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Proteger del sol los arbustos de bayas con tela de sombreo

Según el jardín evolucionado se van viendo problemas que surgen y que no se han tenido en cuenta. Es el caso un rincón en el huerto que hoy os muestro.
En marzo de hace dos años preparamos dentro del huerto un rincón para cultivar frutales de baya arbustivos (arándanos, frambuesas, uva espina, grosellas...) y también algunas matas de fresitas del bosque.

Son plantas que me encantan!! Creo que las cultivaría aunque no pudiera comer un solo fruto. Tiene unas hojas preciosas de un verde luminoso y cálido y son tan frondosas!!


También la floración es preciosa. Flores sencillas y blancas que atraen a los insectos y que tienen una naturalidad tan encantadora..

El espacio estaba cuajado de raíces de una antigua mimosa que creció allí. Se trataba de un terreno pobre y abandonado de la mano de Dios. Nos costó lo suyo dejar el terreno practicable y en condiciones. Pero bueno, con esfuerzo, removimos bien la tierra, eliminamos pedrolos, raíces. En fin, lo acondicionamos y logramos un rincón que creí adecuado para cultivar este tipo de frutales.
Este tipo de plantaciones no se cultivan bien en cualquier suelo. Precisan un pH bajo y que el sustrato mantenga la humedad, que sea mullido, suelto y esponjoso y por supuesto que drene perfectamente.
Cavamos una canja de unos 45/50 cm de profundidad por el mismo ancho con la idea de que las raices crecieran en el suelo que estos arbustos necesitan. Lo rellenamos con una mezcla de turba rubia, tierra de castaño, azufre y una generosísima cantidad de estiércol bien fermentado.
Como siempre comento, una cosa es lo que los libros de jardinería escritos en países de otros climas distintos al nuestro dicen sobre el sol que soportan las plantas y otra cosa bien distinta la realidad.
Imaginando que aunque en páginas web de jardinería, blogs, libros, etc, dijeran que las frambuesas por ejemplo tenían que ir al sol... elegí el rincón del huerto más sombreado.
En noviembre de aquel año clavamos mediante piquetas metálicas de 80 cm unos postes de madera de sección cuadrada entre los que tiramos cables forrados horizontales al suelo para ir atando las ramas que van emergiendo del suelo cuando los frambuesos van creciendo.
Rubus idaeus fructifica sobre las ramas brotadas el año anterior y cuando lo hace el peso de los frutos hace que se venzan hacia el suelo, cosa que hay que evitar si queremos evitar enfermedades fúngicas.
Atados sobre estos hilo de alambre tensos y horizontales las ramas se mantienen verticales y es un sistema cómodo para la poda y el cultivo en general.

Parece que tenían todo lo necesario, un suelo magnífico sobre el que crecer, una buena hidratación, buenos nutrientes, soporte adecuado...y durante la primavera crecían magníficamente bien pero no, no tenían todo lo que precisaban, tenían exceso de sol!!
A pesar de que este rincón no esté a pleno sol, en verano, el sol en su trayectoria tan alta, incide sobre estos arbustos quemando literalmente sus hojas. Tanto se castigado el verano pasado que incluso llegué a perder dos plantas.
Ya el año pasado vi la necesidad de proporcionar a este rincón de un sombreo que refrescara la zona y que permitiera que estos arbustos crecieran con menos temperatura y que sobretodo el sol fuerte de las horas centrales del día no llegara a churrascar sus hojas. Pero lo que ocurre en un jardín, que siempre hay tanto trabajo...que a veces no sabes a qué atender y el tiempo se me pasó sin modificar esta zona del huerto.
No se trataba de eliminar todo el sol porque aunque como digo en mi clima estos arbustos no están a gusto soleados a mediodía, precisan siempre algunas horas de sol. Sombreando solo por arriba este rincón logramos eliminar el sol de las horas centrales pero permitimos que entren los primeros rayos de sol de la mañana y los últimos de la tarde.

Estos días, con mi ayudante aquí, era el momento idóneo para afrontar la reforma de este rincón. Aún el sol no calienta como lo va a hacer en poco tiempo así que si no actuábamos a tiempo, de nuevo al llegar el verano los arbustos se dañarían.
Simplemente sustituimos los iniciales postes que medían sobre 120/130 por unos de 230 y volvimos a poner los alambres para sostener la ramas.

Por arriba hemos unidos los cuatro postes con varilla metálica y sobre este cuadrado formado por la varilla hemos tendido una tela de sombreo. La hemos cosido bien a la varilla para evitar que la fuerza del viento la arranque.


Estos arbustos (como casi todos) precisan de un par de temporadas para madurar y tener suficientes ramas sobre las que fructificar. 
El año pasado entre que los arbustos eran muy pequeños y los pájaros, la verdad es que apenas llegué a probar un puñado de frambuesas.
Porque ese era el segundo problema además del sol, las aves que no te dejan ni una fruta!! jajajaja Y anda que no saben bien cuales están maduras y cuales verdes.



Bajas al huerto a ver como van las frutas y te relames con la idea de esas frambuesas rojas y maduras que piensas vas a poder recolectar en unos días. Ja!! Como que no están ellos mucho más atentos a la cosecha ... cuando bajas todo contengan pensando en el festín que te vas a dar, ni una!! No te han dejado ni una y si hay alguna, es picoteada!! argggggggg
Una red colgada verticalmente tapando sus cuatro laterales creo que va a resolver los problemas. 
Por el frontal, es decir, por el lateral por dónde se entra hemos puesto un metro muy largo con la red doble cruzada. Es decir, a modo de cortinilla que se abre si se quiere pasar y que no hay que recolocar y como tiene mucho cruce, no hay miedo de que quede abierta la zona de entrada.
Ayer hizo calor y en cuánto se puso la tela de sombreo, se notó el cambio de temperatura que proporcionaba a la zona. Fuera hacía un calor tremendo y en el rincón se estaba fresquito. 

Creo que este año crecerán mejor mis frambuesos (Rubus idaeus) Las grosellas (Ribes rubrum) quiero cultivarlos adosados sus ramas tendidas horizontalmente atadas a los alambres así que como tengo que darles poda de formación hasta la temporada que viene o puede que la otra no disfrutaré de mucha fruta aunque espero comerme alguno como este año pasado. Con el permiso de los señores pájaros, por supuesto!! ;)

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Inicio del verano: Abonado de plantas con orgánicos y reposición de los acolchados.

Habíamos nutrido bien el suelo al inicio de primavera para que afrontaran el gran crecimiento y floración de los siguientes meses. Lo hicimos con los rosales y con todas las plantaciones del jardín
En este momento de la temporada, con el calor, las plantas siguen precisando nutrientes, especialmente potasio y fósforo. En cambio no conviene agregar demasiado nitrógeno porque este elemento como sabemos ayuda a crecer a las plantas y no es el momento idóneo para ello.
Quisiera aclarar dos temas importantes en mi opinión con relación a este abonado de verano.
1.- Uno es que si tuviera un suelo arcilloso que contuviera los nutrientes mejor que el mío que se lixivia con mucha facilidad y es bastante arenoso no abonaría ahora. Dejaría transcurrir unos meses y esperaría a que pasaran los grandes calores. Aplazaría esta nutrición al final del verano o inicios de otoño. Me refiero a los árboles y arbustos, las rosas siempre las he abonado en verano y me ha ido bien. Y retrasándola ya no me preocuparía como ahora de incorporar la menor cantidad posible de nitrógeno.
Añadir ahora mucho nitrógeno (N) sería forzar a las plantas a un crecimiento que por las condiciones atmosféricas no está muy indicado. En general habréis observado que las plantas en climas muy calurosos, en el rigor del verano se paran bastante. Sin embargo agregar los otros dos macronutrientes, fósforo (P) y potasio (K) sí parece conveniente porque ayudará a mantener las floraciones sobretodo de rosales y redundará en beneficio de la fortaleza general de la planta incluido el desarrollo de raíces.
Mi suelo es muy arenoso como digo, se lixivia con muchísima facilidad y ello da lugar a una pérdida constante de nutrientes. El problema solo se puede paliar agregando materia orgánica al suelo. No hay otra forma.
Conteniendo no demasiados nutrientes y estando en un momento de la temporada en el que las plantas han utilizado en su crecimiento y floración primaveral buena parte de estos nutrientes he creído conveniente hacer un nuevo abonado/enmienda del suelo.
Llevo dos años cuidando el suelo de este jardín y como he comentado en muchas ocasiones aporto materia orgánica de forma constante para mejorar la estructura de un suelo que de por natural es pobre porque es de origen granítico pero además el suelo de mi jardín ha sido maltratado durante décadas con constantes vertidos de herbicidas por todo él lo que llegó a matar prácticamente cualquier resto de vida. De ahí mi interés en nutrirlo, enriquecerlo, facilitar que surja y se diversifique la vida orgánica que haya en él. Solo con un suelo rico y vivo es posible que las plantas crezcan en condiciones aceptables. 
Así que en estos primeros años estoy añadiendo bajo los acolchados una buena capa de estiércol en otoño; de nuevo aporto estiércol bien fermentado al final del invierno y ahora, en verano agrego una capita de compost solamente.
Esta última aportación la he hecho durante dos años pero ahora, debido a que ya tengo muchísimas plantaciones la cantidad de compost que precisaría sería algo superior a la que estoy generando, de ahí que me vea obligada a mezclarlo con alguna cantidad de estiércol en pellets y con humus de lombriz. No he medido la proporción pero el estiércol utilizado ha sido mínimo.
Por tanto en cierto sentido más  que de un fertilizante, esta aportación de verano se debería considerar como una enmienda del suelo. Recordemos que estrictamente hablando se llama fertilizante cuando las cantidades de NPK están medidas y pueden ser garantizadas en una etiqueta. No es el caso del componente mayoritario de mi enmienda, el compost dado que es muy variable porque depende de los materiales de origen.
Cuando lleve varios años haciendo esto llegará un momento en que tendré un suelo bastante aceptable y podré permitirme quizás hacer solo un par de aportaciones en lugar de tres al año. De momento sigo viendo este suelo en exceso arenoso especialmente a cierta profundidad. Evidentemente los primeros centímetros se componen de unan tierra rica, negra y sustanciosa.
2.- El segundo asunto que quería comentar es que si siguiera abonando como  hacía antes en otros jardines de los que he cuidado con abonos químicos y siendo las mezclas más habituales muy altas en nitrógeno, sin lugar a dudas no lo aplicaría ahora.
Imagino que los profesionales tienen a su disposición abonos químicos compuestos solo por un macronutriente y pueden aportar solo potasio y fósforo sin añadir nitrógeno. No ha sido nunca mi caso. En mayor o menor medida las mezclas de abonos químicos que he visto siempre han tenido altas cantidades de nitrógeno. Al menos cantidades mucho más alta de lo aconsejable en este momento del año.
En mi caso, con orgánicos, pasarse y quemar las plantas con las cantidades de NPK que añadimos al aplicar este tipo de fertiliantes es bastante improbable dado que son muy bajas las cantidades de estos macronutrientes que se aportan con ellos si los comparamos con los abonos químicos.
Bien, en este caso, abonando con orgánicos las cantidades de nitrógeno que estoy agregando creo que no arriesgan en absoluto las plantaciones y que son tan bajas que es posible que algo les haga crecer pero no en demasiada. 
Precisamente para tener controlado el tema de fermentaciones que hubieran sido posibles en el caso de usar estiércol a granel y tener certeza de que la cantidad de nitrógeno que incorporaba era mínima y que en cambio sí contenía Potasio y Fósforo que me interesaba aportar en este momento del año al suelo de mi jardín, he elegido el estiércol en pellets que tenía y que venía etiquetado con su proporción de NPK.


Estos dos aspectos es importante que se tengan en cuenta. Cada jardín es un mundo e indudablemente las técnicas que conviene en un momento dado en un jardín concreto es posible que no se aconsejen en otro con un suelo o un clima distinto.
En definitiva, no precisa lo mismo un suelo arenoso y tendente a ser pobre como el mío que un jardín con un suelo arcilloso y rico en nutrientes. Ni las cantidades de nutrientes, ni el momento de aplicación podrán ser iguales.
De otra parte, no es igual abonar con químicos que con orgánicos como hemos visto. Con químicos es mucho más fácil quemar las plantas aportándolo ahora y añadir una cantidad de nitrógeno excesiva para las necesidades de las plantas en este momento de la temporada.
Hacerlo con orgánicos es otro tema. Las cantidades de macronutrientes no son las mismas y por tanto el riesgo de perjuicio para las plantas es prácticamente inexistente.
Dejemos claro pues que no es mi intención asegurar que en cualquier jardín con cualquier suelo, usemos el tipo de abono que usemos (químico u orgánico) sería positiva una fertilización en este momento. Yo estoy haciendo este aporte de fertilizantes orgánicos (bajísimo en nitrógeno) porque las condiciones concretas de mi jardín me hacen pensar que es conveniente. Otro jardín con otro suelo, requerirá de otras actuaciones. Indudablemente.
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Bien, una vez comentados estos dos aspectos sigamos con las explicaciones de esta fertilización veraniega.

Ahora, en el inicio del verano, de nuevo es necesario en mi jardín nutrir las plantas. Quedan muchos meses de crecimiento vegetativo, incluso muchas plantas seguirán floreciendo llegado el otoño. Para mantener su salud y tener energías suficientes para seguir creciendo sanas conviene hacer ahora, una nueva aportación de nutrientes en especial de fósforo y potasio.
A mediados de mes de junio abonamos los rosales y repusimos su acolchado. Quedaron así renovados los nutrientes que gastaron en su floración primaveral y protegido su suelo de las altas temperaturas estivales y de la evaporación del agua del riego.
De igual forma, algunos árboles y muchos arbustos han florecido en primavera y en este proceso las plantas han gastado buena parte de sus energías. De manera que hemos hecho lo propio con la mayoría de plantaciones del jardín. El trabajo estos días ha consistido en incorporar al suelo una capa de un nutritivo compost natural hecho en el huerto y renovar la capa de acolchado.

Y ya metida en harina, he aprovechado para reponer la forma de algunos alcorques cuya forma se va deteriorando sin querer al pisar sobre el acolchado, por el uso de herramientas de extracción de malas hierbas e incluso por las pisadas de mi perro..

Como siempre que aportamos abonos debemos regar en profundidad el suelo alrededor de las plantaciones antes de su incorporación. Esto evitará el riesgo de que dañe las raíces.
He tenido que levantar de nuevo la capa de acolchado externa, formada por madera troceada bastante pequeña, para incorporar una buena capa de compost.
Es un trabajo bastante arduo el tener que mover todo el acolchado de los setos. Pero bueno con paciencia y una escoba metálica he ido desplazando el acolchado fuera de los alcorques poco a poco.
Aprovechando estas labores he eliminado cualquier mala hierba que he visto crecer sobre las raíces alrededor de árboles y arbustos.

Tenía ya maduro en una de las composteras una buena cantidad de compost y he hecho uso de él como base casi única de este abonado estival. Pero como mi jardín es muy grande y son muchísimas ya las plantaciones no tenía suficiente compost, así que lo he mezclado con un poco de estiércol en pellets y algunos sacos de humus de lombriz para que me cundiera más y tener para todos los árboles y arbustos.

He usado pellets y no estiércol del que uso en otoño y principios de primavera porque me parece un material mucho más estable. Viene listo para usar y sé que no va a calentarse y seguir fermentando sobre el suelo y, sobretodo, porque contiene como hemos explicado arriba, solo una mínima cantidad de N.



He comprobado que el compost estuviera ya del todo maduro porque no quería que las altas temperaturas al calentar este compost provocara su sobrecalentamiento y dañara las raíces.
De todos modos esta capa de estiércol en pellets mezclado con compost muy muy maduro y humus de lombriz que he usado como abono la he cubierto como siempre con un acolchado de madera troceada que protegerá todo lo que hay bajo ella de altas temperaturas.
El tiempo va haciendo que este acolchado vaya incorporándose al suelo "adelgazando" poco a poco su grosor así que cada algunos meses hay que añadir más para que el grosor del acolchado sea efectivo. 

Si siempre es importante que se proteja el suelo, ahora, en verano, en el que las temperaturas llegan a achicharrar el suelo, resulta imprescindible!!! Y no solo para proteger frente a altas temperaturas.. También es de lo más efectivo para ahorrar en riegos.
Aquí os muestro uno de los arbustos de baya que tengo en el huerto. Están plantados en un rincón demasiado soleado para sus necesidades y en tanto no invente algo para protegerlos un poco del sol, esta capa generosa cubriendo el suelo dónde crecen indudablemente les viene de perlas para conservar la humedad que este tipo de plantaciones precisan.

He hecho muchas pruebas y en más de una ocasión, tras un riego he dejado sin regar unos días la zona para comprobado tras unos días como el suelo debajo de esta corteza permanecía aún húmedo en sus primeros centímetros. Incluso en días de muchísimo calor. Así que lo tengo claro. El acolchado, no me cansaré de decirlo, protege y mantiene la tierra más fresca y húmeda que un suelo que se expone desnudo al sol.
Pero además se incorpora lentamente al suelo aportando materia orgánica y favoreciendo con ello que se incremente la vida en él. Y más aún, retrasa y disminuye el crecimiento de las malas hierbas. Así que no hay duda, el trabajo de su mantenimiento en buenas condiciones merece la pena. 

El grosor debe ser el necesario. Una capa tan fina que a poco que se ande por los setos se desplace y deje al descubierto la tierra no valdría para nada. Es preciso que esta capa sea al menos de 4/5 cm. Así que me ha tocado extender bastantes sacos de este material para que una vez colocado el acolchado cubriera bien el suelo y formara sobre él una buena capa protectora sobre el compost recién incorporado.
Por supuesto he terminado con un buen riego en profundidad.
Qué bonito y pulcro queda el suelo de los setos, verdad? Da gusto verlo así ajajajjaa Pero ay!! Qué poco dura de esta guisa!!  
Y qué gusto saber que nuestros árboles, arbusto y vivaces están ahora bien nutridos y protegidos para afrontar con menos esfuerzo los rigores del verano.

Mulching (Acolchado) de paja en los bancales del huerto

Ayer cundió!! fue unos de esos días que le echas trabajo a una zona del jardín pero terminas, te enciendes un cigarrito y dices...caramba! Hoy he adelantado y se nota.. :)
Quedó bonita la huerta, limpia de hojas enfermas, brotes secos, hortalizas todas bien entutoradas, tomateras podadas... 
Un riego en profundidad y me use a la labor del último trabajo del día: acolchar los bancales con paja.
Es tremendo el calor que estamos soportando desde hace ya más de dos semanas. Esta ola de calor achicharra las plantas, reseca y recalienta la tierra y en definitiva aparte de perder muchísima agua por evaporación con este sobrecalentamiento, perjudica las raíces de las hortalizas. este mulching o acolchado de paja proporcionará una sombra al sustrato que redundará en beneficio del mantenimiento de la humedad de la tierra y de la flora microbiana de la tierra al protegerla de gran parte de las radiaciones ultravioletas del sol..
He encargado que me trajeran un par de balas de paja de cereal libre de semillas, que por cierto, pesan los suyo, eh!! Una vez regado, eliminada cualquier mala hierba y limpios de hojas y materiales enfermos los bancales era la hora de cubrir el terreno con la paja.
La verdad es que jamás había abierto una bala y no sabía como hacerlo pero sospechaba que una vez cortadas las cuerdas con las que la bala viene atada y que permite que la paja se mantenga compacta y no se desmorone... iba a resultar bastante difícil mantener la bala sin que se rompiera así que lo primero que se me ocurrió fue meter la bala hasta dónde cabía en una bolsa grande, de las de jardín de plástico fuerte,  de manera que una vez rotas las cuerdas pudiera ir transportándola de un lugar a otro según iba acolchando cada bancal y que no se me fuera desmoronando toda la paja por entre los bancales y en el camino..
Inicialmente pensé que tendría que ir tomando "a puñados" la paja pero no, vi enseguida que si se van separando "lascas" gruesecita (unos 8/10 cm) permite que salga la paja como en rebanadas que se mantiene más o menos compacta y es mucho más fácil de colocar sobre el terreno.
He puesto una capa bastante gruesa para que sea efectiva contra el calor, las malas hierbas y la pérdida de humedad del sustrato.
Esta paja, con los riegos y el contacto con la tierra irá poco a poco degradándose y terminará por compostarse e incorporarse al suelo. Al final de la temporada los restos de este acolchado pueden mezlarse con la tierra y le proporcionarán una mejor estructura y algo de nutrientes. De hecho precisamente porque esta materia orgánica se va descomponiendo poco a poco, es preciso ir renovándola de vez en cuando, en el momento en que veamos que va incorporándose al suelo y va desapareciendo.
Ya hemos hablado en alguna ocasión del mulching y de sus beneficios. Para quién tenga curiosidad puede leer otros artículos sobre este tema en el que se trata de los acolchado de setos, en esta ocasión con otros materiales como hojas o madera triturada en pequeños trocitos.
Este tipo de acolchado es estupendo en climas como el mío dónde hace mucho calor en verano y mucho frío en invierno. Esta capa protectora del suelo preserva más cálido el suelo en invierno y en verano lo mantiene más fresco. Mantiene la humedad del suelo haciendo que se compacte menos. Favorece la vida de lombrices y microorganismos del suelo.
Es importante que plantas sensibles a la humedad no llegue a tocar el acolchado el nacimiento de la planta para ello simplemente dejamos sin cubrir un pequeño hueco alrededor del tallo. . Quizás no lo es tanto en climas con primaveras muy frías y dónde el calor en el suelo que precisan para su buen desarrollo algunas hortalizas como los tomates o los calabacines llegue a producirse si el suelo está cubierto por una capa que lo protege de la temperatura exterior. 
Tampoco es aconsejable ponerlo demasiado al inicio de la temporada en las zonas dónde se siembra directametne por el mismo motivo, porque las semillas en el inicio de la primavera precisan de un calor en el suelo que solo obtienen si se benefician del calor de los rayos del sol, en este caso el uso del acolchado mantendría el suelo más frío de lo que precisan las semillas para germinar.
Cabe mencionar que el uso de este tipo de acolchado puede favorecer en algún caso el aumento de caracoles pero la verdad, son muchos más los beneficios que las posibles desventajas de esta técnica que me parece muy interesante aplicar no solo en el jardín si no también en el huerto.

Renovación en primavera de los acolchados (Mulching o mulch) de los setos mixtos.

Aplicar, mantener y renovar los acolchados es una tarea importantísima en un jardín.
Creo que un buen acolchado (lo que a veces denominamos mulching o mulch) es fundamental. No solo porque nos permite ahorra agua de riego y limita el crecimiento de malas hierbas si no sobretodo porque protege de cambios bruscos de temperatura, mitiga los efectos demoledores del sol sobre los microorganismos y en general sobre la vida  y el humus de las primeras capas cuando incide sobre el suelo además de evitar la erosión por viento y por el agua de la lluvia. Pero por añadidura, si se utiliza materia orgánica en este acolchado, al ir descomponiéndose se va incorporando al suelo poco evitando que se compacte, ayudando a que drene mejor y evitando evaporaciones innecesarias.

Hay varios factores a tener en cuenta en los acolchados:
1.- El momento en que se aplican los acolchados también es algo a tener en cuenta.
Pensemos que esta capa protectora lo que hace es preservar las condiciones del suelo. Si la ponemos sobre un suelo helado estaremos "guardando" y preservando las condiciones heladas de ese suelo. Con el acolchado impediremos que el sol caliente el suelo y por tanto las raíces crecerán en un suelo que seguirá helado aún cuando exteriormente esté calentando el sol.
Igualmente si ponemos un acolchado sobre un suelo recalentado y reseco en verano, lo que estamos haciendo es guardar ese calor y sequedad bajo él.
Lo ideal es poner el acolchado al inicio de la primavera (cuando el suelo se ha atemperado ya y ha perdido el frío que le proporciona las heladas del invierno) y en otoño (Cuando el suelo ya ha perdido las altas temperaturas que alcanza en verano).
2.- También es asunto de importancia la preparación previa del terreno antes de colocar los acolchados. Conviene trabajar  la tierra para descompactarla. Es preciso desherbar bien y hacer una limpieza de piedras y raíces muertas. 
La temporada pasada preparamos la tierra de todos los setos mixtos que hemos plantados en otoño. La limpiamos bien de piedras y raíces como digo y la dejamos mullida trabajándola con la azada incorporando bastante cantidad de  estiércol maduro y tierra vegetal enriquecida.
Allí donde fue preciso (acidófilas) aportamos turba rubia y otras enmiendas para rectificar el pH del suelo.. como fue una esquina del huerto dónde cultivamos arbustos de bayas o la zona dónde tengo algunas hortensias
Mi jardín tiene una capa rocosa bajo el suelo que no es demasiado profundo así que no creo que superaran los 20/25 cm la profundidad a la que pudimos trabajarla.
El jardín presenta pendiente en casi toda su superficie. En unas zonas más que en otras. Este seto en el  lateral sur del jardín quizás es el que tiene más pendiente. De ahí que fuera preciso realizar nivelaciones del terreno para que el agua de riego no resbalara sobre el suelo y se fuera pendiente abajo.

La mayoría de arbustos que se cultivarán ya están plantados y aunque ya se sabe que un jardín nunca se termina, la "estructura" del mío está perfilada ya a grandes rasgos con las plantaciones que se hicieron en otoño e invierno pasado.
En esta primavera y verano me gustaría ir completando las plantaciones e intercalar entre estas plantaciones estructurales, las vivaces, bulbos, arbustos chiquitos...
En estos días estamos preparando el riego por goteo en estos setos así que, aprovechando el momento, he renovado el acolchado de los setos.
Debiera haberlo hecho un poco antes, al iniciarse la primavera pero es tanto el trabajo que hay que el tiempo se nos ha echado encima!!! 
3.- El tercer aspecto que al menos yo he tenido en cuenta es con qué material acolchar. 
Los materiales con los que podemos acolchar son múltiples y cada uno de ellos tiene unas características que debemos tener en cuenta. Según de qué material utilicemos las ventajas e inconvenientes serán unos y otros. La duración por ejemplo es muy variable. Si usamos paja deberemos renovar el acolchado cada seis meses; las hojas de helechos duran unos cuatro meses; el césped nos servirá solamente para dos o tres semanas; la corteza de pino evidentemente tendrá una duración mucho mayor.
Estamos hablando de muchísimos metros cuadrados a cubrir así que el factor económico es importante. Comprar la cantidad precisa para toda la zona de plantaciones era impensable el planteamiento más bien era recurrir a materiales de los que dispusiéramos sin tener que comprarlos.
Mi jardín contaba en su mayoría con árboles perennifolios (pinos, enebros, mimosas...) así que disponía de pocas hojas en otoño. El otoño pasado fuimos trayendo hojas secas de fuera (zonas de árboles caducos de la zona dónde resido) y con ellas fuimos formando una buena capa de acolchado como digo. 
 

Al tratarse de la temporada fría e ir de cara a las heladas, puse una capa bien gruesa de hojas con el fin de preservar las raíces de los arbustos y árboles recién plantados de daños por heladas. 
Me hubiera gustado contar con restos de poda triturados que permiten un acolchado menos grueso y que se mueve más difícilmente con el viento, pero había lo que había y con ello fue con lo que nos tuvimos que apañar.
Las hojas que se pusieron el otoño/invierno pasado aún no están descompuestas del todo de manera que me vienen bien todavía para proteger el suelo de estos setos.
Hace unos meses descubrí que a los lados de algunas carreteras de la zona dónde vivo, cuando se podan los árboles de los márgenes, a la vez que van podando, van triturando el material y lo dejan en montones a los lados de la carretera, en las cunetas. Menuda alegría me dio el descubrimiento!! Cantidades tremendas de material valiosísimo que solo esperaba ser recogido ajajjaja Y eso hacemos, cada vez que pasamos por la zona recogemos unas cuántas bolsas grandes de jardín y nos las traemos. Con este material por ejemplo, hemos acolchado el camino y las zonas entre bancales del huerto.

4.- Tener en cuenta el consumo de nitrógeno que usan las bacterias para descomponer los materiales del acolchado fresco (y que es sustraído del disponible para las plantas).
Este es otro aspecto importante a tener en cuenta. Cuando el acolchado está compuesto por material fresco, éste debe descomponerse y en esta descomposición son las bacterias del suelo las que intervienen. Pero en este proceso las bacterias utilizan grandes cantidades de nitrógeno que lo toman del suelo y por tanto redunda en perjuicio del disponible para las plantaciones. Así pues dependiendo del momento en que pongamos la capa de acolchado este hecho puede o no ser perjudicial.
Si estamos hablando de un acolchado de cara al invierno, mientras las plantas están en parada vegetativa, no precisarán nitrógeno y por tanto que se utilice en la descomposición del material del acolchado no les perjudicarán.
Este material que descubrí que os comentaba lleva ahí desde febrero más o menos que es cuando podan, de manera que ya no es un material fresco, está en alguna medida compostado y por tanto las cantidades de nitrógeno que se sustraerán del que precisen en este momento de crecimiento de las plantas, será mínimo.
No obstante también hay solución a este consumo de nitrógeno por parte de los materiales frescos. Sencillamente es incorporando encima de esta capa ( o mezclado) un poco de material rico en nitrógeno como lo es los restos del césped segado, las ortigas, las raíces de leguminosas, etc.
5.- Regar en profundidad antes de colocar el acolchado.
Está claro que al igual que pasa con las temperaturas, pasa con la humedad. Si colocamos el acolchado sobre un suelo seco lo que estaremos es preservando esta sequedad. Así que es imprescindible un buen riego bien en profundidad.
6.- Grosor de la capa y colocación de los restos de poda triturados.
Al tratarse de hojas recien caídas en el otoño, la capa tenía bastante grosor. Para ser efectivo un acolchado debe tener cierta altura. De lo contrario, la luz traspasa y deja germinar las semillas no siendo efectivo en lo que hace a malas hierbas. Igualmente el grosor es importante para que proteja de temperaturas externas, etc.

Este invierno comprobé que el viento movía mucho las hojas y las trasladaba de sitio a cada momento así que se me ocurrió que quizás echando unas paladas de estiércol maduro sobre ellas y mojando un poco se sujetaría algo más. Y así fue. la verdad es que sí, por supuesto, se mueve un poco y sobretodo los remolinos de aire las concentran en sitios concretos pero lo que hago es recolocar la capa un poco de vez en cuando con una escoba metálica y el acolchado ha permanecido bastante bien en general.
En este momento las hojas están ya bastante compostadas aúnque no del todo pero ya no se mueven con la misma facilidad. De todos modos no es momento de echar estiércol en la tierra porque produciría un recalentamiento perjudicial para las plantas.

En la medida que he podido y hasta dónde me ha dado la cantidad de poda triturada que tenía, he ido echando encima de las hojas un poco de este material para que, al pesar más que aquellas, las sostuviera un poco.
El hecho de que al plantar suela hacer alcorques facilita también el tema, al estar metidas las hojas en el hueco del hoyo también las mantiene un poco más en su sitio porque aunque algo se mueven, en cierto modo el acolchado está un poco "contenido" por las paredes elevadas del alcorque.

Como no sabía hasta dónde me iba a llegar he comenzado por tapar primer los alcorques con la poda triturada y si me sobraba usar este material entre las plantaciones también. 
Antes os comentaba que este trabajo de renovación del acolchado lo hemos ido haciendo a la par de instalábamos el riego por goteo y aquí podéis ver que una vez colocadas las tuberías del riego es cuando he puesto el acolchado encima.

Como veis queda estupendamente bien protegida la tierra alrededor de las plantas rellenando con unos centímetros de este material el suelo que las circunda. Debo decir que procuro no amontonar acolchados justo pegando al cuello de las plantas porque temo que provoque una proliferación de hongos y un exceso de humedad. 
Las hojas que quedaban las he vuelto a distribuir homogéneamente entre las plantaciones y he puesto por encima unas paladas de poda triturada que me sobraba y así quedan más sujetas. 





7.- Bueno y con esto se termina el trabajo de renovación de esta protección, evidentemente hay que cuidar de su mantenimiento. Tengo un perro (Iker :)  ) que trastea el jardín constantemente . No suele tumbarse bajo estos setos (de momento ajjaja) pero es inevitable que cuando oye gatos o a otros perros, se acerque a las vallas divisorias y llegue a entrar en ellos. Así que hay que recolocar de vez en cuando algunas zonas de este acolchado, por Iker o por el viento, o incluso cuando vienen pájaros y las hojas van a parar a dónde no deben dejando al descubierto parte del suelo.
Yo creo que este seto ha quedado bastante bien. El ojo del amo engorda el caballo jajaja !! :P



  

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