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Eliminar todas las malas hierbas del jardín?

Nos producen casi terror. Son la pesadilla de los jardineros ( y de sus espaldas). Luchamos incansables contra ellas a sabiendas que a duras penas ganaremos alguna batalla pero jamás la guerra. Pero este afán de eliminación no está llevado únicamente por lo que de competencia en nutrientes, espacio y agua puedan representar contra nuestras plantas ornamentales. Se trata también de que muchas veces tenemos la idea de que estéticamente afean y denotan o dan la impresión de un jardín descuidado.

Y sí, está claro que cierto control sobre ellas es necesario pero esa casi obsesión en erradicarlas totalmente? Yo creo que no tiene sentido alguno. Cuántas veces realizamos actos mecánicos sin preguntarnos las razones y si realmente aportan o benefician en algo!!
Evidentemente que no se trata de dejar el jardín en manos de toda hierba silvestre que quiera quedarse a vivir en él permitiendo que se desarrolle cuando y dónde quiera. Ni que las ornamentales acaben asfixiadas entre matas de hierbas que juegan con ventaja porque están genéticamente mejor preparadas que las que cultivamos en el jardín para hacer frente a situaciones adversas.
Yo, desde luego no estoy dispuesta a que el jardín se convierta en una selva (salvo que fuera de helechos y hermosas plantas de bosque jajaja) ni que mis arbustos luchen en desventaja por el agua y los nutrientes rodeados de yerbajos que compiten con ellos y que los pongan en peligro.
No, no es esta la idea. Pero debemos pensar que el jardín no es exactamente un medio natural en sentido estricto. Se trata de naturaleza, sí, pero de una especie de "naturaleza domada" y aspiramos a que esta "doma" venga de la mano exclusivamente de nuestros  intereses.
Son estos intereses en realidad lo que nos ha llevado incluso a denominar como "malas hierbas" a plantas que en realidad muchas veces de malas no tienen nada. Sencilllamente crecen allí dónde no tenemos previsto que lo hagan o no nos conviene.
Son éstos intereses los que debiéramos cuestionarnos alguna vez. En la medida en que logremos en nuestros jardines una convivencia en armonía y equilibrio entre los distintos elementos que habitan en él será un jardín mucho más sano y mucho más hermoso. Quizás no tan perfectamente "limpio", pulcro y ordenado pero indudablemente mucho más rico y con mucha más vida en ebullición. Aspirar a erradicar totalmente una parte de su vida en favor de otra solo aboca a un desequilibrio a la larga pernicioso incluso para las especies que queremos proteger.
Ejemplos a miles:: Vemos los dichosos pulgones y más de uno lo identifica con descuido o con desidia  del jardinero.  Y que no se le ocurra a un diente de león aparecer en nuestro césped porque allí nos dirigimos sin demora, herramienta en mano, a arrancarlo de cuajo, son el terror de los que se obsesionan con tener praderas perfectas de césped!! (incluso en zonas que  realmente es un despropósito el intentarlo) No queremos pulgones!! Ni uno!! No queremos oídio!! No queremos una sola mancha que ensucie la perfección de las hojas de nuestros rosales!! . No queremos nada que no hayamos puestos nosotros libres y voluntariamente.  La visión de cuatro o cinco redondeles troquelados en las hojas con una precisión asombrosa nos horripila en lugar de pensar qué maravillosas son las capacidades de algunos insectos.
Nada de eso, salimos preocupados de la zona pensando de qué modo eliminar al cortador y si es pronto, mejor. Quizás aprender a ver que sigue habiendo belleza en la ausencia de perfección nos haría vivir la jardinería de un modo algo más relajado. Pero sobretodo la variedad de vida que habita en´el jardín nos lo agradecería ;)
Porque está demostrado, en ese afán de eliminar toda plaga o enfermedad que pudiera afectar, aunque sea levemente y sin hacer peligrar a nuestras plantas, nos lleva a aplicaciones de químicos que puede que de momento cumplan su función al erradicar al "invasor" pero a la larga solo redunda en perjuicio del medio ambiente y de nuestras plantas porque eliminan junto a los indeseables, a otros insectos absolutamente beneficiosos para el jardín (sus depredadores naturales) dejándolos sin alimento o sin cobijo y provocando que cuando regresan las plagas tengan campo abierto para desarrollarse al no tener ya quién les ponga freno .

Nos falta tiempo para fumigar incluso antes de que lleguen los problemas. Y sí, está bien prevenir cuando ya hemos tenido problemas de enfermedades que han arriesgado nuestras plantas en temporadas anteriores. Evidentemente no se trata de permitir que las esporas del oídio campen a sus anchas invadiendo todo el jardín pero si no han hecho jamás su aparición en él, tiene algún sentido la aplicación de tanta química?
Quizás esa actitud de "por si las moscas" que tantas veces nos conduce a cargarnos a la espalda la mochila para aplicar fitosanitarios de forma preventiva sin haber realmente razones para ello, es hora de ponerla en cuestión y plantearse con buenas dosis de sensatez cuándo sí y cuándo no, está justificada su aplicación.
Pero es que además se nos olvida que, afortunadamente, nuestras rosas están ahí fuera, con otros seres vivos y que los efectos de esa coexistencia a veces no son tan nefastos. Es más, de no ser por muchos de estos efectos, no llegaríamos a disfrutar de nuestras rosas. Por poner un ejemplo: Afortunadamente contamos con la "ayuda" de microorganismos que se encargan de bajar los nutrientes que produce nuestros acolchados de humus de lombriz y estiércol a niveles inferiores del suelo y que las raíces puedan tomarlo para nutrirse. E igualmente tenemos la fortuna de que las abejas polinicen nuestros árboles y lleguen a dar frutas que luego nos alimentan.
Por añadidura no caemos en la cuenta que generalmente son las condiciones inadecuadas de cultivos que nosotros mismos aplicamos (distancias entre ejemplares, riegos,nutrientes, ubicaciones inadecuados...etc), las que provocan la aparición de esas mismas plagas y enfermedades contra las que presentamos batallas incansables. Las condiciones de cultivo y nuestras malas prácticas provocando con estas fumigaciones indiscriminadas resistencias en plagas y enfermedades que solo hacen agravar el problema. Es posible que pensar más en cambiar algunas de estas condiciones y técnicas nos resultara mucho más fácil, más cómodo, más barato y sobretodo más eficaz que luchar contra toda la vida que pensamos que atenta contra nuestras queridas ornamentales.
Entre estos elementos que tienen la desgracia de no ser seres vivos que el jardinero ha "autorizado" su presencia en el jardín están las malas hierbas. Puede que debiéramos plantear un jardín algo más generoso, dónde quepan si no todos, sí más.
No sé...creo que aspirar a tener un jardín o un huerto casi tan asépticos como un quirófano además de insalubre para nuestras propias plantas, es una aspiración que a mí se me antoja un sinsentido.
Acotar, poner freno a estas hierbas adventicias, sí. Tratar de erradicarlas por completo, no. En absoluto. Son muchas las ventajas que reportan en nuestros huertos y jardines manteniéndolas a raya:
En mi caso no tengo césped, eliminarlas totalmente (aunque fuera solo de forma momentánea porque volvería a surgir) sería eliminar una cubierta vegetal de las zonas dónde crecen y que supondría dejar el suelo sin protección alguna frente a la erosión que produce el agua del riego y la lluvia, así como frente a la radiación solar en verano, con el riesgo de que las altas temperaturas destruyan el humus y los microorganismos presentes en él. Igualmente frente a las heladas en invierno la cubierta vegetal que constituyen las malas hierbas es un sistema que protege al suelo y con ellos las raíces de las plantas.
Mi jardín presenta bastante pendiente en algunas zonas, de ahí que al hacer algunas plantaciones me vea obligada a "construir" alcorques cuya horizontalidad la tengo que ganar aportando tierra en la mitad saliente del mismo. El nacimiento de algunas malas hierbas en´este borde ayuda a fijar el terreno impidiendo que en la primera lluvia fuerte se desmorone y facilita que no haya escapes del agua de riego cuando éste se llena.
Y si digo la verdad, controlándolas un poco, acotándolas...no me parece que estas hierbas afeen el jardín, quizás porque mi aspiración no es un jardín clásico, encorsetado, con setos escrupulosamente recortados y arriates en perfecto orden, si no más bien un jardín algo más natural, campestre, dónde algunas matas de ciertas malas hierbas no le restan belleza si no al contrario, pueden aportar una nota de naturalidad que a mi me encanta. De hecho en estos días que he estado limpiando y preparando uno de los setos he dejado entre otras "malas hierbas" alguna mata de amapolas para que florezcan  entre los arbustos. Por qué no? Me parecen preciosas!! Por qué eliminar los Geranium molle siendo unas plantas tan encantadoras que no llegan a ser invasivas y que salpican el suelo con sus pequeñas florecillas rosas?
Fotografía de Aiwok en Wikipedia
Fotograia de Kenpei en Wikipedia
Dejo casi todas las matitas que brotan, me gusta verlas entre los arbustos!! Aquí tenemos a la retama a punto de florecer coexistiendo con una mata de amapolas y una pamplina (Fumaria officinalis)...bonitas, eh? :)

O estos cardos (Silybum marianum) no son acaso espectaculares?

Os muestro esta fotografía: Primero para mostrar cuan efectivas son a veces algunas técnicas de cultivo como es el acolchado para mantener bastante a raya las malas hierbas sin recurrir a herbicidas o técnicas agresivas. Del alcorque de este Liquidambar, apenas he tenido que arrancar un par de pequeñas malas hierbas. Está cubierto por una capa gruesa de hojas desde el otoño y las hierbas salen dónde el suelo no está cubierto, fuera del alcorque.
Quizás está bien eliminar las hierbas que nacen dentro de las zonas de plantación próximas a los puntos de crecimiento pero tampoco está mal dejar las que ya no representan competencia con los arbustos o árboles. Las plantas pueden coexistir si se lo permitimos, y lo pueden hacer con menos intervención de nuestra parte.
Incluso algunas, cuando tras su cultivo en el huerto, se incorporan al suelo, actúan como mejorantes de éste. Otras pueden usarse como plantas medicinales o como condimento en la cocina.
Vemos pues que no todo son problemas y desventajas. También tiene beneficios el que convivan este tipo de plantas con "nuestras preferidas". Es el caso de ciertas plantas adventicias de la familia de  las leguminosas que fijan el nitrógeno en sus raíces permitiendo su acceso a otras plantas cercanas.
Para no extenderme más mencionaré otra gran ventana, quizás la mejor: Algunas son comestibles!! Y están estupendas incluías en nuestras ensaladas o cocinadas. Eso sí, es importante saber reconocerlas y estar bien seguros de su identificación antes de usarlas para el consumo!! Y por supuesto no haber aplicado química alguna sobre ellas...
Y si no, decidme si no resulta tentadora estas dos imágenes de Fernando Martínez Flores :) Son realmente apetitosas no?

A mí también me encanta prepararme alguna ensalada con las achicorias que crecen a montones en mi jardín sin haberlas invitado yo a venir a él :) o hacer una tortilla con las "collejas" (Silene vulgaris) que brotan y florecen preciosas cada año en un murete y además son gratis!!
Fotografía de D. Gordon El Robertson en Wikipedia

Debo hacer una mención muy especial D. Fernando Martínez Flores profesor y gran entendido en estas materias. También activo participante en Foros de huertos y jardinería de gran difusión. Gracias  a él (entre otros) he podido identificar la mayoría de "malas hierbas" de mi jardín. Fernando Martínez Flores ofrece incluso interesantes cursos sobre estos temas. Os animaría a que le echarais un vistazo al programa del próximo curso que tiene  previsto impartir pinchando en este enlace y veáis los contenidos, estoy convencida que a muchos les animará a inscribirse en él.
Se trata de: Curso práctico avanzado de identificación de flora alicantina (25 y 26 de abril de 2015)
CURSOS ORGANIZADOS POR: el Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales de la Universidad de Alicante y el periodo de inscripción es hasta el 22 de abril de 2015.
PREINSCRIPCIÓN: Enviando este documento (Pinchad) cumplimentado a cursos.dcarn@ua.es
PROGRAMA: para ver los contenidos, este es el enlace
Más información en la web del Departamento o en la misma Secretaría (Teléfonos de contacto: 965 90 3740 / 3815)

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