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Rosa 'Purple Skyliner'. Un rosal rambler muy variable de color (violeta o púrpura)

Creo que es el rosal cuyo color es más cambiante en mi jardín. Es muy difícil definir el color de Rosa 'Purple Skyliner' porque éste varía según la luz que incida sobre él y los tonos que presenta durante la mañana más tendentes a los púrpuras se tornan claramente más violetas, más azules, cuando el rosal está completamente en sombra y llega el atardecer.
Pero además es que las flores van cambiando de color desde que apenas forman los diminutos capullos hasta que están maduras y comienzan a ajarse. Pasa por toda la gama de magentas, púrpura violáceos, malvas...

Rosa 'Purple Skyliner' es un rosal rambler (sarmentoso) de floración repetitiva y registrado bajo el nombre de Franwekpurp en Reino Unido en 2002. Un cultivar que debemos al obtentor Frank R. Cowlishaw.
Suele compararse con Rosa 'Veilchenblau' aunque este rambler no tiene la capacidad de repetir floración y probablemente es algo más vigoroso que PS cuyo tamaño final es algo más pequeño.
Parece ser que puede alcanzar los 150/300 cm según la página de HMF dependiendo de que se cultive como arbustivo o permitiéndole crecer como rambler.
Las rosas de esta variedad son chiquitas. Ya lo veis en estas fotografías. Apenas 4/5 cm. Semidobles. Con unas preciosas pinceladas blancas. 



Se abren en el extremo de las ramas nuevas de un año y en las laterales de madera ya madura, en forma de grupos formados por un infinito número de capullos extraordinariamente pequeños y bonitos.



Abre sus pétalos casi horizontalmente formando una rosa bastante plana y ofreciendo en la madurez un corazón blanco sobre el que brillan sus dorados estambres y desde el que las pinceladas blancas llegan a teñir algunos de sus pétalos. No puede decirse que esta rosa no destaque por su belleza a pesar de su tamaño!!

Hablemos un poco del color de este rosal y de otros en la misma gama de púrpuras/violetas. 
El resultado final (global) del color es una combinación de tres factores: Temperaturas, sol que recibe y pH del suelo dónde se cultiva.
El año pasado no disfruté en exceso de la floración de este precioso rosal y ello porque en primavera era demasiado chiquito para dar muchas alegrías y en verano literalmente se achicharró por una ola de calor que se produjo. Me vi obligada a defoliarlo y hasta el otoño no llegué a verlo con una floración digna de ser llamada como tal.

Me parecieron un tanto púrpuras para mi gusto y me decepcioné un poco porque lo que quería en esta zona dónde lo cultivo era un rosal todavía más en la gama de violetas. A pesar de todo debo decir que he visto rosales de esta variedad cultivados en suelos alcalinos y en los que domina sin duda los magentas y púrpuras sin apreciarse casi tendencia a los malvas. Hay que tener en cuenta que el suelo de mi jardín es granítico, ácido y ello influye en el color con el que los rosales florecen.

Todos sabemos lo cambiante que puede ser el color de las floraciones de las rosas dependiendo del suelo y del clima dónde se cultivan. Rosa 'Purple Skiliner' lo es especialmente.
Estuve leyendo y comprobé que había aficionados a las rosas que afirmaban que este tipo de rosas son más azuladas si se cultivan en suelo ácidos y si además están en jardines con no demasiado calor.


La temperatura que puede alcanzar mi jardín no está en mi mano modificarla y hasta que los árboles de esta zona del jardín crezcan no verterán sobre el rosal su sombra para protegerlo del sol del mediodía.

Pero pensé que podría experimentar qué resultados me daría en este sentido bajar algo el pH del suelo de este rosal.
Consideré la posibilidad de utilizar para ello azufre en polvo pero desistí ya que este producto tiene mejor resultado mezclándolo con el suelo en los 30 cm primeros. El hecho de que el rosal ya estuviera plantado y por tanto desarrolladas sus raíces me echó para atrás en el intento por temor a dañar el cepellón.
Con esta idea y dejado transcurrir un semana desde que aboné con fertilizantes orgánicos los rosales,  apliqué 50 gramos de sulfato de hierro a la zona alrededor de la base de este rosal y lo mezclé someramente con el suelo. Usé sulfato de hierro del granulado marrón, no el verdoso claro de partículas más finas y que suele emplearse disuelto en el agua del riego. Removí un poco la tierra y regué en profundidad.

También cambié sobre el suelo el acolchado que acostumbro a poner en la base de los rosales (Que este año ha sido a base exclusivamente de compost de fabricación propia) y sobre él madera troceada bastante pequeña. Pero este año añadí algo de turba rubia a este acolchado con el fin de que la lluvia y el riego posteriormente cuando fuera tiempo de regar fueran acidificando también algo más el suelo.

Evidentemente este tipo de experimentos tratándose de una sola vez y de un solo rosal no pueden llevar a ninguna conclusión definitiva ni afirmarse que el cambio de color de esta temporada se deba exclusivamente a la bajada de pH que intenté en su suelo. En este cambio pueden haber intervenido muchos otros factores. Desde las temperaturas de esta primavera (Que han sido más bajas que el año pasado); a cambios en la composición y acidez del suelo por los constantes aportes de materia orgánica que realizo; a efectos del abonado orgánico e incluso a la propia madurez del rosal. Pero el cambio es evidente, de eso no tengo duda alguna :)

Viendo los resultados y aunque ya digo que no puedo afirmar que se deba a la aplicación de estos productos, sin duda seguiré haciendo una aportación al final del invierno de sulfato de hierro y volveré a incluir la turba rubia como parte de su acolchado. Cuando, tras la primera floración de los rosales vuelva a abonarlos repetiré la operación porque si bien es cierto que para ser serios, no tengo pruebas empíricas para poder establecer una relación directa entre el sulfato de hierro y el cambio de color de las rosas esta primavera, lo que es indudable es que no le ha ido mal ya que el rosal se ve totalmente sano, fuerte y con una floración abundante.
Si alguien está interesado en echar un vistazo a las distintas formas de acidificar el suelo del jardín puede consultar el artículo que publiqué en noviembre de 2014 en el que traté largo y tendido sobre estas técnicas.


Esta temporada las flores de Rosa 'Purple Skyliner' son claramente violetas en cuanto les deja de dar el sol e incluso dándole la luz directa las rosas que van envejeciendo son mucho más azuladas que la temporada anterior. El conjunto del rosal es menos magenta, de colores menos cálidos.
En todo caso y domine los tonos cálidos o fríos este rosal suele producir en cualquier suelo unas rosas que van virando a grises azulados cuando envejecen.
Me gusta muchísimo más esta primavera. Creo que tienen unos tonos maravillosos, es verdad que sigue siendo algo púrpura cuando recibe la luz del sol pero indudablemente lo es mucho menos que el otoño pasado. Por la mañana temprano y después de las horas centrales del día el rosal luce claramente violeta. De un maravilloso violeta cosa que no ocurría el año pasado!! ;)
Mencionábamos antes un segundo factor que influía en el color de las rosas de estos tonos: la insolación que reciben. Me apetece cultivar esta variedad en otro rincón del jardín dónde el rosal no reciba el sol del mediodía con un nivel mucho más alto de rayos ultravioletas. Como decíamos más arriba, la luz que recibe el rosal también influye en el color final de su floración. A mayor sombra, o con luz menos intensa y por tanto con menos rayos ultravioletas, más azuladas son las flores. A más sol, más púrpuras.
De hecho, los fotógrafos profesional utilizan al tirar sus fotografías un filtro ultravioleta para proteger las lentes. Estos filtros producen fotografías de flores algo más azuladas que cuando no se usan. No es mi caso porque ni sé nada de técnicas fotográficas ni tengo una cámara tan siquiera decente. Pero todos hemos podido observar cómo las flores (y cualquier objeto) fotografíados a la sombra y al atardecer resultan mucho más azuladas que al sol.
La temperatura del jardín es el tercer factor. Ahí poco puede hacerse salvo, si preferimos más la gama de los colores fríos, intentar protegerlos algo de las altas temperaturas cultivándolos cerca de árboles y arbustos que refresquen la zona al menos en unos grados.
En todo caso los rosales florecen en la gama que florecen. Es de perogrullo sí, pero es algo que debemos aceptar y que en nuestra mano está una ligera modificación pero no un cambio radical en su color.

Con independencia del color lo que sí parece bastante seguro a tenor de lo que he leído a aficionados en algunos foros especializados y por los que siento un gran respeto es que estos rosales, además de dar floraciones más púrpuras, es que la salud del rosal es mayor en suelos algo ácidos presentando en algunas ocasiones cierto grado de clorosis en suelos de alto pH
Se suele mencionar la falta de aroma de RV a favor de Rosa 'Purple Skyliner' cuando se comparan. Pero lo cierto es que yo no llego a apreciar aroma alguno y si noto algo de fragancia es tan sumamente ligera que no lo mencionaría como una cualidad que me hiciera decantarme por este rosal si estuviera en la tesitura de elegirlo.
El tipo de crecimiento de Rosa 'Purple Skyliner' es el del tipo de rosal que es, un rambler. Es decir, un rosal que se desarrolla generalmente en altura emitiendo largos vástagos desde la base, muy flexibles, muy fáciles de conducir si los comparamos con los rosales trepadores. Son ramas gráciles, de bonito arqueado que lucen preciosas sobresaliendo del cuerpo del rosal.

No recuerdo ahora dónde he leído que se trata de un rosal sin espinas. Yo discrepo un poquito. Si bien es cierto que los brotes nuevos carecen de los aguijones de  otras variedades de rosas, también lo es que según envejecen los tallos, los más viejos presentan aguijones tan punzantes como cualquier otro rosal. 
Pero además este rosal es algo "engañoso". Una ve los tallos recién brotados, lisos, si espinas...y cree que puede manipular sin guantes los vástagos para conducirlos o atarlos sobre el soporte dónde crece hasta que en la piel de tus manos sientes clavarse estos "inofensivos" y pequeños aguijones que recorren el raquis de cada hoja por su parte inferior jajajajja 

La estructura de ramas de un rosal rambler es, mejor dicho, debiera ser mucho menos "permanente" que la de un trepador. Los fuertes y jóvenes brotes que emite el rosal cada año son fructíferos solo las primeras temporadas, luego poco a poco van dando menos rosas. Esta estructura, mediante la poda es conveniente mantenerla rejuvenecida para impedir que este tipo de rosales se conviertan en una maraña de ramas imposibles de colocar cuando se han dejado de la mano de Dios demasiado tiempo. Además, no hacer una limpieza de las ramas viejas e improductivas conduce a impedir que el rosal tenga la aireación suficiente y a la larga a una menor floración.
Para mantener joven la estructura tan solo tenemos que eliminar cada año las cañas más viejas que además de por su aspecto serán fáciles de reconocer porque bajarán claramente en su producción de rosas. Esta eliminación desde la base propiciará el surgimiento de nuevas y productivas ramas que florecerán a la temporada siguiente.


Para aquellos lectores que no tenga demasiada idea de la forma de podar un rosal rambler pongo a su disposición el artículo que publiqué en este blog en el que intenté ofrecer una información clara y abundante sobre este aspecto.
No todos los rambler florecen en el crecimiento nuevo del año. Muchos lo hacen solo en las cañas maduras brotadas ya durante la temporada pasada. No es el caso de Rosa 'Purple Skyliner'. Esta capacidad de florecer en el crecimiento del año es lo que permite que sea refloreciente y que una vez pasada su gran explosión de flores de final de la primavera nos vuelva a deleitar con sus delicadas rosas.


Cómo se podan los rosales rambler (sarmentosos, enredaderas o lianas)- Pruning rambling roses

Allá por febrero del año pasado colgamos un artículo dando unas nociones sobre la poda uno de los grupos de rosales que tienen un crecimiento emitiendo largas ramas que les permite a algunos cubrir vallas, celosías, pérgolas, etc. Se trataba de la poda de rosales trepadores. Son los más habituales en nuestros jardines especialmente si no son jardines demasiado grandes ya que el espacio que requieren para su cultivo es mucho menor.
Veíamos en el artículo anterior que existen dos grupos, el que acabamos de mencionar, los rosales trepadores (Climbing roses) y los rosales sarmentosos (Rambler roses
A este segundo grupo le dedicaremos hoy el artículo, a los rosales sarmentosos, liana o enredadera. Los que en páginas web, libros o publicaciones escritas en lengua inglesa vemos como Rambler roses.
Empecemos por recordar un poco su tipo de crecimiento y floración que condicionará en buena medida la forma en que deberemos podarlos.
Se distinguen de los trepadores en que sus tallos son mucho más largos, abundantes y flexibles capacitándolos para cubrir mayores áreas como las de un cobertizo, un cenador o grandes vallas.
Suelen florecer a mediados del verano y como generalmente producen una única floración, el momento más adecuado para su poda es verano, cuando ya se han ajado sus rosas.
Son rosales que pueden cultivarse de distintas maneras. Pueden ser guiados sobre alambres situados en paralelo sobre una pared o muro, también por su vigoroso crecimiento pueden cubrir perfectamente un obelisco o cualquier edificación de buen tamaño en un jardín y por supuesto son los más idóneos para cultivar creciendo sobre un árbol.
Sea cual sea la forma en que decidamos cultivarlos es de vital importancia que los soportes estén sólidamente anclados y sean fuertes. Pensemos en su crecimiento vigoroso y que el peso que puede alcanzar la vegetación producida por estos rosales llega a ser muy, muy importante. Una anclajes sólidos y firmemente instalados serán la garantía de que el viento o el propio peso del rosal no hace que se vengan abajo produciendo un accidente en el peor de los casos o dañando la propia planta en el mejor.
¿Por qué la poda de los rosales sarmentosos es conveniente hacerla en verano tras la floración? Pues porque haciéndolo de este modo, en el verano, inmediatamente tras la floración, permitimos que estos nuevos vástagos que estamos favoreciendo que surjan, tengan tiempo suficiente de madurar su madera y puedan florecer la siguiente temporada.
1.- La poda debería comenzarse por la eliminación de madera muerta y ramitas demasiado débiles. La madera muerta se aprecia normalmente a simple vista y cuando presenta el aspecto de la fotografía siguiente no hay dudas pero en ocasiones, podemos ver tallos sobre los que tenemos dudas. Un pequeño truco: si al cortar el centro del tallo presenta un color blanco es que está viva la rama, si por el contrario el tallo en su interior presenta un color oscuro, se trata de una rama muerta o dañada y deberemos eliminarla.
Igualmente eliminaremos tocones, ramas dañadas, rotas o enfermas.
2.- Continuaremos eliminando los tallos que veamos que se rozan entre sí o si comprobamos que el número de vástagos que brotan desde el suelo es excesivo y se está produciendo una congestión que no favorece una aireación correcta. El objetivo es lograr que el rosal crezca como una estructura lo más abierta posible para permitir la ventilación correcta y evitar así que las condiciones de humedad y falta de ventilación que favorece las vegetaciones demasiado densas aumente el peligro de contraer enfermedades o que surjan plagas indeseables.
La floración de los rambler se produce sobre las ramitas laterales que surgen de las principales. Son rosales que una gran capacidad para emitir brotes desde el suelo que son las que florecerán la temporada siguiente.
Aquí se aprecian muy bien las ramillas laterales portadoras de capullos:
Y en esta fotografía vemos las rositas ya abiertas en el extremos de las ramas laterales.
Las ramas, con el tiempo, van perdiendo su capacidad para florecer. Nuestros rosales serán más floridos si logramos que broten muchas ramas nuevas que a la siguiente temporada emitirán ramillas laterales floridas.
Por esta razón, mediante la poda favoreceremos que surjan la mayor cantidad posible de renuevos desde el suelo y la eliminación de ramas viejas cortándolas a ras del suelo estimula los nuevos desarrollos que sustituirán a las que vamos cortando.
3.- Por tanto, a continuación eliminaremos los tallos que ya son viejos y que tienen menos capacidad para florecer para favorecer, con ellos, como decíamos, favorecemos el surgimiento de nuevos vástagos productivos.
Evidentemente cuando el rosal es muy joven puede que en el momento de la poda aún no tenga el suficiente número de tallos nuevos, en ese caso se tendrán que dejar algunos de los viejos a la espera de que pase alguna temporada más y el rosal cuente con el suficiente crecimiento como para cubrir la zona que nos interesa.
4.- De las ramas largas que dejamos sin cortar iremos podando todas las laterales que han florecido a unos 7/8 cm, que viene a ser a 2 o 3 yemas (contando desde el punto en que brota la rama lateral de la principal).
5.- Una vez podado el rosal repartiremos lo más homogéneamente posible en la zona a cubrir con las ramas que han quedado antes de proceder a  volver a atarlos de manera firme al soporte .
6.- Al volver a sujetar las ramas ya podadas pondremos cuidado de no apretar demasiado las ataduras para permitir que la rama pueda engrosar en su crecimiento.
Durante la época de crecimiento es difícil ir atando las ramas laterales que van surgiendo pero deberíamos, en la medida en que sea posible, ir reconduciendo este nuevo crecimiento atándolo también la espaldera, alambres o muros sobre los que crezca la planta.
Puede darse el caso de que por desatención y falta de poda durante bastante tiempo un rosal sarmentoso llegue a crecer en exceso sobrepasando la zona asignada y se convierta en una maraña de tallos difíciles de manejar. cuando esto ocurre, y tenemos que rejuvenecer un rosal sarmentoso  eliminando todos los tallos viejos y demasiado lignificados, igualmente cortaremos algunos tallos que ya hayan florecido en el punto de la rama que veamos que brota un vástago fuerte. Seguramente perderemos algo de floración la siguiente temporada pero a cambio habremos renovado y rejuvenecido el rosal lo que permitirá que su vida se alargue y que deje de tener un aspecto desaliñado floreciendo abundantemente.
Me gustaría tratar ahora algunos aspecto que no son exclusivos de la poda de los rambler si no que son de aplicación en la poda de cualquier rosal.
Algunas consideraciones generales sobre la poda:
Las ramas nuevas y las viejas se diferencian en color, textura y aspecto. A continuación tenemos dos fotografías en las que podemos apreciar perfectamente la diferencia entre las ramas nuevas, de color verde brillante, con madera lisa y tierna, sin lignificar. Se trata de un vástago brotado en la temporada última , que aún no han emitido ramillas laterales y que deberán dejarse sin podar. La siguiente primavera emitirá ramillas laterales en cuyos extremos brotarán los pomos de rosas.
Abajo vemos una rama vieja, con madera lignificada aunque como no es demasiado vieja, todavía no presenta el aspecto leñoso, oscuro y agrietado que irá adquiriendo si no se poda según pasan las temporadas. 
Esta rama brotó la temporada anterior y  ya emitió ramillas laterales en cuyos finales durante el último verano se abrieron las rosas. Como en este caso no es una rama demasiado vieja, lignificada y leñosa, podemos dejarla sin podar una temporada más. Cortaremos sus tallos laterales a dos yemas. Tras la siguiente floración esta rama ya empezará a envejecer y a perder capacidad para florecer, en la siguiente poda convendría eliminar completamente esta rama cortando a ras del suelo, lo que favorecerá la emisión desde abajo de nuevos rebrotes que sustituirán esta rama con material nuevo y con más capacidad de florecer.
Características de un corte correctoEl corte correcto debe hacerse al bies, entre 5 y 10 milímetros por encima de una yema sana orientada hacia fuera, con la parte alta del corte por encima de la yema para que el agua de lluvia resbale hacia fuera y no hacia la yema (lo que evita enfermedades y hongos). Se escoge una yema que esté orientada hacia fuera porque es hacia donde crecerá la ramita lateral.

El corte no debe hacerse hacia la yema:  El agua podría acumularse sobre la yema.
El corte no debe hacerse tampoco ni demasiado alejado de la yema ni lo contrario:  Podría secarse el extremo de la rama y afectar la yema. Todo lo que está por encima de la yema deja de tener savia y por tanto de tener vida y al final se queda seco formando tocones que afean mucho la planta.
Otro tema fundamental son las herramientas que se usen para podar: Antes de podar hay que revisar las herramientas: tijeras de una o dos manos (podadera y cizalla o tijera de setos), que se escogerán según el grosor de los tallos y ramas.
Las herramientas deben estar bien limpias (se lavan con agua y jabón y se lubrican) para no propagar enfermedades, y muy afiladas, ya que los cortes deben ser netos; los desgarros son perjudiciales. 

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