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El compost de hojas está madurando...

Hoy he revisado como va madurando el compost de hojas que tengo haciéndose en el huerto.

A comienzos de este año fuimos a recoger al bosque unas bolsas con hojas para echarlas en el montón de compost normal. Había hecho hace un tiempo una compostera muy sencilla con malla plástica con la idea de hacer compost de hojas. No me llevó nada el hacerla además de salir muy barata.
En enero con las hojas que me sobraron inicié un compost de hojas. Para ello las fui metiendo por capas en la compostera de malla y fui regando bien. Pero cuando llevaban unas semanas vi que el sistema no funcionaba lo bien que yo quería ya que las hojas, ya que la malla permitía entrar demasiado aire y me obligaba a regar constantemente.
Así que decidí meter las hojas en bolsas de plástico de jardín bien húmedas y cerrar las bolsas a la espera de que en unos meses estaría hecho el compost.

De vez en cuando abro las bolsas y compruebo como va y si le falta gua agrego un poco con la manguera y vuelvo a cerrarlas bien anudando el plástico.

A este le falta todavía unos meses pero va por muy buen camino. Fijaos qué negro está. Aún se aprecian los trozos de hojas pero ya va cogiendo un estupendo aspecto.
Como no lo he hecho nunca no sé los meses que deberán estar todavía dentro de las bolsas pero creo que aún quedan bastantes.
Cuando madure del todo constituirá un magnífico material para mezclar con otros sustratos y rellenar contenedores o simplemente para agregarlo a hoyos de plantación que precisen mezclas bien aireadas, con mucha materia orgánica y que retengan la humedad bien.

Hoy he hecho mi primer montón de compost con estos materiales

Llevo ya un tiempo acumulando materiales para hacer mi primera pila de compost. Hoy por fin la he montado. Me siento un poco como la primera vez que hice un bizcocho!! jajaja Sabía los ingredientes, sabía el orden, sabía el proceso pero todo eran dudas: Muchas harina? Poca? Más batido, menos? Horno por arriba? Por abajo?
La verdad es que tendré que leer bastante sobre el proceso de compostaje porque mis conocimientos a respecto son bastante básicos. Espero que suficientes para que el resultado de esta primera experiencia no me desanime a ir perfeccionando la forma de hacerlo y las proporciones de los materiales durante las siguientes veces que elabore un montón. Con este "equipaje" me he atrevido a hacerlo por primera vez con bastante optimismo (ya tendré oportunidad de que se esfume ejjeje):
Como digo tengo unas nociones básicas sobre el proceso. Con toda seguridad tendré que cambiar las proporciones de los materiales utilizados, aprender a saber cual es la cantidad correcta de agua que debo añadir al formar las distintas capas del montón. Seguro que habré cometido más de un error pero bueno, esta es la primera vez y ya tendré oportunidad de ir aprendiendo y rectificando lo que se preciso.
Llevo algún tiempo reuniendo materiales y preparándolos. La procedencia de ellos es bastante diversa y ando como una "basurera" trayéndolos de todas partes jajajaj
En mi lugar de trabajo me permiten recoger las bolsas del césped cuando lo siegan. Cuando lo traje lo extendí sobre el suelo del jardín durante unos días durante los que lo he movido alguna vez para que se fuera secando un poco.
Entre ayer y hoy he pasado por la biotrituradora las ramas de las arizónicas que hemos cortado estos días. Por cierto, qué aroma tan agradable desprenden cuando se cortan!!
Qué maravilla de máquina!! Estoy contentísima habiéndome decidido a adquirir una. Me parece impensable cortar con unas tijeras podadoras los restos de la poda. Estas máquinas facilitas y permite el aprovechamiento de un material tan abundante en un jardín y que de otra forma sería una lástima tener que desprenderse de él sin utilizarlo. Fijaos como queda la madera. No la secciona limpiamente, si no que su sistema de corte lo que hace es machacarla un poco, los trocitos quedan abiertos por a corteza así que será más fácil que se composten. 
Además de para hacer compost tengo pensado utilizar estos restos de poda triturada para el acolchado de las plantas. Es un material idóneo para este fin!!
También he ido llenando bolsas con las hojas caídas en el jardín, con las que me dan en el vivero de mi pueblo y otras que he recogido en el jardín contiguo que es de un familiar que me permite acceder a él.
En el bar de mi centro de trabajo hay una chica y un chico encantadores  y tan amables que me guardan todos los posos del café que elaboran en el bar. Agradezco enormemente esta deferencia que tienen conmigo. Gracias, guapos;) !!!
He ido guardando también la ceniza de la chimenea. 
Contaba con corteza de pino que también he utilizado en la formación del montón
Como ahora hace bastante frío he podido guardar los restos vegetales que se han ido generando en mi cocina sin que produjeran malos olores. 
Mis conocimientos son tan elementales que podría resumirlos así:
La acción de miles de organismos y microorganismos es lo que da lugar al compost degradando la materia orgánica que inicialmente introducimos en la pila o montón hasta que se convierte en humus, es decir, un material que sí es asimilable para las plantas.

El proceso consta de varias fases en las que la ventilación, la temperatura y la mezcla de materiales es determinante para que la pila no se convierta en una masa putrefacta y produzca malos olores.
  • Fase de latencia y crecimiento durante la que las bacterias se alimentan de los restos de los que se compone el montón. Actividad alimenticia que provoca el ascenso de la temperatura hasta unos 45º de forma progresiva. Durante esta fase debido a la liberación de ácidos por parte de los microorganismos,  el material va tomando un pH más bajo, es decir, el medio se tornará más ácido. Generalmente esta fase dura unos 15 días.
  • A continuación viene la fase termófila durante la que se desarrollan hongos y bacterias que estaban en estado latente y que viven en medios con temperaturas entre los 45 y os 75º. En esta fase los materiales se esterilizarán eliminándose los patógenos, así como semillas y larvas que pudieran contener. Poco a poco, según va menguando la disponibilidad de alimento también va decreciendo la actividad bacteriana a la par que a temperatura irá bajando paulatinamente. Este proceso suele durar unos 3 meses. Al igual que en la anterior fase es imprescindible una aireación correcta. Así como una humedad relativa del 50% para que sea posible la vida y actividad de estos microorganismos en la pila de compost.
  • Y por último la fase de maduración: Los microorganismos y organismos irán abandonando el compost conforme el alimento vaya desapareciendo a medida que los materiales se vayan transformando todos en un material estable en el que ya no se reconocen los materiales iniciales con los que hemos formado el montón. La temperatura irá descendiendo más aún y el pH tenderá a la neutralidad.
El proceso de compostaje podemos hacerlo de muy distintas formas, desde directamente en el suelo formando un montón a dentro de una compostadora u otro tipo de contenedor que permita la aireación, espacio y volteo necesario. Incluso en zanjas practicadas en el suelo del jardín.
Es importante que la base de la pila esté en contacto directo con el suelo para favorecer que los insectos y microorganismos precisos en el proceso puedan acceder y penetrar en el montón.
Precisamente porque en mi caso la zona dónde he ubicado las dos composteras se trata de un espacio "ganado" artificialmente con aportaciones de tierra de mala calidad proveniente de otras zonas del jardín he pensado que quizás el suelo de estas composteras no tenga demasiados microorganismos de ahí que antes de nada haya mezclado con el agua de un cubo un par de paladas de estiércol.  No recuerdo dónde he leído que era conveniente echar algo de tierra del jardín o de estiércol disuelto en agua como "activador" de compost.

Esta mezcla la he echado al suelo de la base de las composteras antes de comenzar a formar la pila.
Para comenzar la pila se debe formar en la parte inferior una primera capa de materiales leñosos para que sea más fácil la entrada de aire y se evite que el montón se compacte. En este caso he usado los restos de la poda de algunas arizónicas que previamente he triturado.

Los materiales de los que debe componerse el montón tienen que ser lo más variados posibles para obtener un compost de calidad. Así deberá estar compuesto por materiales secos y verdes (húmedos, frescos) tratando de que estos últimos fueran el doble en cantidad en relación a los secos. Pero en todo caso siempre restos orgánicos
La pila deberá estar compuesta por capas de materiales que aporten carbono y materiales que aporten nitrógeno.
Así podemos hacer una esquemática división de los materiales según su aportación:

  • Los materiales que aportan gran cantidad de carbono: Serrín, paja, papel, cartón, ramas de podas del otoño, agujas de pino secas, paja 
  • Materiales con un aporte equilibrado de carbono/nitrógeno: agujas de pino frescas, hojas de árboles y frutales, ramas finas de podas de primavera, estiércol de caballo...
  • Materiales que aportan una mayor proporción de nitrógeno: restos orgánicos frescos de la cocina, posos del café, purín de ortigas, estiércol de aves, ortigas frescas,
Es decir, que podemos incorporar al montón toda una serie de materiales orgánicos que fácilmente tendremos en casa o se generarán en nuestro jardín: cartón, servilletas de papel, uñas, pelo, restos de cocina (que no contengan salsas, grasas, pescado o carnes), ceniza de la chimenea (no en demasiada cantidad), restos del segado del césped, malas hierbas que no estén en flor, hojas procedentes de la caída del otoño, posos del café, bolsitas de té (sin grapa)
Valen las malas hierbas que no tengan las semillas formadas o estén en flor, y por supuesto es magnífico añadir ortigas frescas si tenemos la suerte de que brotan en nuestro jardín.
Algunos restos que pueden añadirse sin que sean en grandes cantidades: cítricos, pan, cartón troceado, restos de pelusa de la secadora, parte de cartón de las hueveras y cilindros de los rollos de papel de cocina e higiénico

Como materiales que no deberíamos incorporar al montón figuran: carne, pescado, aceites, grasas, papeles satinados o con tintas de color, plástico, metal, vidrio, colillas de cigarrillos, excrementos de mascotas..

El montón debe tener un volumen mínimo para que comience el proceso. De ahí que he tratado de llenar la primer compostadora y dejaré la otra para ir poniendo en ella los restos que vaya generando el jardín y la cocina. 
Es importante favorecer que no haya pérdidas de temperatura por lo que es aconsejable que el montón esté cubierto o tapado sea con un plástico, sea con la propia tapa de la compostadora.
Periódicamente debe moverse la pila ya que cuanto más heterogénea sea la mezcla, mejor resultará el proceso del compostaje. Una horca nos ayudará enormemente para realizar esta mezcla de los materiales de vez en cuando tratando de poner los que están en el medio de montón hacia los laterales de la compostadora y viceversa, los que están en el exterior pasarlos a centro.
Tendremos que cribarlo para separar de él restos de más tamaño que todavía no estén compostados y que los incorporaremos de nuevo a la pila.

Una vez terminado el proceso de compostaje, el material resultante será grumoso, de colos oscuro y con un agradable olor a tierra de bosque que enriquecerá el suelo de nuestro jardín cuando lo incorporemos a él, a nuestro huerto o  a nuestros contenedores. 

 Y esta es la forma en la que he formado mi pila...

Sobre la base de suelo mojada con el estiércol mezclado con agua he comenzado a formar capas alternando materiales secos con húmedos. Empezando por una buena capa de poda triturada.
y siguiendo con materiales húmedos, alternando capas de restos de cocina o malas hierbas por ejemplo, con restos de podas triturados u hojas. 
Entre ellas he ido "espolvoreando" algo de ceniza (no mucha), posos del café, y algunas paladas de estiércol . He ido regando un poco entre capa y capa para que los materiales estuvieran un poco húmedo.

Las compostadoras son bastante grandes (120 x 100 cm) así que se precisa bastante material para llenarlas. Me he quedado sin materiales fatándome un tercio aún por llenar. Mañana tendré que cortar más arizónicas, recoger más hojas y malas hierbas, etc...hasta llenarla completa. 
Hoy ya se me ha hecho tarde pero mañana, cuando tenga terminado el montón, lo regaré todo el compost con una generosa cantidad de purín de ortigas que tenía hecho desde hace unos días y lo taparé con algún plástico o algo que se me ocurra para preservarlo del agua de la lluvia que pudiera caerle encima así como para que no haya pérdidas de temperatura una vez comiencen a ascender ésta.
Ya veremos lo que sale...ajajjaj Iré contándolo!!!

Cómo cultivar rododendros (Rhododendron)

Mi primera idea fue crear una entrada para hablar de la forma correcta de plantar un rododendro y también de sus necesidades para cultivarlo con éxito. Pero la verdad, hubiera resultado demasiado larga así que vamos a comenzar por las necesidades que tienen estas plantas y en otra entrada veremos cual es la forma de plantarlos.
Pensemos que los rododendros cuando crecen de forma natural a campo abierto, presentan una masa de raíces muy finas y espesa cercana a la superficie del suelo que rodea la planta. Estas raíces suelen extenderse entre 60 y 90 cm alrededor del tallo central. este hecho es determinante y deberemos tenerlo siempre en cuenta cuando cultivemos estas plantas. Para que un rododendro crezca saludable precisa que se crezca con unas condiciones adecuadas. Vamos a ver algunas de ellas.

Determinaremos la ubicación dónde plantaremos nuestro rododendro. No es conveniente plantarlos cerca de árboles, arbustos o setos. Hay que tener en cuenta que no se aconseja plantarlos a menos de dos metros de los árboles que tengan raíces superficiales porque éstas tomarían todo el alimento y los aportes de agua que hagamos al rododendro. También hay que asegurarse un buen drenaje en invierno de ahí que no sea conveniente plantarlos demasiado cerca de un muro o en lugares dónde estén anegados.
Trataremos de elegir un lugar protegido del viento que deseca el follaje y de los rayos solares directos ubicándolos bajo la sombra moteada preferiblemente de árboles de hoja perenne

De ahí que el siguiente asunto fundamental es considerar las características del suelo dónde vamos a plantar el rododendro. Estas plantas requieren un suelo ácido, suelto, con muchísima materia orgánica, con partículas grandes que pueden albergar mucha cantidad de aire, que retienen la humedad pero al mismo tiempo facilitan un drenaje perfecto. 

Si el suelo en el que vamos a plantar no tiene la acidez adecuada deberemos hacer la rectificaciones precisas con aportes de azufre, turba o de sulfato de hierro hasta lograr un suelo ácido, con un ph no superior a 6. No es conveniente utilizar sulfato de aluminio porque aunque algunas plantas lo toleran como por ejemplo las hortensias, en general resulta venenoso para las plantas.

En caso de que nuestro terreno tenga un ph superior a 6 podemos podemos hacer rectificaciones mezclando a partes iguales el sustrato del jardín, turba gruesa u otra materia orgánica de grano grueso y compost.

El suelo adecuadoEl oxigeno es vital en el sistema radicular de los rododendros para que se mantengan saludables. Estas plantas necesitan mucho aire, humedad y alimento constantemente en sus raíces. .También precisan un perfecto drenaje y por último, un sustrato con un ph ácido. Lo ideal es tener en nuestro sustrato un ph entre 3 y 6.

Por lo que hace a la iluminación los rododendros no son plantas que aguanten el sol directo especialmente en las horas centrales del día. Un lugar con sombra moteada es ideal. Un poco de sol de la mañana o al menos luz brillante es necesaria para fomentar la formación de las yemas y permitir que el rododendro crezca de forma compacta evitando arbustos larguiruchos y poco tupidos.
Humedad constante. Las raíces de los rododendros son muy finas y tardan más tiempo que las de otros arbustos en crecer en el terreno que los rodea. Por eso, para los rododendros recien plantados, llegar a la humedad de esa zona le cuesta bastante en tanto las raíces del cepellón inicial no han tenido tiempo de crecer hacia la zona que lo rodea donde lo hemos plantado. Esto es importante saberlo porque la humedad del cepellón inicial que plantamos debe conservar la humedad constantemente ya que si se seca es difícil de hidratar después. Incluso puede que el terreno que lo rodea esté húmedo pero en cambio no lo esté el propio cepellón. De ahí que sea tan importante no permitir que la zona central de raíces se seque.
La caída de alguna hoja es normal especialmente en verano pero si vemos que las hojas están mustias a primera hora de la mañana no hay duda de que nuestro rododendro precisa urgentemente un buen riego a fondo. 
Lo mejor en este caso es un riego despacio, gota a gota durante mucho tiempo para que la bola central de raíces pueda absorber el agua y empaparse a fondo.
En verano, durante los días de más calor o en días de fuerte viento, para evitar al desecación del follaje,  nuestro rododendro agradecerá que nebulicemos sobre él con la manguera.
El suelo debe estar húmedo pero no empapado por eso el sustrato en el que plantamos un rododendro debe favorecer que las raíces no pierdan humedad pero a la vez debe permitir un perfecto drenaje. De hecho, los rododendros pueden contraer  la Phytophthora ramorum tanto por sequía como por exceso de agua.
Aunque no toleran el suelo con agua estancada hay que tener presente que sus raíces, al ser superficiales, se secan con facilidad. Por ello, tener bien hidratados nuestros rododendros en verano incluso aunque la planta esté arraigada pero especialmente este asunto es prioritario durante el priemr año después de plantarlo ya que las raíces aún no han crecido del cepellón inicial hacia la zona circundante dónde lo hemos plantado. Tener el suelo constantemente hidratado (no encharcado) ayudará a que la planta se establezca.
Un asunto a tener en cuenta cuando el rododendro se encuentre con cierta proximidad a un árbol o arbusto es que el riego superficial provocará que las raíces del arbusto o árbol próximo tiendan a crecer cerca de la superficie y por tanto cerca de las raíces de nuestro rododendro dónde evidentemente no se desean como competidoras de nutrientes y agua.
Una capa de unos 8/10 cm de acolchado de materiales gruesos sobre la zona de plantación permiten que el agua penetre en el sustrato, favorece la aireación de la zona, evita que el viento deshidrate rápidamente el sustrato y al proporcionar sombra sobre él reducirá la evaporación de agua al mantenerlo fresco. Evidentemente un acolchado adecuado limita el surgimiento de malas hierbas.
Este acolchado además de que ayudará a conservar la humedad, también eliminará la necesidad de remover la tierra al limitar el crecimiento de malas hierbas. El mantillo de hojas, las agujas de pino, las astillas y cortezas son materiales orgánicos adecuados para usar como acolchado.
Uno de los acolchado más adecuados es el compuesto por trozos de corteza de pino  porque finalmente se descompone en una sustancia grumosa y suave aportando nutrientes al suelo.

En todo caso no debe hacerse cultivo alguno alrededor de los rododendros para evitar dañar sus raíces superficialesEn caso de que brotaran hierbas las debemos eliminar a mano.

Es imprescindible un buen drenaje del suelo. Insuficiencias en este aspecto quizás no provoca la muerte directa de la planta pero sí favorece el desarrollo de enfermedades que pueden provocar la pudrición de las raíces así como la proliferación de insectos.
De hecho, en sus lugares de origen, los rododendros crecen en laderas de montañas dónde la propia pendiente del terreno facilita que el agua drene hacia las zonas más bajas.

Fertilización: Debemos comenzar a alimentar nuestros rododendros en marzo. No es aconsejable utilizar harina de huesos que aporta un exceso de calcio. Desde la primavera hasta mediados del verano es aconsejable abonar con compuestos eseciales para acidófilas que tienen nitrógeno en forma de urea revestida con azufre o sulfato amónico.
Si lo vemos necesario un aporte de quelatos de hierro les vendrá bien si vemos algún síntoma de carencia de hierro.
En concreto, durante la floración un abono líquido puede venirles bien cada quince días.
Hay que evitar proporcionar fertilizantes a partir de mediados de junio ya que aplicaciones posteriores pueden provocar el crecimiento de tallos que podrían no tener tiempo de madurar antes del invierno.

Mantenimiento:  Al principio de la primavera debemos comprobar que las hojas caídas durante el invierno no se han agrupado alrededor de las coronas de las plantas. Pensemos que cualquier acumulación en esta zona que favorezca la falta de aireación es contraproducente.
En otoño, añadir como decimos arriba, un acolchado que ayuda a atrapar y retener la capa de nieve si se produjera y algo de sombra y protección contra el viento.
Es conveniente aplicar tratamiento preventivo con fungicidas adecuados. Podemos usar por ejemplo, Daconil es eficaz contra las enfermedades de las hojas. Es fundamental no fumigar mientras los rayos de sol incidan sobre el rododendro ya que puede quemarse. tengamos en cuenta que no es necesario fumigar cuando las temperaturas nocturnas desciendan de los 10 grados.

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