cuando haces la poda de febrero de atarlos bien, de que estén bien distribuidas todas sus ramas... y tan pronto termina la primera floración empiezan a crecer como locos!! Muchas veces vemos el rosal con ese aspecto de enloquecido y no estamos seguros de qué hacer con esas ramas que recién han salido.
A ver, cada jardinero tenemos nuestra forma de actuar y formas distintas a veces dan buenos resultados. Os explico qué hago yo sin decir que sea lo que necesariamente se tiene que practica. Está claro!
También en el caso de los trepadores hay diferencias. Tengo rosales trepadores que emiten sus flores en el final de tallos cortos. En ese caso corto poco y dejo suficiente tallo par que tenga algunas hojas.

Pero tengo otros que ya de por sí emiten las primeras flores en el final de tallos muy largos. Si cortara muy arriba, muy cercano a la rosa, los siguientes tallos que surgirán y que estamos comentando que salen disparados hacia fuera del arbusto, lo harían ya a una distancia excesiva del rosal con lo que estaría ayudando a que fueran aún más largos y sobresalieran más.

En esos casos el corte lo efectúo más abajo, más cerca de la rama principal. De las yemas que hay en las axilas de las hojas que dejo brotarán las nuevas ramas, y si el rosal es refloreciente, algunas presentarán rosas en los siguientes meses.

Quiero comentar también un caso muy frecuente cuando cultivamos un trepador. Es el de un ejemplar que aún no ha llegado a ocupar toda la zona que queremos que cubra.
Son rosales que todavía no han tenido tiempo de desarrollar toda su estructura así que a la hora de eliminar estas rosas pasadas podemos aprovechar para ayudar a que crezcan de la manera que nos conviene.
Mientras no van brotando desde abajo nuevos vástagos fuertes y largos que vayan cubriendo la zona, provisionalmente lo que hago es fomentar el crecimiento de determinadas ramas para que cubran zonas de la pared. Más tarde, en una o dos temporadas, el rosal ya tendrá ramas suficientes desde el suelo para colocarlas en forma más o menos de abanico y que tapen la pared o el soporte sobre el que crece. 
Si una de las ramas principales ha emitido rosas en su final, está claro que por ahí no va a seguir creciendo. Si me interesa que esa rama alcance una altura mayor o siga creciendo en determinada dirección, lo que hago es usar la última rama lateral que llevaba flor para convertirla en la prolongación de la rama principal tumbándola en el mismo sentido que llevaba ésta.
No sé si me explico. Esta última rama floral, la que está más próxima al extremo superior de la rama principal, no la corto muy abajo al eliminar la rosa que tiene. La corto lo imprescindible de manera que el largo de esta lateral me sirve para dejarla crecer y que se constituya en "la prolongación" de la rama principal de la que ha brotado. 
Cuando de las yemas de esta lateral van brotando ramas largas en verano/ otoño, las uso para ir rellenando la parte de pared, pérgola o lo que sea que me interese.
A ver si se entiende mejor con esta imagen. Yo creo que sí.

Vemos por tanto que lo que parece una simple limpieza de flores secas es mucho más. Un modo de conservar la salud de nuestros rosales; una labor que los ayuda a volver a emitir más flores pero además también una oportunidad para ir guiando el desarrollo del rosal de la forma que deseamos.
Espero que os haya parecido interesante este artículo. Que tengáis buena tarde, amigos!!
María.
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