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Las plagas de los rosales (I) Los pulgones...esos encantadores bichitos!!

Quienes son estos “queridos” visitantes de nuestros rosales?
Constituyen una de las plagas más frecuentes en nuestros jardines y los podemos ver atacando a muchísimas de nuestras plantas. Son insectos pertenecientes a la familia de los Aphidae (del que viene el nombre común por el que se los conoce, “afidios”), orden Homópteros. Existen pulgones de muchísimas especies.
Por lo general los pulgones son muy polífagos, es decir, atacan plantas de distintas especies. Pero también existen especies mucho más “especializadas” y se les suele ver en un determinado huésped (monófagas), por ejemplo Macrosiphum rosae L que tiene preferencia por los rosales.
Capullo de Mme. Isaac Pereire plagadito  plagadito, durante esta primavera en el anterior jardín que no podía cuidar. Se aprovecharon bien de mi ausencia jajajaja
Poseen un aparato bucal chupador en forma de largo pico que clavan en los brotes tiernos de los rosales y succionan con él la savia. Tienen un tamaño entre 1,5  y 3 mm y dos antenas. Pueden tener distintos colores, desde el parduzcos como el Macrosiphum rosae L, verdes, negros (como Aphis fabae Scop) e incluso rojizos. Hay infinidad de tipos de pulgones, los hay áptero (sin alas) y sin separación entre el tórax y el abdomen; otros poseen cuatro alas y separación entre el tórax y el abdomen.
Tienen dos sifones en la parte final del abdomen que en realidad son dos tubitos distintos en tamaño y forma según las distintas especies y por los que excretan melaza, sustancia que ensucia las distintas partes de los rosales dándoles un aspecto brillante. Se trata de una sustancia azucarada muy del gusto de las hormigas y que luego veremos hasta qué punto es perjudicial para nuestros rosales. Sobre esta sustancia segregada suele producirse el hongo de la negrilla
Ciclos biológico de los pulgones
Los pulgones presentan un ciclo de vida complicado porque pasan por distintas fases y durante ellas adoptan distintas formas.
En cuanto a su forma de reproducción pueden ser vivíparos, es decir que dar lugar a crías vivas. U ovíparos, los pulgones que se reproducen por huevos.
Al iniciarse la actividad vegetativa del rosal al inicio de la primavera los huevos que estaban invernando y que están fecundados eclosionan dando lugar a la primera generación de pulgones produciéndose varias de ellas durante el verano.
Durante el mes de mayo las hembras aladas difunden la plaga a otras plantas. En otoño aparece una generación de machos y hembras que en invierno darán lugar a los huevos fecundados y depositados en los troncos que son los que eclosionarán a la llegada de nuevo de las temperaturas agradables de la primavera.
Algunas especies viven sobre la misma planta y sobre ella se reproducen y completan todo su ciclo. Por el contrario, otros pulgones (como Macrosiphum rosae L.) habitan en el rosal (huésped primario) las primeras generaciones  y darán lugar a distintas generaciones, más tarde, algunas hembras aladas se trasladan a otras especies vegetales distintas de la anterior (huésped secundario) dónde se reproducirán dando lugar a otras hembras ápteras que a su vez producirán una nueva plaga a veces de forma muy distinta de la anterior y que de nuevo volverán a la planta que fue el huésped primario.
Los pulgones tardan unos siete días en alcanzar el estado adulto y poder reproducirse pudiendo dar lugar a 150 larvas!!!

Daños ocasionados por los pulgones
Atacan principalmente los brotes tiernos de los rosales así como los capullos y succionan la savia del rosal a la vez que introducen toxinas en la planta produciendo el típico enrollamiento de las hojas, y la atrofia de las partes afectadas con lo que producen a la larga un debilitamiento de la planta. Transmiten virus fitopatógenos contagiando enfermedades de una a otra planta. En concreto son muy eficaces transmitiendo virosis (efectuada por las formas aladas de los pulgones)
Causan daños directamente en el rosal ya que tanto las ninfas como los adultos succionan la savia de la planta provocando alteraciones en el balance hormonal de crecimiento que generalmente se detiene si el ataque es importante.
Pero además dañan al rosal en más sentidos y es que al ser la savia muy rica en azúcares y muy pobre en proteínas estos áfidos se ven “obligados” a succionar gran cantidad de savia para llegar a conseguir la cantidad de proteínas que precisan. El “sobrante” de azúcares lo excretan en forma de melaza que depositan en las hojas y el exceso de esta melaza propiciará la aparición del hongo de la Negrilla que a su vez reducirá la actividad fotosintética del rosal.
Síntomas por los que podemos detectar su presencia.
Además de la observación directa como es obvio también hay una serie de indicios que nos pueden delatar su presencia en nuestros rosales:
  • Diminutos puntos en la vegetación que son señales de las picaduras y que tienen un color amarillento o verde pálido.
  • Presencia en la vegetación del rosal de “Fumaginas” comúnmente llamado hongo Negrilla, hollín, negreo, etc. De color oscuro casi negro. Se trata de una especie de polvo u hollín, seco que cubre en ocasiones las partes afectadas por los insectos y sobre las que los pulgones han depositado la melaza que segregan. En sí misma no es perjudicial en el sentido de que no contagia nada pero sí lo es en la medida en que impide el normal funcionamiento a nivel de fotosíntesis de las hojas. Podemos frotar con los dedos las hojas y veremos que debajo aparece de nuevo el verde propio de la hoja. 
  • Presencia de hormigas sobre la negrilla o la melaza que segregan los pulgones sobre las hojas.
  • Hojas del rosal pegajosas y enrolladas especialmente en los brotes tiernos.
  • Residuos de color blanquecino en las zonas atacadas que son restos de las distintas mudas que estos insectos efectúan y que no debemos confundir con otros insectos nocivos.


Evitar el desarrollo de pulgones:
  • Efectuar tratamientos preventivos con aceites insecticidas durante los meses de otoño e invierno, antes de que los rosales se activen vegetativamente en primavera, así ayudaremos a eliminar los pulgones en estados larvarios escondidos en las hojas y ramas del rosal.
  • No esperar a que la plaga sea abundante. Eliminarlos manualmente si es posible y si no, eliminar los brotes afectados destruyendo la vegetación retirada.
  • Efectuar tratamientos precoces, tan pronto como aparezcan los primeros síntomas de que el rosal está siendo atacado por esta plaga.
  • Observar frecuente y detenidamente nuestros rosales, sobre todo en primavera y especialmente la vegetación nueva de los brotes.
  • Usar fertilizantes adecuados. Los que contienen demasiado nitrógeno propician el desarrollo de demasiados brotes tiernos y débiles.
  • Nutrir y aportar materia orgánica al suelo con abonos orgánicos durante el otoño o invierno y acolchados a base de restos vegetales triturados o con estiércoles o humus.
  • El aroma que exhalan algunas plantas aromáticas como el romero, el ajo, la melisa, la menta o la albahaca y algunas como las caléndulas, son repelente para los pulgones. Intercalar entre nuestros rosales algunas de ellas es una buena idea.
  • La cercanía de plantas como los altramuces (Lupinos), las dedaleras o las ortigas es beneficiosa para este fin porque son plantas que repelentes de estos insectos.
  • Los pulgones se ven favorecidos en su proliferación en ambientes secos y con temperaturas no muy altas. El estar atentos al riego se hace por tanto imprescindible y por tanto deberemos cuidar la hidratación de los rosales especialmente en tiempo seco.
  • Siempre he leído que un rociado con la manguera ayuda a eliminar los pulgones de los brotes pero me pregunto si durante este proceso lo único que estamos haciendo es cambiarlos de lugar. Desconozco la efectividad de estos rociados. Quizás en el proceso se matan algunos pero no sé si los que caen vivos al suelo tienen la posibilidad de volver de nuevo al rosal.
  • Controlar en la medida de lo posible las hormigas dado que ya sabemos que los cuidan porque son devoradoras de la melaza que estos bichos sueltan.
  • Eliminación de las partes afectadas especialmente las que tienen negrilla.
  • Eliminación de malas hierbas y restos de hojas secas o ramillas procedentes de podas manteniendo en un buen nivel de higiene la zona de suelo alrededor de dónde crece el rosal.


Control una vez establecidos en nuestros rosales
  • Aceiteinsecticida de forma preventiva siempre que no haya mucho calor, heladas o la planta le falte agua.
  • Control biológico con sus depredadores naturales: Todos conocemos unos preciosos insectos y todos deseamos su presencia en nuestro jardín, son las mariquitas (Coccinella septempunctata).
    Mariquita sobre unan hoja del acolchado que puse a los arbustos este otoño. Qué alegría da verlas cerca de nuestras plantas!!! Por cierto, las gotas que hay sobre ella son simplemente del riego que he hecho hoy!!
    Otros depredadores naturales de los pulgones son
     las crisopas (esos insectos con una peculiar forma de "dejar" los huevos colgados de un hilo que pende de las hojas)
    Crisopa. Imagen de Wikipedia:  http://es.wikipedia.org/wiki/Chrysopidae#mediaviewer/File:Chrysopa_perla01.jpg
    Huevo de Crisopa de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Chrysopidae#mediaviewer/File:Mombach_fg49.jpg
    y las 
     las tijeretas son depredadores naturales de los pulgones. Favorecer que estos insectos vengan a nuestro jardín es un modo natural de limitar el desarrollo de los pulgones.
  • Piretrinas: que obtienen de los crisantemos. Contaminan menos pero igualmente afectan no solo a los pulgones si no también al resto de la fauna beneficiosa.
  • Jabón negro (también llamado potásico): Menos efectivo pero menos contaminante porque es biodegradable y respetar a los insectos beneficiosos. Con el podemos hacer un insecticida casero fácilmente.
  • Aceite de nem.
  • Insecticidas ecológicos como el purín de ortigas:
  • Uso de insecticidas sistémicos cuando la planta presente ya hojas deformadas
  • En todo caso, pensemos que cuando en un jardín hay un equilibrio adecuado, es normal la existencia de algo de pulgón y en general de cualquier insecto pero que no representará problemas graves al coexistir con otros insectos para los que sirven de alimento como son los depredadores que hemos mencionado anteriormente.
El problema de un uso abusivo e indiscriminado de insecticidas es que en el intento de eliminar las plagas también eliminamos a los insectos competidores de ellas provocando a la larga una agravación de problema.
De otra parte, si eliminamos del todo el alimento de estos competidores eliminando totalmente los pulgones, estamos provocando la desaparición de estos depredadores con lo que cuando vuelvan a aparecer las plagas no tendrán competencia natural en el jardín con lo que su propagación se verá favorecida .


Tratamientos preventivos de invierno para los rosales (I). Aceites insecticidas

Estamos ya en invierno y es el momento de comenzar a pensar en realizar los tratamientos preventivos de nuestros rosales (esto también vale, lógicamente para el resto de arbustos y árboles de nuestro jardín).
Uno de los primeros productos que los aficionados a las rosas empleamos desde finales del año a comienzos del siguiente son los aceites insecticidas. Llevo años usándolos con resultados bastante positivos sin tener demasiado conocimiento sobre ellos y simplemente ajustándome a las instrucciones que figuraban en sus etiquetas y a los consejos que de otros amigos jardineros he recibido.

En ocasiones ocurre que además de hacer algo comienza la curiosidad de por qué se aplica así, en ese momento y cuáles son las razones de su efectividad. Esto es lo que he hecho estos días, recopilar un poquito de información sobre este tipo de aceites y compartirla con vosotros en esta entrada esperando sea del interés de muchos que como yo los usan sin tener demasiada información sobre ellos.
Soy consciente del "tocho" que puede representar para muchos pero espero que haya también, como a mí, a quién le resulte de interés este tipo de información.
Los aceites minerales son insecticidas a base de aceite derivados del petróleo. En el proceso de elaboración de los aceites insecticidas éstos se someten a un proceso de  refinación con ácido sulfúrico con el objetivo de eliminar de ellos las sustancias no deseables (hidrocarburos no saturados). A pesar de este refinado en el producto final quedan parte de estos hidrocarburos no saturados junto a los hidrocarburos deseados (los saturados).
Hasta hace unos años se vendía aceites insecticidas de verano y de invierno. Desde diciembre de 2008 está prohibida la venta del denominado aceite insecticida de invierno. A pesar de ello podemos comprobar que en foros, blogs e incluso el personal que atiende los viveros sigue utilizando los términos de aceite de invierno y de verano aunque el único que está a la venta sea el de verano.
Tanto los que se usaban en invierno como los que se usaban en verano estaban compuestos por hidrocarburos saturados y no saturados.
Los hidrocarburos no saturados (Llamados también de cadena abierta) son poco estables, es decir, son fácilmente atacados por el oxígeno, la luz, etc.. Produciendo ácidos grasos. Son muy activos como insecticidas, más viscosos que los saturados pero mucho más fitotóxicos.
Por el contrario, los hidrocarburos saturados (Llamados también de cadena cerrada), son más estables,  menos eficaces como insecticidas pero mucho menos fitotóxicos para las plantas.
Los llamados aceites de invierno se diferenciaban de los de verano en varios factores derivados de las características de estos dos tipos de hidrocarburos de los que se componían que acabamos de mencionar.
Y había un indicador o índice que reflejaba el porcentaje de cada uno de estos dos tipos de hidrocarburos que contenían en su composición. Se trata de un concepto de esos un poco peñazo de leer pero que es importante conocer. Es el índice de sulfonación o residuo insulfonable. Es decir, el porcentaje de hidrocarburos saturados de los que se compone el aceite.
El porcentaje de estos dos tipos de hidrocarburos marcaba en qué momento del año podíamos aplicarlos, su nivel de toxicidad, su actividad insecticida, etc.
Así pues, hasta 2008 nos  encontrábamos a la venta los aficionados a la jardinería los dos tipos de aceite con las siguientes características:
De una parte teníamos los llamados aceites de invierno. Con un índice de insulfonación de al menos el 70 %.  Es decir, que tenían 70 % de hidrocarburos saturados y un 30 % de hidrocarburos no saturados. Estos aceites eran muy sensibles a la luz, al agua, al oxígeno (se oxidan fácilmente en contacto con el aire como lo hacen las grasas cuando se vuelven rancias)… y liberaban ácidos con un fuerte efecto insecticida. Por tanto tenían mayor probabilidad de reacciones químicas. Puede decirse que eran poco estables.
Se aplicaban desde la caída de la hoja hasta el momento de la brotación de las yemas.
Como resultaban tóxicos para la vegetación su uso estaba restringido al invierno sobre árboles y arbustos de hoja caduca. Esta alta fitotoxicidad fue a razón por la que se prohibieran a la venta.
De otra parte, teníamos los llamados aceites de verano (también llamados parafínicos). Con un índice de sulfonación de más del 90 %. Es decir, que casi la totalidad de su composición eran hidrocarburos saturados. Son los aceites que siguen vendiéndose actualmente. Mucho más estables, poco reactivos a la luz, al agua, etc. En definitiva, con menor incidencia en el entorno, muy poco tóxicos pero menos eficaces contra las plagas.
Esta menor actividad insecticida es la razón por la que en muchas etiquetas de estos preparados podréis leer que aconsejan aplicarlos mezclados con un insecticida para que su eficacia sea adecuada contra algunas plagas. Mejora su eficacia si se mezclan con un insecticida.
En todo caso estas mezclas deberán ajustarse siempre escrupulosamente a lo que indiquen las etiquetas del producto.
Su baja toxicidad para las plantas hace posible su aplicación mientras están activas vegetativamente. De ahí que se llamaran aceites de verano porque se podían aplicar sobre árboles y arbustos con hoja e incluso en verano, sobre plantas perennifolias.
Aunque como dije, resulta algo peñazo este tipo de conceptos creo que es interesante saber un poco cómo funcionan los productos que aplicamos a nuestras plantas.
No quiero olvidarme de hacer mención en esta entrada a una estupenda persona a la que no conozco personalmente pero que demuestra su generosidad cada día ofreciendo ayuda y la mucha información que tiene en foros de jardineros. Se trata de Félix José Bandrés, “Plaguero” para muchos de nosotros que lo conocemos muy bien por ser un miembro muy activo en un conocido foro de jardinería. A él personalmente le he dado una buena murga con mis preguntas a las que siempre ha contestado con toda la amabilidad. Mi agradecimiento desde aquí para él.


Vamos ahora con cosas algo menos “pestiño” y que son imprescindibles para que apliquemos estos aceites insecticidas de una forma correcta, segura y eficaz.
Cómo actúan los aceites insecticidas:
Este tipo de productos actúa extendiéndose sobre el cuerpo del insecto tapando sus espiráculos (son las aberturas exteriores de las tráqueas de los insectos) o los estigmas de los ácaros y matándolos por asfixia.
Los aceites insecticidas actúan también sobre los huevos, las larvas y sobre los insectos en estado de hibernación. Son por tanto productos de actuación preventiva y que nos ayudarán a mitigar los efectos de las plagas sobre nuestras plantas cuando vuelvan a estar en actividad vegetativa.
Como ventajas sobre los insecticidas “normales” en palabras de Plaguero: son su baja toxicidad para las personas y para el medio ambiente, el amplio abanico de insectos sobre los que actúan y que son efectivos sobre estados de los insectos que los otros insecticidas no lo son, por ejemplo sobre huevos y ninfas. La efectividad sobre fases hibernantes de los insectos es una gran ventaja de estos aceites.
Normas de aplicación:
  • La primera y más importante: LEER CON ATENCIÓN LA ETIQUETA ajustándonos al momento, modo y dosis que indiquen en ellas. Ser conscientes de que usar dosis por encima del nivel que indican las instrucciones de uso únicamente conduce a perjudicar nuestras plantas y contaminar el medio!!!
  • Respetar las medidas de seguridad para las personas y animales y que son las que debemos tener en cuenta con cualquier fitosanitario: Ya sabemos que no deben almacenarse en lugares que sean accesibles para los niños. Que no debemos olvidar hacer uso de guantes y mascarillas e incluso gafas, durante su aplicación para evitar problemas. Que deben tenerse en cuenta los plazos de seguridad si los aplicamos en frutales o arbustos de los que vayamos a comer sus frutos. Qué lógicamente debemos mantener alejados de nosotros mientras pulverizamos a nuestras mascotas o animales que haya en nuestro jardín. No olvidemos que estos productos son dañinos para peces así que cuidado al hacer las aplicaciones y evitar que caigan sobre estanques o aguas de las que beban los animales. Y por supuesto, como es de pura lógica…no comer, beber o fumar durante la aplicación!!
  • Si aplicamos el insecticida mezclado con otro producto hay que asegurarse de la compatibilidad de ambos. Esto es importante para evitar consecuencias negativas sobre las plantas y si no estamos seguros es mejor hacer las aplicaciones de ambos productos por separado dejando pasar unos días entre ambas.
  • Deberemos intentar mojar muy bien todas las partes de la plantas, cerciorándonos de que al hacer las pulverizaciones cae producto por ambas caras de las hojas.
  • Es preferible realizar las aplicaciones en días nublados.
  • No debemos aplicar el aceite en plantas con problemas de humedad en sus raíces, de ahí que sea necesario efectuar un riego en profundidad antes de realizar el tratamiento.
  • Durante su aplicación debe de moverse de vez en cuándo para que no se separen los componentes.
  • Evitar que caiga producto sobre los estanques dónde haya peces o en zonas dónde beban los animales
  • No aplicar sobre las hojas mojadas por la lluvia o por el riego
  • Será necesario hacer una nueva aplicación si llueve al poco tiempo de haber realizado el tratamiento.
  • Nunca deben aplicarse cuando las temperaturas están por debajo de los 5º ni por encima de los 30/35º ni con sol fuerte
  • Deberá transcurrir 15 días si hemos aplicado antes caldo bordelés.
  • Igualmente tendrán que pasar 30/40 días tras la aplicación de azufre.
  • No aplicar el aceite en días con mucho viento.
  • Si aplicamos el producto en plantas perennifolias es preferible hacer una prueba primero para ver si es sensible al aceite.

Como podéis ver en mi calendario en el que incluí las preparaciones y tratamientos de los rosales de cara al otoño/invierno la primera aplicación del aceite la efectué en el mes de noviembre y la segunda a primeros de este mes de diciembre.
Hasta ahora yo solo hacía una aplicación de este aceite pero creo recordar que fue en a revista "Verde es vida" que leí que era aconsejable efectuar tres aplicaciones así que esta temporada he probado esto a ver qué tal funciona.

Los ácaros, pulgones y demás plagas no solo se encuentran en la vegetación del rosal si no también en el suelo que lo rodea así que es de suma importancia cada vez que hacemos un tratamiento con aceite, además de empapar bien de producto todas las partes de la planta, limpiar de hojas muertas y cualquier material enfermo la base del rosal y fumigar también esta zona que rodea al rosal.
Cuando les toque la tercera aplicación en febrero, tras la poda, tendré que limpiar también bien la base y fumigar la zona que los rodea antes de volver a acolcharlos. 

Períodos de aplicación:
El momento de máxima eficacia de estos aceites insecticidas es a final del invierno, cuando las yemas están a punto de brotar. Y ello es debido a un hecho y es que los huevos de los insectos,  durante el invierno son más duros que poco antes de la eclosión que se produce al inicio de la primavera, de ahí que la aplicación más efectiva de estos aceites sea más eficaz haciéndola coincidir cuando la capa externa de los insectos sea más blanda, es decir, poco antes de su eclosión que coincide generalmente con el momento en que las yemas estén a punto de abrirse o abriéndose pero sin llegar a salir las hojas,  al final del invierno.
En principio hay que seguir las indicaciones que indique la etiqueta del producto pero si no dice lo contrario, para algunos, sería conveniente hacer tres aplicaciones, a saber:
Primer tratamiento: Octubre-noviembre (en caducifolias tras caer la hoja)
Segundo tratamiento: Enero acompañado de un fungicida a base de oxicloruro de cobre
Tercer tratamiento: En febrero-marzo (también acompañado de un fungicida como el oxicloruro de cobre)
En verano si vuelven a aparecer las plagas
Tengo pensado colgar una entrada sobre el oxicloruro de cobre, un fungicida que es conveniente aplicar también como tratamiento preventivo para evitar enfermedades en los rosales, de ahí que no mencione aquí más sobre este producto.
Forma de disolución en la que se venden:
  • Hay aceites emulsionados (ya están mezclados con agua generalmente en un porcentaje de 20/80 por lo que las dosis a las que deberán utilizarse son más altas.
  • Aceites miscibles o emulsionables (se disuelven en agua gracias a un aditivo)

En éstos se mezclan uno o varios agentes emulsif¡cantes. Parecen aceite puro, no contienen agua. En el estado en el que se venden no se trata de una emulsión pero cuando se mezclan con agua en la mochila permiten que se mezclen con ella debido a los agentes emulsificantes que contienen. Se mezclan con el agua de forma muy homogénea y tienen un aspecto lechoso. Es necesario que agitemos de vez en cuando el producto mezclado ya con el agua de la mochila para que la mezcla siga siendo homogénea.

Y por último, a riesgo de tener a estas alturas “hasta el copete” al persona por una entrada tan extensa me gustaría mirar con algo de detenimiento vosotros algunas etiquetas de estos productos y comprobar como hasta qué punto pueden ofrecernos una información importante.

Estos días para preparar esta entrada he realizado varias visitas a viveros y establecimientos dónde se venden este tipo de productos y he leído con detenimiento sus etiquetas. La primera duda que me asaltó fue algo que quizás sea obvio para muchos pero no lo fue para mí y que por mucho que preguntaba nadie me daba respuesta. Es a nuestro amigo Plaguero a quién debo la aclaración . Me explico. Comprobaba que en todas las etiquetas figuraba que estos aceites eran efectivos contra conchinillas. Bien, hasta ahí, todo correcto. Pero luego leía, por ejemplo, en esta etiqueta del aceite insecticida Wock miscible de COMPO, cuya imagen pongo a continuación: “prolongada eficacia insecticida en cultivos de: Cerezo: contra pulgones/…/ Arbustos ornamentales (según especies): contra cochinilla…”

Me preguntaba la razón de que por qué eran unos aceites de tan extendida aplicación en jardinería si solo eran efectivos sobre las cochinillas que siendo una plaga bastante frecuente no es comparable, al menos en mi jardín, con la que puede darse de pulgones.
De otra parte me cuestionaba por qué el aceite era efectivo contra los pulgones de los cerezos pero no así contra los de los arbustos ornamentales? Eran acaso distintas variedades de pulgones? No lo entendía, la verdad. Y, como digo, fue Plaguero quién me explicó que todo es cuestión económica. Por lo que se ve, los fabricantes para que en sus etiquetas figure la efectividad contra unos u otros “animalitos” deben hacer la inscripción correspondiente en el Ministerio de Agricultura y esta inscripción cuesta dinero. Como es lógico gastan dónde les resulta más rentable económicamente. El campo de la agricultura les reporta muchísimo más beneficios que el que pueden llevarse de cuatro aficionados como nosotros a los rosales o a la jardinería en general.
Reconozco que de no habérmelo aclarado él a estas horas aún estoy quebrándome la cabeza tratando de averiguar la razón de hagan mención a la efectividad sobre los pulgones de un tipo de plantas y no sobre las del resto. Así que misterio desvelado!!! Sabemos que estos aceites son tan efectivos sobre los pulgones que haya en los cerezos o plataneras (registrado) como sobre los rosales (no registrado por no ser rentable). Es bueno saberlo. Verdad? J
Podemos ver también en esta etiqueta como hace mención a su efectividad en huevos y como aconseja la adición de un insecticida organofosforado aconsejando incluso uno concreto.
Comprobamos también que en su composición es un aceite de parafina, es decir, que en su mayoría se trata de hidrocarburos saturados y ya sabemos lo que ello indica: poca fitotoxicidad para el medio y para los rosales, poder aplicarlos no solo cuando está la planta en parada vegetativa…
También figura un número, el 12424 del R.O.P.M.F. (Registro oficial de productos y material fitosanitario) Pinchad aquí si queréis entrar en la página del Ministerio de Agricultura, alimentación y medio ambiente. En ella podréis hacer las consultas de los productos tanto por su nombre como por el número de registro.
Vemos en esta siguiente que es la parte interior de la etiqueta del mismo aceite de COMPO de la imagen anterior algo muy a tener en cuenta si no queremos arriesgarnos a dañar nuestros rosales (o cualquier otro tipo de planta) y es el hecho de que los aceites insecticidas son incompatibles con el azufre como indica la etiqueta, no deberemos aplicarlo hasta haber pasado 40 días desde a aplicación del azufre.

Vamos con otra: la que figura debajo de este párrafo es la de Aceite mineral insecticida de la marca FLOWER.
Qué podemos leer en ella además de su efectividad y del plazo que debe transcurrir después del azufre? Podemos ver algo curioso…fijaos en el número: 12424/11 y dice “inscrito en el R.O.P.F con el nombre de WOLCK MISCIBLE por AGRODAN S.A.”

esto es lo que aparece en el Registro de Productos Fitosanitarios:

Podemos sacar nuestras propias conclusiones.
Yo, personalmente he descubierto algo que desconocía. Desconocía que podía estar adquiriendo exactamente el mismo producto bajo distintas marcas comerciales y aunque todas ellas marcas seguras y serias, pero a precios bastante distintos. Creo que es importante saberlo!!!
A partir de ahora me decidiré a la adquisición de uno u otro producto no solamente por las garantías que me ofrece una u otra marca, sino en el caso de comprobar en las páginas oficiales que se trata del mismo compuesto, por la que me ofrezca mejores precios.

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