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Sauquillo, Mundillo (Viburnum opulus)

Cómo se nota el paso del tiempo.. Miro fotografías de hace dos años y me asombro del tamaño que va adquiriendo el Viburnum opulus!!
Muchos de los arbustos que planté en el jardín cuando comencé a crearlo están empezando a coger cuerpo. Ya están dejando de ser meros testimonios liliputienses de las especies plantadas en un mar de acolchado que los rodeaba y que hacía que parecieran perdidos en la nada...Qué chiquitos eran y qué hermosos se están poniendo.
Fijaos en esta fotografía que corresponde a mayo de 2015, de esa guisa empezó en el jardín. Diminuto!! Bueno, lo cierto es que también los rosales eran diminutos. Todo era pequeño :) Y distinto...No habíamos instalado el portón que cierra por uno de sus lados el huerto ni estaba bordeado el arriate de plantación dónde coloqué los rosales rugosas y este viburno con las piedras y traviesas que hay ahora. Desgraciadamente el viejo membrillero (Cydonia oblonga) murió y ahora en su lugar crece uno nuevo desde el año pasado.


Esta otra imagen aparece la misma zona con el aspecto actual. Qué cambiado todo. Verdad?

Hoy quería mostraros de nuevo este precioso arbusto que tiene interés a lo largo de muchos meses en el año.


Comienza con su floración ahora, en abril/mayo, a finales del verano se forman sus preciosos frutos rojos que aunque son tóxicos para las personas, resultan una delicia para los pájaros; y finalmente, durante el otoño, vuelve a transformarse de una manera maravillosa. Sus hojas adoptan precioso tonos cobrizos/naranjas.
Tengo algunas variedades de viburno  en el jardín porque me encantan!! Tan distintos todos y tan adaptables a cualquier rincón del jardín. Desde los ejemplares que crecen a sus anchas con sombra moteada, a los que prefieren el pleno sol pasando por los que necesitan la semisombra. Algunos con preciosos frutos rojos, negros, amarillos o azules; de hoja perenne o caducifolios. Hay viburnos para todos los gustos.


Con el tiempo tengo que hacerme con más variedades porque me enamoran, por ahora en el jardín cultivo V. Tinus, V Rhytidophyllum, V. plicatum 'Shasta', y dos Viburnum opulus uno de ellos es el cultivar V. opulus 'Roseum' que por cierto, no hay que confundir con el que tratamos hoy.
El cultivar 'Roseum' también llamado Viburnum opulus 'Sterile' es quizás el de floración más espectacular, sin embargo aquellos de nosotros que buscamos arbustos con frutos debemos tener en cuenta que sus flores son estériles de manera que no fructifica.
Para mí este es un aspecto importante y en realidad he llegado a comprar alguno no por decisión propia si no por confusión o mejor, falta de exactitud en el etiquetado. De hecho el primero que adquirí me llevé la sorpresa de que a pesar de que en la etiqueta indicaba un dato que sin ser erróneo no era completo, ponía V. opulus pero no indicaba que se trataba del cultivar 'Roseum' con lo que me encontré con un arbusto como digo, que no fructificaba. Cosa que yo no deseaba. 
He comprobado varias veces en algunos viveros esta falta de información en el etiquetado de esta variedad. Lo malo es que es difícil distinguir entre el uno y el otro hasta que florece. Las hojas son bastante semejantes incluso.

De todos modos es tan bonito cuando está en flor que merece la pena tener más de una variedad e incluir entre ellas este Bola de nieve.
La humedad en las raíces es importante en todas las plantaciones hasta que arraigan eso todos los jardineros lo sabemos pero hay arbustos especialmente delicados en este sentido en tanto no han desarrollado raicillas en el terreno circundante. Viburnum tinus aunque tiene la fama de ser un arbusto de fácil cultivo y lo es, sin duda, es especialmente delicado y aguanta mal la falta de agua durante los dos primeros años. Cuando digo que aguanta mal, estoy refiriéndome incluso a llegar a perder un arbusto que lleva poco tiempo plantado por faltarle el agua y no es preciso olvidarse de regarlo durante muchos días para que esto ocurra. Estoy hablando lógicamente en mi clima con veranos muy secos y calurosos. Seguramente en el norte de España estos problemas no se plantean. Luego sí, cuando V. tinus llega a arraigar bien es verdad que hace honor a su nombre de "durillo" pero en tanto sus raíces no se han expandido en el suelo circundante del hoyo de plantación hay que estar muy, muy pendiente de que siempre esté hidratado el suelo.En dos ocasiones, V. tinus plantados en primavera, cuando ha llegado el rigor del verano, si me he descuidado tan sólo un poco, no han resistido y los he perdido.

Con Viburnum opulus 'Roseum' no hay tanto peligro de llegar a perderlo pero sí he notado que especialmente el primer año, en mi clima, languidece fácilmente durante los días de más calor del verano y me he visto obligada a proporcionarle casi a diario una buena cantidad de agua para mantenerlo turgente. Y la verdad es que el agua parecía milagrosa en poco tiempo. Enseguida es capaz de absorber la humedad del suelo y los problemas de languidez desaparecen rápidamente.
La segunda temporada esta variedad soporta mucho mejor el calor. El verano pasado V. opulus 'Roseum' ya no languidecía en las horas centrales del día.
Por eso digo que de los que yo cultivo, es Viburnum opulus el menos problemático en sus primeras temporadas. Aguanta el pleno solazo, aunque, como todos los viburnos precisa hidratación en el suelo soporta muchísimo mejor la sequedad que los otros, incluso recién plantado.



No tiene la floración tan llamativa como el anterior aun así me parece muy hermosa. Semejante a las hortensias de encaje (Hydrangea lacecap) las umbelas florales tienen flores grandes en su periferia, que son estériles y flores muy pequeñas en su centro que son las que producen semillas. Sin embargo tengo la impresión de que son más duraderas que su hermano estéril. 

Por supuesto para mí, personalmente, creo que su capacidad para formar preciosos frutos al final del verano/otoño, compensa con creces la diferencia en la floración.
En estos dos años que lleva en el jardín todavía no lo he podado. Ni siquiera una poda de formación. Ya sabéis que no soy dada a podar desde el inicio casi nada. Prefiero observar como crecen las plantas, dejarlas crecer a su aire durante dos o tres años, comprobar qué tendencias tienen de forma natural y cuando ya se han desarrollado durante dos o tres temporadas afrontar la poda.
Una vez se pase la floración lo recortaré un poco pero muy ligeramente. Se tratará más de una poda de limpieza que otra cosa. Ya el año que viene sí, empezaré a pensar en podar.
No es que sean de los arbustos que precisan menos riego pero con cierta humedad en el suelo tiene suficiente. Aconsejaría una buena capa de acolchado para preservar la frescura del terreno y ahorrar en riegos.
En fin, se nota que me gustan este género de arbustos verdad? Así es, pienso que si se precisa de un arbusto de fácil cultivo, con distintos momentos de interés a lo largo de la temporada, con una floración preciosa, con frutos llamativos y que proporcionan un estupendo alimento para las aves de nuestro jardín y que además nos regale un otoño maravilloso con la transformación del color de sus hojas en la gama de amarillos y naranjas vibrantes...ese es un viburno!! Y hay tantas variedades para elegir... ;)

Spiraea x Vanhouttei con las hojas de otoño

Los tonos otoñales poco a poco van vertiéndose sobre muchos arbustos del jardín. Algunos ya han perdido sus hojas mientras que otros en estos última semana se han transformado enrojeciéndose o tornándose amarillos o naranjas.

Aún quedan bastantes que todavía permanecen verdes. En breve, antes de desprenderse de sus hojas las teñirán en gama de colores encendidos. 
Hoy quería mostraros un precioso arbusto caducifolio y resistente cuyas necesidades de cultivo las traté hace dos años y su forma de podarla en otro artículo publicado durante la primavera pasada: 
Spiraea x Vanhouttei
En esta ocasión tan sólo quería compartir con vosotros como estaba hoy. Vestida de otoño!! Qué linda. Verdad? Este es un arbusto tan fácil de cultivar, de podar... y además no hay que pedirla  a través de ninguna página web porque en sumamente fácil encontrarla en cualquier vivero de nuestra zona.



Qué distinta ahora!!. Tan verde y de tonos tan tiernos cuando está cuajada de miles de flores diminutas... 

Philadelphus (Celindo) de arbusto abandonado a foco de interés en el jardín.

La primera vez que lo vi ni siquiera reconocí que era un Philadelphus. Unos troncos resecos, con la corteza desprendiéndose, altos como de metro y medio y en el extremo unas ramas tortuosas  que brotaban sin orden ni concierto sin formar una copa armónica en absoluto y en direcciones nada adecuadas. Al pasar  a su lado me dije "Tú,  lo que seas, te quedan tres telediarios" jejejje 

La siguiente ya estaba brotado y reconocí enseguida qué era: un viejo, descuidado y horrible Philadelphus.

A los pies de una plataforma muy grande de hormigón que hay en la parte baja de las terrazas que bordean la casa, si se mira desde arriba, mal que mal, pero desde abajo yo miraba aquel arbusto que no se regaba hacía un siglo y que no sabía lo que era un buen abonado y ...la verdad, aquella ubicación me descolocaba mirándolo desde la parte más baja del jardín.
Los Philadelphus suelen brotar en forma de mata y son de un gran crecimiento, por eso son difíciles de contener y al final acaparan el espacio asignado a las plantas compañeras que están a su lado. Solo con una poda adecuada se pueden mantener acotándoles el espacio.
Lo salvó primero mi respeto por las plantas que tienen mucha edad porque siempre pienso cuánto han tenido que luchar contra sequías, plagas, suelos pobres...para llegar a tener el tamaño que tienen. Pero lo cierto es que con respeto y todo, las posibilidades de que aquel arbusto durara muchos años más eran pocas si no se rejuvenecía. Y en segundo lugar el hecho de que tuviera esta formación, tipo arbolito. 
Las matas de celindos que brotan desde el suelo todas sus ramas formando arbustos redondeados, reconozco que solo me gustan cuando están en flor y tampoco es que me entusiasmen demasiado. Ya antes de comenzar a hacer el jardín tenía ganas de tener uno tipo arbolito que es como me parecen más elegantes estas plantas, con sus ramas arqueadas desde lo alto y curvas, así que quería en algún momento comprar uno y tratar de formarlo desde pequeño. 
Reconsideré mi decisión casi en firme de eliminar este ejemplar medio muerto. Pensé que era magnífico no tener que formar durante años un celindo recién comprado. Esta estructura con los pies despejados, sacando desde lo alto las ramas largas y que están a suficiente altura como para que puedan arquearse hacia el suelo como un enorme paraguas florido, este tipo de Philadelphus, sí, estos como el mío me encantan!!


Desconozco de qué variedad se trata y lo la verdad es que me encantaría saberlo. Así que si algún lector viendo las fotos tiene la amabilidad de decírmela estaría muy agradecida :)

Bien, pensé que sí, estaba viejo y descuidado y estaba muy mal formado pero era un Philadelphus de muchísimos años y hasta que yo llegara a tener con uno nuevo un ejemplar de estas dimensiones deberían pasar muchos años así que decidí conservarlo.
Eso sí, era preciso practicarle una buena poda de renovación si no quería perderlo. Estaba demasiado viejo y había sufrido demasiado tiempo el descuido así que pensé que de perdidos, al río y siendo consciente de la barbaridad que era practicarle esta poda en verano, lo hice arriesgando el arbusto!!

Entre nosotros, ajajjaja el riesgo no era total. Pensé que podía morir la parte alta, la de los troncos gruesos y viejos pero que el arbusto tenía unas ramas en un lateral que brotaban desde el suelo y que podría con ellas, en el caso de perder la planta madre, tratar de trenzarlas y formar de nuevo un arbusto con la misma estructura que éste con el paso de algunos años. En caso de haber visto que no rebrotaba hubiera tomado estas ramas bajas con la mayor cantidad posible de cepellón y lo hubiera trasladado a otra ubicación del jardín. Así que era riesgo pero no tanto, la verdad :)

Está plantado en una zona con el suelo exageradamente inclinado de modo que el agua de riego no había manera de que penetrara en las raíces. Dicho y hecho, esperé a que terminara la floración y lo podé a conciencia. En realidad solo dejé los troncos que partían desde el suelo y corté todas las ramas que brotaban de su parte superior.

Aprovechando que teníamos que poner el riego en el seto sur, tras la poda nivelé el suelo a su alrededor de manera que la base quedara horizontal. Le hice un poco de alcorque para que retuviera el agua del riego pero es una zona tan inclinada que el alcorque dura intacto muy poco y hay que ir rehaciéndolo constantemente. De todos modos ya lo considero fuera de peligro así que como no es un arbusto que requiera demasiado riego el alcorque no lo rehago cada vez que es necesario.
Tras ello lo aboné bien en profundidad.  Hace dos años no tenía compost de propia fabricación así que cavé un poco para eliminar el suelo superficial pobre y reseco y lo sustituí con una mezcla de un buen sustrato y estiércol bien fermentado. Acolché bien todo el alcorque para que se mantuvieran frescas y húmedas las raíces más tiempo y para protegerlo del calor y de la erosión. Y cuidé su hidratación durante todo aquel verano y hasta que el arbusto entró en letarlo. 

En cuanto empezaron a brotar las ramas nuevas vi el cambio. Nada que ver con su pasado. Hojas grandes, sanas y bonitas y ramas vigorosas creciendo con fuerza. El pobre celindo pensaría que le había venido Dios a ver ajajajja :) Cuándo se vio en otra igual acostumbrado como estaba al abandono absoluto! Rieguito frecuente, nutrición, buen acolchado... y lo ha sabido agradecer. Vaya que sí! 

Tanto ha cambiado este arbusto que incluso ya ni me molesta su ubicación. De un ejemplar casi muerto de puro abandono ha pasado a ser un Philadelphus digno de ser un punto focal en la parte central del jardín. No hay duda, es un ejemplar precioso. No os parece? 
Está plantado en un lugar que lo hace visible desde muchísimo sitios del jardín. Y desde cualquier punto que se mire es una verdadera belleza ahora que está en plena floración. Desde las terrazas de la casa se ve precioso ahora que está florido y desde cualquier parte de la zona central del jardín se te van los ojos a un ejemplar tan bonito :)

Me alegro mucho de no eliminarlo y haber invertido en él mis cuidados y tratar de sacarlo adelante y convertirlo en un ejemplar precioso como es ahora. Lo pensé el otoño pasado pero se me pasó el momento adecuado. A ver si éste otoño saco un rato para separar las ramas pequeñas que brotan desde abajo con una buena cantidad de raíces y me la llevo a otra parte del jardín para forma con ella un ejemplar que con el paso del tiempo se parezca a este.

Estas ramas que ahora son verdes, tiernas y claras. Aún sin lignificar.. cuando llegue la primavera siguiente estarán maduras y de sus laterales brotarán ramillas cortas que serán las que porten los capullos de las flores. Se habrán tornado oscuras y la madera se habrá lignificado. 
Lo interesante es ir eliminando las ramas viejas y poco productivas para incentivar que broten nuevas ramas nuevas que florecerán la siguiente temporada.
Mantener un celindo no es nada complicado si entendemos de qué modo florece. Las flores brotan en las ramas brotadas durante la temporada anterior. Ya en plena floración comienzan a salir vástagos nuevos que se distinguen perfectamente por su color verde. Estas ramas no florecerán este año, debe madurar su madera antes y esto lo hará durante los meses que transcurran hasta que llegue el invierno y la planta entre en parada vegetativa.


De todos modos para quién esté interesado en ver de forma práctica la poda de este Philadelphus me comprometo a colgar aquí un tutorial con fotografias y explicaciones paso a paso cuando llegue el momento.
Sí, antes de eliminar ejemplares de cierta edad en un jardín hay que sopesar las cosas. En ocasiones, con un poco de trabajo, una buena poda, cuidar de la hidratación y una buena nutrición cambia radicalmente muchas plantas y ellas saben premiarnos el esfuerzo cambiando y convirtiéndose de nuevo en plantas que nos deleita y cuya floración podremos disfrutar muchos años más. Ha merecido la pena salvar mi pobre celindo viejo. No hay duda.


Tardío este año, pero llegó el tiempo de los lilos!!

El año pasado a mediados de abril ya estaban en flor los lilos. La floración de la temporada pasada siendo como fue preciosa, no supera la de este año. Este año están que se salen!!

Normal. Han pasado del descuido total durante años y años a llevar ya dos añitos con buen riego, con nutrientes, con acolchados, practicándoles limpiezas de ramas muertas y de flores pasadas.


Mis lilos son agradecidos. Son viejecitos y están mal formados pero se les perdona con esta explosión de malvas, de algún blanco, pero sobretodo de delicados tonos malva.



Me asombra el contraste entre la rigidez y lo lignificado del interior del arbusto con la blandura de sus ramas. Ese arqueo producido por el peso de las panículas.
Los otros lilos, los que tengo al final del jardín junto a las escaleras de piedra este año apenas han dado flor. Se trasladaron el año pasado y han sufrido con el trasplante así que habrá que esperar a que se vuelvan a asentar bien para que de nuevo broten sus yemas de flor.
Pero éste, el lilo más grande que tengo en el jardín, parece que este año quiere compensar las otras ausencias. Tendré que hacerle sin falta una buena limpieza tras la floración a riesgo de que el año que viene se vea menos florido. Pero es imprescindible rejuvenecerlo. De todos modos me gusta su aspecto anciano. La corteza de sus troncos llenas de líquenes que demuestran que ya no es un chaval. 

No puede estar más cuajadito de flores!! Esta mañana, justo antes de colgar este artículo mi lilo se vencía bajo el peso de las flores cargadas de agua por la lluvia de esta noche y el aroma fresco y limpio, la visión de las gotas de agua chorreando de racimo en racimo, las hojas sobre las que se estaban depositados diminutos charcos de agua...tanto contraste de texturas y de colores. Lo reconozco!! Me abruma a veces tantas sensaciones ajjajaja 

Tenía pensado cuando planté la Robinia speudoacacia ponerla un poco más allá pero decidí formar una pareja de hecho con este lilo precisamente porque me encanta el contraste entre los dos tonos de las hojas. La robinia de un verde claro jugoso, Syringa vulgaris en tonos más azulados.
Este lilo crece a los pies de una de las terrazas del jardín delantero. A la misma altura que la joven Robinia. 
Mi viejo lilo sirvió de cobijo a un precioso Rosa 'Golden Celebration' que me traje del otro jardín y que estuvo a punto de morir por el trasplante porque fui incapaz de sacarlo del suelo con suficientes raíces. Pero se recuperó. Vaya que si se recuperó!! Este año junto a los pies del lilo emergen un montón de ramas del rosal que me preocupé de plantar bastante hundido su punto de injerto precisamente para eso, para que salieran muchos tallos del suelo y formara con el tiempo una mata más ancha que alta. 
La robinia y las ramas del lilo protegerán este rosal de las temperaturas tórridas del verano y aquí, las rosas de Golden Celebration pueden durar algo más. Es un rosal tan absolutamente hermoso pero de rosa tan delicada!! Tardé en encontrarle un buen lugar pero creo que este, cobijado un poco entre la exuberancia de sus compañeros, será un perfecto sitio para él.
Me encanta venir desde abajo del jardín y ver esta parte baja de la terraza. No es desde dónde el lilo se ve más bonito pero las piedras de la terraza, las ramas colgantes del celindo conforman un espacio umbrío y fresco a los pies de los arbustos. Un pequeño espacio tapizado de un acolchado de madera troceada que aloja alguna mata de narcisos....me parece hermoso!! :)
Está exuberante este rincón!! Es un espacio justo frente a la puerta de casa. Lo primero que uno ve al salir al jardín, así que era cuestión de pensar muy bien qué se plantaba en él.  Conservé un viejo Celindo (Philadelphus) del que no sé la variedad. Pero le hice una rigurosa limpieza para rejuvenecerlo en su totalidad y aunque el año pasado se puso precioso de flores este año no quiero pensar qué será cuando florezca!! Está inmenso. A rebosar de ramas cuajadas de capullos que en breve abrirán llenando el arbusto de "mariposas" blancas y deliciosa aroma. Tengo otro celindo de crecimiento muy distinto. Tipo arbolito cuya estructura me gusta más aún. 
Y cerca, ya sobre la terraza superior otro rosal!! Rosa 'Sally Holmes' de preciosas, sencillas y grandes rosas blancas.
Aunque tardíos porque los puse en tierra a destiempo, los narcisos abren ahora y salpican de un vibrante amarillo los pies de un Pyrus calleryana 'Chanticleer' que me hace morir de impaciencia por ver sus yemas que aún no abrieron del todo. Tengo cierto temor porque es un árbol que planté el otoño pasado y que aún no ha llegado a brotar nunca en mi jardín. Espero con algo de ansiedad llegar a ver abrir sus hojas!!

No hago más que pasar por esta zona estos días. Cuánto disfruto admirando la infinita gama de colores de la vegetación. Las distintas texturas, las distintas caídas de las ramas. Entre las de la Robinia emergen las panículas violetas de las lilas que entremezclan sus hojas casi acorazonadas con sus vecinas, tan distintas en todo...forman para mi gusto una mezcla deliciosa.
Las necesidades de cultivo y poda las podéis consultar si os interesa en este artículo en el que escribí largo y tendido sobre los lilos: Syriga vulgaris, ese dulce aroma de primavera. Hoy prefería hablaros de los lilos desde otro punto de vista. Más en relación con las plantaciones que lo rodean. Feliz fin de semana, amigos.  :)

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...